LA GRAN INCÓGNITA DEL 23 DE ENERO
Por: Marianela
Escalona Montesinos
Ponente:
Américo Martín. Abogado. Escritor.
La importancia del tema explica la
nutrida participación de ciudadanos a través del Foro Chat de WhatsApp, para un
total de 251 asistentes en esta Edición No. 188 del Foro Hatillano.
El 23
de enero ha pasado a ser una de las fechas que la gente mantiene en el recuerdo
con mucho énfasis y, al mismo tiempo, encontramos siempre experiencias y
aspectos que sirven para la educaciòn en política que es tan difícil y tan
complicada como todos sabemos.
Antes del 23 de enero de 1958, las relaciones
entre los partidos políticos democráticos eran muy complicadas; esto debido a
que estaban precedidas por algunos incidentes difíciles de entender y de
explicar. Entre esos antecedentes está el Golpe de Estado que produjo la caída
del presidente Rómulo Gallegos del partido Acción Democrática (AD) y también la
ruptura de las relaciones entre COPEI,URD , AD y el PC., partidos que tenían
vínculos muy cuestionables y difíciles de entender y, sobre todo, muy poco
propicios para enfrentar una dictadura como la que se había instalado bajo la
dirección inicial de Delgado Chalbaud y a su muerte, bajo el dominio natural de
Pérez Jiménez, quien tenía gran vocación autoritaria y autocrática.
Esta situación extraña se convirtió en una
crisis permanente en las relaciones entre los partidos y dificultó la
posibilidad de enfrentar unidos a la dictadura que con el tiempo se
consolidaba. Además, Pérez Jiménez era un modernizador y construyó varias obras
civiles, lo que trajo como consecuencia una especie de consolidación de la
imagen del dictador lo que le permitió sobrevivir por un tiempo a las
dificultades que surgían y que se manifestaban en los partidos políticos
democráticos que debían enfrentarlo.
La situación fue la siguiente: en primer
lugar, Delgado Chalbaud y Pérez Jiménez no tenían buenas relaciones, por el
contrario, existía una sospecha mutua entre ellos; Delgado era intelectualmente
superior pero no era un militar de formación sí no más bien un advenedizo que
llegó allí por sus condiciones personales y su vínculo con Gallegos y AD. El
Golpe a Gallegos presidido por Delgado fue evidentemente una traición tanto a
Gallegos como a AD y se tradujo en la dura persecución contra Rómulo Betancourt
y AD, medida respaldada por Pérez Jiménez y Llovera Páez.
Esta difícil situación de la oposición tuvo
su origen en el hecho de que Delgado Chalbaud, quien encabezaba la Junta
Militar que derrocó a Gallegos, quiso establecer una distinción para aislar a
AD haciéndola víctima del grueso de la represión, con una persecución feroz.
Delgado convocó a Miraflores a Rafael Caldera y a Jóvito Villalba para
ofrecerles la redacción de la nueva Constitución. Esta fue una excelente
oportunidad para Villalba, Caldera y la Democracia, ya que podían introducir
una "cuña" profunda entre los militares golpistas, y además
apropiarse de la dirección del país y del sentir y el contenido de la
Constituyente que se iba a convocar. Esto, lógicamente, no fue entendido por AD
que lo interpretó como una traición contra los ideales democráticos porque para
ellos representaba el reconocimiento de la dictadura militar. Esta no era la
intención de Delgado, ni de Villalba ni de Caldera quienes quisieron aprovechar
la oportunidad para resquebrajar la dictadura.
