domingo, 29 de septiembre de 2024

La actitud impredecible del líder produce contextos de incertidumbres. Chichí Páez, 29 de septiembre de 2024

 


La actitud impredecible del líder produce contextos de incertidumbres

Chichí Páez - 29 de septiembre de 2024


¿Es el líder quien da forma al contexto y las
circunstancias, o son éstas las que crean al líder?
Danae Gómez, CEO Profile Created


En un entorno cada vez más imprevisible (que no se puede prever o conocer con base en indicios), la demanda de líderes que no se limiten a las estructuras convencionales es más evidente que nunca.

La sociedad actual está sumergida en el concepto de liderazgo orgánico, donde los líderes son capaces de diseñar procesos flexibles y facilitar la existencia de entornos de trabajo ágiles y creativos para navegar por las complejidades de la realidad actual. En períodos de cambio e incertidumbre, los líderes deben dedicar tiempo a observar, estudiar analíticamente, comprender y guiar el crecimiento colectivo en sus equipos. El concepto de liderazgo ya no depende de la posición, jerarquía o número de personas que responden a esa persona directamente.

Se está viviendo en la época de más incertidumbre desde la Segunda Guerra Mundial y, posiblemente, una de las crisis humanitarias más grandes que ha vivido este planeta. Lo único seguro de todo esto es que al terminar se vivirá un nuevo entorno natural. Aunque todo el mundo habla de “nueva normalidad”, de normal va a tener muy poco. Entonces, se tiene que hablar de “nuevo natural”.

¿Qué se entiende por incertidumbre?

Según la Real Academia Española de la Lengua, se puede definir la incertidumbre como la falta de conocimiento claro de algo. Tomando este significado y analizando lo que se está viviendo hoy, un día obligan a cambiar la rutina, los hábitos y no se sabe hasta cuándo, cómo ni por qué ni para qué. Falta de claridad. Muchas falsedades, engaños y embustes y esta situación causa grandes dificultades, retos y oportunidades y todo por el estilo tóxico del líder.

Las empresas que tengan éxito serán aquéllas con más capacidad de adaptación e innovación para aprovechar las oportunidades que se crearán. Sobrevive el que mejor se adapta, enseñó Darwin.

Hoy más que nunca, el líder de una organización tiene que liderar en la incertidumbre. En la conciencia colectiva está muy arraigada la asociación del término “incertidumbre” a un estado de zozobra emocional y de angustia vital que hay que evitar a toda costa. El ser humano se siente indefenso ante los entornos falsos; en las organizaciones pasa lo mismo.

Esto está cambiando; las transformaciones que sacuden al mundo van más deprisa que el propio lenguaje. La ausencia de certezas (voluntarias e involuntarias), la volatilidad y la inestabilidad sin control de parte del ser humano se han convertido en el nuevo estándar dentro del entorno mundial, en la realidad que enfrentan empresarios y trabajadores en su quehacer diario. Algo que forma parte de la cotidianidad no se debería vivir con angustia.

El ejército estadounidense fue uno de los primeros en comprender la necesidad de saber adaptarse a las circunstancias de convertir lo excepcional en el pan nuestro de cada día. Fueron sus militares quienes en los años 90 acuñaron el acrónimo VUCA (volatility: volatilidad; uncertainty: incertidumbre; complexity: complejidad; y ambiguity: ambigüedad) para definir las nuevas condiciones de imprevisibilidad permanente en las que se vieron obligados a operar durante los conflictos armados de Irak y Afganistán. Su filosofía es sencilla: ¿para qué amargarse por algo que no se puede modificar (la imprevisibilidad)?

Empeñarse en seguir jugando bajo unas normas desfasadas, sólo porque es “lo que se ha hecho siempre”, únicamente puede conducir a la frustración y al fracaso. ¿Qué tal si se trata de conocer las dificultades del nuevo modelo y se intenta funcionar de acuerdo a sus esquemas?

Para Eric G. Kail, coronel del ejército norteamericano y profesor de Psicología y Liderazgo, la ambigüedad, la mentira y el engaño son unas de las principales causas de conflicto en cualquier organización, un potencial factor de riesgo y hasta de muerte empresarial. Es un elemento que hace que amenazas y oportunidades (las dos variables ofrecidas por el entorno e integrantes de la Matriz FODA) sean más complejas, costosas de identificar y conceptualizar, lo que dificulta una reacción a tiempo.

Una de las principales labores del líder predecible consiste en siempre dar claridad en sus procesos comunicacionales acerca de las tareas y objetivos de sus colaboradores para evitar que las causas anteriores (ambigüedad, mentira y engaño), producidas en el contexto por el líder impredecible les paralice. Un líder impredecible (ése cuyo comportamiento no se puede predecir, no se puede suponer) produce contextos de incertidumbre: de falta de certeza, donde es imposible describir exactamente el estado existente ni el estado futuro.

Según Kail, tres son las directrices que deben cultivar los líderes que les permiten desenvolverse con éxito bajo condiciones de incertidumbre: 1.- escucha activa, lo que implica prestar atención a voces de equipos diversos para que todos se sientan parte de un proyecto común con sentido y propósito; 2.- abrirse a nuevas ideas, lo que supone analizar las de los miembros del equipo con el mismo interés que se valoran las propias; y 3.- desglosar una gran victoria en muchos pequeños éxitos, porque una sucesión de aciertos, aunque sean ínfimos, deja un magnífico pozo de confianza entre los interesados (“stakeholders”), y esto siempre produce mejores resultados que tratar de crear nuevos contextos basados en el engaño, la ambigüedad y la mentira.

Hoy se tiene que hablar de un nuevo liderazgo para tiempos VUCA. Bill George, profesor de Harvard, habla de liderazgo VUCA 2.0: “vision”: visión; “understanding”: (entendimiento); “courage”: coraje, atrevimiento; y “adaptability”: adaptabilidad. Visión para anticipar los cambios; entendimiento para comprender las sutilezas de los vaivenes del mercado; coraje para dejar atrás la comodidad de los caminos trillados (lo malo conocido); y adaptabilidad para adoptar con celeridad los nuevos paradigmas.

El modelo orgánico fomenta un estilo de dirección basado en la responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la organización y el desarrollo de la participación, el consenso y el apoyo mutuo que permitan a los equipos de trabajo alcanzar los objetivos de forma ágil y satisfactoria. Y esto lo puede lograr el líder actuando con un estilo actitudinal sano, honesto, correcto y con estas cualidades se puede mencionar que el líder es predecible. Se puede creer en él.

Los nuevos líderes deben salir de su burbuja egocéntrica y abrirse a un modelo de dirección que ponga a las personas y a la innovación en el centro, utilizando la verdad y solamente la verdad.

https://www.el-carabobeno.com/la-actitud-impredecible-del-lider-produce-contextos-de-incertidumbres/


Chichí Páez

Dilatada experiencia académica universitaria. Más de veinte años en la industria privada, complementada como Consultor Organizacional. Productor y director del micro-programa "Gerencia en Acción" que se transmite diariamente por Universitaria 104,5FM. Sub-Director de la Revista Digital entorno-empresarial.com

La Resistencia Política (1). Ismael Pérez Vigil. Politólogo. 29 de septiembre de 2024

 


La Resistencia Política (1).

28 de septiembre de 2024. Cuando se acude a la historia para analizar acontecimientos actuales cada quien la interpreta de acuerdo a su objetivo, lo que conoce de ella y la imaginación que tenga; algunos se limitan −nos limitamos− en determinadas circunstancias, a presentar hechos para que cada quien saque sus propias conclusiones. De esta forma y con esa premisa nos aproximaremos al concepto de “resistencia”, que siempre será “política” porque al final, siempre estará en juego el poder.

Concepto.

Para no entrar en profundidades metodológicas, filosóficas o politológicas, vamos a entender por “resistencia” −y más específicamente la política−, lo que encontraría cualquier persona que se acerque a buscar el concepto en un diccionario. Así la Real Academia Española (RAE), en su primera acepción la considera como la: “Acción y efecto de resistir o resistirse”; y en la tercera, nos aproxima más al concepto que nos interesa: “Conjunto de las personas que, generalmente de forma clandestina, se oponen con distintos métodos a los invasores de un territorio o a una dictadura.” ‘De igual manera, desde hace más de 150 años, el Oxford English Dictionary define el término como: “oposición organizada a un invasor”.

El término se identifica y asimila también con: rebelión, rebeldía, rechazo, resistencia activa y pasiva, no violencia activa, y otra cantidad de conceptos que sería ocioso citar. Quedémonos por tanto con las ideas asomadas por ambos diccionarios: un término genérico, de personas organizadas, usualmente de manera clandestina, en cualquier país, que se oponen a los invasores o a las tiranías. Pretender dar una visión general de este amplio tema y los innumerables movimientos de resistencia es absolutamente imposible y poco práctico, por lo que seleccionaré algunos que me llaman la atención y que sirven para ejemplificar alternativas. Esto no es un tratado sobre el tema, que tampoco pienso agotar, sino apenas un intento, unas pinceladas, para motivar la curiosidad, propiciar la lectura y reflexión sobre el mismo y su investigación más a fondo.

Y con estas ideas presentes aproximémonos, en esta ocasión, a dos de los procesos más conocidos de “resistencia”, comenzando por uno de los más famosos, como lo fue la “resistencia francesa” a la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial; para luego hablar sobre la Guerra de Independencia de Argelia, o liberación del pueblo argelino de la colonización francesa de más de un siglo.

La Resistencia Francesa.

