domingo, 25 de agosto de 2024

La Decisión de la Sala Electoral. Ismael Pérez Vigil Politólogo 25 de agosto de 2023

 

 

La Decisión de la Sala Electoral


La Sala Electoral (SE) del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dictó sentencia sobre el recurso contenciosos electoral introducido por el candidato/presidente. Se trata de la sentencia N° 31 del 22 de agosto, no publicada aun, pero cuyo extracto se puede leer en el siguiente enlace: http://www.tsj.gob.ve/es/web/tsj/decisiones#, en la sección de la Sala Electoral, del día 22 de agosto. Continuamos en el borde del tremedal, en una situación que requiere eficacia, cuidar el lenguaje y no decaer.

La Sentencia 31.

No hay nada sorpresivo en la sentencia, creo que todos esperábamos su contenido, que fue debidamente preludiado, en los días previos, por otras sentencias de la Sala −especialmente las #29 y #30− y las informaciones acerca de la actuación del grupo de ‎expertos” que practicaban un “‎peritaje” sobre la información de los resultados electorales, consignada, sobre todo, por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

A continuación, un resumen del extracto de la sentencia:

1- La Sala ratifica su competencia para conocer del caso.

2- La Sala afirma que “…se evidenció un ataque cibernético masivo contra el Sistema Electoral…”

3- La Sala declara que se examinó “…todo el material electoral consignado por el Consejo Nacional Electoral y los partidos políticos y los excandidatos…” y que el mismo, “… queda en RESGUARDO de esta Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia.” (Mayúsculas en el texto original del extracto de la sentencia)

4- La Sala declara que según los ‎peritos” que examinaron la información consignada por el CNE y 33 partidos “…que los boletines emitidos por el Consejo Nacional Electoral respecto a la Elección Presidencial 2024, están respaldados por las actas de escrutinios emitidas por cada una de las máquinas de votación…(y)… mantienen plena coincidencia con los registros de las bases de datos de los Centros Nacionales de Totalización”. (Subrayado mío)

5- La Sala concluye que ‎de forma inobjetable… categóricamente… resultó electo el ciudadano Nicolás Maduro Moros… como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el período Constitucional 2025-2031”

6- La Sala ‎exhorta” al CNE a publicar ‎los resultados definitivos del proceso electoral … en la Gaceta Electoral…según lo previsto en el Artículo 155 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales”.

7- la Sala declara que “… el excandidato Edmundo González Urrutia, NO ASISTIÓ…NO CUMPLIÓ… DESACATÓ el mandato…conducta que acarrea las sanciones previstas en el ordenamiento jurídico vigente.” (Las mayúsculas son del texto original del extracto de la sentencia)

8- la Sala declara que envió copia de la sentencia al Fiscal General, para que éste la incorpore “…a las investigaciones de carácter penal…” que con respecto al proceso electoral está adelantando y que “…pudiesen configurar presuntas conductas antijurídicas, delitos comunes, electorales y constitucionales, en contravención del ordenamiento jurídico.”

Preguntas y comentarios.

Toda sentencia del TSJ, y mucho más ésta, despierta controversias, agrado o desagrado. Lo que se conoce, y que leyó la Presidenta de la Sala Electoral, es un extracto de una sentencia, que aún no ha sido publicada; de paso, también se debe mencionar que dicha sentencia es respuesta a un ‎recurso contencioso electoral” que tampoco se conoce, que aún no ha sido publicado.

Pero lo más importante, es que la sentencia no resuelve la duda de fondo que tenemos todos los venezolanos −y una buena parte de la comunidad internacional− que es conocer las cifras con base en las cuales el CNE declaró y proclamó al ganador.

Veamos ahora otros detalles y comentarios que suscita en quién, como yo, no es abogado ni jurista, sino un ciudadano, que todo lo más tiene conocimientos en materia electoral. Mantendré en los comentarios el orden del resumen que está más arriba:

1- Al ratificar su competencia, la Sala desecha los argumentos de notables juristas, abogados y organismos conocedores de la materia, en el sentido de que estaría extralimitándose en sus funciones, asumiendo una competencia que, aseguran, es exclusiva del CNE; que, por cierto, no es cualquier organismo, como los electorales de los países que cita como ejemplos en su sentencia la SE, sino que el CNE es la cabeza del Poder Electoral, que tiene el mismo rango, como poder público, que el TSJ, cabeza del Poder Judicial

2- Con relación al ‎ataque cibernético” que se menciona en dos oportunidades en el extracto de sentencia y que se calificó de “…masivo contra el Sistema Electoral…”, la Sala no ofrece mayores detalles de cómo eso afectó o no la totalización de los resultados que presentó el CNE la madrugada del 29 de julio.

3- Sobre la declaración de la Sala acerca de que el material electoral examinado “… queda en RESGUARDO de esta Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia.”, es decir, ¿podremos conocer ese material electoral, en detalle, mesa por mesa, como ha sido solicitado, para cerciorarnos de la validez de las cifras presentadas por el CNE y que la Sala Electoral avala con su sentencia?

4 y 5- En estos dos puntos está el meollo fundamental de la preocupación de los venezolanos y de buena parte de la comunidad internacional, toda vez que la Sala declara que la decisión del CNE, expresada en sus dos boletines “…están respaldados por las actas de escrutinios emitidas por cada una de las máquinas de votación…”; siendo así, suponemos que no habrá ningún inconveniente en que el CNE publique los resultados detallados, mesa por mesa, de la elección del 28 de julio, como le ha sido solicitado por los candidatos, por varios organismos nacionales e internacionales y los gobiernos de más de una veintena de países.

6- La Sala menciona el Artículo 155 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, pero nada dice de los artículos 382 y 385 del Reglamento General de la LOPRE, que especifica claramente cómo deben ser publicados los resultados por parte del CNE. De todas maneras, de cumplirse el ‎exhorto” de la SE, como lo expresé en los puntos anteriores, todo lo demás sería accesorio, porque la constatación de los resultados, mesa por mesa, que publique el CNE, podrían ser contrastados con las actas que están en manos del pueblo venezolano, los partidos y los candidatos que concurrieron al proceso electoral del 28 de julio. Estaríamos, finalmente, frente a la verdad de los resultados del 28 de julio.

7- Llama la atención la enfática afirmación de la Sala —expresada en la utilización de letras mayúsculas— acerca de que el excandidato Edmundo Gonzalez Urrutia no asistió y desacató la orden de comparecencia de la Sala, pero no da detalles de cuáles serían las sanciones previstas en el ordenamiento jurídico vigente, que se le aplicarían, de darse el caso que el mencionado candidato hubiere cometido alguna falta.

8- Por último y no menos importante, la SE al declarar que envió copia de la sentencia al Fiscal General, para que éste la incorpore “…a las investigaciones de carácter penal…” que está adelantando, también llama la atención que da la impresión que la Sala tiene una posición anticipada sobre una investigación que todavía está en curso.

Conclusión

La decisión de la SE del TSJ ratifica lo que sabíamos sin agregar datos, ni nuevos elementos; la calificación del hecho es lo de menos, pues no hay instancia jurídica independiente, nacional, a quien acudir en caso de inconformidad; el problema grave es que estamos en una ‎situación” en donde uno de los oponentes no cree en las mismas reglas que el otro. Es una ‎situación” en donde uno −el gobierno− cuenta con las instituciones públicas y el poder, el cual maneja a su antojo y el otro solo cuenta con la voluntad popular expresada en el voto, que no es poca cosa, pero que no se le reconoce; en este momento esa es una contienda desigual.

Hay una decisión de la Sala Electoral, que aún no está publicada y por lo tanto desconocemos su motivación y argumentos y cuyo soporte en cifras tampoco conocemos. Pero, por lo menos hoy sabemos −y se puede demostrar por las cifras publicadas por la oposición democrática, que no han sido rebatidas−, que la oposición democrática es mayoría o que quien representaba la opción del gobierno, según las cifras mencionadas, está en minoría. Yo creo que se impone seguir insistiendo en que muestren los resultados, mesa por mesa, y seguir la presión interna e internacional. No tenemos una opción mejor que esa.

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domingo, 18 de agosto de 2024

Mi padre. Ismael Pérez Vigil Politólogo 18 de agosto de 2024


 

Mi padre


Hoy, 17 de agosto, se cumplen 20 años del fallecimiento de mi padre. Dudé mucho en escribir un homenaje personal a su recuerdo, porque siempre he escrito sobre política, excepto en contadas ocasiones y −esperando la comprensión de quienes me lean−, decidí que ésta sea una de ellas. Además, también conviene un ‎receso” por el ambiente borrascoso y de persecución a las ideas −a ciertas ideas− desde el 28 de julio. También por eso decidí aprovechar la ocasión, pues en tiempos de ignominia, conviene recordar los valores y ejemplos bajo los cuales fuimos criados.

La idea surgió hace unas semanas cuando, revisando carpetas y archivos, me encontré, sorpresivamente con unas cartas, respuestas a algunas suyas, todas correspondencias oficiales; unas de 1955 dirigidas a los consulados venezolanos, de Bilbao principalmente, arreglando sus papeles y los míos, para viajar a Venezuela; y otras de diciembre de 1956, cuando empezó su proceso de naturalización, ya en Venezuela. Mi padre y yo llegamos a Venezuela el 17 de febrero de 1956 y se nacionalizó muy rápido y tuvo la brillante idea de nacionalizarme a mí, ejerciendo la patria potestad, en cuanto pudo, cuando yo tenía unos 11 o 12 años y fue necesario sacar mi cédula de identidad; gracias a eso soy venezolano por nacimiento y hoy tengo doble nacionalidad.

La motivación.

Pero lo que más  me motivó a escribir esta nota, en este aniversario de su partida, fue su recuerdo por unas cartas, anodinas, que encontré, que me llevaron a revisar otras que conservo de él; algunas dirigidas a mi cuando estudié mi postgrado en San Francisco, otras dirigidas a mi mamá, quien emigró a Venezuela seis meses antes que él y yo (a él como expresidiario político y por la edad, más de 35 años, no le facilitaron la salida de España), otras que consiguió mi madre en España, de las que él envió a mis abuelos y hermanas y, finalmente, algunas relativas a las distintas gestiones que hizo para recuperar su nacionalidad española y tener derecho a su pensión de invalidez, pues perdió un ojo ejerciendo su oficio en España, cuando aún era muy joven. Pero, nadie espere encontrar en estas líneas una cosa diferente al mero relato y recuerdo personal de un modesto y común ciudadano, que tuvo que emigrar huyendo de la sórdida España franquista, por creer en la República, la democracia −que era apenas una idea− y la justicia social; y que tuvo, como única norma de vida, el culto al trabajo y la rectitud personal como norma de conducta.

Escribidor y palabras.

Para alguien que como yo expresa sus ideas por escrito, semanalmente, las cartas que reencontré me recordaron la importancia que, para mí papá, tenían las palabras; las palabras escritas −porque no hablaba mucho−, la comunicación por carta, que exigía una paciencia que hoy no tenemos, aunque vivimos en un mundo de palabras y la palabra lo construye todo, como constantemente nos lo recuerda la extraordinaria escritora española, Irene Vallejo. Mi padre no fue un escritor, ni mucho menos, pero fue un notable “escribidor” que creía en la eficacia de la palabra escrita y tenía la firme convicción de que una carta, debidamente escrita, respetuosa y con firmeza, producía resultados, pues “nadie −decía− pone por escrito, a otra persona, algo en lo que no cree”.

