viernes, 17 de diciembre de 2021

Foro Hatillano #224.LA VENEZUELA INCLUSIVA MÀS ALLÀ DE LAS IDEOLOGÌAS. Foro Chat Whatsapp. Jueves 16 de Diciembre de 2021

 

LA VENEZUELA INCLUSIVA MÀS ALLÀ DE LAS IDEOLOGÌAS



 Por: Marianela Escalona Montesinos.


 

Ponente: Rafael Uzcátegui. Sociólogo. 

Coordinador General de PROVEA. Escritor. 

Editor y periodista independiente.

 

   

   Rafael Uzcátegui compartió algunas ideas que ha desarrollado en un reciente libro llamado "La Rebeldía más allá de la izquierda. Un enfoque post ideológico para la transición democrática en Venezuela".

 

    Señala que el arduo trabajo de reconstrucción del país necesita un abordaje diferente al realizado hasta ahora, en el que la ideología socialista ha intentado imponerse de manera hegemónica sobre el conjunto de la sociedad y enfrentándose a la ideología liberal. Esta concepción del conflicto impide ver todos los matices y grises de la compleja situación venezolana, además de dificultar el camino hacia la transición a la democracia en Venezuela pues este marco de comprensión del conflicto es funcional al autoritarismo ya que permanentemente lo fortalece. Si este es el tablero que la dictadura quiere que juguemos, la propuesta de Uzcátegui es hacerlo sobre un tablero diferente: el de los principios.

 

   La ideología es un grupo de ideas que crean una manera de pensar en diferentes ámbitos, intentando promover y explicar cómo funciona el mundo. Se dice que la época de las ideologías comenzó en el siglo XIV con la Era Moderna que desplazó a la religión como ideología dominante para explicar la realidad.

 

    En el ámbito político, las ideologías comenzaron a crearse a partir del siglo XVII con el Liberalismo, teniendo su momento estelar en el siglo XX con el surgimiento de la Guerra Fría que dividió al planeta en 2 bloques: el capitalista y el socialista. Este período finalizó formalmente en 1989 con la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, aunque sus ecos aún se escuchan en algunas partes del mundo.

 

   En Venezuela, en 1999 y por vía electoral, ocurre un recambio burocrático con un proyecto que comenzó siendo populista / nacionalista y que a partir del año 2002 comenzó a tener un discurso y una práctica más cercana al socialismo. A partir de este momento las autoridades asumieron una estrategia para mantenerse a toda costa en el poder que les ha resultado eficaz.

 

   El chavismo, para monopolizar el poder por más de 20 años, construyó una narrativa, es decir, una promesa de futuro. Este grupo de ideas que constituían su oferta, fueron agrupadas de forma tal que crearon una manera de pensar, vale decir, la Ideología Socialista Bolivariana de la cual Chávez era su profeta único y principal.

 

   El acierto comunicacional de esta ideología residió en la simplificación extrema de las causas de la pobreza y la desigualdad en el país con ideas sencillas con gran carga emocional y simbólica. En resúmen, la explicación era que Venezuela era un país rico en petróleo pero esta riqueza era aprovechada por una cúpula en detrimento de una mayoría empobrecida y explotada.

 

   Esta idea principal luego fue acompañada de otras secundarias que la reforzaban y que resultaron exitosas por la confluencia de 2 situaciones: un amplio sentimiento de descontento en la población que demandaba un cambio en el estado de las cosas, y un comunicador con habilidad y carisma que logró transmitir e influenciar con ese simple mensaje a un sector mayoritario de la población.

 

   El principal éxito de Chávez fue crear y perfeccionar una "narrativa" o conjunto de historias relacionadas, articuladas y refinadas a lo largo del tiempo para representar o reforzar una idea central o una creencia. Con esta narrativa, Chávez incluyó la figura de Simón Bolívar y diferentes metáforas patriotas y culturales que daban un sentido y un contexto a sus actuaciones, activando estructuras mentales a través de las cuales una cantidad importante de venezolanos comprendían la realidad.

