Este tema trata sobre Venezuela, nuestra situación actual y que podemos esperar como ciudadanos ante lo que percibimos.
Cuando se analiza el escenario nacional y cómo los venezolanos percibimos las "batallas campales" entre pares de la misma causa, se generan diversidad de opiniones a través del ruido social, que son manifestadas en las Redes Sociales como un sinfín de comentarios ante cualquier declaración que haga un líder opositor en forma de halagos o insultos.
Para Felo Jiménez, en algún momento el régimen diseño una estrategia que propiciara un desencanto generalizado en la población y dieran la sensación de que son una fuerza contra la cual no se puede competir. Sin embargo, el pueblo venezolano no ha renunciado en la búsqueda para mejorar sus condiciones sociales, económicas y democráticas, demostrando durante años que además de no rendirse ante las pretensiones del régimen de eternizarse en el poder, seguirá luchando para cambiar esta situación y recuperar el verdadero derecho a elegir a quienes queramos y sobre todo, a quienes creamos capaces de conducirnos, dentro de los tiempos marcados por la Constitución.
La situación del país cambió a partir del año 2015 luego de una victoria electoral contundente, donde la oposición pudo recuperar la Asamblea Nacional. Ante este hecho, el régimen entendió que tratar de crear o implementar una sensación de ser invencible no bastaría para mantenerse en el poder y vieron por primera vez la posibilidad de ser derrotados en una carrera en la que pensaban llevar la delantera y de manera sobrada.
El 2015 fue un año de fracaso para el régimen, pero también salieron a relucir los errores de la oposición, y para muestra el expositor menciona que en plena campaña, se prometió más de lo que era posible cumplir; no se habló de un programa de gobierno ni de un plan conjunto que contrastara con el fracasado modelo de quien mantiene el poder, y nunca se preocuparon por incorporar a los mejores para realizar estos programas. Sin embargo, no todo ha sido malo en la oposición, ni su actuación errada fue deliberada pero el mal cálculo político y la torpe viveza de algunos lograron implantar en el inconsciente del venezolano los sentimientos de desesperanza e inseguridad que hoy se evidencian.
El régimen dio una patada a la mesa e ingenia una Constituyente que, ante la mirada de todos, fue imposible detener demostrando con ello la ineficiencia de la oposición. El régimen buscaba llenar a los venezolanos de impotencia y luego de resignación. Además comienzan a inducir crisis especialmente en materia comunicacional y muchos políticos opositores demostraron una eficiente gestión de las mismas: contradicciones, omisiones comunicacionales, falta de reacción ante la crisis y no hablarle a la población, creando en ésta una sensación encontrada con respecto a los líderes y sus capacidades políticas.
Lo irónico de esta situación es que las múltiples crisis en la oposición, en la mayoría de los casos, la asoma el gobierno pero las producen agentes internos que en lugar de allanar el camino, dificultaron las estrategias que se habían planteado.
La aparición de Juan Guaidò en el escenario político, renueva las esperanzas, crea emociones y logra una conexión fuerte con los venezolanos. Este hecho fue totalmente inesperado para el régimen (o al menos no lo esperaban con la fuerza con la que llegó) quedando descolocados. Guaidò propuso una ruta que lucía creíble y alcanzable pero al pasar el tiempo, con el desgaste natural, el régimen nuevamente aprovechó para tratar de implantar matrices haciendo aparecer algunos escándalos y los bots y troles en las redes comienzan a funcionar con el objeto de socavar a Guaidò. El asunto se complica cuando el gobierno comienza a hacer política a lo externo y a usar la fuerza a lo interno, mientras que la oposición hace exactamente lo contrario: busca la fuerza a lo externo y hace política a lo interno.
Año 2020.
Términos tales como percibir desencanto generalizado de la población, desolación, desesperanza, inseguridad en lo político, ineficiencia, impotencia, resignación, tienen que ver con la aparición de la Desafección Política. El uso de este término, tanto en las áreas superiores de los estudios de las Ciencias Sociales y Educativas como en Política, hace referencia a la condición principalmente emocional y pasional de ausencia de sensación de pertenencia al grupo, sentirse a disgusto en la comunidad política, falta de representación, falta de confianza, etc. Desde otra perspectiva, se considera la Desafección Política como un síndrome, siendo posible situar sus síntomas en un continuo que va, desde un polo positivo de ciudadanos completamente integrados y con fuertes sentimientos de cercanía a su sistema político, pasando a través de puntos intermedios caracterizados por un cierto desapego respecto a elementos significativos del régimen, alcanzando un polo negativo definido por una hostilidad completa hacia el sistema político, con el consecuente alejamiento del mismo.
