domingo, 2 de enero de 2022

Malala: construyendo futuro por @Sauljimenezbei1

Por Saúl Jiménez Beiza

Desde la Asociación Civil “Casa del Nuevo Pueblo” del estado Carabobo, venimos desde hace varios años acompañando procesos de formación, capacitación, Observatorios Municipales y en los últimos años en el apoyo a las ayudas Humanitarias producto de la Crisis Humanitaria Compleja que se vive en nuestro país.

A raíz del Decreto de emergencia en Venezuela para la bioseguridad de la población producto de la pandemia covid-19 nuestros programas sociales de nutrición sufrieron un vuelco bien importante dado el confinamiento que obliga el mismo, de esa forma se empezaron a perder los contactos diarios con los beneficiarios y ya sólo llegaban a los centros cada 15 días para recibir una canasta alimentaria, producto de esa situación se empezaron a cambiar los patrones de conducta y nos empezamos a organizar para darle charla a pequeños grupo de 10 a 12 personas cuando las vinieran a retirar en cada uno de los centros.

En Los Guayos con la Fundación Pies Descalzos por allá por el mes de agosto se empezó a conversar la probabilidad de trabajar huertos familiares en sus parcelas y al poco tiempo ya 2 personas iniciaron el trabajo de los huertos en sus parcelas y en octubre se empezó a ver el fruto del esfuerzo con la cosecha de auyama, berenjena, pepino y la cría de pollos en algunos casos, esa iniciativa de las 2 familias nos permitió profundizar en el tema y motivar a otras familias para trabajar todo lo que fuera emprendimiento como un mecanismo de lograr ingresos y que les permitiera complementar los alimentos para la familia.

Por esa vía se logró la participación de 16 familias en el tema de los huertos familiares y otras participantes del programa de alimentación empezaron a hablar de elaborar tortas, dulces, helados iniciativas que lo habían realizado anteriormente pero que lo habían dejado a un lado, el entusiasmo de las charlas, conversaciones, visitas a las casas fue dando sus frutos y así un grupo de mujeres fueron fortaleciendo sus iniciativas con su propio esfuerzo, bien motivador por cuanto estaban en una situación bien difícil desde el punto de vista económico.

Luego vino por febrero o marzo una conversación por parte del Grupo Social Cesap sobre las probabilidades de implementar un proyecto piloto con mujeres para trabajar el emprendimiento productivo, expusimos nuestra experiencia y que nos parecía excelente dicha propuesta, ya en junio nos informaron que la propuesta había sido aceptada y que en poco tiempo se podía implementar.

Malala era una de las personas del grupo y en agosto cuando se inició el proyecto participó en los talleres de Ciudadanía, Género y Protección, Emprendimiento y todos estos talleres fueron motivadores para que le metiera el pecho al asunto, cuando le hicimos la segunda visita para saber cómo le habían parecido los talleres y llenar algunos instrumentos de medición, manifestaba que estaba elaborando unos ponqués y que han tenido buena acogida, cuando se le preguntó sobre los diversos talleres donde participó, señaló: “Estoy muy emocionada y motivada, voy a producir más ponqué”.

Fueron estos talleres motivadores y las ganas y deseos de Malala a salir adelante que las ventas de sus ponqués las convirtió en compra de pequeñas cantidades de mercancía para ir surtiendo su pequeña bodega, en la tercera visita ya tenía mercancía como café, jabón, azúcar y además nos invitó a pasar al espacio acondicionado para peluquería, bien arregladito y dotado de muchos implementos y señaló que le falta la máquina de afeitar y una hojilla para poder hacer corte de cabello de hombres.

De las 20 mujeres que iniciaron el proceso con el Proyecto Medios de Vida, Malala junto a 12 compañeras más fueron seleccionadas como beneficiarias del capital semilla para impulsar su iniciativa y en diciembre cuando recibe el beneficio en insumos y equipo para Malala, tan igual como sus otras compañeras, se llenaron de regocijo, emoción y manifestaron mucho agradecimiento por esos insumos y además el gran compromiso que estaban asumiendo para reivindicar la confianza que se depositó en ellas y que esa experiencia las deben multiplicar, hoy podemos decir que Malala y las demás compañeras participantes están impulsando su propio desarrollo y que en un tiempo no muy lejano van a ser autosuficientes para cubrir las necesidades básicas de sus hogares y se puedan incorporar nuevas familias a los comedores donde hasta los momentos han sido participantes.

sajidb47@yahoo.com.ar

Saúl Jiménez es presidente de la asociación civil Casa del Nuevo Pueblo-Carabobo/CESAP.

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