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domingo, 28 de agosto de 2022

Desesperanza. Ismael Pérez Vigil. Politólogo.



Desesperanza

 

La desesperanza ronda por el país, según algunos; en foros, artículos de prensa y encuentros entre ciudadanos; ronda como mal, como política, como motivo de preocupación de analistas diversos y de la propia población. Imposible, entonces, no sucumbir a la necesidad de tratar el tema, pero al menos no caeré en la tentación de comentarlo como un tratado psicológico, baste con verlo en su connotación política.

 En algunas ocasiones la palabra aparece sola −o alguno de sus seudónimos, como indefensión−, sin mayores calificativos, pero otras veces se escucha tras de ella el vocablo: “inducida” o “aprendida”, para crear así una frase terrible, que muchos asimilan a la acción del gobierno, a la estrategia que desarrolla el gobierno bien tejida –en un “juego crónico … de sembrar desesperanza”, como viene diciendo Ángel Oropeza hace varios meses y reitera la semana pasada en: Aprendiendo cómo se derrota al gobierno, (El nacional, agosto 18, 2022); y se asimila a la reacción pasiva o autodestructiva, del pueblo, de la oposición, frente a esa acción del gobierno.

 Algunos simplemente la dan por sentado, como si se tratara de una condición del “alma venezolana”, del “modo” de ser venezolano, o instalada como una fatalidad que solo desaparecerá cuando desparezca el régimen, todo él, por arte de magia, por “arte de un birlibirloque”, pues por lo general −salvo afirmar la enfermedad− los que así piensan, nada proponen para aliviarla.

 El gobierno, permanentemente, ha desarrollado una estrategia de intimidación, para eternizarse en el poder; el mensaje es: “nada vayas a hacer, porque es inútil, somos demasiado poderosos… y si haces algo, sufrirás consecuencias: violencia, persecución, cárcel, exilio… o muerte”; y sobran los ejemplos para demostrar que eso es así. Al igual que la intimidación, la de exacerbar la “desesperanza” es también una deliberada estrategia del gobierno. El mensaje, al final, siempre es el mismo: “no vale la pena hacer nada… no se puede contra el régimen… vinieron a quedarse para siempre… no perdamos el tiempo”.

 Fue así desde el principio del régimen −desde los albores del siglo XXI, con los prolegómenos de la “Lista Tascón”−, cuando Hugo Chávez Frías arremetía fieramente contra los procesos electorales y desprestigiaba el voto: “Nosotros sabemos cómo votas… no importa por quien votes, de todas maneras, nosotros vamos a ganar…Además, todos los políticos opositores son unos corruptos y sus partidos también”. De allí pasaron a organizar elecciones fraudulentas, abusando del poder, utilizando los recursos del Estado, cambiando circuitos electorales, modificando fechas de elecciones, inhabilitando candidatos y partidos, alterando el registro electoral, impidiendo el voto a los venezolanos en el exterior, desconociendo resultados. Al gobierno, que controla con mano de hierro a un porcentaje de los votantes, hoy no menor al 15%, que cuenta con recursos para movilizarlos y desarrollar el clientelismo, siempre le ha convenido que la oposición se abstenga. Todo abona contra el voto y a favor de la “desesperanza”.

 Pero ahora, tras la pandemia, todos estamos más familiarizados con los virus y entonces podemos decir que la propagación de la “desesperanza” por el gobierno es como la propagación de un virus, que va cambiando, mutando, que se hace resistente. Aparecen nuevas modalidades, sin haber desaparecido las anteriores; así hoy estamos bajo los ataques y efectos de una nueva “cepa”, la cepa del “país que se arregló… del país que está cambiando…” y nos alientan a “estar atentos a los cambios que lleva adelante el gobierno…”; en efecto hay cambios y todo nos lo presentan como novedades y avances: unos bodegones por aquí, unos edificios lujosos por allá, costosos espectáculos públicos, dólares circulando, estanterías más llenas de productos, cambios en legislación, más tráfico en las vías, más gente en la calle, restaurantes y en los automercados, algunos de los migrantes que regresan y −ante una economía prácticamente muerta− hay un pequeño crecimiento que se ventila a los cuatro vientos. Cómo no alegrarse de cualquier pequeña mejoría, como no celebrarla, hay que hacerlo, todo lo que mejore alguna condición de vida de los venezolanos, pero denunciando que no es suficiente que unos pocos, muy pocos, tengan acceso a ella, la situación del país sigue más o menos igual para el 80% o más de los venezolanos y no me perderé en describir que persisten los males que todos conocemos. Lo que queremos es que todos los venezolanos tengan la oportunidad de mejorar y eso solo es posible con un cambio político a fondo, con un cambio de sistema, saliendo de este régimen de oprobio. Si no es así, si eso no ocurre, abonamos a su estrategia, al mensaje que apunta al mismo resultado final, solo que ahora es más sutil, más sofisticado −en el original sentido de la palabra−, falso; el mensaje ha variado muy poco: “para que hacer nada, es inútil… además, el país ya está cambiando… hay que adaptarse al cambio”

 A éste se nos suma otro mal y es que −con las consecuencias de la pandemia que no cede, la guerra en Ucrania, una posible recesión mundial, las amenazas de China a Taiwán, el tormento ambiental y del clima que siguen, y muchas preocupaciones más−, al mundo parece que tampoco le importa ya tanto la tragedia venezolana, al menos no como hace dos o tres años; los países nos dicen: tenemos otros problemas graves que atender.

 En el pasado los mensajes mudaban, pero en esencia eran: “Fíjate como cambiamos las fechas de votación, las condiciones y los circuitos”, “Y cuando no ganamos, como en el Edo, Bolívar en 2017, cambiamos los resultados”, “Recuerda la AN de 2015, si perdemos, la anulamos”, “A los diputados, les allanamos su inmunidad”, “A los opositores, personas o partidos, los inhabilitamos, como a la MUD, o se los entregamos a opositores dóciles”, “A quien se nos oponga irreductiblemente, lo metemos preso o lo forzamos al exilio”. Esos mensajes junto con la persecución a periodistas, líderes estudiantiles y políticos opositores, dieron su resultado: temor y contribuyeron a lo que llamamos “desesperanza”. La del país que se “arregló”, un tanto más sutil, es la nueva forma de inducir “desesperanza”, que viene a hacer compañía a las anteriores, cuyos mensajes no desaparecen, se complementan con los del “arreglo” del país.

