EL IMPACTO DE LA PANDEMIA EN NUESTRA SALUD MENTAL: PRONÒSTICO EN EL TIEMPO
Por:
Marianela Escalona Montesinos.
Ponente: MSc. Franca Trezza. Psicóloga Clínico. Psicoterapeuta. Profesora UCV.
Conferencista. Escritora.
¿Qué
fue lo que sucedió?
El Covid-19 derivó como consecuencia un
impacto físico y emocional muy fuerte en la población en general. Sin previo
aviso ni planificación posible, cambió nuestras vidas, rompió nuestras rutinas
y nadie estaba preparado para lo que nos está tocando vivir: adaptarnos a un
confinamiento que además, se ha hecho
muy largo. Estos
hechos han originado
que un porcentaje de la
población contrajera la
enfermedad, otros fallecieron,
la mayoría quedamos confinados
en nuestras casas, pasando mucho más
tiempo con la pareja y los hijos en 4 paredes
(24 horas, 7 días a la semana),
comenzaron las clases " en línea"
para los menores
con las respectivas tareas con
tiempo de entrega, fallas de internet,
y los adultos el teletrabajo o
trabajo fuera teniendo que dejar
a los hijos en casa. Toda esta
situación derivó en consecuencias.
Consecuencias.
Las personas han presentado fallas en los
mecanismos de afrontamiento al tener más incertidumbre, mayor estrés,
depresión, miedo, dolores musculares, conflictos de pareja (algunas han
considerado divorciarse), aumento de peleas con los hijos o entre ellos,
sobrecarga de trabajo, entre otros. Aunado a estos factores, el venezolano
tiene elementos externos adicionales que también estresan como la falta de
gasolina, transporte público ineficiente, mala calidad en los servicios
públicos en general y alto costo de la vida, por mencionar algunos.
Este escenario tiene un impacto
psicoemocional y, desde mediados de marzo, muchas personas en nuestro país han
presentado diversos síntomas como dolor de cabeza, dermatitis, trastornos del
sueño, trastornos digestivos, dolores de espalda y rodilla, ardor en los ojos,
angustia y depresión.
En el marco del Día Mundial de la Salud
Mental celebrado el pasado 10 de octubre, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) escogió como tema central el Covid-19 y sus consecuencias emocionales en
la población en general, haciendo un llamado a todos los países a invertir más
recursos en la salud mental porque las consecuencias que se avecinan son
enormes, y así poder remediar la histórica desatención del tema de la Salud
Mental.
Según la OMS se puede generar más ansiedad
colectiva si no se realiza desde ahora una labor preventiva, porque la huella
psicológica y social será profunda y aun
más para quienes sufrimos el confinamiento en las condiciones particulares de
Venezuela. Algunas estadísticas emanadas de la OMS indican que:
-Cerca
de mil millones de personas en el mundo tienen un trastorno mental.
-1
persona se suicida cada 40 segundos.
-3
millones de personas mueren cada año debido al consumo nocivo de alcohol.
-En
promedio, los países gastan menos del 2% de sus presupuestos sanitarios
nacionales en Salud Mental.
Sentirse agobiado, clínicamente ansioso, con
menos deseos de realizar actividades, bajo ánimo, duelo por pérdida, estrés
agudo por el alto costo de la vida,, desempleo, bajos ingresos, cierre de
negocios, falta de gasolina, deficientes servicios públicos y un largo
etcétera, están impactando negativamente en la salud de las familias.
Seguir las medidas de bioseguridad, crear
rutinas en el hogar, tener una buena alimentación, ayudan a contrarrestar el
confinamiento. Cuando sentimos que controlamos "el afuera" nuestra
vida tiene un poco más de orden.
Franca Trezza reflexiona acerca de si están
dadas las condiciones para la actividad laboral, si los venezolanos estamos
preparados para manejar los cambios que se nos avecinan y cuál es la condición psicoemocional ante la nueva adaptación.
Los posibles escenarios para nosotros son:
más ansiedad laboral y Síndrome de La Cabaña que se refiere a una condición
mental nueva en la que la persona no desea salir de su casa, tiene más miedo de
enfrentar los retos y desafíos como consecuencia del largo tiempo de
confinamiento en la casa.
Ante un impacto, incertidumbre o miedo ¿Qué
hace el organismo? Pues responde con ansiedad. Existe un tipo de ansiedad
saludable y normal, que es la sensación de aprensión acompañada de síntomas
psicofisiológicos como taquicardia, sudoración, etc. Es una ansiedad sana
porque alerta ante las amenazas o peligros y prepara el cuerpo para la acción,
ayudándolo a responder ante una crisis. Cuando se sobrepasa este tipo de ansiedad,
cuando los mecanismos de afrontamiento se quiebran internamente, evidentemente
comenzamos a sentir otro tipo de ansiedad llamada "Ansiedad
Excesiva", donde los sentimientos de ansiedad son extremos, muy intensos,
no proporcionales al peligro real, interfiriendo con el trabajo, el placer, las
relaciones y socava la resolución efectiva de nuestros problemas y sus
soluciones.
Entre los síntomas físicos de la Ansiedad
Excesiva se encuentran: dificultad para respirar, taquicardia, sudoración, temblores,
indigestión, visión borrosa, diarrea o vómito y aumento de la presión arterial
sin una causa que lo justifique. En lo psíquico, se manifiesta cansancio,
irritabilidad, cambio de humor, falta de concentración, trastornos del sueño y
trastornos sexuales.
Si esta Ansiedad Excesiva no es canalizada y
atendida a tiempo podría derivar como consecuencia en una Ansiedad Patológica
que puede presentar varios cuadros clínicos:
-Trastorno de Pánico: que se caracteriza por
una sensación de terror súbito e inexplicable, por lo general es de corta
duración, la persona tiene la sensación de que va a morir o enloquecer. Esta
situación se presenta con cierta frecuencia por lo que la persona deja de hacer
cosas y no quiere estar solo.
-Trastorno Obsesivo-Compulsivo: la persona
tiene pensamientos irracionales y recurrentes, con ansiedad persecutoria y de
daño, comenzando a tener compulsiones o rituales con recurrencia y tienen mucho
malestar significativo, todo lo cual afecta su vida.
-Trastorno por estrés post-traumático: se
experimenta después de un trauma físico o emocional severo generando respuestas
de temor, desesperanza, la persona evade lugares, tiene pesadillas,
irritabilidad, hipervigilancia y flashback de los hechos pasados.
La OMS está alertando para que se atienda la
ansiedad de forma que no llegue a niveles de Ansiedad Cronificada o Patológica.
Otro cuadro clínico importante de
abordar es el Duelo, que es una respuesta psicológica, un sentimiento, un
pensamiento que presenta cualquier persona ante una pérdida de un ser querido,
una relación de pareja, un empleo, etc. Es un proceso de adaptación emocional
que en estos momentos mucha gente ha vivido por las distintas pérdidas. Los
venezolanos somos una población que está de duelo.
Si el duelo no se trabaja ni se atiende puede
convertirse en depresión, que es un trastorno mental caracterizado por una
profunda tristeza, decaimiento anímico, muy baja autoestima, pérdida de interés
y disminución de las funciones.
La diferencia entre el duelo y la depresión es
que el primero tiene una causa que lo justifica, la persona experimenta una
pérdida real; en la depresión no. La persona se siente decaída y triste pero no
sabe por qué. Es una situación que requiere ayuda profesional.
Todas
las personas estamos ubicadas en una de 3 zonas:
-Miedo: se manifiesta como queja,
irritabilidad, hiperoralidad (comer mucho), pesimismo e incertidumbre.
-Aprendizaje: se comienza a soltar la
situación externa, se come con más responsabilidad y hay mayor conciencia de la
situación y mayor autocontrol; identificamos cuáles son nuestras emociones,
hacemos ejercicio y comenzamos a desconectarnos del afuera para trabajar lo
interno.
