Realizado por: Marianela Escalona Montesinos.
Ponentes:
Arturo Salazar. Activista político y de Derechos Humanos especializado en el área electoral.
Miembro y Coordinador del voluntariado nacional de PROVOTO.
León Hernández. Periodista. Profesor. Autor y Documentalista.
Miembro del Observatorio venezolano de Fake news.
Robinson Rivas. Licenciado en Ciencias de la Computación. Director de la Escuela de Computación de la UCV. Profesor Universitario. Miembro del equipo auditor del Sistema de Totalización del CNE en representación de las Universidades Autónomas.
ARTURO SALAZAR.
Arturo Salazar opina que el gobierno siempre miente, más aún cuando su principal objetivo es la permanencia en el poder a través de la reelección indefinida. También considera que el gobierno "simula" ser democrático porque a su juicio, en Venezuela hay una dictadura electoral que requiere cumplir ciertos requisitos como por ejemplo, tener un sistema electoral que cumpla con los estándares internacionales.
Hay que tener presente que el sistema como tal, está aprobado y puede ser verificado por cualquier observador internacional y funciona para cualquier evento electoral convencional. Sin embargo, a lo externo del sistema electoral ocurren todo tipo de "chantajes" conocidos por todos a través de coacción, dádivas, etc para que su militancia se mantenga como electores cautivos para sus fines.
Por otra parte, existen situaciones que generan matrices de opinión que tienen como fin que los electores se desentiendan y desistan de su derecho a elegir.
Recientemente, la encuestadora Meganálisis señaló aspectos interesantes como lo es el gran rechazo generalizado que tienen las personas hacia los actores políticos, Salazar considera que esta generalización es injusta y que proviene de una matriz de opinión sembrada por el mismo gobierno, principalmente en las Redes Sociales y que hace eco en gran parte de la población venezolana.
En cuanto al sistema electoral venezolano, la mayoría de las personas cree que con el actual gobierno Venezuela no tiene futuro ni esperanza y ante la posible participación del CNE en la venidera elección primaria, muchos rechazan esta posibilidad a pesar de que los venezolanos tienen derecho a valerse de la institución para un mejor funcionamiento de este proceso. Entre las causas que se alegan para justificar este rechazo, se cree que el CNE facilitaría la victoria al candidato que le convenga al gobierno, que el gobierno tendría la lista de los votantes y que el CNE es afín al gobierno y por tanto su actuación genera desconfianza.
Si bien es cierto que al gobierno le conviene cierto nivel de participación en las elecciones para tener legitimidad, también promueve la abstención para ellos poder ganarlas sin mayor dificultad. El gobierno necesita que los venezolanos no voten masivamente y por eso creó la matriz de opinión de que el CNE no va a permitir nunca que el gobierno sea derrotado.
El caso del estado Barinas en las últimas elecciones regionales, desmontó esta percepción y a pesar del ventajismo, las inhabilitaciones y demás atropellos, el pueblo de Barinas votó por un candidato casi desconocido alrededor del cual se conformó una unidad perfecta, obteniendo una victoria aplastante.
Para Arturo Salazar, el gobierno le teme a la Unidad de la oposición y cree que los mitos caen con información y/o con acción.
LEÓN HERNÁNDEZ.
La credibilidad del proceso electoral en Venezuela ha tenido sus altibajos a lo largo de la historia. En el contexto de la situación de los Poderes Públicos, el papel del ente comicial ha sido centro de desinformación, ha pasado por diferentes tipos de contenidos falseados sobre la credibilidad del proceso, falsas encuestas, entre otros aspectos.
La información y el conocimiento liberan al ciudadano y la desinformación, por el contrario, convertida en leyendas urbanas y exacerbaciones de posturas paranoicas, inmovilizan, desarticulan y rompen el tejido social.
De la comprensión del proceso electoral y su funcionamiento, deriva uno de los más importantes derechos democráticos: la escogencia de los gobernantes que solo es posible a partir de ciudadanos con conocimientos de sus derechos entre los cuales está el tener información sobre la oferta electoral y las condiciones garantes del proceso (el secreto del voto, por ejemplo).