Ajustador Mecánico.

Pero si no fue un escritor, sí fue un buen “escuchador”, un apasionado de estar bien informado y, sobre todo, un lector pertinaz. En mi casa siempre hubo libros y había un culto al libro, a la lectura, a estudiar. Aprender y leer, fue algo que hizo mi padre desde pequeño, en la precariedad escolar de alguna ‎aldea” asturiana, de las varias en donde nació, creció y vivió y en donde aprendió, bien y todo, lo elemental que brindaba la educación de la época: leer, escribir y las cuatro operaciones; lo suficiente para escribir con clara y bella letra y para leer lo necesario para convertirse −en la España de la preguerra civil− en un obrero especializado; porque eso fue mi padre inicialmente: un “ajustador mecánico”, que −como él mismo me explicó alguna vez− se ocupan de que las piezas y componentes que hacia el tornero, ajustaran adecuadamente en las máquinas o equipos a las que estaban destinadas. Ajustador mecánico, eso era mi padre; eso moldeó su vida, pues hombre y oficio se moldean mutuamente. Lo imagino en esa tarea minuciosa, detallista, ordenada, de ajustar una pieza, como lo vi después trabajando como contador, una vez que se jubiló de la empresa en la que trabajó y en la que comenzó como cobrador y llegó a ser el Gerente General.

La empresa de su vida.

Quizás vale la pena explicar lo que hacía esa peculiar empresa y referir cómo los simples ciudadanos, venidos de otras tierras en muy precarias condiciones, contribuyeron a crear este país, cuando no se hablaba de “emprendedores”. La empresa en la que trabajó mi padre, toda su vida, de ser una mediana empresa que se dedicaba a la venta de maquinaria y equipos de imprenta, a la muerte de su fundador y tras disputas familiares, redujo enormemente su actividad y una de las tareas a las que se dedicó, con cierto éxito, fue a comprar equipos de imprenta, que eran desechados por renovación u obsolescencia tecnológica en Estados Unidos, los reparaban, adaptaban y colocaban a crédito en las pequeñas imprentas de todo el país y en los modestos periódicos regionales y locales. Esa venta se realizaba con el único aval y fianza de la palabra personal, en la Venezuela de los años sesenta y setenta del pasado siglo, que aún no está tan lejano. Yo no sé si ese era un modo usual de hacer negocios en esa particular rama de actividad económica, pero a mí me parecía una proeza extraordinaria, en una época en la que no se ensalzaba como “emprendimiento” cualquier actividad.

La guerra civil.

Retrocedo ahora a la España de la pre y post guerra civil para explicar cómo la vivió mi padre, pues la guerra civil española lo encontró en el frente republicano, en Asturias, cuando solo tenía 18 años y comenzaba a aprender y practicar el oficio de ajustador mecánico, que ya comenté. No puedo decir que la guerra lo sorprendió del lado republicano, porque −según él mismo decía− “… la guerra sorprendió a pocos, se veía venir…”  y él era un republicano convencido. Le pregunté una vez si había estado en el ‎frente” y con una sonrisa triste me contó que sí, que llegó a ir al ‎frente”, unos pocos días, al final ya de la guerra; que le entregaron un fusil con algunas municiones y un día lo apostaron, con otros jóvenes como él, en un parapeto para ‎contener” a los enemigos cuando se acercaban, numerosos y bien armados; el cerraba los ojos −me decía−, apuntaba hacia arriba, hacia el cielo, y disparaba: “...‎yo jamás podría disparar a otro ser humano…”, me explicó; los retiraron del ‎frente” y no volvieron; a los pocos días los ‎desmovilizaron”; después de todo, solo eran unos simples milicianos, civiles, y la guerra estaba terminando con el inminente triunfo de los nacionalistas, franquistas, alzados contra la Republica, y contra todo aquello que mi padre creía a sus veintitantos años.

De obrero a preso político.

Finalizada la guerra civil regresó a la “aldea” en que vivía, Logrezana, enclavada cerca de las empresas siderúrgicas asturianas entre Gijón y Avilés y continuo, entonces, aprendiendo su oficio de ajustador y comenzó a militar como joven en lo que fue la organización obrera que dio origen al PSOE; por involucrarse en actividades políticas, después de la guerra civil, fue apresado y condenado a prisión, en donde estuvo cuatro años, en diferentes partes del país, Sevilla, Guadalajara −creo− y finalmente Oviedo. Al salir de la cárcel, a mediados de los años cuarenta, conoció a mi madre y estaban arreglando la boda, cuando fue nuevamente preso, dos años más; esta vez en Oviedo, en mejores condiciones, pues mi madre lo podía visitar −cosa que hacia todos los días, en los que había visita− para llevarle comida, medicinas y ropa limpia. Ese fue parte del oficio y suerte de muchas mujeres españolas, cuyos hijos y esposos sobrevivieron a la guerra.

De preso político a “contador”.

Cómo mi padre paso de obrero a ser “contador”, de alguna forma explica el culto a la palabra escrita, a la correspondencia, en una época sin Internet y redes sociales, contando solo con un precario correo, vigilado por sus carceleros; pues en la cárcel, ya organizados como presos políticos y con algunos derechos respetados, les permitían tener reuniones y discusiones y mantener su disciplina partidista y estudiar por correspondencia. Mi padre, la primera vez, estudió contabilidad y el Alcaide de la cárcel, en la segunda oportunidad en que estuvo preso, enterado de eso, lo encargó de llevar la contabilidad de la comida y abastecimiento de los presos; así se hizo ‎contador”’. Con letras, con cartas, en la práctica en una cárcel, desarrolló un oficio que no pudo desempeñar en España, salvo en esa cárcel, llevando las cuentas de comida y otros abastecimientos de quienes, como él mismo, estaban presos; pero esa experiencia luego le sirvió en Venezuela para desarrollarse en la única empresa en la que trabajó toda su vida y cuando se jubiló, para continuar el oficio llevando la contabilidad de algunas pequeñas empresas, de familiares y amigos, por el resto de sus días, hasta que falleció.

