lunes, 7 de octubre de 2024

La Resistencia Política (2). Ismael Pérez Vigil. Politólogo. 7 de octubre de 2024

 


La Resistencia Política (2)

– La Primavera de Praga.

5 de octubre de 2024. Inicié la semana pasada una reflexión sobre la “resistencia política”, reseñando lo ocurrido  con la “resistencia francesa” a la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Independencia de Argelia, o liberación del pueblo argelino de la colonización francesa; pretendo ahora resumir algunas ideas sobre la llamada “Primavera de Praga” y la reacción del pueblo checoslovaco de entonces a la invasión soviética, pues considero que es un excelente ejemplo de resistencia civil, de resistencia ciudadana.

La Primavera de Praga.

A finales de los años 60 del pasado siglo un movimiento totalmente inusual en el mundo comunista de la época, se desarrolló en Checoslovaquia, a partir del ascenso al poder de una nueva élite dirigente, comunista, encabezada por Alexander Dubcek, que el 5 de enero de 1968 reemplazó a la vieja guardia comunista, totalmente fiel a la URSS, encabezada por el impopular Antonín Novotny. De inmediato iniciaron un proceso de reformas, con descentralización de la economía y un plan de reformas políticas, culturales y sociales, con libertad de prensa, fin del rígido sistema de partido único, mayores facilidades para viajar, dentro y fuera del país, y otros cambios  institucionales; en síntesis, se trataba de un movimiento pacifico de reformas, que denominaron “socialismo con rostro humano”, cuya posición mas extrema de “apertura” se centraba en un documento o manifiesto de un grupo de intelectuales −el manifiesto de “Dos Mil Palabras” (“Dva tisíce slov”)− que proponía sustituir el comunismo por un régimen democrático. Manifiesto que naturalmente fue calificado por Leonid Brézhnev, máximo jerarca soviético de entonces, como un “acto contrarrevolucionario”. En el manifiesto de las “Dos mil Palabras”, no se incitaba a derrocar el Gobierno, se proponía que no hubiera censura, que la gente pudiera votar por quien quisiera, y que hubiera libertad de expresión.

Por supuesto que un partido comunista se declarara abierto a esos principios −y otros de las reformas de Dubcek− hacia una democracia liberal era de un peligro extremo, que solo había sido retado por Hungría en 1956 y que provocó su invasión de inmediato. La de Hungría en 1956, había sido la última y cruenta invasión por parte de tropas soviéticas, antes de la de Checoslovaquia en 1968. Ese “socialismo con rostro humano”, es al que se conoce como la “Primavera de Praga”, que se desarrolló desde el 5 de enero de 1968, hasta que los tanques soviéticos del Pacto de Varsovia irrumpieron en la pacífica Checoslovaquia, a pocos minutos de iniciarse el 21 de agosto de 1968, para acabar con ese proceso.

Un libro en Venezuela.

Mucho antes de la era digital y la globalización, los acontecimientos de Checoslovaquia, en la lejana Venezuela, tuvieron insospechada y singular importancia y seguramente valor premonitorio en cuanto al futuro de la izquierda en el país. Esa invasión fue criticada por Teodoro Petkofff (TP), en su libro: “Checoslovaquia, el Socialismo como problema” (Editorial D. Fuentes, 1969), cuyo impacto no fue tanto por la crítica en sí, sino por todo su significado y repercusión. El propio TP, veinte años más tarde de la primera publicación de su libro, en un Prólogo a su reedición por Monte Ávila en 1991 (El Socialismo Irreal, Edit. Alfa, 2007) así lo considera:

“… la circunstancia de que un comunista venezolano −yo para entonces− no solo condenara la intervención militar soviética… sino que defendiera -¡mortal pecado de revisionismo!- la excitante experiencia que fue la llamada ‘Primavera de Praga’… Condenar la intervención armada de la URSS y defender a Dubcek no tenía, en sí mismo, nada de singular, medio mundo lo había hecho. Lo singular fue que lo hiciera un Comunista, un militante de un partido Pro soviético, condicionado para aceptar acríticamente todo acto de la URSS.” 

En efecto el libro de TP causó un gran revuelo, no solo en el Partido Comunista, PC, sino el mundo político de la época −Leonid Brezhnev, durante el XXIV congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, catalogó el libro como «amenaza» para el comunismo mundial− y reflejaba la crisis en la que estaba sumida la izquierda, principalmente el PC, después de abandonar la lucha armada, y que dio origen al MAS, unos tres años más tarde; tema que no trataré, como tampoco la aguda crisis, que no era solo de la izquierda, a nivel planetario, sino lo era también de la Iglesia Católica y el mundo cristiano, del modelo de universidades predominante hasta entonces y del movimiento estudiantil y juvenil, en general, que eclosionó en el Mayo Frances, en toda Europa y en los EEUU, dando origen al movimiento hippie y en Venezuela en el proceso de Renovación Académica de las universidades públicas nacionales y la efímera existencia de lo que se llamó en Venezuela el “Poder Joven”. Es otro tema, para abordar otro día.

La esencia de la Primavera de Praga.

Petkoff, en su mencionado libro resume magistralmente la esencia de lo que fue la “Primavera de Praga”, las reformas emprendidas por Alexander Dubcek en el “socialismo con rostro humano” o la posibilidad de un socialismo democrático. Nos dice Petkoff: “…los checos propusieron, nada menos y nada más, la liquidación de la dictadura y la democratización de su sociedad”; y en otra parte del mismo texto: “la ‘Primavera de Praga’ constituyó una tentativa de presentar un modelo alternativo global al soviético. Fue mucho más que una simple revuelta nacionalista”.

No es mi propósito hacer un análisis detallado del ambiente que se vivía en la Checoslovaquia de la época, más allá de lo señalado más arriba −para eso remito a la obra ya citada de Petkoff−; pero, si me parece importante, para lo que me interesa en este artículo, destacar algunas características del pueblo checo y su particular régimen comunista, que también reseña TP de manera muy clara.

La invasión y el ejército checo.

En los primeros minutos del día 21 de agosto de 1968, las tropas del Pacto de Varsovia, integradas por soldados de la URSS, Bulgaria, Polonia, Alemania Oriental y Hungría, iniciaron la “Operación Danubio” e invadieron Checoslovaquia. Alexander Dubcek y los mandos militares ordenaron al ejército checoslovaco no cooperar, pero tampoco resistir a la invasión. No hubiera servido de nada, pues en esa época el ejército checo contaba con unos 300 mil hombres −la mayor parte de ellos en el sur del país, cerca de la frontera con Hungría− y la fuerza invasora total estaba conformada por casi 700 mil soldados, dos mil trescientos tanques T-54 y setecientos aviones. Sin embargo, a pesar de la orden dada al ejército, hubo algunos focos de resistencia militar, como el de un regimiento paracaidista de Holešov, cuyos miembros impidieron la entrada a los soldados soviéticos en sus cuarteles, y otros efectivos militares checos que bloquearon por horas, para las fuerzas aéreas de las tropas invasoras, la pista de aterrizaje del aeropuerto militar de Kbely, en Praga.

