sábado, 21 de septiembre de 2019

Nuevos conceptos empresariales: El rompimiento de paradigmas



Por Eduardo Matute
@edmatute


Nos encontramos inmersos en una sociedad en proceso de transformación, donde las estructuras e instituciones, los esquemas mentales y hasta la visión de la realidad se van haciendo obsoletos. La educación, las leyes y su aplicación, los servicios públicos, la atención a la salud, entre muchos otros ya no responden a las necesidades y a la complejidad existente. Tampoco los valores, principios y motivaciones responden a un mundo cada vez más interconectado, con retos que deben ser resueltos tanto a nivel local como a nivel global y con la participación y compromiso de todos.[1]
En este sentido, la empresa como institución social y los empresarios como líderes tienen un rol y una responsabilidad que asumir; la cual, creemos, pasa por la transformación de la empresa tradicional en empresa social.
Esto implica articular recursos y capacidades para convertir una estrategia en resultados comprometidos, en línea con el concepto de empresa social, según la define la Comisión Europea: Aquélla cuyo objetivo primario es innovar y usar los excedentes para lograr un impacto social y ambiental, desde una posición económicamente sostenible, siendo gestionada de un modo responsable y transparente, involucrando a los trabajadores, clientes y otros grupos de interés afectados por su actividad empresarial.[2]
Creemos que "no hay justificación para continuar perpetuando estructuras, normas y sistemas que es evidente que no sirven a los intereses de todos los pueblos¨, porque ¨hay una dimensión moral inherente a la generación, distribución y utilización de la riqueza y los recursos.  La vida económica es un foro para la expresión de la honestidad, la integridad, la confiabilidad, la generosidad y otras cualidades del espíritu."[3]
¨Los cambios realizados en los ecosistemas han contribuido a obtener considerables mejoras en el bienestar humano, pero con crecientes costes: degradación de muchos de los servicios que ofrecen los ecosistemas, un mayor riesgo de cambios no lineales, y la acentuación de la pobreza de muchos grupos… En definitiva, en nuestra sociedad actual impera una forma de entender la economía y la rentabilidad basada en unos valores que no tienen nada que ver con la ética, la responsabilidad social y el desarrollo endógeno y armónico de los pueblos y territorios¨.[4]
Llevar estos conceptos a la práctica implica abrir el diálogo y la consulta, liderar por el ejemplo, desarrollar capacidades y gestionar recursos  para cumplir con los compromisos, a partir de un mapa de ruta que alinee la estrategia, el talento de las personas y la tecnología, sobre la base de relaciones de aprendizaje y colaboración que permita maximizar la complementariedad y sinergia, identificar y eliminar obstáculos, sistematizar el conocimiento y usarlo como insumo de diálogo y aprendizaje; todo, en un ciclo permanente que cada tanto, debe culminar en la innovación y la reinvención del sistema.
Creemos que estas organizaciones deben ser capaces de:
ü Reflexionar sobre su realidad a partir de la apertura, la lectura de la realidad, la consulta, la reflexión y la toma de decisiones.
ü Diseñar su camino desde un sentido de urgencia alineado e integrado por un Propósito, valores y principios compartidos.
ü Construir su camino, a partir de las capacidades organizacionales y personales adecuadas.
ü Establecer alianzas, a partir del interés y el bienestar común.
ü Planificar y gestionar su desarrollo, según el contexto.

Declaración de principios de la alianza Toyopán, en la cual coparticipan Coopelacinco y Corona Dorada, en San José de Costa Rica
edmatute@gmail.com



[3] En palabras memorables de Bahá’u’lláh: «Ninguna luz puede compararse con la luz de la justicia. El establecimiento del orden en el mundo y la tranquilidad de las naciones dependen de ella." "Si una persona juiciosa y llena de recursos acomete medidas que redunden en el enriquecimiento universal de las masas del pueblo, no habría empresa mayor que ésta y figuraría a los ojos de Dios como un logro supremo."
[4] Naredo (2006) citado en la Guía del Emprendedor Social. Inspiraciones para la creación de empresas al servicio de la sociedad. Financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social del Gobierno Español.

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