Hallazgo de algunas cartas.

Había nacido en Cabranes el 25 de diciembre de 1918, en alguna localidad o caserío que nunca supe, de ese pequeño concejo de la Provincia de Oviedo, en Asturias, y falleció el 17 de agosto de 2004, en Caracas, el día del cumpleaños de mi madre, al final de un ‎cacerolazo”, en protesta por lo que suponíamos era el fraude del referendo del 4 de agosto de 2004. Después de ‎cacerolear” desde su ventana, simplemente se fue a recostar y allí se quedó, afortunadamente sin dolor ni sufrimiento, posiblemente a causa de alguna de las aneurismas, de las que padeció. Tenía 86 años.

Después de su muerte, ayudando a mamá a recoger todas sus cosas, me encontré con otras cartas −las de los abuelos que ya conté− y con algunas de sus ‎agendas”, donde todo estaba anotado minuciosamente; no eran un diario, pero casi. La última agenda fue como si, presintiendo su muerte, me hubiera dirigido una carta, para contarme todo aquello de lo que tenía que estar pendiente; por esa carta/agenda, con precisas anotaciones de ese año que corría, me enteré de las citas médicas de él y las que, para control, estaban pendientes de mi mamá; de lo que había en cada una de las cuentas bancarias −con las claves, que nos permitieron el acceso a ese dinero, para seguridad de mamá− de lo que estaba pendiente con las empresas a las que les trabajaba −nada−; y de las deudas que tenían con él algunas de ellas, que todas fueron honradas, como él las honró con su trabajo.

Culto a las palabras.

Desde luego es demasiado pretencioso hacer de cartas y agendas unas ‎piezas literarias”; reconozco que es solo un pretexto, nadie se va a ganar una mención literaria por cartas dirigidas a organismos y funcionarios públicos y anotaciones en una agenda; porque eso eran, simples cartas, minuciosamente escritas y explicadas sus razones y algunas precisas, pero detalladas, anotaciones en agendas que, como ya dije, ni siquiera eran un diario. Pero, ¿Es pretencioso decir que esas cartas eran su forma de reconocer su culto a la palabra, a la escritura? No lo sé ni lo creo, pero sí eran un espejo de su mente y su personalidad meticulosa, reservada y callada.

Quizás sin esas cartas puedo decir que hoy conocería menos a mi padre y solo puedo lamentar no haber hablado más con él, no haberle exprimido toda su experiencia de la preguerra civil, cuando era apenas un adolescente; su experiencia como militante político que lo llevó a la cárcel, seis años, como joven adulto; su experiencia y rutina en la cárcel, de la que conservo fotos y guardo en la memoria algunas anécdotas que me contó −y que algún día escribiré, para mis hijos−; lo que sintió cuando tuvo que dejar la misera España franquista, huyendo de persecuciones políticas, dejando atrás a sus padres −que no volvió a ver−, hermanas y sobrinos, a los que si logró ver años más tarde, cuando tras la muerte de Franco, decidió volver a España de visita, a reencontrarse con los recuerdos de esa vida que había dejado atrás, hacía muchos años. De España se trajo sus deseos de trabajar, sus valores republicanos, la minuciosidad del ajustador mecánico, la disciplina que le dejó la cárcel −que, como preso político, le enseño a confiar en los demás y sobre todo a escuchar y pensar− una boina negra que le duró poco y que después repuso y su pasión por el Real Madrid, que me trasmitió a mí y a sus nietos.

Conclusión.

Sé que es una fantasía, totalmente irreal e inverosímil, probablemente un deseo más personal y obsesivo que cualquier otra cosa; pero, como me gustaría conocer su opinión, acerca del actual gobierno socialista español, como viejo militante de una juventud obrera y socialista, cuya actividad política lo llevó a la cárcel y al exilio. Su opinión sobre Pedro Sánchez, sobre Rodriguez Zapatero, y sobre alguno de esos personajes como Juan Carlos Monedero, o como Pablo Iglesias homónimo del Pablo Iglesias Posse, quien fuera fundador del PSOE y a quien mi padre admiró a pesar de que falleció cuando él era muy niño. No creo que tuviera muy buena opinión de ninguno de esos personajillos de ópera bufa.

         

Descansa en paz, papá, donde quiera que estés; aunque nunca fuiste un creyente, yo sé que estás donde deben estar las buenas personas que pasan por esta vida, trabajando duro, dando ejemplo de principios y honradez a todos los que tienen cerca y sin hacerle daño a nadie.

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domingo, 11 de agosto de 2024

Actas sobre la Mesa. Ismael Pérez Vigil Politólogo 11 de agosto de 2024

 


Actas sobre la Mesa


Encuestas previas al 28 de julio −casi todas− gigantescas manifestaciones durante la campaña electoral, encuestas a “boca de urna” y “conteos rápidos” el propio 28 de julio y las actas publicadas en una página web por la Plataforma Unitaria, dejan ver que ganó las elecciones el candidato opositor Edmundo González Urrutia (EGU); al menos es el único que ha presentado sus pruebas de manera transparente y contundente, con las actas que emitieron las máquinas de votación, que por cierto, son las mismas actas que tiene el CNE, y que no termina de publicar.

El “recurso” contencioso electoral.

