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domingo, 4 de marzo de 2018

Emilio Figueredo: la situación internacional del gobierno de #Venezuela es la peor de los últimos 19 años, @CaracasPlural




Prensa Caracas Ciudad Plural
2 de marzo de 2018
Escrito por Judith Brazón

Ayer al final de la tarde acudimos a la cita con el Dr. Figueredo, ávidos por escuchar sus sabios análisis sobre Venezuela en el marco de la geopolítica, quien a título de introducción comenzó su charla puntualizando, que desde el siglo XIX las relaciones internacionales entre los estados estuvieron siempre fundamentadas en su geografía lo que facilitaba la expansión del territorio, y su influencia en otras áreas.

Después de la Segunda guerra mundial, donde estuvieron aliadas las grandes potencias, por un tiempo no se hablaba de geopolítica porque de lo que se trataba era de combatir a la potencia del eje que había sojuzgado a Europa y otras naciones. No obstante, con la caída del muro de Berlín, comienzan a surgir el mundo multipolar donde predominan los intereses ideológicos, y se conforman grupos que quieren expandirse, tales como Rusia, China, Europa, Estados Unidos y La India, empiezan a surgir los intereses particulares de carácter geopolítico para algunos de esos países que necesitaban expandirse, como ocurrió con Afganistán, donde intervino primero Rusia, luego Estados Unidos que apoyó a otros sectores como los talibanes y hasta Los Chinos que buscaban volver a abrir la ruta de la seda para sus exportaciones.

Luego de esta introducción, el Dr. Figueredo describió como se construyó la expansión del llamado socialismo del siglo 21 en nuestra región, explicando:

“Chávez, en su fase de romanticismo, pensó que podía darle un rostro mas humano al comunismo y asesorado por Fidel Castro y Lula Da Silva, comenzó hacer alianzas en contra del Imperio del mal (entiéndase USA)  para lo cual, apoyado en la bonanza petrolera, crearon algunas organizaciones paralelas a la OEA para disminuir el área de influencia americana, como lo son la UNASUR, la Celac,  el grupo del Alba y Petrocaribe.

Durante esa época, mientras tuvimos la bonanza económica, no hubo en Venezuela resistencia a esas ideas y gastos de nuestros ingresos para expandir el mensaje del socialismo del siglo 21. En efecto, quienes pudieron viajar y disfrutar de 5.000$ dólares preferenciales para sus viajes, pese a que se quejaban sobre el estilo autoritario de Chávez, el cierre de medios de comunicación y otros actos para desmantelar la democracia, muy pocos levantaron sus voces ante el derroche de nuestros ingresos para sostener esa institucionalidad paralela de apoyo al proyecto personalista de Chávez.

De esta manera, esas nuevas instituciones y apoyos regionales vinieron a conformar la nueva geopolítica del poder, en especial en el hemisferio donde controlando las islas de Caribe y sus 14 votos en la OEA, a través de la venta a precio de gallina flaca del petróleo y hasta condonaciones de la deuda, impedía que le aplicaran al gobierno de Chávez la carta democrática interamericana, por todas esas violaciones al orden constitucional.

Actualmente con Maduro, y dado que los países de Petrocaribe bloqueaban en la OEA cada una de las iniciativas que se han hecho con respecto a la ruptura del hilo constitucional en Venezuela, producidas con el secuestro de las instituciones, surge el llamado Grupo de Lima, constituido por un grupo de países que contienen el mayor número de habitantes de la región, y cuyo ámbito de influencia es mucho mayor.

En ese sentido reitera Figueredo, que si bien Chávez tuvo mucho apoyo internacional, Maduro también lo tuvo en 2014 cuando cerca de 40 países lo apoyaron en contra de la insurrección popular que hubo en esa fecha, durante el movimiento “La Salida”. Entre esos países se encontraban Eslovenia, España, Grecia, Inglaterra, Argentina, Bolivia, Dominica,  Portugal, Francia, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las granadinas, Brasil, Barbados, Canadá, Chile, Belice, Costa Rica, México, Alemania, Austria, y otros países, quienes consideraron que era un presidente legítimo a quien se trataba de derrocar.

Con ese aire, trató Maduro de conseguir apoyos internacionales con el grupo de los no alienados, pero allí se llevó un fiasco porque ellos no apoyaron mayores declaraciones de apoyo al gobierno y mas bien reiteraron la defensa de Guyana ante la reclamación venezolana y solo consigue la presidencia del movimiento, un nombramiento simbólico que el gobierno quiso presentar como un triunfo.