Luego Delgado Chalbaud fue asesinado, Pérez
Jiménez se adueñó totalmente del poder y consolidó la dictadura, razón por la
cual la represión fue extendiéndose más, en especial contra AD y el PC. Se
inició así un cambio de atmósfera donde el factor unificador fue, precisamente,
la represión por parte de la dictadura además de la convicción de que, para
enfrentarla, tenían que actuar unidos. AD había cargado con el peso de la
resistencia precisamente por ser el partido más perseguido; pero comprendieron,
siendo su Secretario General Alberto Carnevali, que debía ir a la unidad,
comenzando a promocionar la idea de reencontrarse los partidos más fuertes para
el momento. Carnevali decidió llamar a Pompeyo Márquez quien estaba en la
clandestinidad y era del Partido Comunista (PC) y a Rodríguez Chacín, con la
idea de extender el Frente Unitario con los 4 partidos más importantes:
AD,COPEI, URD Y PC. Se produjo la reunión clandestina con un rol muy importante
de Simón Alberto Consalvi y acordaron redactar un primer Manifiesto de la Unidad
para fundar la Junta Patriótica.
Estos hechos revelan el efecto
"mágico" que la idea de la unidad causó en los partidos, que antes se
enfrentaban duramente entre sí; la sola idea de trabajar juntos contra la
dictadura feroz, creó un espíritu de unidad extraordinario al punto que Alberto
Carnevali propuso que el redactor del primer Manifiesto de la unidad fuera
Pompeyo Márquez, hecho inusitado que revela el espíritu de Carnevali al
demostrar con hechos que AD no iba con espíritu sectario a esa reunión.
Cuenta Pompeyo Márquez en sus memorias, que
cuando estaba redactando el boceto que presentarían a la Junta Patriótica,
escuchó por la radio que Carnevali había sido detenido y llevado preso a la
cárcel de San Juan de los Morros, donde al poco tiempo falleció. Esto dificultó
y atrasó la posibilidad de una iniciativa unitaria.
Cabe preguntarse cuál era la naturaleza de
ese Frente Unitario que se consolidó después, cuando se normalizaron en cierto
modo, las relaciones entre los partidos y se decidió crear la Junta Patriótica
con representantes de AD, COPEI, URD Y PC. ¿Qué significaba la Junta Patriótica
en ese momento? En primer lugar era la suma de los partidos, que aumentaba la
fuerza para enfrentar la dictadura y además, se creó un espíritu, una idea de
que la unidad era la salida, pasando de ser una suma de partidos, a una
multiplicación de factores que confluyeron hacia la unidad casi
espontáneamente. Esto resultó muy importante porque generó lo que luego se
llamó el "Espíritu del 23 de enero", componente fundamental para darle
a la unidad fuerza, autonomía y al mismo tiempo, influencia espontánea en lo
sucesivo.
La dictadura había convocado a una Asamblea
Constituyente para el 30 de noviembre de 1952, destinada a crear una hermética
Constitución antidemocrática, y este evento dio cabida a la lucha de la Junta
Patriótica, pero al mismo tiempo, creó una contradicción que fue felizmente
resuelta : asistir o no a la Constituyente. Los partidarios de no asistir eran
muchos, entre ellos AD que emitió un célebre comunicado firmado por Rómulo
Betancourt y Leonardo Ruiz Pineda, llamando a la abstención, alegando que no se
podía convalidar a una dictadura que solo quería quedarse en el poder por
tiempo indefinido y acabar con todas las reglas democráticas. Esta postura de
AD fue rebatida por Villalba y por Caldera, quienes eran partidarios de
aprovechar la oportunidad para enfrentar la dictadura, llena ya de
contradicciones dentro del estamento militar, y que podría permitir recuperar
espacios y territorios perdidos por la oposición. La contradicción se acentuó
aún más con el asesinato de Ruiz Pineda, gran líder de la resistencia, que
llevó a AD a decidir no llevar ellos solos la carga de la responsabilidad de la
resistencia, sino que tenía que apelar a los otros partidos dado que la
represión se había generalizado.
Así surgió la Junta Patriótica con la
participación equivalente de los 4 partidos antes mencionados, expandiéndose la
idea de unidad y favoreciendo la tesis de participación electoral, obteniendo
una actuación destacada de la fórmula de Villalba y Briceño Iragorri que atrajo
a los votos de AD y PC y obtuvo el triunfo, aunque se sospechaba que los
resultados serían desconocidos por la dictadura, lo que en efecto ocurrió,
abriendo un capítulo muy tenso en las relaciones entre la oposición organizada
y la dictadura.
El fraude electoral se tradujo en una
intensificación de la represión que estimuló aún más la unidad e hizo crecer
mucho a la oposición. Este espíritu de unidad se tradujo en un pacto de no
agresión ni ataque entre los diferentes partidos políticos, generando un
ejemplar gesto unitario, condición para lo que vendría después: el reto de la
Constituyente de Pérez Jiménez propuesta para diciembre de 1957, que finalmente
no fue convocada, siendo el plebiscito la decisión de Pérez Jiménez, ya que
temía enfrentarse de nuevo a la oposición. Aún así, el plebiscito fue
contraproducente porque los militares comenzaron a dudar de Pérez Jiménez y
querían cambios. Coincidentemente, el anuncio de que serían desconocidos los
resultados, provocó reacciones en la resistencia civil; comenzaron a surgir las
primeras manifestaciones estudiantiles, hubo una huelga universitaria
ferozmente reprimida que estimuló un despertar nacional, el surgimiento de un
deseo de cambiar a Pérez Jiménez y una reacción popular más audaz. Además, el
deterioro militar se tradujo en 2 intentonas: el 1 de enero hubo un
levantamiento por parte de la Aviación bajo la dirección de Martín Parada y el
8 de enero otro alzamiento liderado por Hugo Trejo. Aunque ambos fracasaron,
sembraron la idea de que el estamento militar estaba fracturado.
El proceso de descomposición de las Fuerzas
Armadas se había iniciado. El propio Pérez Jiménez lo advirtió al explicar lo
sucedido el 23 de enero. Él se fue porque la institución corría el riesgo de
disolverse y no quería asumir esa eventualidad.
¿Cuáles son las enseñanzas más
importantes de todo este proceso?
-UNIDAD no como la suma de factores
materiales y de partidos; fue mucho más que eso. Fue un espíritu, el Espíritu
de la Unidad por sí solo que conllevó a que las protestas se convirtieran en
insurrección con una participación masiva por ser, sinceramente, unidad en el
espíritu que crece con sus propios aciertos. En la Historia de Venezuela y la
de varios países, los pueblos lograron confeccionar una unidad como materia y
como espíritu, venciendo o avanzando notablemente.
-La
unidad tiene que responder a una estrategia realista, no fantasiosa ni
voluntarista, proponiendo objetivos obvios y viables. Tiene que crecer
enraizando el programa democrático en todos los amantes del cambio.
-Perfeccionar el estilo de los promotores
del cambio buscándolo sin necesidad de venganza, odio o resentimiento, sin
convertir el hermoso gesto de unirse para cambiar y obtener un triunfo
democrático en el oprobioso gesto de repetir los daños que se pretenden
resolver. Hay que tender la mano a todo aquel que incluso siendo tenaz
adversario, haya sido ganado por el programa del cambio o esté cerca de
hacerlo.
-El trato unitario exige mucha sabiduría.
Además de tender la mano hay que insistir en la idea de negociar la unidad para
que sea creíble y donde todos quepan. Unidad y Democracia benefician a todos
sin excepción, con las excepciones lógicas.
-Debemos
entender que sin resiliencia y reflexión no es posible avanzar. No se trata de
optimismos falsos.
Con respecto al liderazgo, Américo Martín
opina que es importante su capacidad de respuesta a los retos que deban
enfrentar. La creatividad, la originalidad y la firmeza, pueden ayudar a
enfrentar las causas más complicadas y a encontrar los éxitos más inesperados.
- Debemos luchar por elecciones libres, sin
descanso.
EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR
EL PONENTE
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