Cuando en un contexto político escuchamos la palabra “resistencia”, la mayoría de nosotros, en efecto, inmediatamente nos remontamos a la “resistencia francesa” durante la Segunda Guerra Mundial, de la que seguramente no tenemos recuerdos directos, sino o través de lo que hemos leído, de las películas de Hollywood o de alguna “serie” que hemos visto y eventualmente de lo que cuentan nuestros padres o abuelos. Otros ni siquiera eso, porque mis padres, por ejemplo, lo que vivieron fue la guerra civil española, suficientemente traumática, y la “resistencia” al régimen franquista, que la hubo y a mi padre le costó cárcel y exilio y solo regresó a España después de la muerte del dictador Franco; (por cierto, Francisco Franco, murió en su cama, tras gobernar 40 años; eso hay que recordárselo a ciertos españoles de hoy, cuando “reclaman” acción a otros). Pero no es de la “resistencia” a la dictadura española de la que voy a hablar, sino de otras, de las ya mencionadas.

Antes, debo recordar que la “resistencia francesa” no es la única que históricamente pudiéramos citar, pues sin exagerar, hay miles de movimientos de “resistencia”, desde épocas inmemoriales y a los más variados regímenes políticos, dictadores, tiranos, sistemas coloniales, actos de discriminación masiva, incluso a gobiernos democráticos o republicanos. Por ejemplo, sin ir muy lejos, remontándonos a las proximidades de la Segunda Guerra Mundial, ya que mencionamos la “resistencia francesa”, solamente en Italia hubo decenas de movimientos y grupos organizados contra el fascismo de Mussolini; incluso, en la propia Alemania de Hitler, no todo era “paz”, uniformidad o apoyo a esa dictadura, sangrienta y represiva, sino que también se destacaron movimientos de “resistencia”, individuales y de grupo, contra Hitler. Y, también hay que decirlo, hubo algunos movimientos a favor de él, en otros países.

La invasión y la resistencia.

Las tropas de Hitler invadieron Francia y la ocuparon desde el 14 de junio de 1940, durante más de cuatro años, hasta diciembre de 1944, ocupando el norte de Francia, retomando territorios −Alsacia y Lorena− de los que Alemania se había apoderado a principios del siglo; solo un tercio del país, quedo en manos de los colaboracionistas franceses, con asiento en Vichy, al mando del General Philippe Pétain. Desde el mismo momento de la invasión, se organizó una tenaz “resistencia” a la ocupación nazi y al gobierno colaboracionista de Vichy, integrada al principio por anarquistas, comunistas, exilados de España, a la que se fueron sumando otros movimientos, en el frente interno, en suelo francés; y en el exterior en el movimiento Francia Libre, en torno al General Charles De Gaulle, que se unificaron en el frente Francia Combatiente, al que más tarde −en 1943− se les, unió desde Argelia, el Frente Francés de Liberación Nacional, para conformar el Ejército Francés de Liberación que combatió junto con las tropas aliadas. Tomó casi tres años, a pesar de la guerra, innumerables combates y acciones, que se lograra conformar ese ejército y es solo hasta el 25 de agosto de 1944, que los aliados bajo el mando de Philippe Leclerc liberan Paris y ese mismo día entra en esa ciudad el General Charles De Gaulle

La “resistencia” la conformaron todos los movimientos organizados frente a la ocupación nazi y contra el régimen colaboracionista instalado en Vichy; desde el mismo junio de 1940, que organizaron operaciones y combates militares, actividades clandestinas, impresión de folletos, huelgas, manifestaciones, redes de salvamento de perseguidos −sobre todo judíos− acciones de información, manifestaciones, sabotaje, guerrillas urbanas y en el campo (los famosos maquis), contra los invasores alemanes y las tropas francesas de Vichy. Como dije, no pretendo narrar todo lo ocurrido, sino rescatar algunas ideas.

Ideas destacables de esta “resistencia”.

Son varias las ideas a destacar sobre está “resistencia”;

1- que obviamente se da en el contexto de un conflicto bélico a gran escala, lo cual no es fácil −al menos eso esperamos− que se repita históricamente y que determinó en buena parte su éxito y al que sirvió de apoyo;

2- la “clandestinidad”, que es la conciencia de que se enfrentaba a un enemigo −el nazismo− peligroso, al que había que buscar formas de confrontarlo, cuidando a la vez las propias fuerzas;

3- a pesar de la actividad militar, destaca la incorporación de civiles a la lucha clandestina y a las actividades de “resistencia”, incluso apoyando la acción militar; y

4- que al final se logra el éxito tras alcanzar la unidad; está, a pesar del ambiente bélico solo se consiguió, como ya dije, después de dos años de intensa lucha.

La Independencia de Argelia.

Es un contexto muy distinto al anterior, pues es una lucha por la liberación o descolonización de un pueblo. No me voy a referir a toda la épica del pueblo argelino por liberarse de la colonización francesa establecida desde 1830, destacaré solo la fase final, que fue una lucha que duró unos ocho años − de1954 a 1962− y fue una lucha de guerrillas, con múltiples atentados, en donde falleció población no beligerante, con enfrentamientos armados entre la 10.ª división de paracaidistas de Francia y el Ejército de Liberación Nacional, brazo militar del Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia. Sus repercusiones morales −por algunos excesos del ejército francés− además de las propias de una lucha armada, tuvo su impacto en la propia Francia que favorecieron la caída de la Cuarta República Francesa y el resurgimiento de la Quinta República con Charles De Gaulle al frente desde 1958, quien propicio un referéndum −en 1961− sobre la libertad argelina, que fue favorable a la misma.

La liberación de Argelia tuvo múltiples altibajos; luchas internas −con secuelas de muertos y heridos− entre diferentes opciones y un marcado carácter religioso −musulmán−, apoyado y alentado por países musulmanes vecinos, que ya habían alcanzado su independencia: Egipto, Túnez y Marruecos. Lograda la independencia el FLN lideró el país como partido único, hasta 1989, y desde allí fue notoria la gran pugnacidad política y especialmente entre sus líderes, entre los que destacan algunos nombres conocidos y otros no tanto: Farhat Abbas, Ahmed Ben BellaHouari Boumédiène, Mohammed Boudiaf  hasta Abdelaziz Buteflika, el último de los más conocidos y que presidió el país hasta 2019.

Quizás lo que mejor resume y destaca la lucha de Argelia y su proceso de liberación esta recogido, como suele suceder, en una película: “La Batalla de Argel”, la conocida y premiada película de 1966, dirigida por Gillo Pontecorvo.

La Batalla de Argel.

La película de Pontecorvo se rodó en blanco y negro y por momentos tiene mucho de documental, que mediante la técnica cinematográfica del “flashback” refleja el ambiente que se vivió en Argel, particularmente en la “Casbah”, o zona musulmana de esa ciudad. La película se centra, básicamente, en Ali La Pointe, un delincuente radicalizado políticamente por el FLN y que se considera uno de los héroes argelinos de esa gesta, entre 1954 y 1957, y presenta las abusos y agresiones contra la población civil por parte de ambos bandos, el FLN argelino y los paracaidistas franceses enviados a contrarrestar la rebelión. Unos −los argelinos− cometen actos considerados terroristas y atentados contra civiles europeos; y del otro lado, las fuerzas francesas, no dudan en acudir a la tortura, la intimidación, el asesinato y la violencia indiscriminada contra la población, en su mayoría musulmana, que apoyaba la rebelión.

Más allá de la valoración que se haga de la película de Pontecorvo y su carácter de apología o no de la violencia, la lucha de guerrillas, la insurgencia o la contrainsurgencia −pues para todo eso se ha citado y utilizado− la película muestra como la lucha política toma un giro fundamental cuando los argelinos incorporan a la lucha por la independencia de Argelia, elementos religiosos e instituciones de un “estado paralelo”, que fueron creando, regido por normas y leyes diferentes a las de la Argelia francesa o colonizadora; convirtiendo así la lucha de independencia también en un tema cultural, racial y religioso.

Ideas destacables.

De la lucha por la independencia argelina, rescato estas ideas:

1- la ya mencionada “clandestinidad”, como mecanismo para la protección frente a un enemigo peligroso;

2- el involucramiento de la población civil a la lucha política, en tareas de apoyo a la “resistencia”.

3- la idea de la importancia de una motivación ideológica, política e incluso religiosa o espiritual, que le dio, en Argelia, mayor carácter a la lucha de “resistencia política”.

4- lo imprescindible de preservar la “unidad”, como factor clave de éxito y mantenerla, incluso después de logrado el objetivo principal.

Conclusión.

La próxima semana abordaré otros dos casos o ejemplos de “resistencia política”: La Primavera de Praga, o resistencia a la invasión soviética a Checoslovaquia y La Lucha contra el Apartheid en Suráfrica.

viernes, 27 de septiembre de 2024

¿Guerra Israel-Líbano en Venezuela? Por Daniel Arias Alfonzo, 27 de septiembre de 2024

 

¿Guerra Israel-Líbano en Venezuela?

Daniel Arias Alfonzo - 27 de septiembre de 2024


En los actuales momentos, cuando se ha derivado una gran ofensiva militar israelí contra las fuerzas de Hezbolá en el Líbano que se inició con el operativo de inteligencia que sembró miles de microbombas en aparatos electrónicos de comunicación (beeper y walkie-talkie), que explotaron al mismo tiempo para hacer colapsar sus redes de comunicación interna, continuando con la destrucción selectiva de las casas y galpones civiles, donde esconde municiones y lanzaderas de cohetes a manos de la aviación israelí, podría preguntarse el lector qué tiene que ver  Venezuela en esta situación.