Es tan sencillo como eso −nadie ha dicho que sea simple o fácil; pero, con el país totalmente agitado, el presidente/candidato escogió otro camino: introducir ante la Sala Electoral del TSJ un “recurso contencioso electoral”, que ha destapado una aguda polémica jurídica, con opiniones que van y pocas que vienen. Me parecen contundentes las de J.I. Hernández, Perkins Rocha y Gerardo Blyde, entre otros abogados que han opinado en contra de la materia, con los cuales concuerdo… y debo señalar que no he visto ningún argumento surgido de la “otra acera”, lo que ya es muy significativo.

Pero como quiera que no soy experto en esa materia jurídica, me inhibo de esa discusión, y me doy por servido con los argumentos de quienes ya he mencionado. Pero lo significativo es que el presidente/candidato en el acto de presentación de su “recurso”, declaró, que él y el PSUV tenían todas las actas del proceso y que las entregarían cuando el tribunal las solicitara. De hecho, el CNE lo hizo el lunes pasado. Si eso es así, es obvia la pregunta: ¿Por qué no las publican de una vez y ponen fin a toda esta polémica?, Como es obvia la respuesta, significaría reconocer el triunfo opositor y entregar el poder.

Las decisiones del TSJ.

Sin entrar en las consideraciones jurídicas, por lo que ya he dicho en el párrafo anterior, la Sala Electoral, emitió ya cuatro sentencias; de todas ellas se ha publicado un resumen o extracto, mas no la sentencia completa. La primera, la N° 25, publicada el 1 de agosto, mediante la cual aceptó el recurso contencioso electoral, que le fue presentado e inició “El proceso de investigación y verificación para certificar de manera irrestricta los resultados del proceso electoral realizado el 28 de julio de 2024” y citó a todos los candidatos presidenciales a que comparecieran ante ese tribunal el 2 de agosto. En la segunda sentencia, la N° 26, del viernes 2 de agosto, solicitó al CNE una serie de “instrumentos” (?!), entre los cuales están las temibles “Actas de Escrutinio de las Mesas Electorales a nivel nacional” y dio al CNE un plazo para hacerlo de “…tres (3) días de despacho a partir de la notificación…”

Los días 5 y 6 de agosto, el Tribunal publicó las sentencias N° 27 y 28, en las cuales informa lo que ya dije, que en efecto el CNE entregó los recaudos solicitados; que en consecuencia el tribunal “…inicia el proceso de peritaje del material consignado por un lapso de hasta quince (15) días, prorrogables”; y cita a representantes de todos los partidos y candidatos presidenciales que participaron en el proceso electoral del 28 de julio, a partir del miércoles 9 y hasta el viernes 10, para “…consignar la información requerida y responder las preguntas que les formule este Órgano Jurisdiccional en relación con la presente causa…y  advierte que la falta de comparecencia ante esta Sala acarreará las consecuencias previstas en nuestro ordenamiento jurídico vigente”. En el siguiente vínculo: http://www.tsj.gob.ve/es/web/tsj/decisiones#3,  en el mes de agosto, se pueden bajar las cuatro sentencias.

A partir de la entrega de las actas y las citaciones a declarar, se abren varios interrogantes. El más importante es: ¿Los mortales comunes, tendremos acceso a esas actas? ¿Las podremos ver, o caerán en el insondable abismo del “secreto sumarial”, del “expediente en curso” o del llamado “secretismo” del tribunal?

Situación que encaramos.

En una situación normal, que dado lo visto no es nuestro caso, todo esto sería innecesario, bastaría con cumplir lo que la ley −la Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE)− dice de manera clara y sin ambages que, con base en la totalización de los resultados −que el CNE debe presentar en el lapso de 48 horas−, se anunciará y proclamará el ganador. Eso hizo el CNE; pero, se le está requiriendo que, como hay dudas, como hay un sector que dice tener pruebas de que los resultados −presentados ya en dos boletines− son diferentes a los que ellos tienen, que el organismo comicial muestre en que basa los resultados que anunció. En otras palabras, que muestre las actas en las cuales basa esos resultados; las mismas que dice tener y que entregó al TSJ. Y esta solicitud no es solo de la oposición democrática, sino de muy variados sectores, nacionales e internacionales, algunos de ellos conocidos aliados del actual gobierno.

Como quiera que eso no ha ocurrido, nos encontramos en la siguiente situación:

1- El CNE presentó unas cifras y proclamó triunfador al candidato oficialista

2- La oposición publicó las actas en su poder −que son las mismas que tiene el CNE y que imprimieron las máquinas de votación el 28J− donde demuestra que el ganador es EGU, con una ventaja considerable.

3- Comenzaron las protestas ciudadanas, que fueron reprimidas brutalmente por los organismos de seguridad, con un saldo de más de dos mil detenidos −según el propio Presidente Maduro− unos 20 muertos, según varios organismos defensores de los DDHH, múltiples heridos, periodistas y observadores deportados, en medio de una ola de represión dura e inclemente.

4- El presidente/candidato acudió al TSJ y solicitó un “recurso contencioso electoral”, cuyas características de legalidad y legitimidad ya he mencionado más arriba, pero que es aceptado por el tribunal, que citó a los candidatos a un “acto”, que no está claramente definido ni tipificado en el ordenamiento jurídico o en los procesos administrativos y además solicitó al CNE algunos recaudos relativos a las elecciones, entre ellos las actas de escrutinio de cada una de las mesas.

5- El CNE entregó dichos recaudos al tribunal, el cual citó a declarar a algunos lideres de la oposición democrática y advirtió que de no acudir a la citación “tendrá consecuencias”

6- El gobierno, y esto es lo más importante, ha perdido el favor y el fervor popular, el respaldo entre la izquierda y los gobiernos reformistas de la región y se reitera su falta de apoyo entre la comunidad democrática internacional.