Quienes apuestan a la desinformación, a crear bulos o emitir información que genere desconfianza en el voto, juegan con el miedo y hacen vulnerable al poder ciudadano que es fundamental en procesos comiciales.
También es cierto que sobre la cultura del voto secreto pesa en los últimos tiempos la ausencia de campañas informativas por parte del CNE que refuercen esta cualidad, omisión involuntaria o quizá estratégica a juicio de León Hernández. De acuerdo a las normas electorales, el ciudadano sigue teniendo el derecho a que su voto sea secreto y es la norma que genera la confianza en el elector. No tener este derecho sirve a los fines de crear abstención.
La garantía del funcionamiento de los instrumentos de votación es de máxima importancia a la hora de comunicar pues ante presiones, miedos y mentiras disociadas acerca de la confiabilidad de estos principios, el ciudadano actuaría bajo una postura paranoica y desconfiada y se abstendría de votar o, en caso de acudir, podría ceder en su voluntad para satisfacer presiones contraviniendo a su derecho a un voto libre.
León Hernández opina que no brindar información sobre el proceso electoral (candidaturas, horarios, registro electoral, etc) y de las garantías y principios rectores en la materia, aumentaría el poder de la desconfianza, de la circulación de rumores orgánicos y maliciosamente deliberados, conduciendo al ciudadano a la inacción, la abstención y la pérdida de su derecho ciudadano al voto.
Para generar confianza debe circular información sobre la actual composición del CNE y la aplicación de la norma constitucional para suplir la falta de alguno de sus miembros, solo por citar un ejemplo. Debe ser del conocimiento público que el actual CNE está considerado como el más equilibrado de los últimos 20 años según el Informe Final de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea.
La realización de procesos electorales marcan los próximos años por lo que al país no le conviene que se promueva y abone un clima de desinformación basado en la suspicacia. El ciudadano requiere y urge de actores políticos e instituciones que se den a la tarea de informar con transparencia en pro de permitir que el lenguaje conectivo de la norma y de correctas prácticas comiciales se conecten al ciudadano con la confianza en la institución electoral, y por consiguiente, con la posibilidad y la esperanza de contar con elecciones libres, equitativas, plurales y éticas.
ROBINSON RIVAS.
El Profesor Rivas resaltó algunas características del sistema electoral venezolano que tienen, en buena parte, una infraestructura automatizada.
Registro Electoral: una de las funciones claves del Registro Electoral (RE) es garantizar que solo puedan votar quienes tengan derecho al voto para una determinada elección. Actualmente el RE es de aproximadamente 20 millones de electores de los cuales, entre 3 y 4 millones, no han podido actualizar sus datos por cambio de domicilio fuera del país ya que no se han activado los procedimientos para tal fin que se realizaban generalmente en los consulados de Venezuela y otros sitios activados para ello.
Una vez creado el RE es auditado por representantes de los partidos políticos que participen en una elección en particular. En esta auditoría se pueden verificar datos como la huella dactilar que tienen la mayoría de los electores, y que no existan 2 huellas iguales. En términos generales, los inscritos en el RE tienen solamente su juego de huellas. Robinson Rivas acota que deben hacerse las actualizaciones en especial de los venezolanos en el exterior, aunque en las auditorías técnicas hechas en los últimos años no hay evidencia de gran cantidad de multicedulados u otras irregularidades. Tampoco se han detectado movimiento masivo de electores aunque sí han ocurrido movimientos inconsultos de electores de sus Centros de Votación (CV), y en algunos casos a sitios lejanos. Rivas recomienda a todos revisar la página del CNE para verificar sus datos y sitios de votación.
A partir del RE, el CNE distribuye a los electores entre los diferentes Centros de Votación (CV) y con la nueva infraestructura tecnológica se distribuyen aproximadamente 1000 electores por máquina por cada mesa de cada Centro de Votación. Este proceso llamado División Disjunta se realiza mucho antes del evento electoral y es auditado por los técnicos de los partidos políticos garantizando que cada elector está asignado a solo 1 mesa electoral. Una vez publicados los listados se puede verificar cuál CE corresponde a cada elector para que no vote en otro CE.