 Pero hay una cara más de la moneda, en la que no voy a abundar, apenas una referencia, y es que la “desesperanza” no solo se estimula desde el gobierno; un importante sector de la sociedad civil y algunos partidos lo hacen desde la oposición, con posiciones como, por ejemplo: “Para qué votar, si van a hacer trampa y siempre van a ganar ellos... y para qué negociar nada, además, no se negocia con bandidos…” A la abstención de los indiferentes, que son legión desde 1998, sobrepasando el 30%, se le suma la de los abstencionistas ocasionales o estacionales, que salvo dejar de votar, no hacen nada, no emprenden ninguna acción, excepto insultar y recriminar a quienes votan o hablan de negociación, lanzando mensajes, algunos de estos voceros, estimulando supuestas invasiones, a las que nadie está dispuesto −ahora menos que nunca− o alentando rebeliones, estimuladas desde la seguridad que da estar a miles de kilómetros del país, que cuando se dan, parcialmente, son crudamente reprimidas.

 No vale la pena comentar más al respecto o darles palestra a ideas que no lo merecen. Muy bien lo explica el ya citado Ángel Oropeza, cuando en otro artículo nos habló y describió a: “la generación tóxica de desesperanza que desde el gobierno y de otros sectores se siembra todos los días entre los venezolanos” (De vuelta a los principios, El Nacional, abril 28, 2022) Dejemos para otra ocasión como combatir la “desesperanza”, baste hoy con denunciarla, para estar conscientes de ella y no seguir estimulándola.

 

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/


lunes, 22 de agosto de 2022

ASOSABER. Cine Foro. Los Mejores Enemigos. 20 DE Agosto de 2022. Catia



 Este sábado 20/08 tuvimos nuestro acostumbrado Cine Foro comunitario en Los Descamisados. La película que proyectamos titulada "Los Mejores Enemigos", nos llevó a conocer la lucha que libraba Ann Atwater en Durham, Carolina del Norte en los Estados Unidos, por los derechos de sus ciudadanos en donde la violencia muchas veces estuvo presente.

 Ella se nos presenta como una mujer que a lo largo de de su carrera como activista de los DDHH ayudó a mejorar la calidad de vida de la comunidad negra en Durham a través de programas de ayuda social dentro de la que podemos mencionar la "Operation Breakthrough" que busca brindar un entorno seguro, amoroso y educativo para los niños en situación de pobreza y también buscar empoderar a sus familias a través de la promoción, la ayuda de emergencia y la educación.

 CP Ellis por el contrario, fué un activista segregacionista de esa misma comunidad de Durham, miembro del Ku Klux Klam dónde obstentaba un liderazgo y una posición importante. Conoce a Anna en 1971, en un foro sobre la segregación y la violencia escolar dónde cada uno defendía sus posiciones antagonistas.

  Quiso el destino y las circunstancias que Ellis se identificará con ella y los derechos que eran violentados y entablan una profunda amistad que lo condujo a retractarse de sus ideas segregacionistas y trabajar junto con ella por más de 30 años. Ambos participaron desde entonces en muchos actos públicos para luchar juntos contra la segregacion.

 Sin duda una excelente película con un gran mensaje que nos sirvió para analizar y reflexionar sobre un tema que a pesar de los años, mantiene a pueblos separados y en donde la violencia también juega un papel importante, nos sirvió también para reconocer y destacar el trabajo y la constancia de muchas personas en pro de sus semejantes, un trabajo constante, consecuente y que ayuda sin discriminar. De igual manera, creemos un deber destacar el trabajo de la mujer organizada y comprometida por el bien común, su papel en estás muchas es de singular importancia, a ellas les decimos, que estén atentas y preparadas, asi como también, organizadas para alcanzar los cambios en el entorno, insistiendo, persistiendo y nunca desistiendo.

Con la participación de quince personas de la comunidad.


Foro Hatillano #245.La Oscilante (In)Capacidad de La Oposición Venezolana en la Disputa por El Poder Subnacional.Foro Chat Whatsapp.Jueves 18 de Agosto de 2022

 

La Oscilante (In)Capacidad de La Oposición Venezolana en la disputa por El Poder Subnacional

Por Marianela Escalona Montesinos


Ponente: Juan Manuel Trak. Sociólogo (UCAB). 

Doctor en Procesos Políticos Contemporáneos (USAL).


  Juan Manuel Trak conjuntamente con Maryhen Jiménez (Universidad de Oxford), Stefanía Vitalle (UCV), Guillermo Aveledo (UNIMET) realizaron un trabajo académico titulado "La oscilante (in)capacidad de la oposición venezolana en la disputa por el poder subnacional" cuyo objetivo fue tratar de probar un conjunto de hipótesis sobre la competencia política en un contexto autoritario como el venezolano, en el marco de una invitación que estos profesionales recibieron por parte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales de Perú, quienes publican una revista llamada ELECCIONES.

 En el trabajo se trató de identificar si, a nivel subnacional, en las elecciones del año 2021 vistas con una mirada histórica desde el 2008, se podía observar cómo la oposición tuvo o no la oportunidad de obtener más victorias electorales a nivel regional en las gobernaciones independientemente si los resultados eran respetados o no por el gobierno en el marco de un régimen autoritario competitivo.

 Para este fin, los investigadores se preguntaron si el "chavismo" es invencible a todo nivel, si es cierta la narrativa oficialista y de una parte de la oposición de que el gobierno es invencible como consecuencia del conjunto de victorias que ha obtenido desde el año 2000. Con este régimen que se ha hecho cada vez más autoritario en el ámbito subnacional, en el estudio se quiso identificar si la oposición mostraba una mejoría o desmejoraba el desempeño de los candidatos a gobernadores.

 Las gobernaciones son importantes porque a partir de ellas hay posibilidad de tener una gestión política capaz de mostrar al electorado un proyecto y una gestión de políticas públicas diferentes y también permiten construir de abajo hacia arriba los movimientos políticos y sociales capaces de, posteriormente, generar un cambio político mediante los diferentes tipos de participación política que existen y no solo el electoral.

 A pesar de que el sistema actual es autoritario a juicio de Trak no dejó de ser competitivo hasta el año 2015 entendiendo y dando importancia al análisis a nivel de las gobernaciones, buscando identificar si la oposición perdió oportunidades de victoria como producto de las condiciones políticas existentes o bien por la dificultad para resolver sus propios dilemas internos.

 A partir de estas consideraciones se hizo un análisis de correlación de fuerzas entre bloques políticos entre los años 2008 y 2021 para comprender si el éxito relativo de la oposición partidista estaba condicionado al tipo de estrategia que emprendió y su capacidad para ejecutarla. Lo esencial no es si la oposición participa o se abstiene, sino la forma en la que participa y cómo se abstiene.

  Una de las grandes hipótesis que se manejaron en el referido análisis fue que en el marco de unas condiciones con un régimen autoritario competitivo, la falta de coordinación entre los diferentes factores de la oposición ha tenido una incidencia negativa en la posibilidad de maximizar el potencial electoral que tenía para la elección de 2021, y eso se demuestra en su pobre desempeño a nivel subnacional en dichas elecciones.

 Trak afirma que hay que entender que las elecciones en democracia tienen una finalidad determinada la cual es elegir a los representantes, participar en el autogobierno, etc pero en los sistemas autoritarios las elecciones tienen finalidades para el gobierno y para la oposición. Algunos incentivos que los sistemas autoritarios obtienen al realizar elecciones son:

   .-Para el gobierno siempre será mejor decir que mantiene el poder mediante elecciones.

   .-El gobierno puede medir cómo están sus fuerzas internas y también resolver temas como los de liderazgos locales, problemas de coordinación, etc a través de la preparación de la elección y la elección misma, decantando así a quienes apoyan al régimen.

   .-Las autocracias aceptan realizar elecciones porque les da legitimidad, les permite generar algunas concesiones por las presiones de la comunidad internacional, pueden recabar información tanto de seguidores como de opositores en términos de su comportamiento electoral, etc.

   .- Pueden mitigar a la oposición o cooptar a una parte de ella.

 Sin embargo, las elecciones conlleva el riesgo de perderla.

 A nivel subnacional, donde el costo de perder la elección no es tan alto, hay más incentivos para que el gobierno las haga y de concesiones a nivel electoral.

 Por otra parte, para la oposición también hay incentivos para participar; la forma como la oposición entienda la lucha política va a generar un conjunto de dilemas. Oponerse al sistema autoritario supone decidir si se participa o no en las elecciones y las razones para ello, teniendo clara la naturaleza del sistema político.

 Hay grupos dentro de la oposición que buscarán cálculos de costo-beneficio en la participación y analizarán el balance del mismo.

 El primer dilema para la oposición es el costo de participar o no en unas elecciones cuyas condiciones son profundamente adversas, donde hay persecución política, con medios de comunicación que no son completamente libres, elecciones muy poco competitivas o no competitivas en algunos casos. El dilema tiene que ver con el hecho de que si a través de elecciones se puede intentar de cambiar el status quo; la correlación de fuerzas a nivel subnacional permite una medición de fuerzas en términos electorales al menos a nivel de gobernaciones y municipios y, a partir de ahí, tratar de desafiar al sistema autoritario mediante una gestión reformista en aquellas unidades políticas donde se logre el poder, y también mediante la búsqueda de algunas mejoras en términos de las condiciones electorales como por ejemplo presionar mediante la participación para obtener una mejora de los sistemas automatizados de votación, por una auditoría integral, por mejorar la correlación de fuerzas dentro del órgano que administra las elecciones (CNE),etc.

 Habrá grupos que tratarán de cambiar el status quo mediante reformas internas, otros que decidan no participar y harán lo posible por retirar cualquier apoyo a la elección y otros que ven en la elección la posibilidad de alcanzar un mínimo de poder, o generar algún tipo de alianza (formal o informal) con el poder simulando algún tipo de oposición convirtiéndose en un grupo cooptado por parte de las autoridades.

 Otro aspecto relevante del estudio es el referente a la coordinación ya que tiene un efecto importante sobre la posibilidad de la oposición, dentro de un sistema autoritario, de enfrentar al partido de gobierno.

 El segundo dilema se da entre los que deciden participar y el momento de establecer cómo será la coordinación.

 La coordinación tiene un conjunto de beneficios que permiten mejorar las posibilidades de alcanzar el poder. Sin embargo, la misma debe atender un conjunto de elementos importantes tales como el tema programático es decir, en función de cuáles valores y políticas se hará la coordinación y si se llega al poder, cómo se hará el reclutamiento de activistas, cómo será la selección de los candidatos, cómo será la estrategia de movilización y de comunicación, etc elementos muy importantes a la hora de coordinar.

 Además, las estrategias, objetivos e incentivos para la coordinación van a diferir entre grupos opositores debiéndose definir desde un principio cuál es el objetivo que comparten los diferentes grupos que buscan coordinarse para generar una estrategia coherente con el objetivo y a partir de ahí generar estrategias tácticas de acciones operativas que puedan coadyuvar a la consecución del objetivo que, en este caso, es la de ganar el mayor número de elecciones posibles.

 En este contexto, en la pasada elección de 2021, el estudio revela cómo la decisión de participar o no, no fue una decisión coordinada; no hubo consenso sobre participar o no, ni sobre la selección de los candidatos a nivel estatal, ni sobre la manera de coordinarse con otros actores que participaron en las elecciones municipales de 2017. Este conjunto de decisiones no tomadas para la elección de 2021 se reflejaron en el resultado electoral.

 En medio de esta descoordinación puede observarse que a pesar del poco apoyo popular al gobierno, la falta de un discurso coherente sobre la participación, la generación de desconfianza hacia el nuevo CNE, ante la falta de una estrategia común, no hubo motivación para participar por parte del electorado y además, el número de candidatos de oposición resultó fragmentado por la falta de coordinación y de participación previa de la oposición en las elecciones de 2020, 2018 y 2017, en donde estos espacios vacíos fueron llenados por otros actores, unos nuevos y otros pertenecientes a partidos políticos cooptados por el gobierno. Ante la ausencia de coordinación no se logró el objetivo de ganar la mayor parte de las elecciones cuando la oposición podía haber tenido un mejor desempeño, a juicio de Juan Manuel Trak.

 Los resultados del estudio demuestran que la oposición tuvo el potencial para ganar en 19 de los 23 estados. La ausencia de coordinación tuvo efectos perniciosos sobre la capacidad de la oposición de disputar el poder a nivel subnacional. En el pasado la oposición era menos competitiva pero más coordinada.

 La mayoría de los votos para candidatos no oficialistas terminaron dispersos entre diferentes grupos políticos mermando la posibilidad de alcanzar un número significativo de alcaldías y gobernaciones, lo que hubiese generado un panorama político completamente diferente al actual.

 Estados en los que se pudo haber ganado por tener la oposición una competitividad superior a la del gobierno, la fragmentación de candidatos anuló la posibilidad de obtener la victoria y el subsecuente poder que puede generar la conformación de un movimiento político de cara a las próximas elecciones de 2024.

 La conclusión es que el gobierno genera estos dilemas de participar o no, de coordinarse o no, creando atajos mediante mecanismos extra institucionalizados para acceder al poder y en esta dinámica de conflictividad el tema electoral pasa a un segundo plano, desmovilizando a la oposición, generando incentivos para que nuevos emprendedores políticos y grupos cooptados ocupen los espacios abandonados por otros actores. En esta fragmentación la debilidad del gobierno (poco apoyo popular) no se traduce en derrotas políticas.

 En 2021 el país tenía un gobierno débil electoralmente, pero la fragmentación impidió aprovechar esta debilidad y finalmente el gobierno obtuvo la mayoría de las gobernaciones.