Estos son los hechos, escuetamente presentados desde mi óptica, obviamente opositora. A partir de estos hechos, demos un paso más allá y preguntémonos: ¿Cuáles son las alternativas que se vislumbran ante esta situación y cómo se interpretan por diferentes voceros y analistas?

Las alternativas.

Una alternativa es aceptar el resultado anunciado por el CNE, que la oposición califica como un fraude, dado que no hay fuerza legal y física que se pueda ejercer en contra; o por el contrario resistir con protestas, manifestaciones y apoyo internacional, hasta que se produzca un quiebre del bloque hegemónico en el poder y se dé paso a “alguna” salida que, entre muchas, menciono cuatro que podrían ser:

1- que el gobierno se retracte de su posición, reconozca el triunfo opositor y se inicie un proceso de negociación para la trasmisión del mando, que se debe llevar a cabo en enero de 2025; muy pocos ven que está solución sea probable;

2- que dada la protesta que se mantenga en la calle y la respuesta represiva del gobierno, se produzca la fractura del bloque de poder y el gobierno se vea obligado a reconocer el triunfo opositor, que es lo que algunos dicen que se persigue al mantener las protestas de calle y la agitación, pero que nadie sabe si ocurrirá o cuando;

3- que el TSJ ratifique las cifras del CNE y la proclamación como ganador del candidato del gobierno, lo que nos deja tal como estamos;

4- que el TSJ, con base en el punto 2 del artículo 215 de la LOPRE, decida que hubo fraude o cohecho en “… los escrutinios...” y anule la elección, en cuyo caso habrá que repetirla. ¿Tiene verosimilitud esta opción? Y más importante, ¿Se aceptará esta opción por parte de la oposición democrática?

Concluyendo este punto, parto de la base y acepto los planteamientos de varios abogados, algunos ya mencionados, de que no tiene ninguna base legal el “recurso” solicitado y probablemente −sostienen− se trata de una estratagema del gobierno para diluir el tema y buscar que otra “institución” avale los resultados presentados por el CNE, sacándolos de su esfera, con el fin de mostrar a la comunidad internacional alguna base creíble de los resultados anunciados por el CNE. Con lo cual, como ya he dicho, continuamos en la situación actual con tiempos y futuro incierto

¿Repeticiones?

Se ha comenzado también a barajar la posibilidad de que el “recurso” solicitado al TSJ, derive hacia terrenos, aparentemente, no previstos ni calculados; pues algunos ven dicho “recurso” como la búsqueda de una “salida” al exabrupto de los dos boletines del CNE. “Todo es posible”, si se piensa “fuera de la caja”, como dicen los norteamericanos; y alguno sugiere apartarse de los aspectos jurídicos e ir más al análisis político, y plantearse la posibilidad, de que pueda ser otra la intención y la opción de ese “recurso”. Sin embargo, ya hemos aprendido, yo al menos, que aunque no es un juego de naipes, para opinar y tomar partido es bueno esperar a que todos los jugadores pongan sus cartas sobre la mesa. Peliagudo problema para opinar al respecto de manera categórica.

Conclusión.

Mientras tanto, con publicación de actas o sin ella, todos sabemos cuál fue el resultado de la elección del 28 de julio; y cuando digo “todos”, me refiero a “todos”; y es indiscutible que el gobierno ha perdido el favor y apoyo popular y saber eso −como lo sabe el gobierno− no es algo que se borre y acepte fácilmente. En cualquier caso, no hay apuro, si superamos las angustias y la ansiedad, la oposición tiene el tiempo a su favor, quedan 153 días, hasta el 10 de enero de 2025, para resolver este problema.

 

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lunes, 5 de agosto de 2024

Situación de los Servicios Públicos en Julio 2024

 



Situación de los Servicios Públicos en Julio 2024

Desde el mes de Marzo contamos con reportes desde todos los estados del país, por lo que ha partir de entonces comenzamos a recibir información más completa para un mejor análisis de la situación que se está viviendo con el tema de los Servicios Públicos.

Así mismo, el formato de este reporte cambió.




Recibimos 699 reportes de Servicios Públicos, enviados por los Monitores de Radar Ciudad en el mes de Julio, en 19 categorías de Servicios Públicos, incluyendo prestadores de servicios públicos (estatales) y privados.



Seguimos recibiendo mucha más información del Área Metropolitana de Caracas, en donde aún contamos con más monitores. El Estado Anzoátegui sigue siendo el tercer estado en cantidad de reportes.

En el mes de Julio hubo 379 reportes en el Dtto. Capital. El problema del Agua, sigue siendo por lejos el que más reportes se lleva con un promedio de 53% en segundo lugar la Electricidad con 15%. Entre ambos llegamos al 68% de los reportes en la región Capital, el mes pasado representó el 69%.

Coinciden en la región Capital 4 categorías de reportes en los primeros lugares, sin embargo en Dtto. Capital, después del Agua 53%, entra el Aseo a compartir el segundo lugar con la Electricidad con 15%, siguen Vialidad 9% y Seguridad 2%. En Miranda Agua 64%, Electricidad 19%, Vialidad 11%, Seguridad 4% y Telefonía 1%.



Si incluimos ahora todo el país, sigue estando el Agua como el problema principal con 43% de los reportes y la Electricidad bastante cerca con el 27%.

En el interior del país, el problema de la Electricidad se identifica en el primer lugar de las denuncias en casi todos los estados.



Informe de Julio 2024 - Activos por la Luz

A continuación les presentamos un informe del mes de Julio 2024 de parte de nuestros amigos y colaboradores en los Estados Lara, Yaracuy y Portuguesa, la organización Activos por la Luz @ActivosPorLaLuz.