La respuesta es simple, tiene relación con el número de personas descendientes de emigrantes libaneses, así como la relación política con Hezbolá y su principal patrocinador y aliado, como es el caso de la República Islámica de Irán.

De la misma forma que la Guerra en Gaza, ha tenido un efecto notable en Chile donde habitan más de 500.000 palestinos, siendo la comunidad más grande de dicho pueblo en un país occidental, con la buena suerte de que no se han producido ataques contra instituciones, empresas ni ciudadanos israelíes, lo que sin duda hubiera generado la respuesta violenta y contundente del Mossad (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales del estado de Israel), sumado a protestas antijudías enormes, generando complicaciones políticas y judiciales como las ocurridas en Argentina en otras épocas, cuyas implicaciones diplomáticas, pudieran explicar el porqué de la falta de represalias israelíes contra los operadores iraníes y los políticos y jueces que encubrieron estos enormes atentados terroristas en América del Sur…

 (Véase: https://es.wikipedia.org/wiki/Atentado_a_la_AMIA  y https://es.wikipedia.org/wiki/Atentado_a_la_embajada_de_Israel_en_Argentina  ).

Tales situaciones de paciencia estratégica y contención política, no pueden ser esperadas de un gobierno agresivo en política exterior, como el actual gobierno de Benjamín Netanyahu y en plena guerra existencial no declarada contra la República Islámica de Irán y sus aliados “proxys” del Medio Oriente.

Las declaraciones del presidente Nicolás Maduro a sus partidarios en el PSUV y funcionarios de no aceptar regalos electrónicos en la próxima Navidad 2024 (ver: https://www.ambito.com/mundo/tras-ataques-el-libano-nicolas-maduro-pidio-no-aceptar-equipos-electronicos-como-regalos-navidad-n6062289 ) no es para nada una reacción exagerada a lo acontecido en el Líbano, sino una manifestación muy responsable, pues demuestra conocer la opinión negativa y el odio controlado, de las autoridades israelíes hacia su gobierno por la cruzada sostenida desde hace muchos años por los gobiernos de Venezuela contra todas las políticas israelíes, alegando la defensa de los derechos del pueblo de Palestina con un empecinamiento y empeño que ni siquiera muchos gobiernos árabes o musulmanes tienen hacia Israel, buscando por todos los medios organizar y motorizar dichas actitudes en toda Latinoamérica. 

Lo cierto del caso es que el tamaño de las comunidades libanesas en Venezuela es muy grande, con cálculos que van de 126.000 a 500.000 ciudadanos, ocupando puestos de responsabilidades comerciales y políticas muy importantes en la actualidad, quienes tienen enormes preocupaciones familiares y económicas por esta ampliación de la guerra, debido a sus lazos de sangre e inversiones en dicho país.

A esto se suma que la organización Hezbolá no se considera un movimiento terrorista en los países que enfrentan a Estados Unidos en la arena internacional como Nicaragua, Cuba y por supuesto Venezuela, por lo cual se añade otro motivo abierto de hostilidad, que puede generar graves problemas a futuro, en forma de sanciones financieras  punitivas.

Una guerra total en el Líbano, como prolongación de la Guerra de Gaza, es para el gobierno israelí la oportunidad de eliminar simultáneamente las principales herramientas operativas de Irán, como son Hezbolá y Hamás, ya casi totalmente destruida, destruyendo 35 años de enormes inversiones de recursos financieros y humanos para levantar estos órganos militares para enfrentar a Israel, lo cual reduciría enormemente su influencia regional y en última instancia pudiera llevar a una guerra total entre Israel e Irán, donde se desplegarían todos los medios de destrucción masivos conocidos, excepto los atómicos, biológicos y químicos (guerra ABQ), ya que nadie duda que de usarse medios químicos y biológicos en misiles iraníes, la aviación israelí respondería con armas atómicas. 

Esta demás decir, que dicha guerra global, iría acompañada de ataques y operaciones especiales de las agencias de inteligencia de los países afectados en todo el mundo, con relación a sus personeros y empresas a nivel mundial, lo que afectaría desde embajadas a supermercados, empresas comerciales, fundaciones benéficas, escuelas y universidades, iglesias y mezquitas, por lo cual los países de la comunidad internacional a la vista de las demostraciones evidentes de utilizar cualquier medio a disposición, sea civil o militar para alcanzar sus objetivos o fines, se convierte en un enorme problema de seguridad interna en Latinoamérica y muy especialmente en Venezuela.

Recordemos que nuestro país es desde hace muchos años el principal aliado gubernamental en lo político, económico y militar del gobierno de Irán en el Hemisferio Occidental y por ello no sería difícil que el gobierno actual, pueda terminar siendo acusado, sin importar su participación o no, de cuanta situación irregular ocurra contra intereses o ciudadanos israelíes en el continente americano.

La eliminación selectiva de las cúpulas militares y políticas de sus enemigos, en el cercano Oriente, son una indicación conclusiva de que el gobierno de Netanyahu, no tiene limitaciones morales para pasar a realizar estas acciones en otras latitudes, si considera que sus intereses estratégicos de seguridad nacional lo ameritan.

El presente escrito no tiene por finalidad generar estados de paranoia colectivas sobre peligros muy reales, que ya dejaron de ser del campo de la ficción, como demuestran las instrucciones dadas por el mismo presidente maduro a sus seguidores, sino la búsqueda concreta de un dialogo político con los actores involucrados, ósea los gobiernos de Israel e Irán para que se garantice la necesaria e indispensable neutralidad del territorio nacional en este tipo de conflicto global.

Lamentablemente, no existe una representación diplomática del Estado de Israel en Venezuela desde hace muchos años y no se puede discutir sobre el terreno protocolos políticos y de seguridad para las poblaciones de origen judío o la representación comercial y política de Irán, de forma tal que se evite todo tipo de actividad irregular de sabotaje, asesinato o espionaje en caso de esta lamentable realidad, que se va concretando cada vez más, en la medida que la Guerra en el Líbano, aumente de intensidad.

Esperemos que se tomen todas las medidas políticas preventivas, más allá de no recibir regalos electrónicos en Navidad y se saque al país de este esquema de enfrentamiento político global…


Amén.

https://www.elnacional.com/opinion/guerra-israel-libano-en-venezuela/




Daniel Arias Alfonzo
Politólogo y experto en Desarrollo Regional.



domingo, 22 de septiembre de 2024

Lecturas Políticas (2). Ismael Pérez Vigil. Politólogo. 21 de septiembre de 2024

 


Lecturas Políticas (2)

21 de septiembre de 2024. Inicié la semana pasada una reflexión sobre algunos textos políticos, que continuaré en este artículo −y quizás más adelante en otros−. El objetivo que persigo es estimular a quienes me leen, en la búsqueda y reflexión sobre las lecturas que propongo, apropiadas para épocas aciagas como las que vivimos; no esperen por tanto encontrar una recensión o resumen de los textos, pues se trata apenas de mi muy particular visión y conclusión acerca de ellos, que a lo mejor no es la lectura que otro lector o un especialista haría sobre los mismos.

Dos personajes.

Dicho lo anterior, les traigo hoy los otros dos personajes que mencioné y que, como ya he dicho, todo politólogo y político deben conocer: Joseph Fouché y Nicolás Maquiavelo. A diferencia de, por ejemplo, La Técnica del Golpe de Estado, de Curzio Malaparte, El Príncipe de Maquiavelo y el Fouché de Estefan Zweig son muy fáciles de conseguir, en edición impresa y sobre todo por vía digital. Por ejemplo, casi todas las obras completas de Zweig se pueden “bajar” sin ninguna restricción y de manera gratuita por Internet, hay varias “páginas web” que lo permiten, basta poner en cualquier “buscador” el nombre del autor. Aunque yo utilizaré para ambos autores las obras impresas que conocí y leí hace muchos años −y aún conservo− recomiendo sin ninguna reserva las versiones digitales, que también consulté, más fáciles de conseguir hoy en día.

Fouché.

Sobre este personaje hay diversas obras, la más famosa, que es a la que yo haré referencia, es la de Estefan Zweig; pero está la de Louis Madelin (Fouché, 1901), que fue su tesis doctoral y de la que el propio Zweig dice que fue de la que tomó los datos, después de que Honoré de Balzac sacara al personaje, Joseph Fouché, de la oscuridad. La obra de Zweig se conoce con varios nombres, simplemente como Fouché, pero hay ediciones que le agregan: Retrato de un hombre político; y esta otra: El genio tenebroso, que me parece que no es solo más impactante, sino que creo además que describe mejor al personaje.

Joseph Fouché fue Ministro de la Policía durante la época del Terror de la Revolución Francesa, después lo fue de Napoleón Bonaparte y finalmente del monarca Luis XVIII, a pesar de que Fouché fue uno de los que propició que se guillotinara a su hermano, Luis XVI y a María Antonieta. Por su habilidad para pasar por regímenes tan disímiles y contradictorios, se le describe con calificativos muy despectivos: “puro reptil”, tránsfuga, carente de moral, inescrupuloso, traidor, intrigante, oportunista; se tejió una “leyenda negra” sobre el personaje de la cual lo saca la tesis doctoral de Louis Madelin, convirtiéndolo en un personaje histórico, finalmente logrado por Estefan Zweig, con su magnífico estilo de manejar las biografías, sin datos farragosos y resaltando la época, la personalidad y el alma de sus personajes.

Poder detrás del trono.