 

   Esta narrativa no solo brindó elementos a ese sector de la población que lo apoyaba, sino que también significaban a quienes eran contrarios al proyecto chavista/bolivariano. Para Uzcátegui, la polarización del país fue una estrategia inculcada por el gobierno para fortalecer y magnificar su narrativa. La oposición jugó con las reglas que le impuso el chavismo.

 

   El tipo de oposición que se hizo durante mucho tiempo, fortaleció al chavismo que además, sobre representó las voces más estridentes que emergían del campo democrático, proyectando a los críticos de Chávez como pertenecientes a una élite privilegiada, corrupta, xenófoba y antinacionalista, lo cual resultó en un aislamiento entre éste grupo y la población, y se neutralizaron importantes apoyos internacionales además de dificultar la tarea de divulgar el talante autoritario del chavismo dentro y fuera del país.

 

   El chavismo terminó configurándose como una ideología de izquierda y caló en un amplio sector de la población; definió su narrativa a partir de incorporar, aunque solo fuera discursivamente, una serie de valores y principios políticamente correctos plasmados en la Constitución de 1999. Rafael Uzcátegui recuerda que la palabra "socialismo" no aparece plasmada en la Carta Magna y que la retórica socialista comenzó a usarse a partir del año 2002.

 

   La Constitución, reivindicada en la actualidad como "camisa de fuerza" para el gobierno, inicialmente fue rechazada por la oposición venezolana por el hecho de provenir del chavismo. El antichavismo fue una representación creada por Chávez.

 

   El hecho de que la oposición se autodefiniera en base a lo opuesto de lo que el chavismo decía ser, tuvo sentido en algunas dimensiones pero en otras, cedieron al chavismo algunos principios y elementos identitarios que desdibujaron a la oposición como elemento social democratizador de la Venezuela de comienzos del siglo XXI.

 

   Hay símbolos usados por el chavismo para su proyecto de dominación con los cuales, en cualquier circunstancia, era difícil identificarse como por ejemplo la figura del Che Guevara, pero hay otros que se deben recuperar para devolverle su real significado como en el caso de Simón Bolívar.

 

   El camino para el regreso a la democracia en Venezuela es más complejo que pensar que todo se va a solucionar imponiendo la hegemonía de una ideología antagónica a la del chavismo; ninguna ideología política por sí misma ha cumplido su promesa de dar felicidad, bienestar y justicia a los seres humanos. Es por esto que existe una discusión que señala que las ideologías se han convertido en camisas de fuerza para entender la realidad y abordar los dilemas de las personas en el siglo XXI, por lo que hay que promover una estrategia para enfrentar la nueva realidad más allá de las ideologías.

 

   Uzcátegui señala que no se trata del fin de las ideologías en sí, sino del reconocimiento de las limitaciones de éstas para construir consensos y transformar una realidad en permanente cambio. Intentar interpretar el mundo solo a través de los lentes de la ideología con la que se comulgue, está condenado a perder los matices de la realidad. Hay que pensar a las ideologías como "cajas de herramientas" que contienen principios, algunos comunes a varias ideologías y otros exclusivos de algunas. También hay que recordar que ideologías y principios no son lo mismo. Esta nueva forma de pensar es lo que el filósofo francés Michelle Onfray ha llamado el "Derecho al inventario" o la posibilidad de ver todas la cajas disponibles y decidir individualmente los principios que se tomarán de cada una de ellas, resultando no en una nueva ideología, sino en un conjunto de soluciones parciales y limitadas que deben enriquecerse permanentemente y complementarse con otros abordajes de la realidad. Este nuevo modo de pensar evita que se discrimine a personas con "cajas de herramientas" diferentes a la propia.

 

   La diversidad será un valor democrático necesario para los desafíos de la Venezuela del mañana.

 

   La caja de herramientas de Rafael Uzcátegui contiene:

 

-Derechos Humanos pues dan una base de dignidad para todas las personas.


-Civilismo o esfuerzos e iniciativas para revertir el militarismo en la sociedad y regresar a los miembros de la fuerza armada y sus valores a los cuarteles.


