lunes, 20 de marzo de 2023

FORO HATILLANO #262 . RESURGIMIENTO DEL POPULISMO EN EL MUNDO.Foro Chat Whatsapp. Jueves 16 de Marzo de 2023.

  


 POR MARIANELA ESCALONA MONTESINOS.


                            

Ponente: Rómulo Ricardo Rivero Galindo. 

Licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas, mención Relaciones Internacionales (UCV). 

Especialista en Derecho y Política Internacional (UCV). 

Profesor universitario (UCV).

 

            

 

   No es fácil hablar de Populismo y hasta se presta a malas interpretaciones; quienes se encargan de estudiar el tema desde la Teoría Política y otras Ciencias Sociales no llegan a una conclusión absoluta sobre la definición de Populismo.

 

   El concepto de Populismo proviene de la raíz etimológica del latín "pópulo" o pueblo y se refiere al eje central de un movimiento donde el pueblo lo hace todo, por lo que un movimiento populista es un movimiento de pueblo, de masas, con una forma de organización simple y, en algunos casos, precaria.

 

   Los elementos comunes a todas las aproximaciones para definir el Populismo son su origen etimológico, lo poco estructurado del movimiento y con una organización simple aunque no carente de fuerza. Los movimientos populistas son diferentes entre sí porque cada pueblo es distinto y cada realidad también, siendo éste un elemento diferenciador entre cada uno de los casos, por lo cual es difícil acercarse al concepto; además, los populismos responden a distintas ideologías aunque con algunas ideas transversales como lo son el nacionalismo, el patriotismo y otro elementos culturales e incluso religiosos.

 

   Es importante tener claro que hay límites conceptuales que permiten determinar cuándo un movimiento es o no populista o cuándo se está frente a otro fenómeno parecido al Populismo como por ejemplo la Demagogia, que muchas veces se usan como sinónimos pero no lo son.

 

   La Demagogia supone la toma de decisiones y el uso de discursos que movilicen a las masas en favor de ganarse a una mayoría, en una etapa de crisis de la institucionalidad democrática y el Populismo puede surgir o no dentro de una República, pudiendo trascender a ella y aparecer en cualquier etapa de la historia mientras exista un elemento de movilización. Frente a este hecho, la Demagogia es vista desde quien detenta el poder y está relacionada con la toma de decisiones y los discursos asociados a la obtención del apoyo de las mayorías sin que importen los elementos institucionales.

 

   Además de no significar lo mismo Demagogia y Populismo, la Democracia en su etapa de corrupción es la que permite la Demagogia mientras que el Populismo puede surgir en cualquier institucionalidad; por ejemplo, el fascismo italiano que es un tipo de populismo, no surgió en una Democracia sino en una Monarquía.

 

   Hay que ser cuidadosos al tratar el tema del Populismo y no caer en el ejercicio demagógico del poder porque la demagogia no necesariamente proviene de un movimiento populista. Un ejemplo de ello en Venezuela han sido los gobiernos de Acción Democrática, Copei, Chavismo y Madurismo en los que ha sido una bandera tener programas sociales que han generado clientelismo y que ha sido aprovechados a favor de un proyecto político resultando en un ejercicio demagógico no populista ya que no proviene de masas poco organizadas que buscan alcanzar el poder.

 

   Sin embargo, aunque hoy en día no hay movimientos populistas en Venezuela, la larga crisis política podría generar una realidad social perfecta y propicia para un discurso que genere un movimiento populista, aunque también estas, mismas circunstancias podrían generar un movimiento de institucionalización y el retorno a una Democracia plena.

 

   Rómulo Rivero resaltó que el Populismo se origina fuera del poder como un movimiento organizado de amplia recepción y mucho apoyo popular. Una vez en el poder, el Populismo se mantiene con un discurso populista, tienden a ser muy pragmáticos y a veces hace uso de la Demagogia según la necesidad o momento político que atraviese.

 

   Entendiendo lo anteriormente expuesto, se puede establecer claramente que los movimientos populistas más grandes de la historia han ocurrido en situaciones de crisis que, generalmente, están relacionadas con guerras, transformaciones abruptas de la realidad política o bien crisis económicas, sociales y morales que generan inestabilidad en la base social (pueblo) que se encuentra lejos del Estado y de la toma de decisiones.

 

   Al analizar los casos puede observarse cómo surgieron el fascismo italiano, el nacional socialismo alemán, el comunismo ruso, el Peronismo en Argentina y los movimientos de "Democracia Social" latinoamericanos. Esta realidad mundial ocurrió en el siglo XX entre las guerras y después de la II Guerra Mundial sobrevivieron pocos movimientos populistas como el falangismo español, líderes populistas como Tito en Yugoslavia y algunos rezagos populistas en América Latina.