Desde luego la intención de Zweig no era despertar la admiración por este personaje, a quien consideraba: “el más consumado maquiavélico de la Edad Contemporánea”, su intención era “rescatar”, hacernos poner la mirada sobre este personaje de la segunda fila de la historia, pues como dice:

“En la vida real, la verdadera, en la esfera de poder de la política, raras veces deciden —y esto es algo que hay que recalcar, como advertencia contra toda credulidad política— las figuras superiores, los hombres de ideas puras, sino un género mucho menos valioso, pero más hábil: las figuras que ocupan el segundo plano. Tanto en 1914 como en 1918, hemos visto cómo las decisiones históricas de la guerra y de la paz no eran tomadas desde la razón y la responsabilidad, sino por hombres ocultos en las sombras, de dudoso carácter e insuficiente entendimiento.”

Es una clara advertencia que debemos tener en cuenta en los aciagos momentos que vivimos, para no poner la mirada solamente en los que destacan en el primer plano, sino en aquellos, mucho más taimados, que se mueven bajo la superficie, recordando otra frase de Zweig que nos rescata el presentador de la edición de su libro:

“Los gobiernos, las formas de Estado, las opiniones, los hombres cambian, todo se precipita y desaparece en ese furioso torbellino del cambio de siglo, sólo uno se queda siempre en el mismo sitio, al servicio de todos y de todas las ideas: Joseph Fouché”

En estos dos párrafos se resume, para mí, la magistral obra de Zweig y que resumo en otra, frase, que no es textual, que leí o escuché en alguna parte, en algún salón de clase, cuando leía sobre el personaje, y que no sé si en realidad se refería a Fouché, o se aplicaba a otra obra y que es también perfectamente lapidaria y descriptiva de nuestra época: “Los gobiernos pasan, pero la policía queda”.

Maquiavelo.

Sobre Nicolás Maquiavelo siempre he sentido una secreta admiración y atracción, que se remonta a mis años de secundaria, cuando un profesor de Psicología y Filosofía, el Hermano José Peñaloza, del Colegio La Salle La Colina, me puso en contacto con El Príncipe, cuando cursaba cuarto año de bachillerato. De manera que, cuando estudié Ciencias Políticas y evalué esta obra de una manera más sistemática, se reafirmó esa admiración por el autor.

La primera edición que leí de El Príncipe, fue la de Edime, Madrid, 1962; pero, lo que me descubrió el mundo de Maquiavelo es una obra denominada: Obras Políticas, Nicolás Maquiavelo, del Instituto Cubano del Libro (Editorial: La Habana, Editorial de Ciencias Sociales,1971), que contiene: 1) el prólogo de D. Luis Navarro, a la edición de las Obras Políticas de Maquiavelo publicadas en 1895 y editadas por la Universidad de Nuevo León, México; 2) el capítulo ya citado de George H. Sabine sobre la Ideas Políticas de Maquiavelo, de Historia de la Teoría Política, del FCE de 1937; y 3) las obras de Nicolás Maquiavelo: El Príncipe, Discurso sobre la Primera Década de Tito Livio (Discursos) y Dictamen sobre la Reforma de la Constitución de Florencia; por último, debo mencionar también otra obra de Maquiavelo, Del Arte de la Guerra, mucho más difícil de conseguir impresa, pero posible en versión digital. El príncipe, los Discursos y Del Arte de la Guerra contienen −según Luis Navarro, ya citado− “Todo el sistema político de Maquiavelo”.

Todo lo anterior es para significar que, si bien la obra que más se conoce de Nicolás Maquiavelo, en materia política, es El Príncipe −del que existen innumerable ediciones, interpretaciones y miles de páginas escritas− en realidad poco se conoce acerca de que al autor de este texto, magníficamente escrito, se le considera el inspirador del significado que hoy tenemos del Estado moderno y el ejército moderno −o al menos “el primer clásico moderno en asuntos militares” (según Luis Navarro, en la obra citada)− y cultor de la interpretación de la política como ciencia social que estudia el poder, su administración, su forma de conquistarlo, etcétera. Fue su obra leída y resumida por Papas, Emperadores, Reyes, Jefes de Estado, filósofos, y ninguno quedó indiferente ante ella. Desde ese punto de vista Nicolás Maquiavelo, para bien o para mal fue un iluminado florentino, que nos describió magistralmente y en lenguaje sencillo a la política, tal cual se practicaba en su época: Un reino de maniobras e intrigas, de disimulo y abuso de poder, de conspiraciones y pactos secretos, cálculo, paranoia, cinismo, doble cara, etcétera.

Sería interminable una discusión de la obra de Maquiavelo −que no es lo que pretendo− por sus implicaciones morales, éticas, políticas, entre otras; pero, si resaltar que nos lleva también al concepto de gobierno y de esta manera, la política sería también el arte y ciencia de gobernar, de cómo los gobiernos y los partidos alcanzan sus logros; llevadas sus ideas a nuestros días, la política sería también la forma en que quienes tienen una misma idea, usualmente agrupados en partidos, toman las decisiones, alcanzan sus objetivos y convencen a los demás para seguirlos; sería entonces la forma, el método, la manera, de convencer a los demás de mis ideas, estrategias y maneras, para alcanzar de la forma más eficaz un determinado objetivo.

El fin justifica los medios.

“El fin justifica los medios”, es una frase que usualmente se atribuye a Nicolás Maquiavelo −y también a otros, vale decir−, pero que nadie pierda el tiempo buscándola en alguna de sus obras, porque no la va a encontrar, pues a ciertos autores, superficialmente considerados y vulgarizados, se atribuyen ideas y conceptos que nunca expresaron. Y es probablemente a partir de allí y de su obra más conocida, El Príncipe, que a Maquiavelo se le considera “inmoral”, que no lo era, todo lo más, “amoral”, según considera George H. Sabine (en el capítulo XVII: Las Ideas Políticas de Maquiavelo, en Historia de la Teoría Política, del FCE de 1937) quien advierte que Maquiavelo: “Se limita a abstraer la política de toda otra consideración y escribe acerca de ella como si fuera un fin en sí” y nos recuerda también que El Príncipe lo escribió con una finalidad práctica: congraciarse con los Medici y conseguir un cargo público.

Amado o temido.

La profundidad de El Príncipe, como es usual con muchos autores, se suele reducir a un tema, a unas pocas frases; en este caso, uno de los más citados es el tema de la “intimidación” −y de esa forma conecto con nuestros tiempos actuales− pues esa sería la mejor arma de la política, según aquella máxima de Maquiavelo que para el gobernante es mejor ser temido que ser amado:

“Algunos disputan acerca de si es mejor que el príncipe sea más amado que temido… Pero como no es fácil hacer sentir en igual grado a los mismos hombres estos dos afectos, habiendo de escoger entre uno y otro, yo me inclinaría al último con preferencia”. (Capítulo 17 de El Príncipe)

Sin querer justificar a Maquiavelo, en este caso está hablando de los “príncipes” que lo son por haber tomado por las armas un territorio y someter por la fuerza a su población; queda, por tanto, con muchos declarados enemigos. Bien decía Maquiavelo que esos “príncipes”:

“… comprendiendo que no podían contentar las dos partes, complacieron al ejército sin preocuparse de perjudicar al pueblo… pues no siéndole posible carecer de enemigos, más le vale que éstos sean los que no cuentan con la fuerza de las armas” (El Príncipe. Edime. Madrid. 1962)

Tampoco olvidemos que, para Maquiavelo −nos dice Sabine− “La finalidad de la política es conservar y aumentar el poder político, y el patrón para juzgarlas es su éxito en la consecución de ese propósito”; como también nos recuerda que Aristóteles, en la Política, “…se refiere también a la conservación de los estados, sin consideración de su bondad o maldad”.

Conclusión.

¿Qué es, en mi criterio, lo que estos dos autores y sus obras nos enseñan? Zweig en Fouché: que debemos abrir los ojos hacia los que actúan en segundo plano, que suelen sobrevivir con el paso de gobiernos y regímenes −o como decimos en criollo: “siempre caen de pie”−, pues son “el poder detrás del trono”, otra frase que se atribuye a Zweig y que describe perfectamente a Joseph Fouché…y la ya citada: “Los gobiernos pasan, pero la policía queda”, que no lo olviden los tiranos.

Y en El Príncipe, Maquiavelonos recuerda como pasan los “príncipes” a ser “tiranos” y que estos encuentran en esta obra un manual para preservar su hegemonía y mantenerse en el poder; pero, creo yo, que el florentino también nos enseña que quienes combaten a la tiranía, los republicanos, también encuentran en él, un manual de los vicios por los que hay que acabar con las tiranías y los autoritarismos.

domingo, 15 de septiembre de 2024

Lecturas Políticas (1). Ismael Pérez Vigil. Politólogo. 15 de septiembre de 2024

 


Lecturas Políticas (1)

14 de septiembre de 2024. Tiempos aciagos, como los que vivimos desde hace cinco lustros −extremados hoy en día−, imponen una cuidadosa selección de lecturas sobre el tema político; por eso afirmo que en la biblioteca −o en la mesa de noche− hay textos que no deben faltar ni dejar de leer los estudiosos de la política y, mucho menos, los que se dedican a ese oficio de manera práctica y consuetudinaria. Entre estos textos están: El Príncipe de Nicolás Maquiavelo, Fouché: el Genio Tenebroso de Stefan Zweig y La Técnica del Golpe de Estado de Curzio Malaparte. Agrego ahora El Arte de la Guerra de Sun Tzu, que no se debe confundir con uno de nombre parecido, De la Guerra, de Carl Von Clausewitz, cuyas lecturas también recomiendo.