Las auditorías hechas en presencia de los técnicos de los partidos políticos y de los observadores electorales garantizan de manera estadística que, efectivamente, una persona no puede estar inscrita en más de una mesa electoral. Este proceso corresponde a la segunda etapa de las verificaciones. Se toma una muestra aleatoria de las máquinas y se verifican contra los cuadernos electorales o las listas de electores.
Simultáneamente, se audita la impresión de los cuadernos de votación para que la información corresponda a los datos electrónicos que están en las máquinas de votación, es decir, solo los electores que correspondan a esa máquina y sus respectivas huellas dactilares.
Día de la Elección: una vez auditadas las máquinas, se audita el software y se obtiene una garantía técnica verificada año tras año que garantiza el secreto del voto. La información del votante se almacena en una base de datos distinta a la base de datos de los votos emitidos, sin que haya forma de relacionar ambos datos porque se almacenan de manera aleatoria. La autenticidad del software está verificada por una tecnología que garantizan que los auditores puedan tener confianza al revisarlo. Sin embargo, en cada elección particular se verifican el software y los códigos fuente para que haya garantía de las principales premisas del sistema electoral venezolano: secreto del voto, seguridad de la máquina con toda la tecnología de contraseñas y encriptación que garantizan la inviolabilidad de la máquina, imposibilidad de alterar la base de datos dado el robusto sistema de encriptación que posee la máquina por lo que no es posible modificar los votos almacenados; además, la clave de la máquina la crea ella misma de manera aleatoria y no la conocen ni los técnicos electorales ni el CNE, quedando la información segura, inalterable y secreta.
Al finalizar el proceso de votación es el único momento en el que la máquina se conecta a la internet y transfiere los datos por un canal encriptado y seguro al Centro de Totalización del CNE, pero previamente ha impreso el primer acta de escrutinio electrónica. Durante todo el proceso de votación la máquina no puede conectarse a la internet, el software está garantizado para que solo sea posible la conexión a internet cuando termine el proceso de votación. Además, la máquina está programada para permitir el cierre solamente a partir de las 6pm, cuando el presidente de la mesa indica que terminó el proceso de votación, se cierra la máquina para que no se pueda emitir ningún nuevo voto pues queda sellada electrónicamente. Posteriormente, se imprimen las actas para los testigos y se hace la transmisión al Centro de Totalización.
Para aumentar las garantías, se hace la auditoría de la calidad del sistema de transmisión que tiene 3 capas de seguridad que garantizan que no se pueden alterar los resultados durante este proceso. La clave para encriptar la transmisión solo es conocida por la máquina y por el Centro de Totalización.
Otro procedimiento que se realiza es la auditoría del 54% de las máquinas del CV mediante escrutinio manual de los comprobantes de votación que deben coincidir con los resultados de las actas. Los partidos políticos y los observadores pueden corroborar que la cantidad de data transmitida corresponde a la cantidad de mesas instaladas. Esto desmonta el mito de las "mesas fantasmas" o "centros de votación fantasmas" pues el número de votos debe coincidir con las cifras arrojadas por las actas de votación.
En conclusión, el Profesor Robinson Rivas afirma que el sistema electoral tiene un RE auditado, con seguridad de las huellas, de los votos y transmisión de datos debidamente auditados, con altas medidas de seguridad en todos los casos, desmontando el mito relacionado a electores itinerantes o alteración de los votos en las máquinas o durante la transmisión. No hay evidencia de que esto haya ocurrido en ninguna elección.
La importancia del tema explica la nutrida participación de 443 ciudadanos a través de un chat de WhatsApp, en esta Edición No. 266 del Foro Hatillano.
Enlace para ver la presentación:
https://drive.google.com/drive/folders/1XqLKys7WjS_NjRVQF3cZ8-WBwBemgnRR?usp=sharing
EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES EMITIDAS POR EL PONENTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario