Por Rafael Hernández
Muchas veces, voceros de la
calle, fuentes de las redes sociales o –incluso- analistas sesudos, sostienen
una hipótesis negativa: “aquí lo hemos hecho todo y –a pesar del esfuerzo
desplegado– un sistema tan negativo para el país, con tan pésimos resultados en
los servicios públicos, tan nefasto para la vida cotidiana de los venezolanos,
se mantiene; son expertos –en eso- mantenerse en el poder”
Frente a un análisis tan
definitivo, con consecuencias directas para la vida ordinaria de todos (menos
los enchufados), para muchos las salidas son emigrar o bajar la cabeza
haciendo lo que se nos ordene desde un gobierno con menos del 15% de
popularidad.
No es posible asumir ese
análisis, mucho menos las consecuencias directas.
En otros países, donde
sistemas autoritarios y sin relación con lo ordinario y las consecuencias para
sus ciudadanos se instalaron lo lograron porque no había cientos de miles de
personas, todos los días, gestionando actividades vinculadas a lo social, a lo
ordinario, mucha gente, haciendo cosas.
Escojamos algunos sectores y
procuremos realizar una evaluación de estos esfuerzos:
Alimentación
Miles de esfuerzos se
realizan para logran un mejor abastecimiento, desde iniciativas de varias
familias por adquirir al mayor algunos alimentos hasta un Movimiento
Cooperativo Venezolano que a pesar de las dificultades, a pesar de un contexto
adverso promueve salidas en el abastecimiento.
Salud
Mucha gente, en todo el
país, desde ámbitos eclesiales, sociales o cooperativos asumen la atención a la
salud procurando menores precios o incluso algunos lo hacen totalmente
gratuitos por la gestión directa de los profesionales del área o por
financiamiento maravillosos del Bono de la Salud o alguna empresa que los
patrocina.
Servicios Públicos
Hablar de los servicios
públicos en el país es terrible, siempre hay sectores que “sabotean”,
animales de distinto porte que comen cables, rompen tuberías o impiden que
los cables para comunicarnos se mantengan enteros.
Frente a esto, no solo el
reclamo ordinario y siempre reiterado porque ellos sean debidamente brindados,
sino que para algunos, la gestión directa, el análisis de alternativas y la
implementación de medidas directas por la propia comunidad, se han ido
asumiendo. Muchas amparándose en leyes de los servicios públicos.
Cultura
Quién no conoce, un coro, un
espacio de enseñanza del dibujo, una clase ordinaria de cuatro, guitarra. Quién
no conoce un grupo de danza folklórica o un grupo de teatro en nuestras zonas.
Casi todas ellas, sin financiamiento desde el gobierno.
Educación
Desde organizar una escuela,
cada vez más difícil, en torno a una comunidad hasta promover cursos para
reparación de materias, clases de matemáticas, o cualquier materia clave en las
comunidades.
Entre otras áreas donde
todos los días, sin descanso, millones de esfuerzos, procuran resolver, paliar
o impedir que nos aplaste la realidad
Por estas cosas concretas,
desarrolladas por la sociedad civil en cualquiera de sus versiones y opciones,
este país tiene futuro. La misma sociedad, cada minuto promueve salidas,
alternativas.
Esas consecuencias
anunciadas o profetizadas por un análisis sencillo, no podrán ser posibles
mientras exista gente de la misma sociedad procurando impedir que nos quedemos
en un rincón, sin hacer nada, frente a necesidades no atendidas por un gobierno
que no tiene su oído en la calle y sus necesidades.
No podrán…
09-11-18
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