Ni recensión, ni resumen.

La lectura de estos textos puede ser muy útil en los tiempos que vivimos; me tomo por tanto la licencia de elaborar una muy breve reseña, que no llega a recensión y mucho menos a resumen y la única pretensión es estimular la lectura y animar una reflexión alrededor de ellos, que iluminen las actividades que cada quien realiza y aporten alguna de las enseñanzas y motivaciones que a mí me dejó su contacto y lectura. Algunos de los libros se consiguen en cualquier parte: El Príncipe, el Arte de la Guerra, por ejemplo; otros son más difíciles, pero aquellos que son más difíciles, en la época de Internet, seguramente son fáciles de encontrar; de todos ellos he visto la versión impresa y digital y animo a buscarlos.

La Guerra.

Sobre la guerra hay innumerables tratados; sin embargo, los dos que reseño son muy conocidos y circulan ampliamente.

Del texto de Sun Tzu −general, estratega y filósofo chino, que se supone vivió varios siglos antes de Cristo, en fechas difíciles de precisar− se dice que es el tratado sobre guerra y estrategia más importante de todos los tiempos y hoy es citado con soltura, pues −como muchos textos de filósofos y escritores chinos− desde la más lejana antigüedad hasta Mao Tse Tung, el “narciso de bambú”, como le decía un viejo amigo, es fácil extraer de ellos aforismos e ingeniosas citas que dejan muy bien a cualquiera que las emplee, aun cuando no se profundice en ellas. Entre las muchas ideas que se extrae de este clásico texto está, lo que para algunos es su enseñanza más importante: “Someter al enemigo sin darle batalla.” Presente está también la idea de la “unidad” por encima del tamaño, la importancia de respuestas flexibles en circunstancias cambiantes y la de desarrollar fuentes de información. Esta última, en época de posverdad, bajo el estricto control, censura y autocensura de medios de comunicación y el intento de someter y limitar las redes sociales, lo de “desarrollar fuentes de información”, adquiere importancia capital.

Del general prusiano, Carl Von Clausewitz, que vivió solamente 51 años entre 1780 y 1831, se tienen datos más precisos, pero su texto se presta menos a citas y aforismos que el de Sun Tzu, aunque todos repetimos aquello de que “La guerra no es más que la continuación de una política con otros medios». (Cita no textual). Von Clausewitz es uno de los exponentes de esa rancia ideología de la “superioridad alemana” y su pensamiento pudiera resumirse, en mi criterio, en dos postulados generales: la superioridad numérica y el medio como elementos tácticos importantes, que desarrollan todo su potencial estratégico debido a la “genialidad del jefe”, de quien comanda. Siete millones son un número y un jefe puede ser un líder o una lideresa.

El planteamiento de Von Clausewitz es netamente ofensivo, atacar al adversario de un modo rápido y sorprenderlo, obligándolo a dar batalla en condiciones de desventaja y sorpresa −algo que no siempre es fácil− después de “concentrar” fuerzas. A Carl Von Clausewitz se le considera, con propiedad, el fundamento de la doctrina militar alemana del siglo XIX y probablemente del siglo XX.

El Golpe.

Sobre “La Técnica del Golpe de Estado”, debo decir que quien me puso en contacto con este extraordinario y breve texto de Malaparte, fue mi amigo, compañero de colegio y luego mi profesor en la escuela de Estudios Políticos, Aníbal Romero, quien, afortunadamente, se ha mantenido escribiendo.

Yo conocí la edición impresa de esta obra, la de 1974, en la colección de Papeles Políticos de la Distribuidora Baires; pero, años más tarde recorriendo librerías en Madrid, pude conseguir una edición de 1959, en excelente estado, de José Janes, Editor; pero, es ciertamente difícil de encontrar un texto impreso, pero no imposible una edición digital en la era de Internet.

Curzio Malaparte, cuya obra más conocida es La Piel −publicada en 1949 y durante muchos años en la lista de los libros prohibidos por el Vaticano− nos regala este texto en 1928, y su objetivo fundamental era advertir a los gobiernos de occidente acerca de los peligros de la revolución bolchevique; algo que hoy sería un deleite en esta mentalidad que nos rodea, donde cualquier idea de justicia social o progreso, es calificada de comunista, socialista o cuando menos peligrosa. De esa manera empieza su texto, advirtiendo específicamente del peligro de la táctica de Trotsky, más que de la estrategia de Lenin: “Si el estratega de la revolución bolchevique es Lenin, el táctico del golpe de Estado de octubre de 1917 es Trotsky”, pues la táctica de Trotsky es una táctica insurreccional y eso es lo que importa, porque esa “es la técnica del golpe de Estado”; la estrategia −de Lenin− dependía de demasiadas condiciones y circunstancias −nos dice Malaparte− concebía la estrategia como Clausewitz, como una filosofía, más que como un arte o una ciencia, que en opinión de Trotsky en 1917, dependía de demasiadas circunstancias, −de unir revolución a una guerra imperialista, que mantuviera distraídos a los probables enemigos externos de la revolución, la inmensidad de Rusia para sostener una guerra y la existencia de un movimiento revolucionario− mientras que para él solo es necesario “una pequeña tropa, fría, violenta, instruida en la táctica insurreccional… hay que atenerse a la táctica, operar con poca gente en un terreno limitado, concentrar sus esfuerzos sobre los objetivos principales, dar directa y duramente… la insurrección no necesita nada. Se basta a sí misma”

El meollo del texto de Malaparte tiene una base fundamental: los escritos de Lenin y una supuesta e imaginaria conversación, entre Lenin y Trotsky; con base en esos escritos y en esa imaginaria conversación, Malaparte desarrolla su advertencia hacia la táctica de Trotsky. La revolución de octubre triunfa, según Malaparte, gracias a Trotsky quien luego, todavía en vida de Lenin, pero especialmente tras su muerte, se enfrasca en agudas disputas con Stalin, que lo llevarían al exilio y a la muerte, asesinado por un comunista español, al servicio del dictador soviético.

Los invito ahora a adentrarse en este texto magníficamente escrito, pero sin olvidar una de las máximas de Trotsky: “La insurrección −dice− no es un arte, es una máquina. Para ponerla en movimiento hacen falta técnicos, y solo unos técnicos podrían detenerla”  

Conclusión.

Dejo hasta aquí, suficiente por hoy, mis “lecturas políticas”; reanudaré la próxima semana con las enseñanzas que me dejaron El Príncipe de Nicolás Maquiavelo y el Fouché de Stefan Zweig, dos personajes de conocimiento imprescindible para cualquier estudioso o político contemporáneo.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

martes, 10 de septiembre de 2024

¿Qué esperar de la economía venezolana luego del 28J? Por Joshua De Freitas y Luisa Salomón, 10 de septiembre de 2024

¿Qué esperar de la economía venezolana luego del 28J?

 Joshua De Freitas, Luisa Salomón - 10 de septiembre de 2024


Se cumple más de un mes de la elección presidencial del pasado 28 de julio, en un escenario de incertidumbre política, represión y resultados cuestionados dentro y fuera de Venezuela. El Consejo Nacional Electoral (CNE) todavía no ha publicado resultados electorales desagregados por estados, municipios y mesas de votación. Tampoco las actas electorales del proceso, pese a las múltiples solicitudes internacionales. El comando opositor, por su parte, publicó en menos de una semana más del 83% de las actas electorales recabadas en los centros.

Mientras el Poder Electoral proclamó la reelección de Nicolás Maduro, las actas publicadas por la oposición demuestran como ganador al candidato Edmundo González Urrutia. La comunidad internacional —Estados Unidos, Unión Europea, Organización de Estados Americanos, entre otros gobiernos— han pedido que se publiquen las actas electorales y se permita su verificación para comprobar la legitimidad de los resultados. Países como Estados Unidos y Argentina, reconocieron a González Urrutia como ganador de la elección. Los acompañantes electorales, Centro Carter y el Panel de Expertos de la ONU, declararon que la gestión del CNE no cumplió criterios de integridad y el resultado anunciado por el CNE no es reconocido por los principales factores de la comunidad internacional. La situación impacta la economía venezolana, sus posibilidades de recuperación y tiene un efecto en la posible implementación (o no) de sanciones económicas. En medio de estas circunstancias, y tras acusaciones judiciales, se anunció el exilio de González Urrutia en España. 

En Prodavinci consultamos a los economistas Asdrúbal Oliveros, Tamara Herrera, Leonardo Vera, Francisco Monaldi y Giorgio Cunto para explorar el impacto y las implicaciones económicas y petroleras de esta crisis postelectoral para los próximos meses.

Venezuela llegó a la elección presidencial con una economía muy reducida en comparación a la elección presidencial de 2012: en 12 años se redujo un 70%. Explica Asdrúbal Oliveros que la economía venezolana “Ha pasado por una crisis que no tiene precedente en su historia, está superando un ciclo hiperinflacionario, parcialmente dolarizada, con un esquema multimoneda, una población en empobrecida, un Estado desmantelado y graves problemas de servicios públicos, además de estar sancionada y con un sector petrolero que opera muy por debajo de su potencial y está aislado”.

Si se compara con el año pasado, la economía al 28 de julio tiene una mayor “estabilidad cambiaria, pero con una fuerte precariedad en el ingreso de la familia que, por supuesto, tiene serias limitaciones de consumo”, dice Oliveros. 

“Para resumir las dos visiones, tenemos una economía estancada que ha tenido limitaciones para crecer, donde lo poco que ha crecido es insuficiente para dar bienestar a las mayorías del país. Es una economía que yo llamo en ese contexto ‘estabilizada en el foso’”, agrega. 