Datos del mes Cortes 116 Fluctuaciones 106 Tiempo de corte 222 horas CORTES Comparados con junio Disminuyeron 15% Comparados con julio 2023 Disminuyeron 49% FLUCTUACIONES Comparadas con junio +10% Con julio 2023, +15% TIEMPO Comparado con junio +0,7% Con julio 2023 -54% Cifras acumuladas, comparadas con 2023 Cortes +116% Fluctuaciones +23% Tiempo +221% Fue el mes con menos cortes del año.



domingo, 4 de agosto de 2024

Los Resultados Ismael Pérez Vigil Politólogo 4 de agosto de 2024

 


Los Resultados



A pesar de lo escueto del título estoy seguro que todos entenderán cuando lo lean a que me voy a referir. Y también entenderán algunos términos que emplearé y sobre todo los que no emplearé, pues estamos en un tremedal, o para decirlo de una manera más castiza: caminando sobre cáscaras de huevo; vivimos una situación que requiere cuidar el lenguaje y no dejarse llevar por la emotividad.

El lunes 29 amanecimos “enratonados”, pero sin haber bebido; tenemos la resaca propia del trasnocho de un día largo y además frustrante, en el cual se acumuló el cansancio de los meses y días anteriores, de poco dormir y de angustias. Pero el ratón moral, ese que da por tener conciencia de haber hecho algo indebido durante la borrachera, no lo tenemos, ese lo tienen otros. Nosotros hicimos lo que había que hacer, fuimos a votar, regresamos para el escrutinio y la verificación ciudadana y permanecimos despiertos, en la calle unos, festejando otros y escuchando y pensando, tratando de entender e imaginando que se puede hacer, todos los demás.

La semana que transcurrió, además de ser una semana que debimos haber dedicado a la celebración, a pensar en lo acertado y los errores cometidos y prepararnos para la próxima jornada electoral de 2025 −en la cual se elegirán diputados a la Asamblea Nacional, gobernadores, alcaldes, concejales−; se nos fue en hablar de temas como: actas de resultados, plazos de totalización y publicación, amparos y medidas cautelares, reuniones de la OEA, pronunciamientos internacionales, manifestaciones populares, informes de observadores, etc. Corrieron tal tipo de informaciones y especulaciones, que es bueno recoger algunas y ponerlas en perspectiva.

Los boletines

Cerca de la medianoche del domingo 28, el CNE por intermedio de su Presidente, dio el primer boletín de resultados. Hoy sabemos que ese boletín que leyó el Presidente del CNE, no fue elaborado en la Sala de Totalización del organismo, como es lo usual, según lo afirma el candidato presidencial Enrique Márquez (ver en: https://bit.ly/3Wzb7SX). No obstante, el Presidente del CNE informó que los datos comprendían la totalización del 80% de las actas y que ese resultado era “contundente” e “irreversible”, y que corresponde a un 59% de participación sobre el Registro Electoral (RE) –que como sabemos supera los 21 millones de electores− y acto seguido anunció el número de votos y el porcentaje de cada uno de los principales competidores, que se resume así:

Nicolas Maduro                  5.150.092       51,20%

Edmundo González                4.445.978       44,20%

Los Otros Candidatos       462.704        4,60%

Haciendo cálculos muy simples, la sumatoria del número de votos es 10.058.774 y si eso, como dijo el Presidente del CNE, representa el 59% del RE y a su vez el 80% de los que votaron, quiere decir que el número total de electores al final debe ser 12.573.467 electores.

Según el RE, el número de electores, en el territorio nacional, que son a los que se refirió el Presidente del CNE, es de: 21.323.253. El 59% de ese número es: 12.580.719; ya aquí hay una primera diferencia, pues si las cifras presentadas representan el 80% de las actas, con una regla de tres simple, el número de total de electores debe ser 12.573.467. Nos estarían faltando 7.252 electores.

La diferencia entre los dos candidatos principales, según las cifras del primer boletín es de 704.114, a favor del candidato Nicolas Maduro y según el Presidente del CNE, faltan por totalizar el 20% de las actas, lo que equivale a 2.514.693 electores, es decir, 3.5 veces más que la diferencia entre ambos candidatos. ¿Cómo pueden ser, entonces, esas cifras un resultado “contundente” e “irreversible”, como dijo el Presidente del CNE?

Otro dato, sin duda menor, pero que llama la atención es que la sumatoria de los porcentajes de los votos obtenidos por los candidatos −51,2%, 44,2% y 4,6% − es del 100%; es decir, no hubo ni un solo voto nulo, no hubo un solo error, nadie se equivocó votando en más de 12,5 millones de electores. El impacto político de este primer boletín fue inmediato y nos condujo a toda la situación que hoy vivimos. Veamos el segundo boletín.

El segundo boletín fue presentado el viernes 2 de agosto −al quinto día de la celebración de las elecciones− y en él se corrigen y presentan algunas cifras. Según el Presidente del CNE este nuevo boletín corresponde al 96,87% de las actas, para un total de 12.386.669 electores. La cifra de este segundo boletín se discrimina así, entre los candidatos:

Nicolas Maduro                6.408.844         51.95%

Edmundo González                        5.326.104       43,18%

Los Otros Candidatos               600.936        4,86%

Nulos                                     50.785          0,41%

Total                                       12.386.669           100,40%

En este segundo boletín la diferencia entre los dos candidatos principales es de 1.082.740 votos y faltaría por escrutar el 3,13% de las actas, que si el RE, en Venezuela, para esta elección es de 21.323.253 electores, son unos 667.417 votos y ahora aparecen votos nulos y dos decimales en todos los porcentajes.

Sin necesidad de pronunciarse acerca de la fidelidad con que estos números reflejan la situación electoral, tema que está en pleno torbellino, lo menos que se puede decir es que estos números dejan abiertas las dudas, y aún con estos datos del segundo boletín y en medio de las dudas, el CNE anunció el resultado y proclamó el ganador.

