Por Carlos Rodríguez
Arribamos a 62 años del
lanzamiento del pueblo venezolano contra la atroz dictadura de Marcos Pérez
Jiménez y de haber alcanzado la conquista de las libertades democráticas que
hoy nos hace recordar su inexistencia en este país en los últimos 10 años.
A mi juicio, en este
hecho inédito se conjugaron la tenacidad de los héroes civiles —que desde la
más dura clandestinidad se enfrentaron a la seguridad nacional y otros cuerpos
represivos— con el surgimiento de sectores militares contrarios al
perezjimenismo, por un lado y, por el otro, la chispa que prendió en el
movimiento estudiantil universitario como los apoyos de trabajadores fabriles y
la manifiesta simpatía de intelectuales y empresarios.
Todos dieron al traste
con la maquinaria dictatorial que doblegaba al pueblo venezolano.
Este suceso se
evidenció entre los días 1 al 23 de enero de 1958, obligando al sátrapa a huir
—de madrugada, en el avión “la vaca sagrada” con maletas llenas de dinero—
hacia Santo Domingo, dominado por otro dictador Leónidas Trujillo. Así se dio
paso al rescate de la democracia venezolana.
¿Cuáles son las
enseñanzas para la población que no había nacido en esa época? Las respuestas
pertinentes y vitales podrían resumirse en los siguientes términos:
1.
Apenas media hora después de
la cobarde huida del dictador, la Junta Patriótica –que actuaba en la
clandestinidad– se dirigió a todo el país por Radio Caracas Radio (la misma
emisora que el actual gobierno expropió) para señalar que: …“no era la
hora ni el momento de la venganza”… y que esa organización…«representa
todos los matices políticos, sin ningún señalamiento en particular”…
2.
Salieron en libertad todos los
presos políticos, impulsados por la amplia movilización del pueblo, que estaban
secuestrados en la Seguridad Nacional, la cárcel Modelo, la cárcel El Obispo;
así como las cárceles de San Juan de Los Morros, la de Ciudad Bolívar y otras
del país.
3.
El manifiesto de La Junta
Patriótica que circuló ese 23 de enero está respaldado por los
gremios profesionales de profesores, ingenieros, farmaceutas, escritores,
abogados, odontólogos, economistas, industriales y periodistas; así como por el
Comité Obrero de Huelga y el Frente Estudiantil.
4.
Fueron liberados más de 250
militares de todos los rangos, detenidos por el gobierno del general Pérez
Jiménez; regresaron todos los exiliados venezolanos —civiles y militares— que
habían sido expulsados o se encontraban en situación de asilo fuera del país.
5.
Fue garantizada la más amplia
libertad de prensa y convocadas las elecciones generales en el país.
Como firma el
intelectual Simón Alberto Consalvi:
«La única estrategia de
la Junta Patriótica para enfrentar la dictadura y sus planes continuistas, es
la acción unida de todos los venezolanos que aspiran a un gobierno de
libertades democráticas”… (Pompeyo Márquez: Contado por sí mismo, p. 171).
Estos acuerdos,
resoluciones y conductas condujeron por buen camino la recién recuperada
democracia para acudir a elecciones generales al final de ese mismo año, con lo
que se puede afirmar que fue una junta de gobierno transitoria.
¡He aquí sus enseñanzas
más destacadas!
carlitos.municipio2019@gmail.com
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