Asdrúbal Oliveros

En cuanto a la industria petrolera, el 2024 inició una recuperación de producción después de alcanzar sus mínimos niveles en 2020, dice Francisco Monaldi, director del Programa de Energía de América Latina del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice. 

“Producto de la combinación de la pandemia con la política de máxima presión de la administración Trump [en Estados Unidos], básicamente ahí se cerró una cantidad de capacidad de producción petrolera porque no se podía vender. Luego, a medida que subieron los precios del petróleo, que los iraníes ayudaron en el mercado negro en China y que los iraníes proveyeron de diluyentes para el crudo extrapesado, se empezó una recuperación importante que llegó hasta finales del 2021, pero allí se estancó la producción. Con la licencia a Chevron, en 2022 empezó otra vez un crecimiento de la producción. Buena parte del incremento de producción que hemos tenido entre noviembre del año 2022 hasta hoy, más del 80% del aumento de producción, es debido a Chevron. Las cifras de producción actualmente están en alrededor de 870 mil barriles diarios”, explica Monaldi. 

Sin embargo, aunque representan un aumento en los últimos años, las cifras de producción siguen muy por debajo de las registradas en 2012, cuando estaban en alrededor de 2.3 millones de barriles diarios.

Ahora, tras la elección presidencial y sus cuestionados resultados, el país enfrenta un “shock” ante esta situación incierta, explica la economista Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera: “Lo que ha ocurrido tiene secuelas inevitables en materia de confianza y expectativas a futuro, y en esas condiciones los actores económicos son muy conservadores”. Es decir, las empresas y comercios toman decisiones para tratar de protegerse; los consumidores también, evitando gastos y recortando consumo para estar preparados. Esto implica presión en la demanda de divisas que, a su vez, puede causar un aumento del tipo de cambio, como explicaremos más adelante.

Leonardo Vera, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, señala que el escenario actual carece de legitimidad política para enfrentar los desafíos económicos: “Las inversiones internacionales requieren un mínimo de garantías y calidad institucional, y el mensaje que se envía día a día a esas comunidades de inversionistas y actores internacionales es muy negativo y no inspira la menor confianza. Es un mensaje pugnaz, conflictivo, poco veraz y que deja la sensación de que el país carece de instituciones o reglas mínimas y que se maneja caprichosamente”. 

“El reconocimiento y efectivamente la dirección económica del Ejecutivo, producto de esta elección, es un condicionante de cuál puede ser el techo de una economía que necesita crecer. Si tienes el caso de un gobierno no reconocido, el techo es bajísimo”, señala el economista, científico de datos y exprofesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Giorgio Cunto.

“Una continuación del aislamiento internacional y la permanencia de la política económica que ha imperado en el país desde los últimos años o décadas, se traduce en un techo de crecimiento estructuralmente bajo. La economía venezolana difícilmente podrá alcanzar las tasas de crecimiento que necesita y por el tiempo que lo necesita para consolidar una recuperación inclusiva. A efectos ilustrativos, si Venezuela crece por menos de una tasa de 3% anual, le tomaría al menos 44 años volver a la escala o los niveles que tenía en el 2013”, agregó.


El impacto sobre la actividad económica

El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) mide la evolución de la actividad económica a través de un índice desde el año 2018. Este Índice de actividad económica cayó 52,77% entre el cierre de diciembre de 2017 y marzo de 2024. La Encuesta de Expectativas Económicas del OVF en agosto, muestra una expectativa de crecimiento de la actividad económica en 3% a final de año. En julio, la expectativa apuntaba a un crecimiento de 5%.



– Asdrúbal Oliveros: “De acuerdo a nuestras previsiones, obviamente vas a tener unos niveles de desaceleración de crecimiento, que en términos promedio te los pone por debajo de 3% para los próximos cinco años. Es insuficiente para generar una mejora sostenida y de calidad de vida para los venezolanos”.

– Leonardo Vera: “Estancamiento en casi todas las ramas de actividad económica. La excepción podría estar en los nichos vinculados a la economía de la supervivencia, tales como el sector de alimentos, medicinas y servicios de transporte intraurbano. Es muy preocupante el modelo [de desigualdad] centro-periferia, que se ha creado como resultado de la asfixia sobre los gobiernos locales y la descentralización. Las regiones del país fuera de las ciudades principales, sobre todo fuera de la capital, seguirán en un segundo plano”.

– Giorgio Cunto: “Las condiciones materiales en Venezuela no iban a cambiar radicalmente en el corto plazo, independientemente de cuál hubiese sido el resultado electoral, pero como la base de partida de la economía venezolana es tan baja, su tasa de crecimiento potencial es muy sensible. Entonces, un clima de incertidumbre, de conflictividad política, reduce las expectativas de crecimiento, no lo suficiente para arrojar a Venezuela a una recesión, pero sí son menores a las estimaciones que se tenían en un escenario de elecciones más ordenadas con miras a una reinstitucionalización del país y posiblemente cambie una dirección económica”.


El impacto sobre el sector privado

El sector privado enfrenta una alta presión tributaria —la tasa de impuestos efectiva, el impacto sobre los ingresos netos, alcanza más de 60%—, y aumentó con la reciente aprobación de una nueva contribución especial destinada para las pensiones. Esta presión tributaria se suma a un entorno incierto, en el cual es de esperarse una reacción conservadora por parte de los actores económicos.

– Leonardo Vera: “Si el ambiente que se vislumbra hacia el futuro se hace más incierto, las decisiones de inversión en el sector privado se paralizan y los proyectos que vienen en camino se racionalizan. Por otro lado, en un contexto donde no hay aumento de salarios, del poder adquisitivo de los hogares y del consumo, la proyección de ventas de las unidades productivas no puede ser muy buena. Así que vamos a una ralentización de la actividad económica en el sector privado”.

– Asdrúbal Oliveros: “Creo que la actividad privada no va a desaparecer, pero va a estar focalizada en pocos sectores, principalmente ligados al comercio, la importación, servicios de alimentos, salud, tecnología. [Estos] son probablemente los sectores que pueden tener mejor potencial, y no necesariamente desarrollo de otros que pueden generar mayor valor agregado para el crecimiento, [como] construcción, manufactura, minería y la misma actividad petrolera”.

– Tamara Herrera: “En este proceso de decisiones sobre la marcha, muchas empresas pueden elegir aguantarse, esperar a ver qué pasa en enero. Eso ya es una decisión en sí misma. En general, lo que va a predominar es la prudencia, el repliegue de decisiones. Algunos quizás esperarán las elecciones de Norteamérica. En todo caso, la sombra de la desaceleración económica ya está en curso y por ahora nosotros lo barajamos como un ajuste, no como un repliegue, porque todo el mundo está rogando que lo peor que está en su mente no ocurra. Eso es lo que tienen los actores económicos venezolanos, todavía están esperando señales. Ahora, si se diera [el peor escenario], sí estamos hablando de un muy mal 2025”. 

– Giorgio Cunto: “Momentos de incertidumbre e inestabilidad política tienden a propiciar tomas de decisiones mucho más conservadoras por parte de los agentes económicos. En el muy corto plazo, podría observarse una ralentización de la actividad comercial y de servicios, que son los sectores más dinámicos de la economía venezolana, y que quizás no sea compensada con esos repuntes históricos de la época decembrina. En cuanto a los sectores que requieren de inversiones de envergadura más altas para reactivarse, como puede ser la manufactura, la minería, la construcción, el sector petrolero, se quedan esperando. Entonces seguirán mucho más rezagados y, ya más estructuralmente, el sector privado que sobrevive es uno de baja competitividad, que no tiene el músculo financiero como para expandirse y propiciar mayor empleo y mejores sueldos”.


El impacto en el tipo de cambio

El tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) se ha mantenido alrededor de 36 bolívares por dólar desde el inicio de este año. Sin embargo, una creciente demanda de divisas ya muestra un aumento en la brecha entre los tipos de cambio —oficial y paralelo— en el país.


– Tamara Herrera: “Todo bolívar está buscando protección, una actitud que se manifiesta de inmediato en adquisición de divisas. La demanda de divisas ya venía acelerándose, y con este shock seguramente va a alimentar una intensificación mayor, que eleva el gran desafío que tiene la política económica del gobierno, la cual está en su sexto año focalizada en astringencia monetaria y fiscal recesiva para estabilizar el tipo de cambio como única vía para alcanzar el objetivo de estabilización (…) Un país que viene demandando divisas de manera creciente, por razones transaccionales de importaciones y de cobertura, en períodos de alta incertidumbre, por supuesto, se reescala esa distribución en favor del propósito de cobertura”.

– Leonardo Vera: “La estabilidad que hoy presenta el mercado cambiario y el tipo de cambio bolívar-dólar en Venezuela esconde un significativo grado de vulnerabilidad, pues la estructura que sostiene esa estabilidad no es sólida. La oferta de divisas en el mercado oficial depende del flujo de divisas que pueden captar las autoridades, y cualquier interrupción a ese flujo está en capacidad de convertirse en un choque negativo. Por otro lado, mientras no haya un restablecimiento en la confianza y en el poder de compra presente y futuro de la moneda local, cualquier incremento en la liquidez en bolívares se puede transformar en presión sobre la demanda de dólares. A eso hay que añadir que la gente sabe que el dólar oficial está barato —es decir, que nuestra moneda está sobrevaluada— y esa desalineación con una tasa de cambio más equilibrada habrá que corregirla tarde o temprano”.

