ESTADO DE DERECHO VS LAS COMUNAS.
CRISIS DE GOBERNABILIDAD Y PERSPECTIVAS
Por: Marianela Escalona Montesinos.
Ponente: Fernando M .Fernández. Abogado. Socio
Propietario de FMF Consultores. Monitor de Derechos Humanos. Observados de
Crímenes contra la Paz.
"En el mapa de Venezuela solo falta un
estado: el Estado de Derecho"
Tweet de Soledad Bravo.
Venezuela tiene la más grave crisis de
gobernabilidad desde la época de la Independencia y la Guerra Federal. El país
está sumido en una Emergencia Humanitaria Compleja con efectos tan devastadores
y terribles, como los que hubieran ocurrido después de una guerra, de una
catástrofe natural o las 2 cosas juntas. Lo grave es que nada de esto ha
ocurrido y que todo se debe a la pésima gestión, a la forma en que
deliberadamente se ha conducido y manejado el Estado venezolano y sus recursos,
arruinando el patrimonio público y empobrecido a toda la población venezolana,
salvo pequeñas excepciones.
La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI)
realizada por las universidades más prestigiosas del país y algunas ONG de
manera conjunta, habla de que solo el 4%
de la población venezolana goza de riqueza y el 96% restante vive en
diferentes grados de pobreza.
La Alta Comisionada de los Derechos Humanos
de la ONU, Michelle Bachellet, presentó recientemente un informe ante el
Consejo de Derechos Humanos de la ONU, afirmando de manera diáfana y clara que
más de la tercera parte de los venezolanos padece una crisis alimentaria grave:
no sabe si ese día comerá, o si acaso comerá solo 1 vez, y la dieta que ingiera
será absolutamente deficitaria en términos de los elementos nutricionales y
calóricos que requiere un ser humano para vivir con salud. Esto es
consecuencia, a juicio de Fernández, de la peor forma de gobernar que se ha
elegido en los últimos 20 años.
La gobernabilidad en Venezuela está absolutamente
en crisis al haber impuesto un modelo comunal, el socialismo del siglo XXI, que
son eufemismos para esconder la verdadera intención y raíz ideológica del
mismo: el Comunismo.
Tenemos, sin embargo, una Constitución
democrática, aprobada en 1999 y refrendada por quienes votaron por su
aprobación. Para aquel proceso constituyente, Fernando Fernández cree que no
estaban dadas las condiciones políticas, culturales, históricas ni jurídicas
que justificaran una nueva constitución. A su juicio, era abrir una "Caja
de Pandora" y todavía hoy estamos padeciendo los demonios que se desataron
traducido en la falta de gobernabilidad que nos perjudica tremendamente.
La Constitución del 99 cambió los nombres
de una cantidad de instituciones, inclusive el nombre del país y sin embargo
tiene elementos muy positivos que constituyen parte de los mecanismos de los
que disponemos para la lucha reivindicativa, la rebeldía y la oposición y
también para poder tener un elemento de defensa como lo es el tema de los
Derechos Humanos (DDHH) que está muy bien tratado en la constitución, brindando
así herramientas e instrumentos que permitan gestionar un posible cambio para
restituir la gobernabilidad democrática en nuestro país.
Hay una fachada de DDHH que no se cumplen y
que son violados constantemente aun cuando están consagrados como inviolables,
además de señalar responsabilidades penales a los individuos que violen estos
derechos, y también responsabilidad del Estado cuando sus agentes estatales los
violen. Pese a esto, ha sido contradicha y contrapuesta con la idea del Estado
Comunal principalmente porque la idea de las Comunas no existe dentro de la
denominación legal constitucional del Estado venezolano y además, se ha
impuesto el concepto con un matiz autoritario, centralizado y militarizado ya
que el modelo de las comunas que existe en otros países es totalmente diferente
(es descentralizado, democrático, alternativo y permiten que pervivan las otras
instituciones del Estado enmarcadas en la Constitución).
Mantener las Comunas enfrentadas a las idea
democrática que está en la Constitución, ha creado un Dualismo Estatal: el
"Estado Dual o Anómico" llamado así por Fernández basándose en un
concepto importante creado a principios del siglo XX por el filósofo Carl
Schmitt que luego fue desarrollado por Ernst Fraenkel para demostrar cómo el
Estado nazi fue un Estado Dual porque tenía una Constitución democrática y al
mismo tiempo creó, a partir de una Ley Habilitante y normas
subconstitucionales, una serie de Decretos y órdenes que violentaban
tremendamente la Constitución.
La idea de la fachada proviene de Giovanni
Sartori que explica cómo las Constituciones en regímenes autoritarios sirven
para esconder la realidad interna, encubren y hacen difícil ver la realidad que
ocurre en la institucionalidad y, sobre todo, en la gobernabilidad ya que un
instrumento de los sistemas autoritarios es el terror y el otro es el soborno
mediante dádivas. En Venezuela esto se ha traducido en dádivas a través de las
misiones, por ejemplo, que son pequeñas migajas del presupuesto nacional
entregadas de manera directa a la población más pobre y que, sin embargo, no
han resuelto sus problemas de servicios públicos, alimentación, salud, etc.
Esas dádivas son cuestionadas y son usadas como mecanismos de control social.
El otro método usado por los sistemas
autoritarios presente en nuestro país es el terror, ya que los recursos del
Estado están cada vez más menguados debido a la corrupción, el despilfarro y
los regalos a otros países. Se aplica el terror mediante enfrentamientos
policiales y el uso del aparato judicial contra la población, y en general, un
clima de zozobra e inseguridad frente a cualquier situación.
La Seguridad Jurídica está definida como
la posibilidad de cada ciudadano sepa cuáles son las consecuencias inmediatas
de su conducta; saber qué puede ocurrir al cometer una falta, un delito o algo
prohibido y saber qué puede ocurrir si hay un comportamiento dentro de la
legalidad sin afectar los derechos de los demás. Cuando no hay Estado de
Derecho la gente no sabe a qué atenerse porque rige la arbitrariedad a partir
de la administración del terror o de la dádiva, nunca desde lo legal tal como
lo exige un Estado de Derecho.
Más que la Constitución, en Venezuela se
viene cumpliendo el Plan ideológico plasmado en los Planes de la Patria. Es
sabido que los planes de desarrollo nacional forman parte de los deberes de un
Estado conforme a los períodos constitucionales de gobierno, en un contexto democrático
y republicano, basado en el Estado de Derecho y orientado hacia el desarrollo y
el bienestar de los ciudadanos. Sin embargo, los Planes de la Patria desde el
año 2007, se han orientado a la implementación del Estado Comunal en
confrontación directa, oposición y antagonismo hacia la Constitución de 1999 y
al concepto mismo de Democracia. A través del Plan de la Patria se estatizaron
miles de empresas y ante la posibilidad de ser expropiados en cualquier
momento, muchos decidieron cerrar sus empresas, además de asumir los costos de
la corrupción, la gran carga laboral, la regulación de precios, etc. El sector
agropecuario también fue afectado por estas medidas.
Esta política de estatización y
centralización de la propiedad en manos del Estado y de su dirigencia, es lo
que ha generado esta grave crisis de gobernabilidad que se traduce en una
Emergencia Humanitaria Compleja y al mismo tiempo se destruyó la industria
extractiva, base de nuestra economía.
Para lograr la concentración del poder y la
centralización causante de todas estas desgracias al pueblo venezolano, se
puede hacer una contabilidad básica: 7 Leyes Habilitantes con poderes
ilimitados.
Las Leyes Habilitantes que antes se hacían
casi exclusivamente por razones económicas y financieras, ahora se plantean
para cualquier tema. Así se polarizaron todos los poderes, se dictaron más de
300 Decretos Ejecutivos "con rango, valor y fuerza de Ley", tratando
de poner con esta prosa un concepto medianamente digerible, cuando en realidad
son decretos puros y simples. Se trata de la voluntad señorial de quien detenta
el poder, que ejerce su dominio y hegemonía sin consultar a nadie, sin apelar a
la consulta ciudadana ni a la de expertos, y sin seguir los lineamientos de los
estándares internacionales en materia de gobernabilidad.
Las Comunas tienen un componente ideológico
basado en el "libro rojo" doctrinario del partido de gobierno:
"la base ideológica de esta forma de gobernar está en los escritos de
Marx, Lenin, Engels, Mao y otros más".
Parte del ejercicio de este poder
indiscriminado absolutista y centralista está también basado en los Estados de
Excepción. Vivimos bajo Estados de Excepción permanentes, como si fuera la
regla y no la excepción desde el 2016, al no poder hacer más Leyes Habilitantes
por la nueva configuración de la Asamblea Nacional (2015) bajo control de la
oposición. Se dictan los Estados de Excepción sin acatar ni cumplir con las
formalidades de los artículos 336 al 338 de la Constitución, y desde marzo de
2020, a propósito de la Pandemia, nos rige un Estado de Excepción de Alarma que
se renueva permanentemente sin cumplir con los parámetros, lapsos y principios
que manda la Constitución, que son principios que también están contemplados en
el Pacto de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Americana de
Derechos Humanos que obligan a notificar a la ONU y a la OEA cada vez que se
realice un Estado de Excepción.
Otro aspecto a considerar es el tema de la
Asamblea Constituyente. Más allá de la ilegitimidad de su elección y de la
forma abrupta en que se hizo, su conformación absolutamente controlada por el
poder central, representa otra evidencia más del centralismo y la concentración
de poder. Además, no cumplió con la tarea de crear una nueva Constitución pero
si se dedicaron a hacer leyes, sustituyendo, usurpando y negando las
competencias de la Asamblea Nacional, según los parámetros de la Constitución.
El hecho más reciente es la noticia de que
hay 35 proyectos de ley para este año. Abordarán, por ejemplo, el tema del
Código Penal, con importante impacto social, porque se discutirá el tema de la
"responsabilidad penal de la persona jurídica" (ONG, Asociaciones de
Vecinos, Empresas, etc) para tener un mayor control y con posibilidad de
sanciones penales para organizaciones o personas que las conformen. Todas las
leyes que se aprueben tendrán el sello orientado al fortalecimiento del Estado
Comunal, en antagonismo con la Constitución del 99.