 Los datos obtenidos ofrecen la posibilidad de reflexionar sobre la necesidad de coordinación de la oposición, la cual debería estar ligada a una estrategia general en la que haya coherencia en todas las dimensiones del juego político, no solo la electoral.




 

domingo, 21 de agosto de 2022

La Propuesta Almagro.Ismael Pérez Vigil.Politólogo

 


La Propuesta Almagro

 Ismael Pérez Vigil

 

  Tema difícil de abordar, éste de la propuesta de Luis Almagro, Secretario General de la OEA; hay que escoger cuidadosamente las palabras y medir bien lo que se dice, para no exponerse gratuitamente a insultos y dentelladas de parte y parte, de opositores y de adoradores del proponente, aunque se da la curiosa situación que los adoradores de hoy fueron los opositores de hace unos meses y viceversa. Además, tengo la impresión, por los comentarios, opiniones y artículos vistos, que esta propuesta no va a gustar ni a tirios ni a troyanos.

 No gusta a los más radicales −sospechosamente callados algunos de ellos− porque estos no aceptan nada distinto al “Chávez vete ya” y menos que alguien, sea Almagro o quien sea, que les diga que hay que “reconocer”, aunque sea “de facto”, al régimen actual y coexistir con él, eso les resulta intolerable; mucho más si se les dice empleando la palabra “cohabitar” que es el insulto favorito que nos endilgan a los que no estamos de acuerdo con sus propuestas y planteamos la vía de la negociación, para llegar a unas elecciones libres y supervisadas internacionalmente.

 Y por lo que estoy viendo, los menos radicales tenemos, cuando menos, nuestras dudas acerca de varios aspectos de la “Propuesta Almagro”; por ejemplo, en mi caso particular, la tengo sobre la parte final de la misma, en la que habla de “institucionalidad compartida, de poderes del Estado compartidos”. Tengo mis reservas, pues no hay en Venezuela, hoy por hoy, eso que él llama “estado compartido”, ni siquiera su posibilidad inmediata, con una oposición tan fragmentada y debilitada. Si esto es así, entonces uno se pregunta ¿A quién favorecería más la propuesta?, obviamente no es difícil concluir que sería al régimen actual.

 Cohabitar y coexistir.

 Creo que lo más sensible de los términos de la “Propuesta Almagro” es que “cohabitar” tiene entre nosotros una connotación muy peyorativa, de complicidad, claudicación, “conchupancia”; pero, para Luis Almagro, es obviamente otra cosa. Para él la palabra “cohabitar”, porque es un político avezado y culto, probablemente, hace referencia a un término político, para algunos estrenado en la Francia de Mitterrand y Chirac, que implica el reconocimiento del rival, para convivir e incluso gobernar con él. Se podrían escribir tratados, acerca del tema, no es el caso; y también decir muchas cosas sobre la intención de Almagro, pero lo mejor es siempre lo más simple: A pesar de emplear ese término, no creo que Almagro, después de lo que ha dicho en el pasado y reafirma en su propuesta, este planteando algún tipo de claudicación o convivencia con un régimen como el que gobierna en Venezuela.

 A pesar de las reservas que se puedan tener con su propuesta, lo importante es que Almagro nos plantea, nos trae a la mesa, la idea de que es imprescindible entender los límites del coexistir, de la convivencia política, el reconocer que en Venezuela hay un gobierno que, aunque abusivamente y con todo tipo de trampas, triquiñuelas y fraudes ha mantenido el poder, no podemos negar que aún tiene cierto apoyo popular. Y eso no desaparecerá de la noche a la mañana, aun cuando se dé un cambio de régimen o de poder en el país.

 Con estos argumentos por delante, paso a evaluar la propuesta, prescindiendo de calificativos y juicios acerca de la intención de Luis Almagro; no pretendo escudriñar en su fuero interno, cosa para la que me declaro incapaz, y tampoco explicar porque para muchos pasó de sus posiciones iniciales sobre Venezuela en 2016, al “estrellato” de 2019 y a la desgracia, ahora, en 2022. Lo que sí se puede afirmar es que sus planteamientos han sido siempre polémicos, pero siempre a favor de la democracia y la libertad en Venezuela, y eso se agradece.

 ¿Dos Almagro?

 Por supuesto difiero respecto a que nos encontremos frente a dos personajes, frente a dos Almagro. Se trata del mismo de siempre; político “de raza”, valga el término, que trata de ubicarse en la realidad que él ve y como él la entiende para plantear una estrategia. Por ejemplo, Almagro en 2019 nos planteaba posiciones, para mí extremas, sobre las salidas a la crisis humanitaria compleja que padece Venezuela, como la necesidad de una intervención internacional, con base en el principio de “responsabilidad de proteger”, el famoso R2P que nadie logró explicar bien y que no se ha aplicado en ninguna parte. Hoy Almagro navega en aguas aparentemente más tranquilas y tras admitir el fracaso de la estrategia que él ayudo a trazar en 2019 −fracaso que admite claramente en su artículo− nos propone otra vía.

 El diagnóstico de Almagro.

 Sin embargo, a pesar de su −para algunos− atenuada propuesta, hay que reconocer y destacar que Almagro reafirma de manera impecable su diagnóstico sobre Venezuela, sus criterios y sus críticas. Hay en Venezuela, dice Almagro, una crisis humanitaria, violación sistemática de derechos humanos, crímenes de lesa humanidad, una crisis migratoria como no se había visto nunca en el hemisferio, ejecuciones extrajudiciales, torturas a detenidos, presos políticos, inhabilitación arbitraria de candidatos, desnutrición y mortalidad infantil, imposibilidad de la población para acceder a medicamentos, dificultades para obtener alimentación. Resalta además el profundo proceso de desinstitucionalización, que ha llevado al gobierno a ser incapaz o insuficiente para resolver necesidades básicas de derecho a la salud de la población, para resolver los temas de violencia y criminalidad que afectan al país, incapacidad de la FFAA para atender el control territorial del país y la protección de la integridad territorial del mismo.

 Todo eso y mucho más, está presente en el diagnóstico que acompaña la propuesta de Almagro, y añade que todo ello esta además refrendado y confirmado por agencias internacionales de derechos humanos.

 Almagro, tras admitir que Venezuela está hoy en una situación algo diferente a la que vivió en años anteriores, pues está viviendo, dice, una “burbuja económico-financiera”, agrega que ésta en realidad “ha traído una lógica exacerbación de las desigualdades” y que a pesar de todos esos “cambios”, que lo llevan a él a cambiar su óptica y su propuesta de estrategia, reafirma que “Venezuela continúa por el sendero de destrucción, de falta de garantías, de falta de opciones de vida para la gente. Todavía contamos presos políticos, torturados, ejecuciones extrajudiciales, actividades criminales como narcotráfico, minería ilegal, contrabando, corrupción.”