– Giorgio Cunto: “Esa mayor cautela ante un entorno de incertidumbre, también motiva a una cobertura en divisas, lo cual hace presión sobre el tipo de cambio, que se nota en la tasa paralela, al mismo tiempo que fuerza al Ejecutivo a tener que orientar más recursos para estabilizar la tasa oficial. Ya la existencia de ese diferencial entre tasa oficial y tasa paralela generan distorsiones que le complican aún más la vida al sector privado y la economía en general, especialmente a la hora de renovar inventarios por pérdidas de aquellos que tienen que adquirir o renovar bienes a tasas paralelas pero se ven forzados a venderlos a tasas oficiales. Y también lo más probable es que en un futuro no muy lejano exista una corrección del tipo de cambio oficial para cerrar esa brecha. De lo contrario, la permanencia de esa distorsión genera más problemas a la larga”.



¿Se puede esperar que aumente la inflación?

Después de superar la hiperinflación (2017-2021), el país ha registrado variaciones de precios cada vez menores, aunque siguen siendo más altos que en la mayoría de la región. Esto se debe a una serie de medidas implementadas por las autoridades, incluyendo recortes de gasto público e intervenciones en el mercado cambiario. El mes de julio de 2024, el BCV registró una inflación de 0,7%. 

– Leonardo Vera: “Las presiones sobre el mercado cambiario y sobre los precios estarán a la vuelta de la esquina tan pronto el gobierno decida a encarar los ‘déficit sociales’ que ha venido acumulando. Nos referimos a los salarios, beneficios laborales y otros gastos en la prestación de servicios públicos rezagados. Sin confianza en la moneda, la atención de estos problemas, que implica gasto público, puede generar otro tipo de problema aún más grave que es la espiral cambiaria e inflacionaria”.

– Tamara Herrera: “La transferencia inmediata del aumento del precio del dólar a los productos ha cambiado en los últimos meses, por dos razones fundamentales. Primero, porque la formación de precios tiene un componente importante en el tipo de cambio oficial, al cual legalmente está obligado a hacerse toda forma de facturación. Eso contribuye a que el aumento del tipo de cambio paralelo no se sienta tan rápido sobre los precios. La segunda razón es que en ciertos segmentos de consumo masivo, incluido alimentos, hay una elasticidad-precio muy grande. Es decir, el consumidor sí se retira de donde suben los precios y va hacia donde bajan, y ha habido una competencia muy intensa, e incluso desleal, que ha hecho que se contengan los ajustes [de precios] para defender las cuotas de mercado. Antes, las empresas trasladaban rápidamente todo aumento de costo a los precios. Ahora lo dosifican, sacrifican márgenes, pero eso tiene un límite. Además, la brecha cambiaria, la diferencia entre el precio oficial del dólar y el del mercado, se ha ampliado y eso trae serias distorsiones de precios que empujan la inflación en ambas monedas. Lamentablemente el único factor ralentizador de la inflación es la debilidad de la demanda. Quizás la inflación no se dispare en lo que resta del año, pero con certeza se acelera dejando atrás la aspiración del gobierno de un 30%”.


Tamara Herrera

El impacto sobre los salarios

El salario mínimo venezolano y las pensiones se mantienen en 130 bolívares (equivalentes a unos 3,5 dólares al 22 de agosto de 2024) desde marzo de 2022, que en el caso de la administración pública se complementa con una serie de bonos entregados a discreción por el Sistema Patria.

– Asdrúbal Oliveros: “Difícilmente en una economía con crecimiento tan limitado y focalizado en muy pocos sectores se puedan percibir mejoras sustanciales en los salarios, porque necesitas trabajar en la productividad. Así que, lamentablemente ahí vemos un crecimiento muy, muy lento de los salarios, sobre todo con muchas divergencias entre sectores, [siendo el sector primario el que tiene las peores proyecciones], y entre las regiones, [donde la capital captaría la mayor parte del poco crecimiento]”.

– Leonardo Vera: “En esta situación de crisis política y fiscal será muy difícil salir del congelamiento salarial por un buen tiempo. El gobierno no tiene los recursos para ajustar los salarios en el sector público, tampoco para asumir los beneficios laborales adicionales y las pensiones asociadas a cualquier ajuste salarial. En el sector privado prevalecerá la cautela ante un ambiente en donde las perspectivas de crecimiento en las ventas y en los ingresos desmejora”.


¿Qué podría pasar con la producción petrolera?

La producción petrolera se ha incrementado gradualmente después del otorgamiento de la licencia especial de Estados Unidos que autorizó las operaciones de la petrolera Chevron en el país en 2022.  

– Francisco Monaldi, director del Programa de Energía de América Latina del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice: “Si no se cancela la licencia de Chevron, podríamos seguir viendo un incremento de producción en los próximos año y medio, dos años. Eso puede llegar a un máximo de un millón cien, un millón doscientos mil barriles diarios, y después la producción empezaría a declinar si no hay nuevas licencias. Estoy considerando ya las otras licencias también de Repsol y de Maurel & Prom, que son licencias ya otorgadas. Ahora, si la situación en Venezuela se sigue deteriorando, violencia, etcétera, no es descartable que Estados Unidos modifique la licencia Chevron, por ejemplo. Tampoco es descartable que si gana Trump [las elecciones estadounidenses] se cancele esa licencia. En ese caso, la producción empezaría a declinar un par de meses después de que se cancele la licencia. No es que habría un colapso de producción como en el pasado, pero sí una caída gradual de la producción. Primero se estancaría y después empezaría a declinar. La producción depende mucho específicamente de lo que ocurra con las sanciones, pero en principio esos son para mí los dos escenarios”.

– Leonardo Vera: “Al paso que vamos, nos costará casi 20 años recobrar la producción de crudo que teníamos en el año 2013. Petróleos de Venezuela es una empresa con multitud de problemas gerenciales, económicos y financieros y no tiene los recursos para siquiera mantener la producción actual, por eso requiere más que nunca de sus sociedades. Pero si el sector de los hidrocarburos se inscribe además en un ambiente político incierto, de amenazas de conflicto y de riesgos de incumplimiento de contratos, el modelo Chevron podría incluso no servir a corto plazo. Recordemos que la mayor parte de los socios de Pdvsa que aún quedan están interesados en cobrar sus acreencias. La pregunta de hoy es si están interesados en quedarse una vez que hayan cobrado el último centavo. La empresa rusa Rosneft nos dejó una gran lección: se le concedió el control de la comercialización, cobró con el tiempo sus acreencias y al día siguiente se marchó”.

– Giorgio Cunto: “Asumiendo que no se deteriore de manera acelerada el suministro eléctrico, la producción petrolera no debería sufrir cambios a lo largo de lo que queda de año, con la posibilidad de crecimiento por parte de Chevron y otros internacionales operando bajo licencia. Habiendo dicho eso, volvemos al techo de crecimiento; el entorno general es uno que no propicia mucho la atracción de inversiones de envergadura, que toma tiempo en materializarse, y las operaciones de las internacionales están más enfocadas en mantener operaciones para recuperar deudas, pero no es inverosímil que la producción de Guyana supere la de Venezuela en los próximos años”.


Francisco Monaldi

¿Qué se espera en términos de las sanciones petroleras?

En octubre de 2023, la licencia 44 de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos autorizó operaciones de comercialización petrolera; pero en abril de 2024 se publicó la licencia 44A, que no renovó el alivio de sanciones que se había aprobado seis meses antes.

– Francisco Monaldi: “No se prevé que Estados Unidos cancele la licencia de Chevron. Es importante entender que la Licencia 44, que fue la que suspendió por seis meses las sanciones petroleras a Venezuela, no tuvo un impacto importante en la inversión y tuvo algo, pero poco, en la producción. Donde tuvo impacto fue en que una parte importante de la producción de Pdvsa que se exportaba antes al mercado negro, pasó a mercados formales, y eso significó menos descuentos y mayores ingresos para Pdvsa. Por lo que sí hubo un efecto negativo para Pdvsa una vez que esa licencia no se renovó. No veo un escenario de flexibilización adicional de sanciones a menos que haya un cambio político en Venezuela”.

– Tamara Herrera: “Chevron es un aportante de aproximadamente el 30% de las divisas que corren al mercado formal, provenientes de petróleo y Banco Central. Esas divisas en este momento son equivalentes al 48% de los ingresos petroleros bajo control directo de Pdvsa. En una situación de precios petroleros estables o declinantes, es difícil sostener esa proporción, porque Pdvsa tiene sus propias necesidades para asegurar su sostenibilidad. Esa no es una situación que tú puedes extender indefinidamente, poniendo en peligro la prioridad de la estabilización. Por eso es tan importante que en materia política ocurran señales creíbles de estabilidad en el ámbito nacional e internacional. La comunidad internacional mayoritariamente ha tenido una postura de espera de los resultados, pero si eso no es satisfactorio, Venezuela también corre el riesgo de que se profundice su aislamiento. Lo cual calificaría, a mi juicio, de inútil tragedia”.

– Leonardo Vera: “En el caso venezolano, las sanciones norteamericanas están atadas a la calidad democrática, por grueso que suene el concepto. Así que una percepción de menoscabo a esa “calidad” supondría un camino de regreso a las sanciones. Sin embargo, sobre esa decisión pesa el conjunto de resultados conseguidos hasta ahora por las sanciones, una evaluación sobre la que hay amplio debate. Pesa también el enfoque que habrá de tomar la nueva administración en los EE.UU. sobre el problema venezolano: se especula sobre una profundización de las sanciones personales, pero no de levantamientos de las licencias petroleras otorgadas. Lo cierto es que si no hay entendimiento y una solución a la crisis política, nada en el plano de las sanciones es descartable”.