Luego trató de ampliar su influencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero como quiera que los puestos en el Consejo de Seguridad simplemente eran rotativos y ahora le correspondía a Latinoamérica, quiso hacer ver como otro triunfo internacional que Venezuela ocupara un lugar en ese ámbito. Además, la diplomacia madurista buscó el apoyo de Rusia a quien le compra armas y le vende petróleo, pero mas allá de esa sociedad comercial, no se ha dado mayor pronunciamiento de ese país. Otro tanto le ocurrió en el mundo islámico donde fue fotografiado con Erdogán (Presidente de Turquía) en los jardines del Palacio de gobierno por la afinidad de ambos en los modelos antidemocráticos aplicados a sus países, pero no así con los países de la OPEP.

Ese “apoyo” obtenido en 2014,  lo pierde maduro en 2017, debido a las continuas violaciones a los derechos humanos, muertos, heridos, y presos políticos y más aún en 2018 con la masacre de El Junquito ocurrida el 15 de enero, lo que precipita la declaración de la comunidad Europea, que estaba esperando un avance en las conversaciones de Santo Domingo, cuya mesa de la negociación se inicia a insistencia de ellos, y del Grupo de Lima, con la anuencia de Estados Unidos.

El otro factor que incidió en la pérdida de apoyo fue el desconocimiento de la Asamblea Nacional, dado que todos los gobiernos tienen asambleas elegidas por el pueblo que no pueden ser desconocidas por los gobiernos. Las inhabilitaciones de los partidos políticos, de los dirigentes políticos, el inmenso número de presos políticos, y sobre todo haberse levantado de la mesa de negociaciones, burlándose de la comunidad internacional, terminaron de dar al traste con el menguado apoyo internacional que recibió el gobierno en 2014.

Tal burla para Figueredo queda patentizada cuando conforme a la dinámica de las reuniones realizadas en Dominicana, los embajadores que representaban tanto al gobierno como a la Mesa de Unidad Democrática, se reunían y hacían planteamientos y luego se retiraban a deliberar con quienes representaban. Que Zapatero pretendió manipular y participar en los cónclave de los cancilleres de México y Chile con la oposición, pero nunca se le permitió. Que el 2 de diciembre los cancilleres hicieron un pliego de condiciones exigiendo: Un CNE mas equilibrados, con dos rectores designados por cada una de las partes y otro de común acuerdo, Supervisión internacional, auditoria del RE, que los venezolano en el exterior pudieran votar solo con su cédula de identidad o con su pasaporte vigente o vencido, que se restringiera la participación del Plan República, la eliminación de los puntos rojos, igualdad de condiciones en los medios de comunicación; vale decir, un paquete completo. Esos documentos fueron aprobados por los cancilleres de ambas partes y luego el gobierno pateó la mesa de negociación preparando su propio acuerdo que la oposición rechazó con firmeza.

Por eso, para Figueredo resulta incomprensible que un grupo de dos diputados de Avanzada Progresista, que representa menos del 1% de la Asamblea Nacional, principal actor de la mesa de negociación, haya firmado con el gobierno el cambio de las condiciones alcanzadas por los cancilleres de ambas partes. Lo mismo ha de decirse de las organizaciones políticas minoritarios que acompañan a Avanzada Progresista en esa desventura, Copei y el Mas, quienes pretenden en su conjunto arrogarse la representación de la MUD y cambiar lo discutido, sin que se modifiquen las condiciones actuales.

Por otro lado, enfatiza Figueredo respecto de la pérdida de apoyo del gobierno, que los países tienen su propia agenda económica y social, por lo tanto los problemas de narcotráfico, delincuencia común y las crisis humanitaria que padece Venezuela ha venido a causar problemas adicionales a los países de la frontera, al resto de Latinoamérica y Los Estados Unidos, quienes han tenido que recibir a los desplazados.

De allí que maduro haya perdido el apoyo de mas de 60 países, representados por el grupo de Lima, La unión Europea y los que aspiran ingresar a ella, parte de Asia y África, y muchos de los países de la OEA, en cuya última reunión le quedaron solamente 4 países a favor, 19 en contra, 8 abstenciones y dos ausentes; lo que explica que EEUU y Canadá estén preparando la correlación de fuerzas para aplicarle al gobierno de Maduro la Carta Democrática Interamericana.