 Una propuesta distinta.

 Almagro, entonces, no claudica en su concepción sobre el régimen venezolano, solo que, tras admitir el fracaso de la estrategia anterior, propone una salida política distinta a la que favoreció y propugnó en el pasado, que hizo tan felices a los sectores radicales venezolanos −y a los menos radicales, militantes, como ya dije del “Chávez vete ya” −. En efecto, Almagro afirma, y ese es el núcleo de su propuesta, que “…el diálogo sigue siendo la única esperanza… (y que) … esto implica cohabitación…implica un ejercicio de diálogo político real, de institucionalidad compartida, de poderes del Estado compartidos” (Negrillas mías)

 Antes de continuar con el contenido de su propuesta, debo decir que −en opinión de muchos− parece haber aquí un salto en el discurso de Almagro y creo que en la parte final de su planteamiento, en la frase anterior, se deja llevar por el deseo y el optimismo un tanto excesivo, pues como ya dije, no hay en Venezuela, hoy por hoy, un “estado compartido”, ni siquiera su posibilidad inmediata; desgraciadamente, no hay en Venezuela dos fuerzas similares enfrentándose por el poder del Estado; hay una fuerza, la del régimen; y la otra, la de la oposición, está apenas por construir.

 Los contrapesos

 Pero, volviendo de lleno al tema, Almagro recoge un tanto −o mucho− sus velas, se coloca límites y advierte claramente la necesidad de definir “contrapesos”, que, sin ellos, la “cohabitación” que plantea se transformaría en complicidad: “Compartir es contrapesar. La cohabitación sin contrapesos puede transformarse en complicidad. El esquema de cohabitación a discutir en un proceso de diálogo debe dar garantías de contrapesos para quienes cohabitan. En caso contrario será una frustración más.”

 La “Propuesta Almagro” si bien habla, como vemos, de unos “contrapesos”, sobre los mismos nada o muy poco dice; pero, los insinúa en el contexto y en todo caso, no es difícil imaginar cuáles podrían ser: Apertura de la economía, respeto a los DDHH, respeto e independencia de las instituciones del Estado, libertad de los presos políticos, cese de las persecuciones, y un largo etc. que cuando uno lo lee o contempla lo que se espera del gobierno, no puede dejar de pensar que se está proponiendo que el régimen deje de ser lo que es, conscientemente, y se vuelva exactamente su contrario. Esta es la utopía de Almagro, su buen deseo, que −aun estando plenamente de acuerdo, como lo estoy yo, con la vía del diálogo y la necesidad de coexistir en una Venezuela donde realmente quepamos todos− eso es algo que hoy no se puede dejar de contemplar con un ojo abierto y uno cerrado.

 Necesidad de atenuar su propuesta.

 Creo también que, vista la fuerza omnímoda de un lado −control de la fuerza armada y de la administración de justicia− y la debilidad del otro, la estrategia opositora debe incluir la consideración de que la supuesta apertura del régimen, la llamada “voluntad democrática” de la “élite” gobernante, no sea más que una farsa.

 Pero, además de considerar que éste es hoy un cambio utópico, a favor de su propuesta hay que decir que lo que nos propone Almagro es precisamente el “camino largo” que nos falta recorrer, el final del juego al que debemos llegar, del que todavía estamos lejos, pero es la dirección a la que hay que apuntar.

 Viendo su propuesta, aunque algunos mantengan su escepticismo, debemos reconocer, que hoy como ayer Luis Almagro nos ha puesto a pensar en un tema que hemos preferido evadir; y personalmente le agradezco la ruta que hoy nos propone diálogo y coexistencia, mucho más que la que nos propuso en años recientes, con la que nunca estuve de acuerdo. Es decir, reitero que, aunque no estuve de acuerdo con su propuesta estratégica, si le agradezco, como hoy lo hago, que puso a Venezuela en el mapa del mundo y alertó acerca de los desmanes que aquí se cometían y cometen y la vía totalitaria que el régimen estaba recorriendo y recorre.

 ¿A dónde nos lleva Almagro?

 Pero, ¿A dónde nos lleva la “Propuesta Almagro”? De llegar a concretarse, nos lleva a un camino que tampoco agrada a muchos: Cuando tengamos la fuerza, que hoy no la tenemos, habrá que negociar una transición, habrá que hacer concesiones de parte y parte y aunque sabemos claramente cuáles son las que pediremos, no sabemos bien que tendremos que dar a cambio, pero algo tendremos que dar a cambio. Ni la palabra “negociar, ni la palabra “concesiones”, agradan a muchos”.

 Pero es claro que el gobierno democrático que surja, será eso, democrático, no puede ser igual al que estamos dejando atrás; quienes asuman el poder tienen que ejercer su mandato, exactamente, de manera opuesta a como se ha ejercido en los últimos 23 años: habrá límites, habrá controles populares, ejercidos a través de las instituciones −Asamblea Nacional, poder verdaderamente ciudadano, tribunales independientes del poder central, etc. – habrá responsabilidad de los funcionarios en el ejercicio de sus funciones, de las que rendirán cuentas, porque se tomará en cuenta que los ciudadanos sí existen y controlan al poder que eligen.

 Conclusión.

 A pesar de algunas consideraciones y reservas, creo que debemos agradecer a Luis Almagro que no cese de considerar y recordar la situación que vive Venezuela; debemos rescatar de su propuesta su acertado y duro diagnóstico sobre Venezuela; y también que haya admitido el fracaso de una estrategia que no nos condujo a ninguna parte y que ahora nos haya puesto sobre el tapete la necesidad de considerar y discutir la importancia de dialogar y coexistir, para crear un país incluyente.

 Si hemos criticado, entre muchas otras cosas, que el actual régimen no es más que el reemplazo de una élite en el poder y la destrucción de los valores de la sociedad en que se basaba el sistema democrático, lo que en el fondo Almagro nos plantea y con lo que estoy de acuerdo, es con que el que vamos a construir no se puede basar en esa misma conducta, en el falso principio del mero reemplazo de una élite y continuar la destrucción de los valores. Para decirlo en otros términos, el gobierno, el sistema democrático que se cree, tiene también una tarea educativa, tiene que ser en sí mismo un sistema de educación democrática, cívica, ciudadana; repito, no es solo cambiar el sistema político, es contribuir a cambiar la mentalidad del venezolano.

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lunes, 15 de agosto de 2022

Situación de los Servicios Públicos en Julio de 2022

 



Recibimos 3746 reportes de Servicios Públicos, enviados por los Monitores de Radar Ciudad en el mes de julio 2022, en 19 categorías que abarcan el 100% de los Servicios Públicos, incluyendo prestadores de servicios públicos (estatales) y privados.