– Giorgio Cunto: “Esto depende mucho de la postura que se asuma en la Casa Blanca y también quién la ocupe en 2025, pero en el corto plazo no se esperarían nuevas sanciones petroleras. De hecho, la licencia de Chevron se renovó automáticamente el primero de septiembre. Sin embargo, tampoco esperaría un levantamiento generalizado de las otras sanciones como para regresar al esquema que se tenía bajo el Acuerdo de Barbados. Entonces, por un lado, probablemente Chevron y otras empresas internacionales podrán seguir operando como lo llevan haciendo, pero por otro lado, Venezuela se sigue viendo forzada a vender petróleo a descuento por canales muy opacos en un mercado donde no es tan competitivo”.


Leonardo Vera

Sobre la reestructuración de la deuda

Venezuela cumple siete años desde su primer impago de deuda externa. Para 2017 la deuda alcanzaba 184.000 millones de dólares, entre deudas del Estado (bonos, deudas bilaterales con países como Rusia y China, deudas por nacionalizaciones, entre otras), también deudas de Pdvsa y la Electricidad de Caracas. 

– Francisco Monaldi: “No creo que sea posible la reestructuración de la deuda en las actuales circunstancias. Creo que el crecimiento económico va a ser más bajo de lo que se esperaba. Fuera de las inversiones de Chevron, hay muy pocas cosas más importantes que vayan a ocurrir en la economía, dadas las circunstancias políticas. Incluso pudiera esto obviamente llegar a un punto en que afectara también las inversiones de Chevron, pero en principio no se prevé eso”.

– Asdrúbal Oliveros: “Allí el panorama se complica bastante. La verdad es que no veo un escenario positivo de reestructuración en este contexto postelectoral, donde el aislamiento internacional está en un punto de incertidumbre muy alto”.

– Leonardo Vera: “Si vamos a una situación de mayor aislamiento económico y financiero internacional, y si no se restablecen las relaciones ordinarias con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las agencias multilaterales, una posible reestructuración de la deuda se desvanece. Una reestructuración supone, además, compromisos, y el ambiente internacional en este momento no solo puede ser hostil, sino que la confianza de los acreedores y tenedores de bonos seguramente se ha resquebrajado viendo lo que ha pasado en las elecciones. El mercado parece predecirlo, pues el precio de los bonos de la República y de Pdvsa se han desplomado después de las elecciones del 28 de julio”.

– Giorgio Cunto: “Venezuela tiene uno de los peores ratios entre el tamaño de su deuda y el tamaño de su economía o sus exportaciones en el planeta; es decir, es casi imposible que Venezuela pueda pagarla de vuelta. Y esa situación, ya bastante complicada para reestructurar o refinanciar, se vuelve incluso más difícil en un entorno de incertidumbre e inestabilidad política, porque sin reconocimiento o legitimación, le cuesta restablecer sus vínculos con los multilaterales, los cuales podrían asistir con paquetes de asistencia, como el Fondo Monetario Internacional, el cual no ha podido hacer una revisión obligatoria bajo artículo 4 en casi dos décadas. Adicionalmente, si no hay reinstitucionalización, continúan las sanciones financieras que dificultan poder renegociar con acreedores sobre los instrumentos en default que fueron emitidos bajo jurisdicciones estadounidenses. Pero, más allá de eso, en la ausencia de una estrategia o un plan de estabilización y reforma macroeconómica creíble, no hay indicios de que el Estado tenga la capacidad de obtener o generar suficientes recursos para pagar esa deuda de nuevo. Entonces, con tan poca confianza, no solamente no va a poder reestructurar o refinanciar, sino que tampoco podrá atraer inversiones o emitir nueva deuda”.


Giorgio Gunto

¿Cuál es el riesgo si aumenta la migración?

Se estima que hay al menos 7.77 millones de venezolanos fuera del país, alrededor de un tercio de la población, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional de Migración. Más de 6 millones y medio de los migrantes venezolanos se encuentran en América Latina: Colombia (2.8 millones), Perú (1.5 millones) y Brasil (568 mil) son los primeros países destino. 

– Leonardo Vera: “Venezuela es hoy el mayor exportador de capital humano del continente. Si los flujos migratorios no se detienen, seguiremos perdiendo capacidades productivas, y esa capacidad es un ingrediente esencial para crecer económicamente. Lo que los economistas llamamos el Producto Interno Bruto potencial —la capacidad o el espacio que nos da la economía para crecer— depende, entre otras variables, de nuestra fuerza de trabajo técnica y profesional”.

– Asdrúbal Oliveros: “Algunas estimaciones que hemos realizado sobre limitación de crecimiento y profundización de la crisis política hacen pensar que en los próximos 18 meses podemos tener una ola migratoria entre 1 y 1,5 millones de personas. Eso significaría, más allá de los elementos sociológicos y psicológicos de la perspectiva económica, un choque importante en capital humano que impactaría, obviamente, en la previsión de crecimiento. [Esto también] significa menos profesionales y menos mano de obra calificada y disponible, lo que generaría gravísimos problemas para conseguir personal calificado en sectores clave, sobre todo en áreas ligadas a lo que es el propio Estado”.

– Tamara Herrera: “Ese es un tema complejo por la composición de la propia ola migratoria. Hay distintos tipos de pérdida de talento humano que hay en las empresas. Del elemento migratorio, lo más inmediato en términos económicos, es la fuga de talento. Eso afecta la eficacia de las empresas y, por otra parte, la pérdida de mercado, de tamaño de mercado. Dependiendo de cuán intensa sea la ola, habrá pérdida en el tamaño del mercado venezolano. Es como que te compres una sandwichera para sacar ocho sándwiches y en la familia hay dos. Bueno, lo mismo le pasa a las empresas. Tienen máquinas para hacer ocho sándwiches y tienen que producir sólo dos, pero el mantenimiento de la sandwichera es para ocho. Esos son costos importantes.  Ahora, en términos sociales, sociológicos, educativos, es más triste todavía. Puede ser de más largo plazo si no logras realmente convencer a la gente que este es un país que puede reverdecer. Eso es generar confianza. Eso es ofrecer futuro”.

– Giorgio Cunto: “Una nueva oleada migratoria, de la cual probablemente una porción significativa será de naturaleza irregular en el corto plazo tiene el riesgo de agravar la situación humanitaria y de seguridad fronteriza de Venezuela con sus vecinos y potencialmente en el resto de la región, lo cual tiene repercusiones económicas y políticas, no solamente en el hecho de que puede poner más tensas las ya deterioradas relaciones diplomáticas de Venezuela con sus vecinos, sino que también obliga a los países a desplegar recursos para recibir o detener a los migrantes venezolanos. Además de que el tema migratorio es políticamente muy sensible en casi todo el resto del mundo. Ya mirando un poco a mediano-largo plazo, los países que faciliten la regularización de la diáspora venezolana en sus territorios, tienden a ver un beneficio económico. Y en el caso de Venezuela, esto sigue agravando su pérdida de capital humano, reduciendo su potencial económico, a la vez que sigue desbalanceando su pirámide poblacional, con lo que se vuelve, dentro de la población productiva que queda, más difícil mantener a la porción de la población que es muy joven o muy vieja”.


¿Es posible sostener algún tipo de estabilidad económica si se mantiene el escenario actual?

– Asdrúbal Oliveros: “Estabilidad económica puede haber, pero en el foso. Acá se retoma un poco lo que intentaba explicar en las preguntas anteriores: el problema es tener una economía enana, una economía donde poca gente, pocos sectores y pocas regiones se desarrollan. Con una estructura represiva de control social eso se mantiene, pero eso no garantiza crecimiento ni bienestar para las mayorías”.

– Leonardo Vera: “Es posible, pero hay que advertir que todos los equilibrios se ven muy frágiles. La situación fiscal sigue siendo preocupante. Si bien el fenómeno inflacionario se está mitigando, las amenazas de una reversión y una vuelta a la inflación galopante no es descartable. Hay otro tipo de estabilidad económica de la que poco se habla: la situación presupuestaria de los hogares. Hay más de medio país viviendo de las ayudas, pues los ingresos no alcanzan para sustentar los gastos corrientes de las familias. Si la situación se precariza y no se va generando más empleo y, más bien, se van perdiendo puestos de trabajo, vamos a una situación social que solo puede ser contenida con más migración o con medidas contra la libertad de protesta”.

– Giorgio Cunto: “En términos generales, la estabilidad económica es la ausencia de oscilaciones muy bruscas o de altas magnitudes, en cualquier sentido, en las variables de desempeño económico, lo que facilita su tendencia a poder proyectarla. En el caso venezolano, este desempeño se ha estado estabilizando, al menos en comparación con lo que fue la fase más dura de su crisis económica entre el 2017 y la pandemia de covid-19. Pero se da una situación contrastante en la que la vulnerabilidad de su estructura económica hace que en el corto plazo pueda presentar ese tipo de saltos bruscos, ya sean inflacionarios, el tipo de cambio, la producción, debido a la situación política. Pero en el largo plazo es, de hecho, relativamente fácil vislumbrar ese desempeño, y es uno en el que la continuidad de ese aislamiento internacional, junto con la dirección de política económica, hace que sea una nación de muy poca capacidad productiva, baja competitividad y difícil generación de riquezas. Entonces sus arreglos de estabilidad son unos que pueden hacerla un poco más tolerable, pero no próspera”.


https://prodavinci.com/que-esperar-de-la-economia-venezolana-luego-del-28j/