-Crecimiento: nos planteamos otro nivel de
conciencia, nos preguntamos por qué está ocurriendo esta situación, cuáles son
mis talentos y cómo puedo ponerlos al servicio de la comunidad, vivimos en el
presente, somos más empáticos con el entorno, nos sentimos más alegres o
esperanzados, nos adaptamos con mayor fluidez a los cambios y tenemos más
paciencia y sosiego.
Ubicarnos en alguna de estas zonas nos
permitirá continuar el trabajo interno que marcará la diferencia en este
momento, nos mejorará como personas para tener un proyecto de vida superior.
Niños,
niñas y adolescentes.
Los
escolares están evidenciando mayor dispersión, desmotivación, ataques de
pánico, trastornos en el sueño, hasta el punto en que muchos niños han vuelto a
dormir con sus padres. Están más irritables, con poca disposición a cumplir con
sus tareas y obligaciones escolares y en el hogar.
El
caso de los adolescentes es diferente; se están aislando más, tienen pocos
deseos de salir de su habitación y compartir con la familia (la gran queja de
los padres), están más irritables o muy silenciosos, con la mirada perdida y
desmotivados. Esto se está combinando con el duelo por no poder compartir con
sus amigos, perdiendo espacio y tiempo de vida que ya no volverá. Si la
tristeza y el duelo se quedan en ellos deben ser atendidos para que la
situación no se convierta en estados de ánimo mucho más complejos a futuro.
Es
importante en estos momentos trabajar con los hijos la Resiliencia y enseñarles
los valores de autocuidado, manejo del miedo, expresar sus emociones y el
sentido de la vida. Hablar con ellos de cómo enfrentar los retos y los desafíos
enfocándonos más en sus sentimientos que en lo académico. Que puedan expresar
su opinión acerca de lo que ocurre y que participe en la búsqueda de
soluciones.
Los
niños y adolescentes al ver a unos papás unidos que comparten y dan contención,
se sentirán mucho más tranquilos y seguros
A
la luz de lo anteriormente expuesto, Trezza ofrece algunas sugerencias para
mitigar el impacto del Covid_19 en nuestra salud mental:
-No
auto medicarse.
-No
utilizar drogas ni alcohol.
-Hablar
acerca de cómo se siente emocionalmente.
-No
quejarse.
-Establecer
un horario flexible que permita trabajar, descansar, ejercitarse y tener tiempo
de ocio.
-Medir
el tiempo frente a la pantalla. Desconectarse.
-Priorizar
las tareas.
-Respetar
los horarios de comida.
-Fijar
una agenda semanal.
-Tener
espacios de soledad con la pareja.
-Aprovechar
las mañanas, cuando los hijos están en clase, para adelantar el trabajo.
-Analizar
los niveles de energía (mayor rendimiento en la mañana, tarde o noche) para
realizar las actividades.
-Tratar
de controlar los pensamientos catastróficos.
-Meditar,
escuchar música, cantar, hacer ejercicio, orar, hacer jardinería. Todo lo que
calme ayuda a mantener una estructura.
-Entrenar
al cerebro con pensamientos positivos para generar endorfinas y estar sanos
física y mentalmente.
-Si
identifica reacciones como miedo, aburrimiento, soledad, ansiedad, rabia, etc
que podrían evolucionar hacia un
trastorno depresivo, psicótico, ataque de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo
o ideas suicidas, es importante buscar ayuda profesional urgente con psicólogos
y psiquiatras.
Franca
Trezza afirma que vamos caminando hacia una nueva normalidad con más ansiedad
colectiva y más depresión por lo que prevenir es lo que urge en estos momentos.
Está
en nuestras manos apoyar a nuestras familias, brindar herramientas a nuestros
hijos, mantenernos en equilibrio, buscar redes de apoyo. Es un momento de
aprendizaje, para fortalecernos como familia y como comunidad.
La
importancia del tema y la experticia de la MSc. Franca Trezza explican la
nutrida participación de ciudadanos a través de dos chats simultáneos de
Whatsapp, para un total de 377 asistentes en esta Edición No. 178 del Foro
Hatillano.
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