Desincentiva el
reciclaje y agrava la problemática de recolección y disposición de basura
Recicladores en
Venezuela demandan que sea derogado el decreto sobre “materiales
estratégicos”
Por: Hernán Papaterra
Ambientalista y planificador ambiental
y social
A
duras penas sobrevive el reciclaje de papel y cartón mientras cierran los
recuperadores de metales ferrosos y no ferrosos, RAEE, y el plástico
Emprendedores
y microempresarios del reciclaje en Venezuela demandan la derogación del
Decreto N° 4.445 de la Presidencia de la República, publicado en Gaceta Oficial
N° 6.617 Extraordinario del 24 de febrero de 2021, que declara de “carácter
estratégico para el desarrollo de la economía nacional” todos los desechos y
residuos metálicos, ferrosos, de aluminio, cobre, hierro, bronce, acero,
níquel, la chatarra eléctrica y electrónica (RAEE).
Así
lo asegura el ambientalista y planificador ambiental y social, Hernán
Papaterra, quien sostiene que ese decreto solo ha servido para aumentar el
costo y precio del papel sanitario reciclado, la pérdida de empleo y cierre de
empresas recuperadoras de material reciclable, y la migración de éstas hacia
Brasil, Colombia y países del Caribe.
El
reciclaje del plástico se deprimió en el país con el cierre de la industria
automotriz la cual era un consumir creciente de esos subproductos manufacturados
con plásticos como el policarbonato (PC), el polipropileno (PP), el polietileno
(LDPE, HDPE, LLDPE) y el Acrilonitrilo Butadieno Estireno (ABS), que
suplantaban piezas metálicas por piezas plásticas, y servían el mercado de las
autopartes plásticas automotrices, como parachoques de plástico, depósitos de
radiador plásticos sin soldadura, y depósitos de gasolina; los spoilers
frontales y traseros; los paneles de protección laterales; y colectores de
aceite y refrigerantes.
La
recuperación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos ha dado “un
salto atrás” pese a que la obsolescencia de los equipos tecnológicos y de
información se acelera por el sobreuso de estos aparatos, tales como
computadores, televisores, refrigeradores, celulares entre otros. No hay
estímulo para la recogida de estos materiales contentivos de tarjetas de
circuitos electrónicos, cuya recuperación permite la valorización y la
recuperación de materia prima reutilizable y comercializable. Los RAEE no son
basura. Un aparato promedio contiene aproximadamente el 25% de componentes
reutilizables; el 72% de sus materiales son reciclables, entre otros,
plásticos, metales ferrosos, aluminio, cobre, oro, níquel.
Decretos
como el N° 4.445 se convierten en obstáculo y barrera para el proceso de
fundición de metales en el país. Para proveerse de materia prima las
fundiciones compraban la chatarra a las plantas de reciclaje que clasifican y
preparan los materiales para su correcta incorporación en los procesos de
fundición. Las fundiciones han dejado de fabricar gran variedad de piezas como
juntas, tuercas, tuberías, válvulas, accesorios. Estas piezas se utilizan en
multitud de sectores como automoción, aeroespacial, ferroviario, construcción,
agricultura, minería, maquinaria, defensa, plantas industriales, eléctrico,
electrodomésticos.
El
control y valor del papel y cartón reciclable en vertederos y rellenos
sanitarios –controlados por bandas delincuenciales- es casi tan costoso como su
importación como materia prima secundaria –pasta celulosa- lo que encarece el
procesamiento y manufactura de productos como el papel higiénico y/o sanitario,
papel tissú (el papel higiénico, el papel de cocina, los pañuelos faciales, las
servilletas y las toallitas de mano), papel corrugado y de embalaje. Lo que
también deprime el empleo y la remuneración de los trabajadores formales de la
industria del papel y cartón en Venezuela.
Decretos
como el N° 4.445 solo son mensajes propagandísticos de un supuesto pretendido
desarrollo industrial y comercial nacional y local. No genera para el país ni
empleo ni divisas, ni pago de impuestos ni reanimación de la economía. Por lo
contrario, apenas sirve para favorecer el reciclaje con materia prima
secundaria barata en el extranjero.
Productores
y envasadores de bebidas carbonatadas (refrescos) han debido recurrir a la
reutilización y reciclado de vidrio – único material no considerado estratégico
en el decreto- ante la carestía de plásticos, tetrabrick y aluminio en el país.
Tampoco se cuenta con material para envases de metal para productos como las
sardinas enlatadas.
El
Decreto N° 4.445 del 24 de febrero de 2021 solo desincentiva el reciclaje y la
participación ciudadana en los programas de recogida y separación selectiva en
origen que promueven las empresas privadas y algunas municipalidades, y agrava
la problemática del precario servicio de aseo urbano, de recolección y
disposición de basura, así como el colapso de los rellenos sanitarios.
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