La tradición cultural, cívica y democrática.

Otro aspecto a resaltar en Checoslovaquia, es que no solo era un país muy industrializado para la época, sino también un país de una tradición cultural y cívica muy importante, como se deduce solo por mencionar algunos nombres de intelectuales de renombre universal, que son bien conocidos, como Frank Kafka, Milan Kundera, Iván Klima y −el muy nombrado en estos días−, Vaclav Havel. También es importante mencionar otra característica −que va a ser crucial para los acontecimientos posteriores a la invasión soviética−, y es su tradición democrática, que nos recuerda Petkoff:

“A Checoslovaquia, como a Yugoslavia, el poder de los comunistas tampoco llegó en los tanques soviéticos… Su destino final habría de ser decidido por los propios checos mediante elecciones. Y éstas las ganó, en 1947, el partido comunista más poderoso de Europa para entonces… A diferencia del yugoslavo, que era un partido-ejército, el checo era un partido-civil. Y no fue por tanto mediante la guerra como alcanzó el poder, sino mediante elecciones”

Y para apoyar esa aseveración, cita Petkoff a Kundera, en el “Libro de la risa y del olvido”“…cuando los comunistas tomaron el poder en febrero de 1948, no fue en medio de la sangre ni mediante la violencia, sino saludados por el gozoso clamor de casi la mitad de la nación. Y, atención: esa mitad que lanzaba gritos de júbilo era la más dinámica, la más inteligente, la mejor, en suma”; para concluir, dice Petkoff, que: “En Checoslovaquia no solo existió un partido comunista de masas, sino que el país contaba con una larga y sólida tradición democrática”. Creo que lo descrito hasta el momento y los comentarios de Petkoff ilustran perfectamente el ambiente político que se vivió en la “Primavera de Praga”, en los días previos y posteriores a la invasión soviética. Pasemos ahora a ese tema.

La resistencia civil.

Los soldados soviéticos a quienes les habían dicho que su misión era “liberar” a los checoslovacos, no encontraron ningún ejército enemigo ni a un pueblo armado, pero si una enorme resistencia por parte de la población civil.

El primer “objetivo” del ejército invasor fue tomar Radio Praga, RP, símbolo de la apertura política y de la libertad de expresión, una de las reformas fundamentales del “socialismo con rostro humano” impulsado de Dubcek. Para el mediodía del mismo 21, la radio no pudo trasmitir más, al menos no libremente y desde su sede principal. Frente a la emisora se produjeron enfrentamientos entre los soldados soviéticos y la población civil, que trató de impedir el cierre de las emisiones radiales, con un saldo de 17 muertos. Pero, RP logro realizar algunas trasmisiones ese mismo día, pues sus técnicos reactivaron la emisora por un corto tiempo, desde un estudio oculto en el mismo edificio y en días subsiguientes desde un estudio especial en un barrio de Praga. Pero no duraron mucho esas trasmisiones. (De la sección de Historia de Radio Praga Internacional, hoy, fue de donde tome la mayor parte de la información que aquí utilizo; se puede consultar en el siguiente vinculo: https://espanol.radio.cz/historia)

Esa población civil, que había sobrevivido a la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y que consideraba al Ejército soviético como su liberador, superado el asombro que les produjo la invasión, no tardó en resistir a las tropas invasoras. Miles de checoslovacos salieron a las calles, organizaron barricadas, incendiaron vehículos, sabotearon las señales de tráfico para desviar a los soldados, quitaban o borraban los nombres de las calles para confundir a los invasores, difundían entre las tropas rumores sobre envenenamiento de agua, se trepaban a los tanques T-54 para poner sobre ellos banderas Checas o para increpar a los soldados, les leían a estos noticias de la invasión y de las reformas que se estaban haciendo y toda una serie más de actos que se mantuvieron de manera muy intensa durante varios meses, e incluso en el primer aniversario de la invasión se continuaron las protestas y manifestaciones. Desafortunadamente nada de eso detuvo el retroceso de las reformas que la invasión paralizó.

Los estudiantes y su resistencia.

El movimiento estudiantil checo, fiel a esa tradición cultural del país y en proceso de actividad muy intensa desde finales de los años 50, fue también un activo foco de resistencia. Dos eventos quiero destacar; el primero, la huelga de hambre de varios estudiantes, que solo duró cuatro días pues fue bruscamente finalizada por la policía comunista y que se conmemora anualmente, aun hoy en día, con estudiantes que hacen huelga de hambre, durante esos mismos cuatro días, para recordar esos eventos. El otro evento singular y dramático fue la autoinmolación de varias personas, que se convirtieron en “antorchas humanas”, en protesta por la invasión. Tan extrema acción, practicada por monjes budistas en protesta por la invasión al Tíbet o la guerra de Vietnam, no es tan conocida en el mundo occidental. Cuatro personas se inmolaron de esta manera; el más conocido y emblemático fue el estudiante de 21 años, Jan Palach, que se incendió en la plaza Wenceslao el 21 de enero de 1969; pero no fue el único, el 23 de febrero Jan Zajic, en la misma plaza, hizo lo mismo tras dejar una “Declaración a los ciudadanos checoslovacos” en la cual pedía: “¡Convoquen huelgas! ¡Luchen! ¡Quien no lucha no gana!”; el tercero fue Evžen Plocek, de 39 años, militante comunista, que se inmoló, esta vez lejos de Praga, el 4 abril 1969. Y el menos conocido, pues no era checo, fue el polaco Ryszard Siwiec, exmiembro de la resistencia polaca, quien se inmoló el 12 de septiembre de 1968 en Varsovia, cuatro meses antes que Jan Palach y también en protesta por la invasión de Checoslovaquia. Este último hecho fue “silenciado”, incluso desacreditado por las autoridades comunistas polacas y solo se supo y reivindicó años más tarde, tras la caída de los regímenes comunistas en Europa Oriental y en Rusia.

Después de la Primavera de Praga.

Dubcek fue obviamente destituido, obligado a desempeñarse como “guardia forestal” muy lejos de Praga. Gustav Husák asumió el poder y el control del Partido Comunista, que fue reorganizado; al igual que purgado el ejército e instaurado un fuerte control militar en el país, apoyado en las tropas soviéticas. En agosto de 1969, cuando la población checa intentó protestar por el aniversario de la ocupación, se encontraron con que fueron reprimidos por miles de soldados de las fuerzas de seguridad checoslovacas, la Policía checa, reforzada por la Milicia Popular del Partido Comunista, integrada por trabajadores entrenados para “defender” el régimen. Como consecuencia de la invasión murieron 137 checos, hubo más de 500 heridos y 300 mil emigraron.

