Guerra o Paz. Siria o Guatemala. El 10 de enero 2025, no es el fin de Venezuela.
Caracas 15/12/24.- Los procesos políticos son eventos complejos, sometidos a una diversidad de variables económicas, sociales, históricas, personales (objetivos y subjetivos) que, imposibilitan análisis y respuestas dogmáticas, simples, en tanto están circunscritos a determinadas y especificas realidades, singularidades, cisnes negros, por lo cual, a pesar de existir algunas características, variables previsibles, hay un denso escenario en ellos, cubierto de materia oscura, sabemos que existe por sus derivaciones fácticas, pero no podemos, aún, certificar su existencia, lo cual no permite formular recetas infalibles, certeras y se prestan por ende (los procesos políticos) a la especulación infinita.
Para el 68 % de los electores que votaron el 28 de julio 2024, por Edmundo González qué ven en las actas difundidas y publicadas en la web, con la comprobación efectiva (verificación de las actas del 30% de los centros de votación) que, efectivamente en dichos resultados esta expresada la voluntad de la mayoría los electores venezolanos y que, pudieron dar fe, en su centro de votación, realizada la auditoría electoral que, efectivamente eso fue exactamente lo que ocurrió.
Pero, para la “mayoría oficialista” que controlan, dominan la mayoría de las gobernaciones, alcaldías, escaños de la asamblea nacional y tienen el dominio absoluto de la institucionalidad gubernamental (poder judicial, poder electoral, poder ciudadano (fiscalia general, defensoría del pueblo), una corte de (enchufados) empresarios que dependen casi exclusivamente de los recursos del estado (Rentismo) y obviamente el estamento policial, militar, de seguridad, prisiones, además de la totalidad de los ministerios e institutos “autónomos” del estado, Pdvsa y el BCV, (todo el poder de fuego (las armas) y el manejo discrecional de los recursos). Esto no fue lo que ocurrió, Su versión es está “Ganó Maduro, aunque los resultados evidencien lo contrario” y a pesar que hasta la fecha no han podido demostrar, mostrar fehaciente dichos cómputos, lo cierto es que los órganos auxiliares del Psuv: CNE, TSJ avalaron dichos anuncios (fraudulentos) y los mismos fueron refrendados por el poder militar (FF. AA)
Puede argumentarse que por razones sobrevenidas justificadas (la no participación, la abstención, la ausencia de garantías electorales…), posibilitaron el dominio artificial del estamento político venezolano, recordemos que, en las elecciones parlamentarias del año 2015, la oposición democrática obtuvo las tres cuartas partes (el 75%) de los diputados de la asamblea nacional, lo cual le otorgaba una mayoría decisiva. Y aunque sus propios aliados (Chile, Colombia, Brasil, tímidamente México), exigieron la presentación de las actas (resultados confiables), la diatriba, lo cual era y es el objetivo de los factores dominantes en el “Gobierno Nacional”, entro en el terreno cenagoso de los conflictos geopolíticos y eso paso por la mano oscura del imperialismo.
De un lado el mundo occidental, democrático: EEUU, Unión Europea, Israel, OEA, ONU, CPI… y del otro los sistemas autoritarios y teocráticos: China, Rusia, Irán, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte… en función de, apoyando las estrategias del Psuv, en el terreno de la duda política razonable: (Hackeo, guerra cibernética, saboteo informático, las sanciones, una larga sarta de argumentos manidos, de manipulación perenne, de muchos recursos y Bla. Bla…) que, pretenden (de acuerdo a su amplio aparato comunicacional) suscitar dudas, desconfiar de lo evidente que, ganó Edmundo González el 28 de Julio 2024.
Guatemala: Bernardo Arévalo, hijo de un expresidente guatemalteco (Juan José Arévalo Bermejo), nacido en Uruguay, diplomático, filosofo, fundador del movimiento semilla, de orientación socialdemócrata y progresista, resulta electo en agosto del año 2023 presidente, para sorpresa de propios y extraños (en Guatemala existe segunda vuelta (Balotaje)), por supuesto, los factores tradicionales y dominantes de la política en Guatemala, se opusieron, negaron dichos resultados y luego de un complejo forcejeo, la presencia de numerosos expresidentes, de la representación diplomática de la OEA y los EEUU, movilización de calle, el 15 de enero 2023, en horas de la madrugada, la cámara de representantes de mayoría oficialista, luego de fuertes y complejas negociaciones, aceptan a regañadientes su nombramiento como presidente de Guatemala.