De ellos tenemos 5 servicios que representan el 87% de los reportes y que son la preocupación cotidiana de los caraqueños: Agua, Electricidad, Aseo Urbano, Vialidad e Internet, siendo el principal dolor de cabeza el Agua representando el 45% de los reportes.

Los factores que explican el 58% de los reportes (agua y electricidad) siguen siendo los mismos. Las constantes fallas en el acueducto del Sistema Tuy II y particularmente en la Estación 25 ubicada en La Guairita, en donde se encuentra el Alimentador Sur, que consta de 5 bombas, normalmente solo funcionan 3 lo que dificulta que el agua llegue a los sectores más altos de El Hatillo y Baruta, por lo que constantemente se ven afectados en sus ciclos de "abastecimiento". Las fallas eléctricas, por su parte, han ido en aumento y en muchos sectores ya son mucho más frecuentes los apagones.

Aseo Urbano y Vialidad suman el 21% de los reportes, denotando la mala gestión en los municipios en la recolección de desechos sólidos, principalmente en el Municipio Libertador y en el mal estado de avenidas y calles a cargo de los gobiernos locales, este problema de vialidad se ve reflejado en los 5 municipios.

Aparece en quinto lugar las fallas de Internet que siguen incrementándose, llegando al 7,79% con 292 reportes, cantidad que pensamos seguirá en aumento en los próximos meses.

No podemos dejar de mencionar que este mes fue el primero con reportes desde el Estado Anzoátegui. Hubo 131 reportes donde el 83% estaban concentrados en Electricidad, Agua, Aguas servidas, Telefonía y Vialidad. El mes próximo debemos tener números más importantes de Anzoátegui para analizar.

Esperamos que estos reportes sean escuchados por los gobiernos locales. Las empresas prestadoras de servicios estatales léase Hidrocapital, Corpoelec, CANTV, etc. no pueden hacerse de oidos sordos con estas quejas, deben revisar sus planes de mantenimiento e inversión y de no poseer los recursos suficientes, acudir a autoridades superiores para que les sean asignados. Como siempre, exhortamos a una gestión transparente para evitar malas decisiones gerenciales que paguemos todos los ciudadanos.

domingo, 14 de agosto de 2022

Primarias opositoras. Ismael Pérez Vigil. Politólogo

 Primarias opositoras.

Ismael Pérez Vigil

 

 Es el momento −siempre lo es− de tocar los temas álgidos de la política venezolana. La semana pasada abordamos el voto en el exterior, sus dificultades y posibilidades reales. Toca ahora reflexionar sobre el tema de las primarias, a lo mejor es tentar demasiado a la suerte.

 Aunque no se sabe aún cómo, cuándo, ni otros detalles, la escogencia del candidato de la oposición, para las elecciones presidenciales de 2024, se llevará a cabo mediante elecciones primarias. Sin embargo, resultan bizarros −en su acepción de “raro” y “extravagante” − algunos de los aspectos que rodean la discusión de ese tema.

 Las variantes

 Las variables que están en juego son innumerables y discusión se decanta emparejando términos y conceptos y haciendo las combinaciones, infinitas, correspondientes. Solo por mencionar algunas, las primarias pudieran ser: con o sin CNE; con una o con doble vuelta; con participación de todos o solo algunos opositores; con votación de todos los inscritos en el registro electoral o mediante algún “filtro opositor”; votarán los venezolanos en el exterior o no votarán; participarán los inhabilitados políticos, partidos y candidatos −en abierto desafío al régimen− o no lo harán; se dará cabida a los presos políticos o se prescindirá de ellos; y por allí seguiría la lista, que como se puede ver, en una respuesta pueden entrar varias o todas esas combinaciones, juntas o por separado, lo que nos daría, aplicando la fórmula correspondiente, varios cientos de posibles opciones y combinaciones. Discutir estas opciones, para algunos es estratégico, pero para otros es simplemente una manera de exacerbar diferencias y generar más rupturas y divisiones.

 Discusiones Bizantinas

 Restricciones obvias de espacio me impiden tratar todas las opciones y sus combinaciones; solo me referiré a dos aspectos de la muy amplia discusión y, para empezar, resulta ineludible hablar de la más bizantina de esas discusiones −para mi gusto, claro− que es esa de si las primarias de oposición se deben hacer con o sin el CNE.

 Digo que una discusión bizantina, porque se hagan o no con el CNE, eso no va a impedir que el régimen intente sabotear o influir en el proceso; bizantina, porque hacerlas con el CNE supone ahorrarse una buena cantidad de dinero y disponer de más centros y máquinas para agilizar el proceso, sabiendo como sabemos los costos que implican estas dos cosas, para los escasos recursos de que dispone −o no dispone− la oposición democrática; bizantina porque seguramente algunos de los que participarán, se declararán “pobres” de solemnidad y sin recursos para contribuir con su cuota del aporte −alegando por supuesto “razones democráticas” de peso, “libertad de voto” y demás excusas, para dejar de aportar lo que deben aportar− y así contribuirán a encarecer el proceso para los que si aportarán o para que se quede con un gran déficit o mono, que nadie sabe −seguramente, nadie− quien lo cubrirá; bizantina, porque pase lo que pase, decídase lo que se decida, en cuanto a hacerlo o no con el CNE, los “inefables radicales” y anti oposición democrática, de todas maneras no participarán, aunque se haga sin el CNE; siempre encontrarán alguna excusa para negarse y darle la patada a la mesa o a la lámpara, o a ambas.

 Mi fórmula

 Por lo tanto, en mi opinión, lo sensatamente político es que la oposición democrática trate no solo de maximizar la participación, poniendo más mesas, más máquinas y más centros de votación, sino también bajar costos, para ahorrar recursos que pueda dedicar a movilizar votantes, que de todas maneras sabemos que difícilmente pasaremos del 15% los que iremos a votar. Histórica y desgraciadamente ese es el porcentaje de participación en estos eventos y, sinceramente hablando, no se percibe hoy en día un ánimo que pueda superar este porcentaje.

 Esto implica, como es fácil darse cuenta, solicitar el apoyo del CNE para realizar la elección, ahorrar recursos e incrementar puntos de votación. No solo eso, siendo consecuentes y tratando de buscar el mayor consenso posible para el candidato opositor, de no lograr el ganador en primera vuelta un porcentaje significativo −digamos del 30% de los votos−, se debe ir a una segunda vuelta, para que el candidato resultante goce de amplio consenso. En la misma lógica de lograr la más alta participación, deben votar todos los que deseen hacerlo y estén en el registro electoral, inhabilitados o no, incluidos los partidarios del régimen, descartando esa monserga de que de esa forma los “chavistas” decidirían quien es el candidato; creer eso no es más que una fantasía, los ya escasos partidarios de régimen −menos del 18% de los votantes− que no se movilizan para votar por los suyos, no lo van a hacer para escoger el candidato de la oposición; y si lo hacen, mejor, aumentarán el caudal de participación y votos. Naturalmente, creo que en el proceso deberán participar quienes están en el exterior, para lo cual la oposición, sin contar en ese caso con el CNE ni los consulados, debe procurar abrir la mayor cantidad de mesas y centros que sea posible e implantar la posibilidad de votar electrónicamente.