Entre los síntomas más importantes de esta degradación se encuentran: desinterés, ineficacia, disconformidad, desconfianza, cinismo, distraimiento, separación, alejamiento, frustración, impotencia, rechazo, hostilidad y alienación.
Actualmente el régimen ha hecho de todo para tratar de convertirnos prácticamente en zombies, obligándonos a preocuparnos por lo básico (comida, gasolina, medicinas, etc). No tenemos lujos si no necesidades con poco margen de cubrirlas. El gobierno presenta entonces un escenario electoral donde participar o abstenerse no está dentro de las prioridades y nuevamente, el ruido social lo pone en evidencia. Es por ello que los discursos han cambiado; ya no se ofrece un plan mágico, más bien se habla de estrategia y se usan términos tales como coherente, realista y probable
Sin evaluar la idoneidad de cada estrategia planteada, a sabiendas de que existen 3 corrientes opositoras en pugna, Felo Jiménez considera que las 3 tienen razón. ¿Por qué en lugar de atomizarse no se nuclearon los esfuerzos para construir una salida conjunta planteada desde un comienzo y comunicada a los ciudadanos? ¿Por qué no se le presentó al país y al mundo una sola vocería definiendo exactamente cuáles son las condiciones concretas para aceptar por buena lid cualquier proceso electoral en Venezuela? Es necesario que las diferentes corrientes de la oposición reagrupen fuerzas de cara al 2021.
El régimen ha tratado de implantar muchas de las emociones que preceden a la Desafección Política y los errores de la oposición venezolana han hecho otro tanto.
¿Actualmente existe Desafección Política en los ciudadanos?
A juicio de Jiménez, aún no pero corremos el riesgo de caer en ella. Es la fuerte convicción democrática que tenemos los venezolanos en nuestro ADN que, junto al anhelo de bienestar, han permitido que no caigamos en este trance tan peligroso. La conducción política debe idear un plan para vencer la Desafección Política, que vaya revisándose en el tiempo y midiendo su efectividad.
El mejor plan para evitar este fenómeno es la reconexión con los ciudadanos, hablar con la verdad y hacer "Realpolitik".
En los días venideros seremos testigos de más insultos entre pares, descalificaciones, halagos, bots y troles, por lo que es importante evitar caer en la trampa que busca generar más desesperanza.
Pidamos al unísono una conducción opositora blindada; exijamos una cohesión de fuerzas ya que vendrán días duros. La presión ciudadana es fundamental ya que obliga a los políticos a replantearse los esquemas.
Con respecto a las elecciones de diciembre, es probable que se realizan aunque el gobiernopodría postergarlas si así le conviene. También puede suceder que cambien el esquema electoral atendiendo a requerimientos sobre las garantías, tal cual lo ha solicitado la Unión Europea.
Es innegable que es necesario aplicar en nuestro país lo que se conoce como "Realpolitik". Cada vez que se ofrece una solución milagrosa para atender una situación y luego no sucede nada, se crea una desilusión en la ciudadanía, que a su vez contribuye a crear Desafección.
¿Cómo lograr la reconexión con la ciudadanía?
El término "Realpolitik" se acuñó en el siglo XIX y actualmente se emplea para hablar de la política realista, que no se nutre de fantasías ni romanticismos. Se hace y se dice lo que es o lo que tiene que ser, y no lo que la gente quiere escuchar. Además del qué hacer, también importa el cómo hacerlo.
Para lograr la reconexión debe desarrollarse un aditivo comunicacional imprescindible en la construcción del mensaje. El líder debe transmitir ser políticamente incorrecto, debe parecer original, como salido de otro molde; hablar de forma políticamente incorrecta lo hace ver más auténtico y genuino generando cercanía. En una estrategia comunicacional el líder debe ser percibido como políticamente irreverente, con un mensaje duro pero verdadero, diciendo dónde estamos y qué podemos hacer.
Con la participación de197 ciudadanos.
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