Caracas, 03 de Octubre de 2018
El martes 02 de octubre, la Casa Parroquial de la
Iglesia de la Boyera sirvió de sede para la realización de la edición N° 69 del
“Foro
Hatillano”, con la exposición de la “Cronología de este desastre”, por
parte del abogado, politólogo, Individuo de Número de la Academia Nacional de
la Historia de Venezuela, profesor universitario, Doctor Diego Bautista Urbaneja.
La presentación estuvo a cargo del Director del “Foro Hatillano”, Gorka
Carnevali, quien destacó la importancia de conocer la evolución histórica
política de nuestro país para poder definir el camino adecuado que nos conduzca
al rescate y reinstalación de la Democracia en Venezuela.
El Dr. Urbaneja presentó lo que denominó su “propia
versión” de cómo se gestó la llegada de Chávez y el chavismo al poder, haciendo
un interesante análisis político de la era democrática venezolana desde 1958
hasta 1998. Destacó la importancia del Pacto de Punto Fijo como una forma
de distribución del poder entre los distintos partidos, para poder instalar un
gobierno de coalición política que no descuidara ningún sector de la vida
nacional que pudiera ser potencialmente desestabilizante, a fin de consolidar
la naciente y frágil democracia, aplicando el MAXImin: Maximizar el Consenso y
minimizar el conflicto.
Resaltó las distintas dinámicas que orientaron esta
etapa de Instauración y Consolidación de la Democracia venezolana
durante la década de 1960 y principios de los 70, caracterizada por la Sobredeterminación,
o enfático cumplimiento de todos los Objetivos planteados sin afectar el
MAXImin; Proliferación, o cobertura de todos los ámbitos de la vida
nacional; Expansividad, o presencia y funcionamiento del Pacto en cada
sector y en cada rincón del país y Rutinización, o consolidación de una
manera de hacer las cosas, un estilo de gobernar, repitiéndose en todos los
ámbitos. A partir de 1974, con el Boom Petrolero, se da paso al Estado
millonario en manos de líderes con afán de grandeza, magnificando la Expansividad y continuando con el
MAXImin.
Su “Versión del Declive” lo atribuye a
que, una vez alejada la ola de los altos precios petroleros, queda al
descubierto la realidad nacional (que algunos expertos ya habían pronosticado):
La mística democrática, el alto nivel de preparación del liderazgo político y
del multipartidismo como fuente de identidad (identificación Líder- Partido-
Ciudadano), que prevalecieron en la primera etapa, se transforma en la alternancia del poder entre AD y COPEI,
que, en lugar de ser partidos, se comportaron como Aparatos Electorales que no hacían política sino que se dedicaban a
“producir votos”, dejando de lado la
formación ideológica, divorciándose de las necesidades de la población,
perdiendo la identidad ciudadano-partido, agotando el puntofijismo. El costo
político de lo anterior fue la proliferación de conspiraciones en distintos
ámbitos y niveles, creando turbulencias en la democracia, fragilizando el
gobierno, debilitando los partidos e incapacitando al pueblo a prepararse para
la nueva realidad política que le correspondía afrontar. Así se llega a 1998,
año lleno de frustraciones que acrecentó el vacío partidos-pueblo y propició la
“personalización del poder”, que encarnó Chávez como nuevo caudillo.
¿Cómo afrontar la situación actual?
El Dr. Urbaneja coincide con lo planteado con el Padre Luis Ugalde, s.j., ex
rector de la Universidad Católica Andrés Bello, en cuanto al establecimiento de
un nuevo pacto, un nuevo acuerdo colectivo de la sociedad, en el que los
partidos, los sectores productivos, obreros, educativos, de salud, los
ciudadanos todos, construyamos y
encaucemos un consenso de país, se escoja un líder que nos represente y que
reciba el respaldo necesario para recorrer la transición… Quedarnos, Resistir,
Articularnos y Apoyarnos hasta rescatar y reinstaurar la anhelada democracia.
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