Por: Grupo La Colina.
Caracas, 22 de mayo de 2018.
Consumada la farsa electoral del 20M, que culminó con una reelección ilegítima de Maduro, según resultados claramente retocados por el CNE, el Grupo La Colina comparte sus conclusiones sobre tal jornada y plantea propuestas para seguir la lucha, hasta lograr el cambio del actual régimen autoritario.
¡Felicitamos al pueblo de Venezuela! 7 de cada 10 electores no participaron o votaron en contra de Maduro y rechazaron su régimen hambreador, fracasado y corrupto.
El gran derrotado el 20 de mayo fue él.
Quedó demostrado que no funcionó el chantaje de comida por votos, ni el “dando y dando” que el madurismo pidió descaradamente al pueblo.Fracasaron el régimen y la maquinaria del partido de gobierno. Fracasaron el carnet de la patria y los puntos rojos cerca de los centros de votación, como mecanismos de intimidación y de movilización forzada de electores.
Maduro es el principal responsable de la peor crisis económica y social de nuestra historia; nos ha traído hambre y desnutrición, colapso en la salud, escasez, hiperinflación, desempleo creciente; causó destrucción de instituciones y empresas del Estado como PDVSA, así como de miles de fábricas, fincas y negocios; generó deterioro creciente de los servicios de agua, electricidad, gas, transporte, recolección de basura y provisión de efectivo; hay inseguridad y violencia crecientes; obligó a millones de venezolanos de todas las condiciones a emigrar.
Este gobierno no solo no podrá resolver los gigantescos problemas que hoy sufre la población en Venezuela, causados fundamentalmente por su gestión incapaz y corrupta, sino que con la ilegítima reelección se agravará la crisis, trayendo más sufrimiento y dolor al pueblo venezolano. Ante esta tragedia humana; económica, social y política, proponemos:
1. Reunificar y ampliar hasta lo posible la alternativa democrática, en torno a un proyecto común de rescate institucional y de reconstrucción nacional, que ofrezca a los venezolanos la oportunidad que se merecen de vivir mejor.
Instamos a los líderes políticos democráticos a colocar la Unidad como primera prioridad, más allá de las legítimas aspiraciones grupales y personales que están presentes en cualquier colectividad humana.
Solicitamos un debate sincero, responsable y respetuoso, en el cual las distintas opciones e iniciativas políticas se procesen libremente, con vistas a dar una salida política viable a la grave crisis que vivimos los venezolanos.
2. Generar esperanza a millones de venezolanos que hoy padecen una calamidad pública, por culpa de este gobierno incapaz, indolente y cruel.
Que ésta sea una de las tareas fundamentales de la Unidad reconstruida.
Para ello, es urgente divulgar las líneas generales de una propuesta de país que ya existe, con los cambios que nos proponemos realizar, para devolver a los venezolanos la tranquilidad socioeconómica y la prosperidad perdidas.
Pedimos realizar en todo el país actividades de difusión de esa propuesta, para dar a conocer sus soluciones, con énfasis en los grandes temas que nos agobian.
3. Seguir exigiendo elecciones libres y democráticas, tal como están consagradas en la Constitución y en nuestras leyes.
Las elecciones son el mecanismo por excelencia de la democracia: elecciones justas, con un árbitro imparcial, con reglas de juego claras aplicadas por igual a todos los participantes y con observación calificada internacional.
4. Seleccionar un líder-vocero del gran acuerdo nacional democrático.
Entendemos que una verdadera Unidad de la mayoría de las fuerzas democráticas, con un candidato idóneo, puede sobreponerse a las trampas y ventajismos del oficialismo, pues éste ya tiene un techo de convocatoria, como se ha confirmado en todos los procesos electorales desde 2015.
5. Definir una ruta de luchas enfocadas en los graves problemas de la gente, en las comunidades de todo el país.
Debemos concertar esa ruta en el seno del Frente Amplio Venezuela Libre, con todos los sectores políticos, sociales, económicos, culturales y otros que lo integran, junto con la Asamblea Nacional, en sintonía con la comunidad internacional que claramente ha desconocido este gobierno hegemónico.
Con Maduro la crisis de Venezuela se intensificará.
El objetivo nacional es rescatar la democracia y construir
una Venezuela sin hambre, con justicia social y prosperidad.
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