Prensa
Caracas Ciudad Plural
2
de marzo de 2018
Escrito
por Judith Brazón
Ayer
al final de la tarde acudimos a la cita con el Dr. Figueredo, ávidos por
escuchar sus sabios análisis sobre Venezuela en el marco de la geopolítica,
quien a título de introducción comenzó su charla puntualizando, que desde el
siglo XIX las relaciones internacionales entre los estados estuvieron siempre
fundamentadas en su geografía lo que facilitaba la expansión del territorio, y
su influencia en otras áreas.
Después
de la Segunda guerra mundial, donde estuvieron aliadas las grandes potencias,
por un tiempo no se hablaba de geopolítica porque de lo que se trataba era de
combatir a la potencia del eje que había sojuzgado a Europa y otras naciones.
No obstante, con la caída del muro de Berlín, comienzan a surgir el mundo
multipolar donde predominan los intereses ideológicos, y se conforman grupos
que quieren expandirse, tales como Rusia, China, Europa, Estados Unidos y La
India, empiezan a surgir los intereses particulares de carácter geopolítico
para algunos de esos países que necesitaban expandirse, como ocurrió con
Afganistán, donde intervino primero Rusia, luego Estados Unidos que apoyó a
otros sectores como los talibanes y hasta Los Chinos que buscaban volver a
abrir la ruta de la seda para sus exportaciones.
Luego
de esta introducción, el Dr. Figueredo describió como se construyó la expansión
del llamado socialismo del siglo 21 en nuestra región, explicando:
“Chávez,
en su fase de romanticismo, pensó que podía darle un rostro mas humano al
comunismo y asesorado por Fidel Castro y Lula Da Silva, comenzó hacer alianzas
en contra del Imperio del mal (entiéndase USA) para lo cual, apoyado en la bonanza petrolera,
crearon algunas organizaciones paralelas a la OEA para disminuir el área de
influencia americana, como lo son la UNASUR, la Celac, el grupo del Alba y Petrocaribe.
Durante
esa época, mientras tuvimos la bonanza económica, no hubo en Venezuela
resistencia a esas ideas y gastos de nuestros ingresos para expandir el mensaje
del socialismo del siglo 21. En efecto, quienes pudieron viajar y disfrutar de
5.000$ dólares preferenciales para sus viajes, pese a que se quejaban sobre el
estilo autoritario de Chávez, el cierre de medios de comunicación y otros actos
para desmantelar la democracia, muy pocos levantaron sus voces ante el derroche
de nuestros ingresos para sostener esa institucionalidad paralela de apoyo al
proyecto personalista de Chávez.
De
esta manera, esas nuevas instituciones y apoyos regionales vinieron a conformar
la nueva geopolítica del poder, en especial en el hemisferio donde controlando
las islas de Caribe y sus 14 votos en la OEA, a través de la venta a precio de
gallina flaca del petróleo y hasta condonaciones de la deuda, impedía que le
aplicaran al gobierno de Chávez la carta democrática interamericana, por todas
esas violaciones al orden constitucional.
Actualmente
con Maduro, y dado que los países de Petrocaribe bloqueaban en la OEA cada una
de las iniciativas que se han hecho con respecto a la ruptura del hilo
constitucional en Venezuela, producidas con el secuestro de las instituciones,
surge el llamado Grupo de Lima, constituido por un grupo de países que
contienen el mayor número de habitantes de la región, y cuyo ámbito de
influencia es mucho mayor.
En
ese sentido reitera Figueredo, que si bien Chávez tuvo mucho apoyo
internacional, Maduro también lo tuvo en 2014 cuando cerca de 40 países lo
apoyaron en contra de la insurrección popular que hubo en esa fecha, durante el
movimiento “La Salida”. Entre esos países se encontraban Eslovenia, España,
Grecia, Inglaterra, Argentina, Bolivia, Dominica, Portugal, Francia,
Antigua y Barbuda, San Vicente y Las granadinas, Brasil, Barbados, Canadá,
Chile, Belice, Costa Rica, México, Alemania, Austria, y otros países, quienes
consideraron que era un presidente legítimo a quien se trataba de derrocar.
Con
ese aire, trató Maduro de conseguir apoyos internacionales con el grupo de los
no alienados, pero allí se llevó un fiasco porque ellos no apoyaron mayores
declaraciones de apoyo al gobierno y mas bien reiteraron la defensa de Guyana
ante la reclamación venezolana y solo consigue la presidencia del movimiento,
un nombramiento simbólico que el gobierno quiso presentar como un triunfo.