 Pre candidatos a granel

 El otro elemento que quiero considerar, que no debería ser raro, pero que sorprende a muchos, es la cantidad de precandidatos a disputar esa única plaza. Hasta la última “lista” de precandidatos que revise en persona, había 31 aspirantes; pero ya he escuchado cifras que pasan de 50. Digo que no es algo raro y que además, en vez de lamentarse con discursos moralistas sobre la “ambición política”, ¿Por qué no verlo como una señal del “vigor” de nuestra oposición, que es capaz de generar tal cantidad de aspirantes, por más que todos sepamos que una buena parte de ellos no tiene la más mínima calificación para el oficio, mucho menos el carisma o la simpatía popular?; pero, democracia es democracia y todos puede tener su aspiración y derecho; el pueblo que siempre juega a ganador, se encargará de darles su dosis de “ubicación” y bajarlos de esa nube.

 Pero entiendo que, a muchos sorprenda, de manera ingrata, esa hemorragia de ambición, un tanto desmesurada, habida cuenta que el entusiasmo de la población por participar, como ya dije, escasamente llegará al 15% de los mayores de 18 años, aquí y en el exterior. En cualquier caso, cuantos más aspirantes, más gente habrá en la búsqueda de apoyo y mayor será la movilización que se logre, que es de lo que se trata: Sacudir la apatía, indolencia y desánimo alrededor de la vía electoral.

 Conclusión

 Son muchos más los temas en torno a las primarias, pero creo que con lo planteado tenemos material para discutir y en todo caso, lo importante es definir cuanto antes la fórmula completa, que permita la mayor participación posible y nos permita dedicarnos cuanto antes, con un candidato en la calle, a plantearle al país una opción creíble para salir de este inaguantable oprobio.

 

 https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

lunes, 8 de agosto de 2022

ASOSABER. Cine Foro. TALENTOS OCULTOS. 06 de Agosto. Magallanes de Catia.


  El cine foro es una herramienta metodológica que facilita y enriquece el diálogo entre el espectador y la obra audiovisual. Herramienta que en AsoSaber utilizamos como medio para que el espectador se sienta identificado con la película que se esté presentando, es por eso que somos selectivos a la hora de elegir nuestras proyecciones, con mensajes poderosos e interesantes. Y, a petición, el pasado 06 de agosto en la Comunidad de Los Descamisados en el sector Los Magallanes de Catia presentamos la gran película: “Talentos Ocultos”, con la presencia de seis (06) de nuestras vecinas.


Película basada en hechos reales que muestra la época en que Estados Unidos se encontraba en plena Guerra Fría contra Rusia, la NASA estaba en búsqueda de mentes brillantes que ayudarán a llevar al primer hombre al espacio. Pero a falta de supercomputadoras digitales que pudieran calcular una trayectoria exacta de la salida y llegada del cohete, encontraron la solución en las matemáticas Katherine Johnson y Dorothy Vaughan, y la ingeniera Mary Jackson. Utilizando sus cálculos, John Glenn se convirtió en el primer astronauta estadounidense en hacer una órbita completa de la Tierra.



De este modo, las tres mujeres consiguen convertirse en las primeras mujeres afroamericanas en alcanzar metas hasta entonces imposibles. Además del ya citado logro de Katherine Johnson, cabe destacar que Dorothy Vaughan consiguió ser la primera supervisora de los servicios de IBM en la Agencia, mientras que Mary Jackson se convirtió en la primera mujer en ser ingeniera aeroespacial de Estados Unidos. Sin duda, es una historia increíble de superación que inspira a los espectadores. Muestra la lucha que tuvieron que vivir la población afroamericana en los Estados Unidos por hacer valer  sus derechos.



Con la participacion de diez vecinos para el cine foro

Foro Hatillano #244 El Voto de Los Venezolanos en El Exterior . Foro Chat Whatsapp . Jueves 4 de Agosto de 2022

 

El Voto De Los Venezolanos En El Exterior

Por Marianela Escalona Montesinos.


Ponente: Dr. Andrés Caleca 

ex Presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE).


   "...El derecho al voto es un derecho que nadie puede quitar a los ciudadanos"

                                                                                       Jacques Rousseau.


 Andrés Caleca habló acerca del Registro Electoral y el voto de gran cantidad de venezolanos que viven en el exterior de cara a las venideras elecciones presidenciales previstas en la Constitución nacional para ser realizadas antes del 23 de enero de 2025.

Contexto:

 En las últimas elecciones realizadas en 2021, el Registro Electoral para la fecha fue de 21.159.846 electores. En los actuales momentos y según estimaciones de investigadores venezolanos y de organizaciones internacionales y de las Naciones Unidas que tratan el tema de la diáspora, se calcula que se han ido de Venezuela alrededor de 7 millones de personas en medio de la desesperanza y la tragedia que se vive, y esta cifra aumenta cada día.

 De esos 7 millones de venezolanos se calcula que más de 4 millones son electores, es decir, venezolanos mayores de 18 años que no están impedidos por una causa judicial firme dictada por un tribunal para ejercer su derecho al sufragio el cual es uno de los derechos políticos más importantes de los venezolanos.

 A este panorama hay que agregarle la situación de los casi 3 millones de ciudadanos dentro del país con derecho a votar en las próximas elecciones presidenciales pero que deben actualizar sus datos en el Registro Electoral o inscribirse si es un nuevo elector y que no pueden hacerlo. En total son unos 8 millones de personas que tienen que regularizar su estatus en el Registro Electoral cifra que representa un 40% del Registro Electoral pasado. Es decir, en este momento casi la mitad de los venezolanos con derecho a votar están impedidos de hacerlo bien sea por incapacidad del CNE de dar respuesta a los venezolanos en el exterior o incapacidad de actualizar el Registro Electoral en Venezuela que además desde el 2015 no ha sido objeto de auditoría ni actualización.

 El objetivo político, a juicio de Caleca, es claro: el gobierno "juega" a que vote la menor cantidad posible de venezolanos, incentivando la abstención e impidiendo materialmente el voto del 40% del padrón electoral.