Lo más significativo de este segundo boletín, que asumimos que son las cifras definitivas, según el CNE, es que si sumamos todos los votos de los candidatos diferentes a Nicolas Maduro, y se los sumamos a Edmundo Gonzalez, el candidato oficial aún lo supera por 420 mil votos; pero si a los votos de todos los candidatos distinta al candidato oficial, le sumamos lo que falta por escrutar y se lo agregamos al candidato que quedó en segundo lugar, entonces el candidato oficial perdería por 195 mil votos. Este es un ejercicio inútil, totalmente imaginario, imposible de darse, pero encaja perfectamente con cierta “narrativa” que nos quieren vender desde el sector oficial, sus aliados “opositores” y algunos analistas: “el problema de la “oposición” es que no está unida”.

Pero las dudas en los resultados, surgidas de las primeras cifras y que aún no se resuelven con las segundas, nos ha llevado a la situación política que hoy vivimos. La pregunta sigue siendo: cómo se soportan esas cifras, dónde están las actas, mesa por mesa, que las avalan. Este sigue siendo el problema sin resolver y que solo es posible resolverlo publicando esas actas.

Las Actas.

La manera de acabar esas dudas y esa incertidumbre es, sin duda alguna, que el CNE informe con detalle acerca de esas cifras; que publique −como siempre ha hecho, con algunas excepciones− las actas emitidas por las máquinas de votación, que fueron conocidas y firmadas por los testigos y verificadas, en un 50% por lo menos, por los electores venezolanos.

Hemos vivido una semana de gran tensión por el desconocimiento de los detalles de la votación y el debate más intenso giró en torno a las actas de escrutinio emitidas por las máquinas de votación. En un primer momento, al leer el primer boletín, el Presidente del organismo electoral atribuyó el retraso a una “agresión” sufrida por el sistema electoral −posteriormente denominada “hackeo” − que hizo que fallara la trasmisión de los resultados hacia la Sala de Totalización del CNE y con eso explican el retraso en entregar los primeros resultados. Según el Presidente del organismo, en declaraciones posteriores, esa falla fue superada y ya el CNE cuenta con el 96.87% de las actas.

No se entiende por tanto como es que esas actas aún no han sido publicadas, dadas a conocer oficialmente por el CNE, para que todos los venezolanos las podamos consultar y verificar las cifras dadas a conocer por el ente comicial. Máxime, cuando el propio Presidente de la República, al introducir un “recurso contencioso electoral” ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, informó que tenían todas las actas. (ver: https://bit.ly/4cfLjkl)  Al igual que lo han informado los voceros de la Plataforma Unitaria y del candidato Edmundo Gonzalez Urrutia, quienes además han informado que dichas actas de votación, las emitidas por el CNE, pueden ser consultadas por cualquier persona en una página web elaborada por la Plataforma Unitaria (https://ganovzla.com/ y también en el siguiente vínculo https://t.co/EfvWk125a7. En este último se pueden ver los resultados numéricos, hasta el nivel de la mesa electoral e introduciendo un numero de cedula de identidad, se puede ver una copia digitalizada del acta de votación, tal cual fue impresa por la máquina de votación.

¿Forjamiento de Actas?

Ante la incertidumbre y la falta de información han comenzado a correr por las RRSS todo tipo de falsas informaciones y temores, en el sentido de que las actas se pudieran forjar y presentar actas amañadas que no sean las originales emitidas por las máquinas de votación el 28 de julio. Tal situación, aunque técnicamente posible, no es factible que se produzca por lo complicado y complejo que resulta, además de que es muy fácil de detectar. Explico brevemente a continuación.

Para forjar las actas emitidas por las máquinas de votación el 28 de julio, sería necesario borrar la memoria de las 30 mil máquinas, establecer un nuevo código y una nueva firma digital y luego introducir en esas máquinas más de 12 millones de votos, que deben coincidir con el número de votantes de los 30 mil cuadernos de votación, que tienen la firma y huella de los que votamos; y finalmente, imprimir las 30 mil nuevas actas. Como se puede apreciar, ese es un proceso además de muy complicado y arduo, es también   inútil porque si se llegara a hacer, queda el problema de que hay por allí, circulando en manos de la gente, otras 30 mil actas, con otros resultados y además firmadas por más de 150 mil personas, entre miembros de mesa y testigos de todos los candidatos y con el sello de la mesa. Además, para el momento de escribir este artículo, un alto porcentaje de ellas, más del 84% ya se pueden ver en las páginas web señaladas más arriba, digitalizadas por el Comando del candidato Edmundo González Urrutia, y cualquiera las puede ver y cotejar con las actas que presente el CNE.

Diversos analistas y periodistas han informado en RRSS acerca de la imposibilidad de realizar esta tarea sin que deje rastros, fáciles de verificar; al respecto les recomiendo lo publicado por dos periodistas, Hever Castro (ver en el siguiente vinculo: https://bit.ly/3LMVKRE) y Eugenio Martinez (ver: https://bit.ly/4d4BEyB).

Conclusión.

El CNE, cabeza del Poder Electoral, como rama autónoma del Poder Público, que “…debe garantizar la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficacia de los procesos electorales…” según el Art. 4 de la Ley Orgánica del Poder Electoral, no tiene otra alternativa más que publicar las actas que demuestre que las cifras que presentó en sus boletines, son el verdadero resultado del proceso. De esa manera daría respuesta a las exigencias que le han presentado varios de los candidatos presidenciales que compitieron en la contienda electoral, los partidos políticos, la comunidad internacional, representada por más de 20 países, organismos internacionales como la ONU y la OEA, múltiples organizaciones representativas de la sociedad civil venezolana, observadores nacionales e internacionales −algunos de ellos invitados por el propio CNE y el Gobierno−  y sobre todo, el pueblo venezolano.

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