Luego
trató de ampliar su influencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero como
quiera que los puestos en el Consejo de Seguridad simplemente eran rotativos y
ahora le correspondía a Latinoamérica, quiso hacer ver como otro triunfo
internacional que Venezuela ocupara un lugar en ese ámbito. Además, la
diplomacia madurista buscó el apoyo de Rusia a quien le compra armas y le vende
petróleo, pero mas allá de esa sociedad comercial, no se ha dado mayor
pronunciamiento de ese país. Otro tanto le ocurrió en el mundo islámico donde
fue fotografiado con Erdogán (Presidente de Turquía) en los jardines del
Palacio de gobierno por la afinidad de ambos en los modelos antidemocráticos
aplicados a sus países, pero no así con los países de la OPEP.
Ese
“apoyo” obtenido en 2014, lo pierde maduro en 2017, debido a las
continuas violaciones a los derechos humanos, muertos, heridos, y presos
políticos y más aún en 2018 con la masacre de El Junquito ocurrida el 15 de
enero, lo que precipita la declaración de la comunidad Europea, que estaba
esperando un avance en las conversaciones de Santo Domingo, cuya mesa de la
negociación se inicia a insistencia de ellos, y del Grupo de Lima, con la
anuencia de Estados Unidos.
El
otro factor que incidió en la pérdida de apoyo fue el desconocimiento de la
Asamblea Nacional, dado que todos los gobiernos tienen asambleas elegidas por
el pueblo que no pueden ser desconocidas por los gobiernos. Las
inhabilitaciones de los partidos políticos, de los dirigentes políticos, el
inmenso número de presos políticos, y sobre todo haberse levantado de la mesa
de negociaciones, burlándose de la comunidad internacional, terminaron de dar
al traste con el menguado apoyo internacional que recibió el gobierno en 2014.
Tal
burla para Figueredo queda patentizada cuando conforme a la dinámica de las
reuniones realizadas en Dominicana, los embajadores que representaban tanto al
gobierno como a la Mesa de Unidad Democrática, se reunían y hacían
planteamientos y luego se retiraban a deliberar con quienes representaban. Que
Zapatero pretendió manipular y participar en los cónclave de los cancilleres de
México y Chile con la oposición, pero nunca se le permitió. Que el 2 de
diciembre los cancilleres hicieron un pliego de condiciones exigiendo: Un CNE
mas equilibrados, con dos rectores designados por cada una de las partes y otro
de común acuerdo, Supervisión internacional, auditoria del RE, que los
venezolano en el exterior pudieran votar solo con su cédula de identidad o con
su pasaporte vigente o vencido, que se restringiera la participación del Plan
República, la eliminación de los puntos rojos, igualdad de condiciones en los
medios de comunicación; vale decir, un paquete completo. Esos documentos fueron
aprobados por los cancilleres de ambas partes y luego el gobierno pateó la mesa
de negociación preparando su propio acuerdo que la oposición rechazó con
firmeza.
Por
eso, para Figueredo resulta incomprensible que un grupo de dos diputados de
Avanzada Progresista, que representa menos del 1% de la Asamblea Nacional,
principal actor de la mesa de negociación, haya firmado con el gobierno el
cambio de las condiciones alcanzadas por los cancilleres de ambas partes. Lo
mismo ha de decirse de las organizaciones políticas minoritarios que acompañan
a Avanzada Progresista en esa desventura, Copei y el Mas, quienes pretenden en
su conjunto arrogarse la representación de la MUD y cambiar lo discutido, sin
que se modifiquen las condiciones actuales.
Por
otro lado, enfatiza Figueredo respecto de la pérdida de apoyo del gobierno, que
los países tienen su propia agenda económica y social, por lo tanto los
problemas de narcotráfico, delincuencia común y las crisis humanitaria que
padece Venezuela ha venido a causar problemas adicionales a los países de la
frontera, al resto de Latinoamérica y Los Estados Unidos, quienes han tenido
que recibir a los desplazados.
De
allí que maduro haya perdido el apoyo de mas de 60 países, representados por el
grupo de Lima, La unión Europea y los que aspiran ingresar a ella, parte de
Asia y África, y muchos de los países de la OEA, en cuya última reunión le
quedaron solamente 4 países a favor, 19 en contra, 8 abstenciones y dos
ausentes; lo que explica que EEUU y Canadá estén preparando la correlación de
fuerzas para aplicarle al gobierno de Maduro la Carta Democrática Interamericana.
Por
otro lado, mas significativo y elocuente para Figueredo es el silencio de los
países aliados con los cuales cuenta Maduro. Nada dice Rusia, China, Turquía y
otros en apoyo al presidente de Venezuela, quien no solo se ha convertido en un
presidente tóxico, que convirtió al país en un estado delincuente, donde se
presume el financiamiento de la corrupción con el narcotráfico y el terrorismo
internacional.
Además,
las erradas e intencionales políticas del gobierno han causado movimientos
migratorios descontrolados, un éxodo masivo de venezolanos que viene afectando
sensiblemente a la región, por lo que ya se habla de la creación de campos de
refugiados en la frontera, los cuales si podrán recibir el auxilio de los
Cascos Azules de la ONU y toda la ayuda internacional que el caso amerite.
Colombia, por hablar de uno de los peores casos, tiene 550 mil venezolanos que
han emigrado, lo que le ha creado un grave problema para esa nación.
Dicha
situación de éxodo ha venido afectando a todas las empresas del país, lo que se
ve reflejad en el número de inscritos en las universidades, la merma del
personal de todas las empresas venezolanas, incluyendo PDVSA y demás organismos
públicos y privados, donde los jóvenes y trabajadores se han ido del país.
Hasta la empresa propiedad de Figueredo ha perdido el 70% de los jóvenes que
trabajaban para él.
Todas
estas circunstancias y cambios en la Geopolítica, concluye Figueredo, ha
ocasionado que la oposición venezolana sea ahora otra cosa, no solo compuesta
por los partidos políticos, sino por las organizaciones de las sociedad civil
que están conformando un frente mas amplio, que debe alinearse con la comunidad
internacional que le va a aplicar sanciones para forzar la salida del régimen
creador de esta tragedia. Que se está conformando una estructura compuesta,
entre otros, por la Iglesia, así como las iglesias evangélicas y otras religiones,
Fedecámaras y demás organismos empresariales, las universidades, el sindicato
de transporte que denuncia la destrucción del parque automotor y eventual
colapso del transporte público al que se le añade la crisis de efectivo, y
muchos otros sectores de la sociedad civil organizada como las redes de vecinos,
quienes necesariamente van a necesitar una coordinación unitaria porque de no
hacerlo vendría un caos.
Que
en los próximos días se realizará un acto en una universidad pública donde
varios actores comenzarán a conformar ese frente; que vendrán protestas de
calle pero no en el estilo de lo que ocurrió en 2017, sino con otro contenido y
acciones pacíficas para evitar proporcionarle rehenes al gobierno.
Por
lo tanto, finaliza su exposición Figueredo, aduciendo que el gobierno no está
mas fuerte que antes, aunque todavía dispone de los medios para reprimir, pero
que cometió un grave error al no aceptar la ayuda y salidas que se le
ofrecieron en las mesas de negociación, y ahora será la comunidad internacional
y los movimientos sociales y políticos internos, alineados todos con esa
comunidad, los que determinarán la suerte de los funcionarios causantes de la
hecatombe actual que padece el país y que nos corresponderá a todos la dura
tarea de reconstruir a Venezuela desde abajo, crecidos por la crisis causada
por el estado forajido para que nuestros hijos y nietos regresen a Venezuela.
A
pregunta formuladas por varios de los participantes, refirió:
Que
no es factible la intervención extranjera porque es muy costoso mantener tropas
en el extranjero y el precio que se paga materialmente y en vidas humanas es
alto, como ocurrió en Irak y Afganistán, por lo tanto serán las sanciones las
que se apliquen en su lugar, amén de que no existe un consenso para una salida de
ese estilo. Que Estados Unidos aplicará sanciones petroleras que terminarán de
liquidar el flujo de caja del gobierno para manipular y dominar por hambre. Que
las elecciones las adelantó el gobierno para abril porque el transporte público
y la falta de efectivo está colapsando al país y vienen situaciones
definitorias; y por último, esperar que la gente pobre sea la que explote y
salga a la calle, son típicos discursos de la gente de clase media que no
entiende a los sectores populares que necesitan alimentarse.”
Una
vez oída la exposición y la sesión de preguntas y respuestas, por primera vez
en mucho tiempo, sentimos que estamos mas cerca de una definición de lo que nos
imaginábamos. Renace la esperanza ante el decaimiento del apoyo geopolítico del
gobierno y el fortalecimiento de los movimientos civiles internos de nuestra
maltratada Venezuela.
Gracias,
Dr. Figueredo por ese aliento!!
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