 

   Actualmente quedan algunos vestigios de movimientos populistas que reaccionan ante escenarios de crisis, porque las realidades movilizan al ser humano hacia estadios donde reina la incertidumbre ante la cual las personas tienden a aferrarse a sus creencias, a lo que consideran más seguro.

 

   A juicio del Profesor Rivero, en Venezuela no se puede catalogar a ningún movimiento como populista a pesar de que muchos gobiernos han sido muy demagógicos pues han tomado decisiones para obtener una mayoría pero en su origen no corresponden a ningún movimiento populista aunque han usado algunos elementos del Populismo en su ejecución.

 

   Uno de los grandes elementos de los movimientos populistas es que, pese a su simpleza, crean un producto fundamentado o arraigado en el ser humano, ya sea por su historia o tradiciones en la figura de arcaísmos como los movimientos nacionalistas que evocan el pasado y pretenden volver a lo que históricamente fueron, o bien como futurismos o utopías tales como el socialismo que son realidades que no se logran alcanzar en un 100%. Cuando surge una crisis y hay que tomar decisiones en medio de la incertidumbre, generalmente las personas se aferran a cualquiera de estas 2 opciones. Esto es lo que ha venido sucediendo en los últimos 20 años ante la existencia de problemas sociales que no tienen solución inmediata por parte del Estado ni a mediano plazo por parte de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), dejando abandonados a los ciudadanos frente a un escenario de crisis, grande o pequeña, que aumenta la incertidumbre en las personas y generando un caldo de cultivo para el resurgimiento de movimientos populistas. Tales son los casos del fortalecimiento de la ultraderecha en Francia, el resurgimiento de un partido neonazi en Alemania, la elección de Trump en Estados Unidos y un renacer de populismos de izquierda en el continente americano. Este fenómeno no tendría mayor importancia si no viniera acompañado de una fuerza propia que se ha ido gestando a través de la experiencia y el conocimiento en medio de una crisis mundial de valores sobre todo en el mundo occidental, con la arremetida de la tecnología que cada día se hace más fuerte y aleja a las personas de sus valores creencias y querencias.

 

   Todo esto está creando un movimiento que reacciona al avance de los que se están imponiendo a través de los sistemas democráticos por vías institucionales y bajo el amparo del respeto hacia las minorías que, aunque es válido, está generando una reacción que comienzan a usar algunos líderes para llegar y movilizar a las masas sin que estas estén organizadas.

 

   En ocasiones la reacción es más grande que la acción y luego se genera una respuesta de ese accionar como es el caso de Brasil. La crisis generada por el caso de Dilma Rousseff termina en la elección de un candidato de ultraderecha como Bolsonaro y en un segundo tiempo, se elige a Lula Da Silva, populista de la clase obrera brasileña, en un renacer y avance del populismo. Este es un caso donde los extremos políticos atienden a formas de movilización populistas enfrentándose entre ellas.

 

   Rómulo Rivero resalta el riesgo que el Populismo supone para la Democracia; en Democracia siempre se debe procurar el derecho de los otros y cuando las masas se movilizan visceralmente es imposible garantizar los valores democráticos y republicanos; cuando las masas son dirigidas bajo el discurso populista, generalmente ocurren atrocidades. Resulta difícil la compatibilidad entre Populismo y Democracia. La Democracia es respeto, tolerancia, observación de virtudes, participación en todas las instancias democráticas y fortalecimiento del ciudadano como parte importante en la vida de la República ; para un movimiento populista esto no es importante.

 

   Las emociones tienen un papel fundamental en los movimientos populistas porque movilizan a través de ellas. Mantener el dominio de la razón sobre la emoción es un ejercicio constante que todo ciudadano debe hacer.

   El Populismo se acaba en el momento en que pierde su base de apoyo popular o son derrotados por la realidad.

   El Profesor Rivero invita a reflexionar sobre el papel del ciudadano, sobre el aporte que cada ciudadano da a la sociedad y que se convierte en un fortalecimiento de la misma, mejorar cada día el entorno para evitar que los movimiento populistas y las medidas demagógicas sigan mermando a la ciudadanía no solo en Venezuela sino en toda la civilización occidental. La mejor forma de evitar la influencia del populismo y de cualquier movimiento que apele a las emociones, es fomentando el estudio, la formación de ciudadanos con valores desde el seno de la familia, brindando formación ciudadana desde la educación pública para todos los venezolanos para que la razón prevalezca sobre la pasión.

 

Puede seguir al Profesor Rómulo Rivero en sus redes sociales a través de @romuloricardor

 

La importancia del tema explica la nutrida participación de 401 ciudadanos a través de un chat de WhatsApp, en esta Edición No. 262 del Foro Hatillano.

 

EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES EMITIDAS POR EL PONENTE.

 

 

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