Por otro lado, mas significativo y elocuente para Figueredo es el silencio de los países aliados con los cuales cuenta Maduro. Nada dice Rusia, China, Turquía y otros en apoyo al presidente de Venezuela, quien no solo se ha convertido en un presidente tóxico, que convirtió al país en un estado delincuente, donde se presume el financiamiento de la corrupción con el narcotráfico y el terrorismo internacional.

Además, las erradas e intencionales políticas del gobierno han causado movimientos migratorios descontrolados, un éxodo masivo de venezolanos que viene afectando sensiblemente a la región, por lo que ya se habla de la creación de campos de refugiados en la frontera, los cuales si podrán recibir el auxilio de los Cascos Azules de la ONU y toda la ayuda internacional que el caso amerite. Colombia, por hablar de uno de los peores casos, tiene 550 mil venezolanos que han emigrado, lo que le ha creado un grave problema para esa nación.

Dicha situación de éxodo ha venido afectando a todas las empresas del país, lo que se ve reflejad en el número de inscritos en las universidades, la merma del personal de todas las empresas venezolanas, incluyendo PDVSA y demás organismos públicos y privados, donde los jóvenes y trabajadores se han ido del país. Hasta la empresa propiedad de Figueredo ha perdido el 70% de los jóvenes que trabajaban para él.

Todas estas circunstancias y cambios en la Geopolítica, concluye Figueredo, ha ocasionado que la oposición venezolana sea ahora otra cosa, no solo compuesta por los partidos políticos, sino por las organizaciones de las sociedad civil que están conformando un frente mas amplio, que debe alinearse con la comunidad internacional que le va a aplicar sanciones para forzar la salida del régimen creador de esta tragedia. Que se está conformando una estructura compuesta, entre otros, por la Iglesia, así como las iglesias evangélicas y otras religiones, Fedecámaras y demás organismos empresariales, las universidades, el sindicato de transporte que denuncia la destrucción del parque automotor y eventual colapso del transporte público al que se le añade la crisis de efectivo, y muchos otros sectores de la sociedad civil organizada como las redes de vecinos, quienes necesariamente van a necesitar una coordinación unitaria porque de no hacerlo vendría un caos.

Que en los próximos días se realizará un acto en una universidad pública donde varios actores comenzarán a conformar ese frente; que vendrán protestas de calle pero no en el estilo de lo que ocurrió en 2017, sino con otro contenido y acciones pacíficas para evitar proporcionarle rehenes al gobierno.

Por lo tanto, finaliza su exposición Figueredo, aduciendo que el gobierno no está mas fuerte que antes, aunque todavía dispone de los medios para reprimir, pero que cometió un grave error al no aceptar la ayuda y salidas que se le ofrecieron en las mesas de negociación, y ahora será la comunidad internacional y los movimientos sociales y políticos internos, alineados todos con esa comunidad, los que determinarán la suerte de los funcionarios causantes de la hecatombe actual que padece el país y que nos corresponderá a todos la dura tarea de reconstruir a Venezuela desde abajo, crecidos por la crisis causada por el estado forajido para que nuestros hijos y nietos regresen a Venezuela.

A pregunta formuladas por varios de los participantes, refirió:
Que no es factible la intervención extranjera porque es muy costoso mantener tropas en el extranjero y el precio que se paga materialmente y en vidas humanas es alto, como ocurrió en Irak y Afganistán, por lo tanto serán las sanciones las que se apliquen en su lugar, amén de que no existe un consenso para una salida de ese estilo. Que Estados Unidos aplicará sanciones petroleras que terminarán de liquidar el flujo de caja del gobierno para manipular y dominar por hambre. Que las elecciones las adelantó el gobierno para abril porque el transporte público y la falta de efectivo está colapsando al país y vienen situaciones definitorias; y por último, esperar que la gente pobre sea la que explote y salga a la calle, son típicos discursos de la gente de clase media que no entiende a los sectores populares que necesitan alimentarse.”

Una vez oída la exposición y la sesión de preguntas y respuestas, por primera vez en mucho tiempo, sentimos que estamos mas cerca de una definición de lo que nos imaginábamos. Renace la esperanza ante el decaimiento del apoyo geopolítico del gobierno y el fortalecimiento de los movimientos civiles internos de nuestra maltratada Venezuela.

Gracias, Dr. Figueredo por ese aliento!!

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