 Este contexto tiene mucha relevancia no sólo por razón de derecho, justicia, equidad y democracia sino también por razones prácticas. Andrés Caleca se pregunta por qué los partidos políticos de oposición no han hecho de este problema una bandera de lucha y exigencia...

 Un grupo de expertos en el tema electoral (incluido el Dr. Andrés Caleca) han acudido a todas las instancias institucionales y de opinión para sensibilizar al país sobre la magnitud de esta deficiencia sustancial del proceso electoral venezolano, han constituido una Asociación Civil llamada VOLUNTARIADO TÉCNICO ELECTORAL (VOTE) y recientemente introdujeron un Proyecto de Reglamento ante el CNE, en virtud de que éste organismo no asume el tema de los venezolanos en el exterior y hasta desestiman el tema algunos de sus voceros.

 El proyecto en cuestión es un Reglamento del Proceso de Inscripción y Actualización del Registro Electoral, así como del ejercicio del Voto para los venezolanos en el exterior. VOTE está conformada principalmente por personas jubiladas del extinto Consejo Supremo Electoral (CSE) y del Consejo Nacional Electoral (CNE), los cuales trabajaron y elaboraron este proyecto de reglamento ya que son conocedores de la materia con amplia experiencia en la redacción de leyes y reglamentos electorales, con sólidos criterios sobre la pertinencia y la posibilidad real de que el proceso de registro y de votación de los venezolanos en el exterior se realice si existe voluntad política para hacerlo.

 Desafortunadamente VOTE no ha obtenido respuesta del CNE hasta la fecha.

 El Dr. Caleca considera importante que la población conozca el contenido de este proyecto de reglamento y la magnitud del problema para hacer lo necesario y exigir que el Estado garantice el voto de cualquier nacional donde quiera que se encuentre y que reúna las condiciones establecidas en la Constitución para ejercer este derecho.

 Los artículos 5, 62, 63 y 70 de la Constitución están dedicados a los derechos políticos de los venezolanos entre los cuales el derecho al voto es esencial, aunque lo han ido cercenando poco a poco en los últimos años. Además, la Constitución también establece que es una obligación del Estado venezolano garantizar ese derecho a través del Consejo Nacional Electoral. Este organismo debe garantizar y facilitar el Proceso Electoral.

 Una excusa usada por el CNE para no cumplir con este deber es la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) que afirma que para la inscripción de venezolanos en el exterior estos deben demostrar su residencia legal en el país donde residen, aunque al mismo tiempo hablan de "otros mecanismos que garanticen la información que da el ciudadano venezolano sobre su residencia."

 El CNE está facultado, según la Constitución y las leyes, a reglamentar las leyes de la República en materia electoral (capacidad reglamentaria), además de la obligación de garantizar este derecho. Es el CNE el que debe establecer cuáles son los mecanismos para facilitar el voto de los venezolanos en el exterior. No hay más requisitos que los plasmados en la Constitución y, según Caleca, es absurdo que se imponga como un requisito el que un Estado distinto al venezolano avale la condición de elector de los venezolanos que vivan en su territorio. Además de que representa una pérdida de soberanía, es un exabrupto que los venezolanos pierdan sus derechos por vivir en otro país.

 Con respecto al argumento de la inexistencia de relaciones diplomáticas con algunos países y la consecuente inexistencia de consulados, estos son dependencias del poder ejecutivo y no del poder electoral.

 En Venezuela, el CNE se despliega en busca del ciudadano para facilitarle el ejercicio de su derecho al voto y esta práctica debe ser realizada igualmente en el exterior, para garantizar este derecho en cualquier circunstancia.

 La Propuesta de VOTE.

 La LOPRE obliga a que todo el proceso electoral venezolano (registro electoral, voto, escrutinio, etc) DEBE ser automatizado, es una obligación de Ley. Andrés Caleca se pregunta por qué el CNE no puede desarrollar una plataforma tecnológica para que cualquier ciudadano venezolano, dentro o fuera del país, mayor de edad y cedulado pueda modificar sus datos si está inscrito en el registro electoral o inscribirse como nuevo elector, desde su casa mediante un dispositivo apropiado y actualizado.....

  Los requisitos solicitados deben facilitar el proceso, no impedirlo y existen varios mecanismos para tal fin que permiten verificar la identidad de la persona a través de documentos y mecanismos biométricos, por ejemplo. No existe limitación tecnológica que impida a los venezolanos hacer este trámite sin necesidad de hacerlo a través de un funcionario del CNE o de un consulado.

 En Venezuela existe la capacidad para desarrollar un sistema de este tipo y VOTE propone que se proceda de inmediato a la creación de una Comisión Especial, adscrita a la Dirección de Registro Electoral, para trabajar este tema con la seriedad y celeridad del caso, para el diseño de una plataforma que permita que el venezolano en el exterior pueda actualizar sus datos y los jóvenes se inscriban en el Registro Electoral por primera vez.

 Otro problema asociado es el Registro Civil. La Constitución obliga que el mismo debe ser manejado y dirigido por el CNE; esto permitiría que los venezolanos, al cumplir los 18 años, automáticamente sea un votante sin necesidad de hacer mayores trámites, pero esta disposición de la Constitución no se ha cumplido. El CNE ni controla ni fiscaliza el Registro Civil

El voto en el exterior.

 Para no quitar el derecho al voto, el CNE debe acudir a donde estén los electores y apoyarse en los venezolanos inscritos en el Registro Electoral que vivan en exterior, como lo hacen otros países como República Dominicana, Colombia, etc, que usan espacios como iglesias y centros comerciales para que sus connacionales ejerzan su derecho. También hay países que votan por correo o a través de plataformas tecnológicas adecuadas a tal fin.

 Caleca propone la creación de una Comisión Electoral con representación de los sectores interesados para garantizar que los venezolanos puedan votar en el exterior desde un dispositivo inteligente, para lo cual hace falta voluntad política. Se debe comenzar de inmediato, sin eludir el deber o darle largas y los venezolanos tenemos que exigirlo haciendo caso omiso de las voces agoreras y pesimistas que afirman que es una pérdida de tiempo.

 Los venezolanos en la diáspora deben organizarse para luchar por sus derechos, así como también los partidos políticos y la sociedad civil dentro y fuera de Venezuela, ya que son el cuerpo electoral de la nación. Hay que hacer visible este problema e incidir en la opinión pública.

 En el exterior se pueden hacer manifestaciones frente a los consulados venezolanos, oficinas de organismos como la ONU y la OEA, exigiendo este fundamental derecho de participación política que es un derecho humano fundamental.

 Solo la indolencia y la falta de voluntad política impedirán el ejercicio de este derecho.

La importancia del tema explica la nutrida participación de 351 ciudadanos a través de un chat de WhatsApp, en esta Edición No. 244 del Foro Hatillano.

EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR EL PONENTE.