El régimen Sirio de Bashar al - Assad, terminó derrumbándose como un castillo de naipes, para sorpresa de propios y extraños, evidenciando que a pesar del apoyo internacional de Rusia, Irán, las facciones anti-Israel tenía los pies de barro, luego de aterradores y terribles 50 años de gobierno (26 de su padre y 24 de él), termino huyendo y refugiándose con Putin, en su imperial Rusia, el otora poderoso Aliado de Nicolas Maduro, representante del Partido Socialista Árabe, médico (oftalmólogo) formado en Londres devino en un cruenta dictadura, donde el culto a la personalidad, la corrupción y la fuerte represión fueron su impronta.
Siria: Un convulso y dividido país, comparte fronteras con Turquía, Irak, Israel, Jordania, el Líbano y el mar mediterráneo, con una posición estratégica importante entre el oriente medio y Europa, con alto potencial gasífero y petrolero, alta emigración, emergencia humanitaria y una prolongada guerra civil, país sancionado y conflictivo, cae estrepitosamente luego de una ofensiva relámpago de quince días que dejo perplejos a los “eficientes” equipos de seguridad rusos, Iranies y venezolanos.
El gobierno de Nicolas Maduro anuncia guerra e implementa censura, una fuerte represión policial, pero en Venezuela no se observan los enfrentamientos y actos terroristas que el aparato oficial proclama, no existe, afortunadamente, una cruenta guerra civil, contingentes armados de ambos lados (caso Siria), claro existe un escenario caótico, más de mil días sin aumentos de sueldo, la amenaza latente de un devaluación, un país en recesión, pobreza, default, millones de emigrados, con un escenario similar al de Guatemala, con las variantes del caso, donde el presidente electo (Edmundo González, los factores que lo acompañan y los sectores internacionales que lo respaldan, impulsan que los factores de la casta dominante en Venezuela que, dominan la Asamblea Nacional, donde debe juramentarse el nuevo presidente de Venezuela el 10 de enero de 2025, accedan al reconocimiento de los resultados electorales del 28 de Julio 2024.
De no ocurrir, de perpetuarse el fraude, implicará la derogación de los principios y espíritu de la constitución nacional aprobada en el año 1999, el desconocimiento de un fundamento básico en los procesos electorales en el continente, el que obtenga la mayoría electoral asume el gobierno y el que pierde el apoyo popular pasa a la oposición, entrega el poder, reconoce al ganador y será entonces otra la historia. Venezuela dejará de ser una “democracia formal”, para pasar a ser una dictadura de facto, sí las pretensiones de Nicolas Maduro se hacen realidad, elecciones de 2do, tercer y cuarto grado con el “Estado Comunal”.
Para el 28 de Julio 2024, 3l gobierno puso la vara alta, muy alta, hizo lo posible y lo imposible para desestimular la participación y el voto, impidió que la gran masa de emigrados pudiese sufragar, permitió, autorizó, él que según ellos era el candidato con menos posibilidades de derrotarlos y a pesar de los informes de la inteligencia cubana, rusa, iraní, venezolana, el control mediático, los opinadores de oficio, la represión y la persecución, las encuestas oficiales, ocurrió el salto de récord mundial, la gente voto y Maduro Perdió.
Para el 10 de enero 2025, la casta gobernante, la cúpula dominante ha puesto condiciones aún más difíciles, amenaza con baños de sangre y violencia extrema, se niega a todo tipo de acuerdo y negociaciones, pero, como suele pasar con los castillos de naipes, los gigantes con pies de barro, lo que parece imposible a veces ocurre y los fuertes vientos de libertas los hacen caer.
Donald Trump asume 10 días después (el 20 de enero 2025), dijo que Siria no era su problema, tampoco Ucrania, esperemos que se ocupe de Venezuela. Amanecerá y veremos.
No será el Fin, Pero tal vez sí sea, la triste muerte de la “Constitución Democrática del año 1999”.
Angel Cacique
Email: caciquecatia@gmail.com