Las tropas soviéticas, 75 mil soldados, permanecieron en Checoslovaquia apuntalando el “nuevo” régimen comunista hasta junio de 1991, cuando salió el último soldado soviético, forzado por el nuevo gobierno democrático, tras la “Revolución de Terciopelo”, 21 años después, encabezada por el intelectual y dramaturgo Vaclav Havel, quien fue el primer Presidente después de la desaparición de la Cortina de Hierro y quien abrió el país al occidente e integró a la Republica Checa a la OTAN y a la Unión Europea.

Las lecciones de la Primavera de Praga.

La importancia de la comunicación y difusión de información, como factor clave, es un elemento que destaca; aun cuando los eventos fueron documentados por miles de fotografías, sobre todo por el fotógrafo checo Josef Koudelka, no cabe duda que el férreo control militar y sobre las comunicaciones tuvieron un impacto importante. Hoy en día, ese control es más difícil de mantener para los gobiernos autoritarios. Pero la lección fundamental de la Primavera de Praga es que la sociedad civil puede organizarse y resistir y solo es posible contenerla, temporalmente, bajo fuerte represión de tropas tan entrenadas o tan fuertes como las soviéticas. Los pueblos cuando se organizan, más temprano que tarde, se libran de la opresión.

Conclusión.

La próxima semana concluiré esta serie sobre la “resistencia política”, con la descripción y análisis de la lucha contra la segregación racial y el apartheid en Suráfrica.

sábado, 5 de octubre de 2024

Situación de los Servicios Públicos en Septiembre 2024

 



Situación de los Servicios Públicos en Septiembre 2024

Desde el mes de Marzo contamos con reportes desde todos los estados del país, por lo que ha partir de entonces comenzamos a recibir información más completa para un mejor análisis de la situación que se está viviendo con el tema de los Servicios Públicos.

Así mismo, el formato de este reporte cambió.




Recibimos 571 reportes de Servicios Públicos, enviados por los Monitores de Radar Ciudad en el mes de Agosto, en 19 categorías de Servicios Públicos, incluyendo prestadores de servicios públicos (estatales) y privados.





Seguimos recibiendo mucha más información del Área Metropolitana de Caracas, en donde aún contamos con más monitores. El Estado Anzoátegui sigue siendo el tercer estado en cantidad de reportes.

En el mes de Septiembre hubo 312 reportes en el Dtto. Capital. Los problemas eléctricos se han agravado y lo podemos ver en que por primera vez hubo más reportes por problemas en el servicio eléctrico que por el agua. En esta oportunidad no solo en el interior del país, en Dtto. Capital tuvimos 112 reportes por electricida y 111 por agua, representando el 72% de los reportes por fallas en los servicios. En el país la diferencia fue más grande, 230 Electricidad vs. 198 Agua. También en esta oportunidad hubo bastantes reportes de Aseo y vialidad con respecto a meses anteriores.

Miranda se mantiene como el único estado en el que los problemas con el agua superan a los problemas eléctricos, sin embargo estos dos sectores representan el 95% de las denuncias en Miranda.



 



Si incluimos todo el país, la electricidad pasa a ser el problema principal con 40% de los reportes y el Agua bastante cerca con el 35%. Entre ambos las 3/4 partes de los reportes

En el interior del país, el problema de la Electricidad se identifica en el primer lugar de las denuncias en casi todos los estados. El problema del Agua, tan importante en la Región Capital no parece ser tan importante en las Regiones.



Informe de Septiembre 2024 - Activos por la Luz

A continuación les presentamos un informe del mes de Septiembre 2024 de parte de nuestros amigos y colaboradores en los Estados Lara, Yaracuy y Portuguesa, la organización Activos por la Luz @ActivosPorLaLuz.

Durante el periodo se reportaron 7 fallas nacionales Datos del mes Cortes 182 Fluctuaciones 234 Tiempo de corte 310 horas CORTES Comparados con agosto Aumentaron 35% Comparados con septiembre 2023 Disminuyeron 57% FLUCTUACIONES Comparadas con agosto +154% Con septiembre 2023, +20% TIEMPO Comparado con agosto +15% Con septiembre 2023 -73% Cifras acumuladas, comparadas con 2023 Cortes +56% Fluctuaciones +24% Tiempo +102%





domingo, 29 de septiembre de 2024

La actitud impredecible del líder produce contextos de incertidumbres. Chichí Páez, 29 de septiembre de 2024

 


La actitud impredecible del líder produce contextos de incertidumbres

Chichí Páez - 29 de septiembre de 2024


¿Es el líder quien da forma al contexto y las
circunstancias, o son éstas las que crean al líder?
Danae Gómez, CEO Profile Created


En un entorno cada vez más imprevisible (que no se puede prever o conocer con base en indicios), la demanda de líderes que no se limiten a las estructuras convencionales es más evidente que nunca.

La sociedad actual está sumergida en el concepto de liderazgo orgánico, donde los líderes son capaces de diseñar procesos flexibles y facilitar la existencia de entornos de trabajo ágiles y creativos para navegar por las complejidades de la realidad actual. En períodos de cambio e incertidumbre, los líderes deben dedicar tiempo a observar, estudiar analíticamente, comprender y guiar el crecimiento colectivo en sus equipos. El concepto de liderazgo ya no depende de la posición, jerarquía o número de personas que responden a esa persona directamente.

Se está viviendo en la época de más incertidumbre desde la Segunda Guerra Mundial y, posiblemente, una de las crisis humanitarias más grandes que ha vivido este planeta. Lo único seguro de todo esto es que al terminar se vivirá un nuevo entorno natural. Aunque todo el mundo habla de “nueva normalidad”, de normal va a tener muy poco. Entonces, se tiene que hablar de “nuevo natural”.

¿Qué se entiende por incertidumbre?

Según la Real Academia Española de la Lengua, se puede definir la incertidumbre como la falta de conocimiento claro de algo. Tomando este significado y analizando lo que se está viviendo hoy, un día obligan a cambiar la rutina, los hábitos y no se sabe hasta cuándo, cómo ni por qué ni para qué. Falta de claridad. Muchas falsedades, engaños y embustes y esta situación causa grandes dificultades, retos y oportunidades y todo por el estilo tóxico del líder.

Las empresas que tengan éxito serán aquéllas con más capacidad de adaptación e innovación para aprovechar las oportunidades que se crearán. Sobrevive el que mejor se adapta, enseñó Darwin.

Hoy más que nunca, el líder de una organización tiene que liderar en la incertidumbre. En la conciencia colectiva está muy arraigada la asociación del término “incertidumbre” a un estado de zozobra emocional y de angustia vital que hay que evitar a toda costa. El ser humano se siente indefenso ante los entornos falsos; en las organizaciones pasa lo mismo.

Esto está cambiando; las transformaciones que sacuden al mundo van más deprisa que el propio lenguaje. La ausencia de certezas (voluntarias e involuntarias), la volatilidad y la inestabilidad sin control de parte del ser humano se han convertido en el nuevo estándar dentro del entorno mundial, en la realidad que enfrentan empresarios y trabajadores en su quehacer diario. Algo que forma parte de la cotidianidad no se debería vivir con angustia.