-Modelo Económico y de Desarrollo no basado en el extractivismo energético cuyos recursos son finitos y no renovables, sino otro más ecológico y sustentable a mediano y largo plazo.


-Demandas del Cuerpo o respuesta del Yo a la hegemonía de lo colectivo en las narrativas de cambio del siglo pasado.


-Derecho a una ciudad que sea a la medida de sus habitantes, permitiendo la expresión de las voluntades y los deseos colectivos, y que promueva la solidaridad y la canalización de forma menos traumática de los diferentes conflictos.


-Demanda del movimiento de mujeres con procesos de democratización a diferentes niveles.


-Ecologismo o preocupación por la degradación del medio ambiente y el hábitat para seres humanos y animales.

     

-Memoria no solo de la violación de Derechos Humanos sino también de la recuperación de la identidad de lo que significa ser venezolano, dimensión ésta que ha sido intervenida por el autoritarismo, intentando demoler nuestras raíces para favorecer su proyecto de dominación.


-Conocimiento que ha sido devaluado por el chavismo y sustituido por la fidelidad política.

   

   Las decisiones tomadas hoy son las que construyen el futuro mañana. En el caso venezolano, la resolución del conflicto está aún por definirse, pero no va a ocurrir mágicamente sin un esfuerzo deliberado de todos. No por la hegemonía del chavismo ni por la de la oposición, sino por una mezcla que refleje la diversidad de intereses y deseos de la sociedad venezolana en su conjunto.

 

   Con estos desafíos, y con fines pedagógicos, Uzcátegui propone una suerte de decálogo post ideológico, en permanente revisión y que puede ser útil para crear la Venezuela justa, solidaria e incluyente que merecen los venezolanos:

 

1.- Dime dónde hay una injusticia o un abuso de poder y te mostraré cómo lo rechazas.


2.- Las personas tienen derecho a pensar diferente y eso no las hace estar equivocadas.


3.- Tener un discurso radical e incendiario en un momento dado, no es garantía de nada.


4.-La disminución de la pobreza no es un monopolio ni una franquicia de ninguna ideología.


5.-Las personas tienen derecho a protestar pacíficamente y no ser agredidas, aunque creamos que sus razones están equivocadas.

   

6.- Callar sobre los errores de las iniciativas políticas que nos importan no hará que se solucione mágicamente, sino todo lo contrario.

   

7.- Ninguna persona debe ser encarcelada por expresar sus ideas aunque discrepemos abiertamente de ellas.

   

8.-Izquierda y Derecha son palabras que, cada vez más, definen el mundo de ayer y no el de mañana.

   

9.- Las palabras nos describen pero son los hechos los que terminan por definir.

  

10.- El mundo que conocíamos está cambiando en este mismo momento por el impacto de la pandemia; entender esta transformación requiere de un esfuerzo importante por parte de todos.

 

   Lo hecho en los últimos 20 años en contra del autoritarismo ha sido ineficaz por lo que son necesarios nuevos enfoques para que sea posible recorrer juntos un camino. Rafael Uzcátegui promueve el "pensamiento por sí mismo", independiente, fuera de la caja. La sociedad venezolana debe orientarse en forma decidida para el rescate de la democracia a pesar del agotamiento por el conflicto y la necesidad de sobrevivir día a día. Hay que reforzar el tejido asociativo y cooperativo de base.

 

   Actualmente existe una profunda crisis de representación tanto del gobierno como de la oposición, creando la necesidad de la renovación del liderazgo y de la manera en la que se han tomado decisiones, es necesario corregir errores y abrir canales de participación tanto para los miembros de los partidos opositores como para la ciudadanía en general.

 

   Rafael Uzcátegui opina que hay que unificar una estrategia que incluya la diversidad y que tenga conquistas progresivas y una promesa de futuro que entusiasme y movilice, sintonizando con las demandas de la mayoría.

Asistentes: 256 participantes.

 


 

EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR EL PONENTE.

   




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