El Estado de Derecho tiene 3 elementos
conceptuales constitutivos:
-REPUBLICA: Es todo lo contrario a la
Autocracia y nace después del derrumbe de los Imperios, Monarquías y Sistemas
Feudales como un concepto apoyado en la división de los Poderes Públicos bajo
la idea de que un poder solo es controlado por otro poder para evitar que se
cumpla el axioma de que todo poder tiende a corromper y todo poder absoluto
corrompe absolutamente. Montesquieu afirmó que hay que dividir los poderes para
que ellos se controlen entre si y se evite la Autocracia (dictadura).
Otro concepto importante relacionado con la
República es la descentralización en todos los ámbitos de la vida territorial
de un país. Las Comunas no caben en este concepto porque responden a un modelo
centralizado.
-DEMOCRACIA: componente fundamental de
un Estado de Derecho, que se basa en 2 grandes ideas:
Pluralismo: que en Venezuela
comenzó el policlasismo con la doctrina Betancourt, aunque el pluralismo no
solo involucra a las clases sociales sino a cualquier elemento social diverso,
distinto o diferente. No se trata de una sociedad homogénea sino plural, que
admita la diversidad en cualquier forma (étnica, religiosa, ideológica, etc).
Alternancia: no puede haber
gobernantes para siempre. La reforma constitucional de 2009 fue un
"veneno" al imponer la idea de la reelección inmediata, que se
convierte en indefinida, y ha contribuido a la crisis de gobernabilidad.
-DERECHOS HUMANOS: Desde 1948, con la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, se concretaron las declaraciones
de principios de la Revolución Americana (1776), la Revolución Francesa (1789)
y la Revolución Venezolana (1811) pasando a tener un "corpus iuris"
con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con diferentes tratados
internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el
Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la
Convención Americana de Derechos Humanos, que son los pilares fundamentales en
los que se apoya la idea del Estado de Derecho, la República y la Democracia.
Todos estos fundamentos están recogidos en
nuestra Constitución.
El modelo comunal se basa en la
centralización absoluta de la vida social. Su estructura básica consiste en un
poder central o Poder Ejecutivo, los Consejos Comunales y una diversidad de
instituciones creadas en distintos ámbitos, ninguna de las cuales tiene rango
constitucional, son opuestas a la Constitución y han colaborado a generar la
crisis de gobernabilidad, además de tener muy pocas posibilidades de
implementación por falta de recursos.
Para finalizar, Fernández propone unas
premisas básicas acerca de qué hacer y por dónde empezar. Lo primero es tomas
conciencia, educar, compartir información, cuestionar, "abrir los
ojos". Luego, accionar desde el conocimiento de esta realidad para generar
una conciencia colectiva acerca de la situación negativa que estamos pasando y
que tiene nombre y apellido y modus operandi. Debemos aprovechar las herramientas
tecnológicas que tenemos a disposición para este fin.
Además tiene que haber la convicción de
que no podemos seguir en un "dualismo de estado", que hay que
desmantelarlo para ir hacia un Estado republicano, democrático, basado en los
DDHH y con una sólida estructura del Estado de Derecho en donde los poderes
estén totalmente diferenciados y con independencia y autonomía y que un poder
controle al otro y éste por los otros para evitar la corrupción.
El país debe ir a una transición hacia la
Democracia; es una demanda de los venezolanos dentro y fuera del país. Todos
los días hay protestas por diversos temas y en todo el territorio nacional. Hay
que crear una estructura y una visión de lo que se llama "Desobediencia
Civil Organizada", que sea prudente, sensata y contundente. Hemos de ser resilientes,
pacientes y resistentes.
Hay que reclamar el vigor de la
Constitución del 99 y de todos los tratados internacionales en DDHH, tratando
de no tomar riesgos y ser prudentes.
La comunidad internacional viene marcando
la pauta y ha hecho énfasis en que el cambio comenzará una vez que se realicen
nuevas elecciones libres, con un CNE independiente que obedezca a estándares
internacionales de transparencia y oportunidades para todos en igualdad de
condiciones y la rehabilitación de todos los actores de oposición. Para este
fin se están implementando medidas diplomáticas conjuntamente con las sanciones
internacionales.
Se debe regresar a la política. Los
partidos tienen que reconstruirse, ampliar su base, democratizarse, mandar un
mensaje esperanzador y convertirse en una alternativa.
No es suficiente hacer críticas; hay que
buscar soluciones, respuestas, propuestas, salidas y encuentros. Se puede
aprender de experiencias similares en otros países. También debemos rescatar
los esquemas básicos que prevalecían en nuestra sociedad: trabajo, creatividad,
esfuerzo, mérito, etc.
La Constitución es nuestra tabla de
salvación a pesar de sus defectos. Hay que luchar por el cumplimiento estricto
de las normas constitucionales en todos los temas de DDHH. La premisa es volver
al Estado Constitucional de Derecho, restablecerlo y exigirlo.
EL
FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR EL
PONENTE.
Con la participación
de 255 ciudadanos.
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