El ejército estadounidense fue uno de los primeros en comprender la necesidad de saber adaptarse a las circunstancias de convertir lo excepcional en el pan nuestro de cada día. Fueron sus militares quienes en los años 90 acuñaron el acrónimo VUCA (volatility: volatilidad; uncertainty: incertidumbre; complexity: complejidad; y ambiguity: ambigüedad) para definir las nuevas condiciones de imprevisibilidad permanente en las que se vieron obligados a operar durante los conflictos armados de Irak y Afganistán. Su filosofía es sencilla: ¿para qué amargarse por algo que no se puede modificar (la imprevisibilidad)?

Empeñarse en seguir jugando bajo unas normas desfasadas, sólo porque es “lo que se ha hecho siempre”, únicamente puede conducir a la frustración y al fracaso. ¿Qué tal si se trata de conocer las dificultades del nuevo modelo y se intenta funcionar de acuerdo a sus esquemas?

Para Eric G. Kail, coronel del ejército norteamericano y profesor de Psicología y Liderazgo, la ambigüedad, la mentira y el engaño son unas de las principales causas de conflicto en cualquier organización, un potencial factor de riesgo y hasta de muerte empresarial. Es un elemento que hace que amenazas y oportunidades (las dos variables ofrecidas por el entorno e integrantes de la Matriz FODA) sean más complejas, costosas de identificar y conceptualizar, lo que dificulta una reacción a tiempo.

Una de las principales labores del líder predecible consiste en siempre dar claridad en sus procesos comunicacionales acerca de las tareas y objetivos de sus colaboradores para evitar que las causas anteriores (ambigüedad, mentira y engaño), producidas en el contexto por el líder impredecible les paralice. Un líder impredecible (ése cuyo comportamiento no se puede predecir, no se puede suponer) produce contextos de incertidumbre: de falta de certeza, donde es imposible describir exactamente el estado existente ni el estado futuro.

Según Kail, tres son las directrices que deben cultivar los líderes que les permiten desenvolverse con éxito bajo condiciones de incertidumbre: 1.- escucha activa, lo que implica prestar atención a voces de equipos diversos para que todos se sientan parte de un proyecto común con sentido y propósito; 2.- abrirse a nuevas ideas, lo que supone analizar las de los miembros del equipo con el mismo interés que se valoran las propias; y 3.- desglosar una gran victoria en muchos pequeños éxitos, porque una sucesión de aciertos, aunque sean ínfimos, deja un magnífico pozo de confianza entre los interesados (“stakeholders”), y esto siempre produce mejores resultados que tratar de crear nuevos contextos basados en el engaño, la ambigüedad y la mentira.

Hoy se tiene que hablar de un nuevo liderazgo para tiempos VUCA. Bill George, profesor de Harvard, habla de liderazgo VUCA 2.0: “vision”: visión; “understanding”: (entendimiento); “courage”: coraje, atrevimiento; y “adaptability”: adaptabilidad. Visión para anticipar los cambios; entendimiento para comprender las sutilezas de los vaivenes del mercado; coraje para dejar atrás la comodidad de los caminos trillados (lo malo conocido); y adaptabilidad para adoptar con celeridad los nuevos paradigmas.

El modelo orgánico fomenta un estilo de dirección basado en la responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la organización y el desarrollo de la participación, el consenso y el apoyo mutuo que permitan a los equipos de trabajo alcanzar los objetivos de forma ágil y satisfactoria. Y esto lo puede lograr el líder actuando con un estilo actitudinal sano, honesto, correcto y con estas cualidades se puede mencionar que el líder es predecible. Se puede creer en él.

Los nuevos líderes deben salir de su burbuja egocéntrica y abrirse a un modelo de dirección que ponga a las personas y a la innovación en el centro, utilizando la verdad y solamente la verdad.

https://www.el-carabobeno.com/la-actitud-impredecible-del-lider-produce-contextos-de-incertidumbres/


Chichí Páez

Dilatada experiencia académica universitaria. Más de veinte años en la industria privada, complementada como Consultor Organizacional. Productor y director del micro-programa "Gerencia en Acción" que se transmite diariamente por Universitaria 104,5FM. Sub-Director de la Revista Digital entorno-empresarial.com

La Resistencia Política (1). Ismael Pérez Vigil. Politólogo. 29 de septiembre de 2024

 


La Resistencia Política (1).

28 de septiembre de 2024. Cuando se acude a la historia para analizar acontecimientos actuales cada quien la interpreta de acuerdo a su objetivo, lo que conoce de ella y la imaginación que tenga; algunos se limitan −nos limitamos− en determinadas circunstancias, a presentar hechos para que cada quien saque sus propias conclusiones. De esta forma y con esa premisa nos aproximaremos al concepto de “resistencia”, que siempre será “política” porque al final, siempre estará en juego el poder.

Concepto.

Para no entrar en profundidades metodológicas, filosóficas o politológicas, vamos a entender por “resistencia” −y más específicamente la política−, lo que encontraría cualquier persona que se acerque a buscar el concepto en un diccionario. Así la Real Academia Española (RAE), en su primera acepción la considera como la: “Acción y efecto de resistir o resistirse”; y en la tercera, nos aproxima más al concepto que nos interesa: “Conjunto de las personas que, generalmente de forma clandestina, se oponen con distintos métodos a los invasores de un territorio o a una dictadura.” ‘De igual manera, desde hace más de 150 años, el Oxford English Dictionary define el término como: “oposición organizada a un invasor”.

El término se identifica y asimila también con: rebelión, rebeldía, rechazo, resistencia activa y pasiva, no violencia activa, y otra cantidad de conceptos que sería ocioso citar. Quedémonos por tanto con las ideas asomadas por ambos diccionarios: un término genérico, de personas organizadas, usualmente de manera clandestina, en cualquier país, que se oponen a los invasores o a las tiranías. Pretender dar una visión general de este amplio tema y los innumerables movimientos de resistencia es absolutamente imposible y poco práctico, por lo que seleccionaré algunos que me llaman la atención y que sirven para ejemplificar alternativas. Esto no es un tratado sobre el tema, que tampoco pienso agotar, sino apenas un intento, unas pinceladas, para motivar la curiosidad, propiciar la lectura y reflexión sobre el mismo y su investigación más a fondo.

Y con estas ideas presentes aproximémonos, en esta ocasión, a dos de los procesos más conocidos de “resistencia”, comenzando por uno de los más famosos, como lo fue la “resistencia francesa” a la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial; para luego hablar sobre la Guerra de Independencia de Argelia, o liberación del pueblo argelino de la colonización francesa de más de un siglo.

La Resistencia Francesa.

Cuando en un contexto político escuchamos la palabra “resistencia”, la mayoría de nosotros, en efecto, inmediatamente nos remontamos a la “resistencia francesa” durante la Segunda Guerra Mundial, de la que seguramente no tenemos recuerdos directos, sino o través de lo que hemos leído, de las películas de Hollywood o de alguna “serie” que hemos visto y eventualmente de lo que cuentan nuestros padres o abuelos. Otros ni siquiera eso, porque mis padres, por ejemplo, lo que vivieron fue la guerra civil española, suficientemente traumática, y la “resistencia” al régimen franquista, que la hubo y a mi padre le costó cárcel y exilio y solo regresó a España después de la muerte del dictador Franco; (por cierto, Francisco Franco, murió en su cama, tras gobernar 40 años; eso hay que recordárselo a ciertos españoles de hoy, cuando “reclaman” acción a otros). Pero no es de la “resistencia” a la dictadura española de la que voy a hablar, sino de otras, de las ya mencionadas.

Antes, debo recordar que la “resistencia francesa” no es la única que históricamente pudiéramos citar, pues sin exagerar, hay miles de movimientos de “resistencia”, desde épocas inmemoriales y a los más variados regímenes políticos, dictadores, tiranos, sistemas coloniales, actos de discriminación masiva, incluso a gobiernos democráticos o republicanos. Por ejemplo, sin ir muy lejos, remontándonos a las proximidades de la Segunda Guerra Mundial, ya que mencionamos la “resistencia francesa”, solamente en Italia hubo decenas de movimientos y grupos organizados contra el fascismo de Mussolini; incluso, en la propia Alemania de Hitler, no todo era “paz”, uniformidad o apoyo a esa dictadura, sangrienta y represiva, sino que también se destacaron movimientos de “resistencia”, individuales y de grupo, contra Hitler. Y, también hay que decirlo, hubo algunos movimientos a favor de él, en otros países.

La invasión y la resistencia.

Las tropas de Hitler invadieron Francia y la ocuparon desde el 14 de junio de 1940, durante más de cuatro años, hasta diciembre de 1944, ocupando el norte de Francia, retomando territorios −Alsacia y Lorena− de los que Alemania se había apoderado a principios del siglo; solo un tercio del país, quedo en manos de los colaboracionistas franceses, con asiento en Vichy, al mando del General Philippe Pétain. Desde el mismo momento de la invasión, se organizó una tenaz “resistencia” a la ocupación nazi y al gobierno colaboracionista de Vichy, integrada al principio por anarquistas, comunistas, exilados de España, a la que se fueron sumando otros movimientos, en el frente interno, en suelo francés; y en el exterior en el movimiento Francia Libre, en torno al General Charles De Gaulle, que se unificaron en el frente Francia Combatiente, al que más tarde −en 1943− se les, unió desde Argelia, el Frente Francés de Liberación Nacional, para conformar el Ejército Francés de Liberación que combatió junto con las tropas aliadas. Tomó casi tres años, a pesar de la guerra, innumerables combates y acciones, que se lograra conformar ese ejército y es solo hasta el 25 de agosto de 1944, que los aliados bajo el mando de Philippe Leclerc liberan Paris y ese mismo día entra en esa ciudad el General Charles De Gaulle

La “resistencia” la conformaron todos los movimientos organizados frente a la ocupación nazi y contra el régimen colaboracionista instalado en Vichy; desde el mismo junio de 1940, que organizaron operaciones y combates militares, actividades clandestinas, impresión de folletos, huelgas, manifestaciones, redes de salvamento de perseguidos −sobre todo judíos− acciones de información, manifestaciones, sabotaje, guerrillas urbanas y en el campo (los famosos maquis), contra los invasores alemanes y las tropas francesas de Vichy. Como dije, no pretendo narrar todo lo ocurrido, sino rescatar algunas ideas.

Ideas destacables de esta “resistencia”.

Son varias las ideas a destacar sobre está “resistencia”;

1- que obviamente se da en el contexto de un conflicto bélico a gran escala, lo cual no es fácil −al menos eso esperamos− que se repita históricamente y que determinó en buena parte su éxito y al que sirvió de apoyo;

2- la “clandestinidad”, que es la conciencia de que se enfrentaba a un enemigo −el nazismo− peligroso, al que había que buscar formas de confrontarlo, cuidando a la vez las propias fuerzas;

3- a pesar de la actividad militar, destaca la incorporación de civiles a la lucha clandestina y a las actividades de “resistencia”, incluso apoyando la acción militar; y

4- que al final se logra el éxito tras alcanzar la unidad; está, a pesar del ambiente bélico solo se consiguió, como ya dije, después de dos años de intensa lucha.

La Independencia de Argelia.

Es un contexto muy distinto al anterior, pues es una lucha por la liberación o descolonización de un pueblo. No me voy a referir a toda la épica del pueblo argelino por liberarse de la colonización francesa establecida desde 1830, destacaré solo la fase final, que fue una lucha que duró unos ocho años − de1954 a 1962− y fue una lucha de guerrillas, con múltiples atentados, en donde falleció población no beligerante, con enfrentamientos armados entre la 10.ª división de paracaidistas de Francia y el Ejército de Liberación Nacional, brazo militar del Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia. Sus repercusiones morales −por algunos excesos del ejército francés− además de las propias de una lucha armada, tuvo su impacto en la propia Francia que favorecieron la caída de la Cuarta República Francesa y el resurgimiento de la Quinta República con Charles De Gaulle al frente desde 1958, quien propicio un referéndum −en 1961− sobre la libertad argelina, que fue favorable a la misma.

La liberación de Argelia tuvo múltiples altibajos; luchas internas −con secuelas de muertos y heridos− entre diferentes opciones y un marcado carácter religioso −musulmán−, apoyado y alentado por países musulmanes vecinos, que ya habían alcanzado su independencia: Egipto, Túnez y Marruecos. Lograda la independencia el FLN lideró el país como partido único, hasta 1989, y desde allí fue notoria la gran pugnacidad política y especialmente entre sus líderes, entre los que destacan algunos nombres conocidos y otros no tanto: Farhat Abbas, Ahmed Ben BellaHouari Boumédiène, Mohammed Boudiaf  hasta Abdelaziz Buteflika, el último de los más conocidos y que presidió el país hasta 2019.

Quizás lo que mejor resume y destaca la lucha de Argelia y su proceso de liberación esta recogido, como suele suceder, en una película: “La Batalla de Argel”, la conocida y premiada película de 1966, dirigida por Gillo Pontecorvo.

La Batalla de Argel.

La película de Pontecorvo se rodó en blanco y negro y por momentos tiene mucho de documental, que mediante la técnica cinematográfica del “flashback” refleja el ambiente que se vivió en Argel, particularmente en la “Casbah”, o zona musulmana de esa ciudad. La película se centra, básicamente, en Ali La Pointe, un delincuente radicalizado políticamente por el FLN y que se considera uno de los héroes argelinos de esa gesta, entre 1954 y 1957, y presenta las abusos y agresiones contra la población civil por parte de ambos bandos, el FLN argelino y los paracaidistas franceses enviados a contrarrestar la rebelión. Unos −los argelinos− cometen actos considerados terroristas y atentados contra civiles europeos; y del otro lado, las fuerzas francesas, no dudan en acudir a la tortura, la intimidación, el asesinato y la violencia indiscriminada contra la población, en su mayoría musulmana, que apoyaba la rebelión.

Más allá de la valoración que se haga de la película de Pontecorvo y su carácter de apología o no de la violencia, la lucha de guerrillas, la insurgencia o la contrainsurgencia −pues para todo eso se ha citado y utilizado− la película muestra como la lucha política toma un giro fundamental cuando los argelinos incorporan a la lucha por la independencia de Argelia, elementos religiosos e instituciones de un “estado paralelo”, que fueron creando, regido por normas y leyes diferentes a las de la Argelia francesa o colonizadora; convirtiendo así la lucha de independencia también en un tema cultural, racial y religioso.

Ideas destacables.

De la lucha por la independencia argelina, rescato estas ideas:

1- la ya mencionada “clandestinidad”, como mecanismo para la protección frente a un enemigo peligroso;

2- el involucramiento de la población civil a la lucha política, en tareas de apoyo a la “resistencia”.

3- la idea de la importancia de una motivación ideológica, política e incluso religiosa o espiritual, que le dio, en Argelia, mayor carácter a la lucha de “resistencia política”.

4- lo imprescindible de preservar la “unidad”, como factor clave de éxito y mantenerla, incluso después de logrado el objetivo principal.

Conclusión.

La próxima semana abordaré otros dos casos o ejemplos de “resistencia política”: La Primavera de Praga, o resistencia a la invasión soviética a Checoslovaquia y La Lucha contra el Apartheid en Suráfrica.

viernes, 27 de septiembre de 2024

¿Guerra Israel-Líbano en Venezuela? Por Daniel Arias Alfonzo, 27 de septiembre de 2024

 

¿Guerra Israel-Líbano en Venezuela?

Daniel Arias Alfonzo - 27 de septiembre de 2024


En los actuales momentos, cuando se ha derivado una gran ofensiva militar israelí contra las fuerzas de Hezbolá en el Líbano que se inició con el operativo de inteligencia que sembró miles de microbombas en aparatos electrónicos de comunicación (beeper y walkie-talkie), que explotaron al mismo tiempo para hacer colapsar sus redes de comunicación interna, continuando con la destrucción selectiva de las casas y galpones civiles, donde esconde municiones y lanzaderas de cohetes a manos de la aviación israelí, podría preguntarse el lector qué tiene que ver  Venezuela en esta situación.

La respuesta es simple, tiene relación con el número de personas descendientes de emigrantes libaneses, así como la relación política con Hezbolá y su principal patrocinador y aliado, como es el caso de la República Islámica de Irán.

De la misma forma que la Guerra en Gaza, ha tenido un efecto notable en Chile donde habitan más de 500.000 palestinos, siendo la comunidad más grande de dicho pueblo en un país occidental, con la buena suerte de que no se han producido ataques contra instituciones, empresas ni ciudadanos israelíes, lo que sin duda hubiera generado la respuesta violenta y contundente del Mossad (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales del estado de Israel), sumado a protestas antijudías enormes, generando complicaciones políticas y judiciales como las ocurridas en Argentina en otras épocas, cuyas implicaciones diplomáticas, pudieran explicar el porqué de la falta de represalias israelíes contra los operadores iraníes y los políticos y jueces que encubrieron estos enormes atentados terroristas en América del Sur…

 (Véase: https://es.wikipedia.org/wiki/Atentado_a_la_AMIA  y https://es.wikipedia.org/wiki/Atentado_a_la_embajada_de_Israel_en_Argentina  ).

Tales situaciones de paciencia estratégica y contención política, no pueden ser esperadas de un gobierno agresivo en política exterior, como el actual gobierno de Benjamín Netanyahu y en plena guerra existencial no declarada contra la República Islámica de Irán y sus aliados “proxys” del Medio Oriente.

Las declaraciones del presidente Nicolás Maduro a sus partidarios en el PSUV y funcionarios de no aceptar regalos electrónicos en la próxima Navidad 2024 (ver: https://www.ambito.com/mundo/tras-ataques-el-libano-nicolas-maduro-pidio-no-aceptar-equipos-electronicos-como-regalos-navidad-n6062289 ) no es para nada una reacción exagerada a lo acontecido en el Líbano, sino una manifestación muy responsable, pues demuestra conocer la opinión negativa y el odio controlado, de las autoridades israelíes hacia su gobierno por la cruzada sostenida desde hace muchos años por los gobiernos de Venezuela contra todas las políticas israelíes, alegando la defensa de los derechos del pueblo de Palestina con un empecinamiento y empeño que ni siquiera muchos gobiernos árabes o musulmanes tienen hacia Israel, buscando por todos los medios organizar y motorizar dichas actitudes en toda Latinoamérica. 

Lo cierto del caso es que el tamaño de las comunidades libanesas en Venezuela es muy grande, con cálculos que van de 126.000 a 500.000 ciudadanos, ocupando puestos de responsabilidades comerciales y políticas muy importantes en la actualidad, quienes tienen enormes preocupaciones familiares y económicas por esta ampliación de la guerra, debido a sus lazos de sangre e inversiones en dicho país.

A esto se suma que la organización Hezbolá no se considera un movimiento terrorista en los países que enfrentan a Estados Unidos en la arena internacional como Nicaragua, Cuba y por supuesto Venezuela, por lo cual se añade otro motivo abierto de hostilidad, que puede generar graves problemas a futuro, en forma de sanciones financieras  punitivas.

Una guerra total en el Líbano, como prolongación de la Guerra de Gaza, es para el gobierno israelí la oportunidad de eliminar simultáneamente las principales herramientas operativas de Irán, como son Hezbolá y Hamás, ya casi totalmente destruida, destruyendo 35 años de enormes inversiones de recursos financieros y humanos para levantar estos órganos militares para enfrentar a Israel, lo cual reduciría enormemente su influencia regional y en última instancia pudiera llevar a una guerra total entre Israel e Irán, donde se desplegarían todos los medios de destrucción masivos conocidos, excepto los atómicos, biológicos y químicos (guerra ABQ), ya que nadie duda que de usarse medios químicos y biológicos en misiles iraníes, la aviación israelí respondería con armas atómicas. 

Esta demás decir, que dicha guerra global, iría acompañada de ataques y operaciones especiales de las agencias de inteligencia de los países afectados en todo el mundo, con relación a sus personeros y empresas a nivel mundial, lo que afectaría desde embajadas a supermercados, empresas comerciales, fundaciones benéficas, escuelas y universidades, iglesias y mezquitas, por lo cual los países de la comunidad internacional a la vista de las demostraciones evidentes de utilizar cualquier medio a disposición, sea civil o militar para alcanzar sus objetivos o fines, se convierte en un enorme problema de seguridad interna en Latinoamérica y muy especialmente en Venezuela.

Recordemos que nuestro país es desde hace muchos años el principal aliado gubernamental en lo político, económico y militar del gobierno de Irán en el Hemisferio Occidental y por ello no sería difícil que el gobierno actual, pueda terminar siendo acusado, sin importar su participación o no, de cuanta situación irregular ocurra contra intereses o ciudadanos israelíes en el continente americano.

La eliminación selectiva de las cúpulas militares y políticas de sus enemigos, en el cercano Oriente, son una indicación conclusiva de que el gobierno de Netanyahu, no tiene limitaciones morales para pasar a realizar estas acciones en otras latitudes, si considera que sus intereses estratégicos de seguridad nacional lo ameritan.

El presente escrito no tiene por finalidad generar estados de paranoia colectivas sobre peligros muy reales, que ya dejaron de ser del campo de la ficción, como demuestran las instrucciones dadas por el mismo presidente maduro a sus seguidores, sino la búsqueda concreta de un dialogo político con los actores involucrados, ósea los gobiernos de Israel e Irán para que se garantice la necesaria e indispensable neutralidad del territorio nacional en este tipo de conflicto global.

Lamentablemente, no existe una representación diplomática del Estado de Israel en Venezuela desde hace muchos años y no se puede discutir sobre el terreno protocolos políticos y de seguridad para las poblaciones de origen judío o la representación comercial y política de Irán, de forma tal que se evite todo tipo de actividad irregular de sabotaje, asesinato o espionaje en caso de esta lamentable realidad, que se va concretando cada vez más, en la medida que la Guerra en el Líbano, aumente de intensidad.

Esperemos que se tomen todas las medidas políticas preventivas, más allá de no recibir regalos electrónicos en Navidad y se saque al país de este esquema de enfrentamiento político global…


Amén.

https://www.elnacional.com/opinion/guerra-israel-libano-en-venezuela/




Daniel Arias Alfonzo
Politólogo y experto en Desarrollo Regional.



domingo, 22 de septiembre de 2024

Lecturas Políticas (2). Ismael Pérez Vigil. Politólogo. 21 de septiembre de 2024

 


Lecturas Políticas (2)

21 de septiembre de 2024. Inicié la semana pasada una reflexión sobre algunos textos políticos, que continuaré en este artículo −y quizás más adelante en otros−. El objetivo que persigo es estimular a quienes me leen, en la búsqueda y reflexión sobre las lecturas que propongo, apropiadas para épocas aciagas como las que vivimos; no esperen por tanto encontrar una recensión o resumen de los textos, pues se trata apenas de mi muy particular visión y conclusión acerca de ellos, que a lo mejor no es la lectura que otro lector o un especialista haría sobre los mismos.

Dos personajes.

Dicho lo anterior, les traigo hoy los otros dos personajes que mencioné y que, como ya he dicho, todo politólogo y político deben conocer: Joseph Fouché y Nicolás Maquiavelo. A diferencia de, por ejemplo, La Técnica del Golpe de Estado, de Curzio Malaparte, El Príncipe de Maquiavelo y el Fouché de Estefan Zweig son muy fáciles de conseguir, en edición impresa y sobre todo por vía digital. Por ejemplo, casi todas las obras completas de Zweig se pueden “bajar” sin ninguna restricción y de manera gratuita por Internet, hay varias “páginas web” que lo permiten, basta poner en cualquier “buscador” el nombre del autor. Aunque yo utilizaré para ambos autores las obras impresas que conocí y leí hace muchos años −y aún conservo− recomiendo sin ninguna reserva las versiones digitales, que también consulté, más fáciles de conseguir hoy en día.

Fouché.

Sobre este personaje hay diversas obras, la más famosa, que es a la que yo haré referencia, es la de Estefan Zweig; pero está la de Louis Madelin (Fouché, 1901), que fue su tesis doctoral y de la que el propio Zweig dice que fue de la que tomó los datos, después de que Honoré de Balzac sacara al personaje, Joseph Fouché, de la oscuridad. La obra de Zweig se conoce con varios nombres, simplemente como Fouché, pero hay ediciones que le agregan: Retrato de un hombre político; y esta otra: El genio tenebroso, que me parece que no es solo más impactante, sino que creo además que describe mejor al personaje.

Joseph Fouché fue Ministro de la Policía durante la época del Terror de la Revolución Francesa, después lo fue de Napoleón Bonaparte y finalmente del monarca Luis XVIII, a pesar de que Fouché fue uno de los que propició que se guillotinara a su hermano, Luis XVI y a María Antonieta. Por su habilidad para pasar por regímenes tan disímiles y contradictorios, se le describe con calificativos muy despectivos: “puro reptil”, tránsfuga, carente de moral, inescrupuloso, traidor, intrigante, oportunista; se tejió una “leyenda negra” sobre el personaje de la cual lo saca la tesis doctoral de Louis Madelin, convirtiéndolo en un personaje histórico, finalmente logrado por Estefan Zweig, con su magnífico estilo de manejar las biografías, sin datos farragosos y resaltando la época, la personalidad y el alma de sus personajes.

Poder detrás del trono.

Desde luego la intención de Zweig no era despertar la admiración por este personaje, a quien consideraba: “el más consumado maquiavélico de la Edad Contemporánea”, su intención era “rescatar”, hacernos poner la mirada sobre este personaje de la segunda fila de la historia, pues como dice:

“En la vida real, la verdadera, en la esfera de poder de la política, raras veces deciden —y esto es algo que hay que recalcar, como advertencia contra toda credulidad política— las figuras superiores, los hombres de ideas puras, sino un género mucho menos valioso, pero más hábil: las figuras que ocupan el segundo plano. Tanto en 1914 como en 1918, hemos visto cómo las decisiones históricas de la guerra y de la paz no eran tomadas desde la razón y la responsabilidad, sino por hombres ocultos en las sombras, de dudoso carácter e insuficiente entendimiento.”

Es una clara advertencia que debemos tener en cuenta en los aciagos momentos que vivimos, para no poner la mirada solamente en los que destacan en el primer plano, sino en aquellos, mucho más taimados, que se mueven bajo la superficie, recordando otra frase de Zweig que nos rescata el presentador de la edición de su libro:

“Los gobiernos, las formas de Estado, las opiniones, los hombres cambian, todo se precipita y desaparece en ese furioso torbellino del cambio de siglo, sólo uno se queda siempre en el mismo sitio, al servicio de todos y de todas las ideas: Joseph Fouché”

En estos dos párrafos se resume, para mí, la magistral obra de Zweig y que resumo en otra, frase, que no es textual, que leí o escuché en alguna parte, en algún salón de clase, cuando leía sobre el personaje, y que no sé si en realidad se refería a Fouché, o se aplicaba a otra obra y que es también perfectamente lapidaria y descriptiva de nuestra época: “Los gobiernos pasan, pero la policía queda”.

Maquiavelo.

Sobre Nicolás Maquiavelo siempre he sentido una secreta admiración y atracción, que se remonta a mis años de secundaria, cuando un profesor de Psicología y Filosofía, el Hermano José Peñaloza, del Colegio La Salle La Colina, me puso en contacto con El Príncipe, cuando cursaba cuarto año de bachillerato. De manera que, cuando estudié Ciencias Políticas y evalué esta obra de una manera más sistemática, se reafirmó esa admiración por el autor.

La primera edición que leí de El Príncipe, fue la de Edime, Madrid, 1962; pero, lo que me descubrió el mundo de Maquiavelo es una obra denominada: Obras Políticas, Nicolás Maquiavelo, del Instituto Cubano del Libro (Editorial: La Habana, Editorial de Ciencias Sociales,1971), que contiene: 1) el prólogo de D. Luis Navarro, a la edición de las Obras Políticas de Maquiavelo publicadas en 1895 y editadas por la Universidad de Nuevo León, México; 2) el capítulo ya citado de George H. Sabine sobre la Ideas Políticas de Maquiavelo, de Historia de la Teoría Política, del FCE de 1937; y 3) las obras de Nicolás Maquiavelo: El Príncipe, Discurso sobre la Primera Década de Tito Livio (Discursos) y Dictamen sobre la Reforma de la Constitución de Florencia; por último, debo mencionar también otra obra de Maquiavelo, Del Arte de la Guerra, mucho más difícil de conseguir impresa, pero posible en versión digital. El príncipe, los Discursos y Del Arte de la Guerra contienen −según Luis Navarro, ya citado− “Todo el sistema político de Maquiavelo”.

Todo lo anterior es para significar que, si bien la obra que más se conoce de Nicolás Maquiavelo, en materia política, es El Príncipe −del que existen innumerable ediciones, interpretaciones y miles de páginas escritas− en realidad poco se conoce acerca de que al autor de este texto, magníficamente escrito, se le considera el inspirador del significado que hoy tenemos del Estado moderno y el ejército moderno −o al menos “el primer clásico moderno en asuntos militares” (según Luis Navarro, en la obra citada)− y cultor de la interpretación de la política como ciencia social que estudia el poder, su administración, su forma de conquistarlo, etcétera. Fue su obra leída y resumida por Papas, Emperadores, Reyes, Jefes de Estado, filósofos, y ninguno quedó indiferente ante ella. Desde ese punto de vista Nicolás Maquiavelo, para bien o para mal fue un iluminado florentino, que nos describió magistralmente y en lenguaje sencillo a la política, tal cual se practicaba en su época: Un reino de maniobras e intrigas, de disimulo y abuso de poder, de conspiraciones y pactos secretos, cálculo, paranoia, cinismo, doble cara, etcétera.

Sería interminable una discusión de la obra de Maquiavelo −que no es lo que pretendo− por sus implicaciones morales, éticas, políticas, entre otras; pero, si resaltar que nos lleva también al concepto de gobierno y de esta manera, la política sería también el arte y ciencia de gobernar, de cómo los gobiernos y los partidos alcanzan sus logros; llevadas sus ideas a nuestros días, la política sería también la forma en que quienes tienen una misma idea, usualmente agrupados en partidos, toman las decisiones, alcanzan sus objetivos y convencen a los demás para seguirlos; sería entonces la forma, el método, la manera, de convencer a los demás de mis ideas, estrategias y maneras, para alcanzar de la forma más eficaz un determinado objetivo.

El fin justifica los medios.

“El fin justifica los medios”, es una frase que usualmente se atribuye a Nicolás Maquiavelo −y también a otros, vale decir−, pero que nadie pierda el tiempo buscándola en alguna de sus obras, porque no la va a encontrar, pues a ciertos autores, superficialmente considerados y vulgarizados, se atribuyen ideas y conceptos que nunca expresaron. Y es probablemente a partir de allí y de su obra más conocida, El Príncipe, que a Maquiavelo se le considera “inmoral”, que no lo era, todo lo más, “amoral”, según considera George H. Sabine (en el capítulo XVII: Las Ideas Políticas de Maquiavelo, en Historia de la Teoría Política, del FCE de 1937) quien advierte que Maquiavelo: “Se limita a abstraer la política de toda otra consideración y escribe acerca de ella como si fuera un fin en sí” y nos recuerda también que El Príncipe lo escribió con una finalidad práctica: congraciarse con los Medici y conseguir un cargo público.

Amado o temido.

La profundidad de El Príncipe, como es usual con muchos autores, se suele reducir a un tema, a unas pocas frases; en este caso, uno de los más citados es el tema de la “intimidación” −y de esa forma conecto con nuestros tiempos actuales− pues esa sería la mejor arma de la política, según aquella máxima de Maquiavelo que para el gobernante es mejor ser temido que ser amado:

“Algunos disputan acerca de si es mejor que el príncipe sea más amado que temido… Pero como no es fácil hacer sentir en igual grado a los mismos hombres estos dos afectos, habiendo de escoger entre uno y otro, yo me inclinaría al último con preferencia”. (Capítulo 17 de El Príncipe)

Sin querer justificar a Maquiavelo, en este caso está hablando de los “príncipes” que lo son por haber tomado por las armas un territorio y someter por la fuerza a su población; queda, por tanto, con muchos declarados enemigos. Bien decía Maquiavelo que esos “príncipes”:

“… comprendiendo que no podían contentar las dos partes, complacieron al ejército sin preocuparse de perjudicar al pueblo… pues no siéndole posible carecer de enemigos, más le vale que éstos sean los que no cuentan con la fuerza de las armas” (El Príncipe. Edime. Madrid. 1962)

Tampoco olvidemos que, para Maquiavelo −nos dice Sabine− “La finalidad de la política es conservar y aumentar el poder político, y el patrón para juzgarlas es su éxito en la consecución de ese propósito”; como también nos recuerda que Aristóteles, en la Política, “…se refiere también a la conservación de los estados, sin consideración de su bondad o maldad”.

Conclusión.

¿Qué es, en mi criterio, lo que estos dos autores y sus obras nos enseñan? Zweig en Fouché: que debemos abrir los ojos hacia los que actúan en segundo plano, que suelen sobrevivir con el paso de gobiernos y regímenes −o como decimos en criollo: “siempre caen de pie”−, pues son “el poder detrás del trono”, otra frase que se atribuye a Zweig y que describe perfectamente a Joseph Fouché…y la ya citada: “Los gobiernos pasan, pero la policía queda”, que no lo olviden los tiranos.

Y en El Príncipe, Maquiavelonos recuerda como pasan los “príncipes” a ser “tiranos” y que estos encuentran en esta obra un manual para preservar su hegemonía y mantenerse en el poder; pero, creo yo, que el florentino también nos enseña que quienes combaten a la tiranía, los republicanos, también encuentran en él, un manual de los vicios por los que hay que acabar con las tiranías y los autoritarismos.