Por Oscar
Bastidas-Delgado
El mutualismo como
valor poseído por personas que se reconocen entre ellas como afectadas por
problemas comunes que deciden superar con recursos y esfuerzos propios, razón
por la cual no persiguen fines de lucro, y las mutuales como organizaciones
diseñadas y puestas en marcha a partir de ese valor a propósito de problemas
relacionados con la calidad de la vida y el trabajo en cuanto a salud,
medicamentos, accidentes y riesgos, previsión, retiro, vivienda, créditos
hipotecarios, servicios funerarios, turismo, uso del tiempo libre y otras
actividades, tienen antiquísimo origen.
Estas experiencias se
remontan a comunidades que necesitaron unir esfuerzos para enfrentar
catástrofes como las inundaciones del Nilo tres mil años antes de Cristo; de
protección de caravanas de los mercaderes de la antigua Palestina; de ayudas en
casos de indigencia o enfermedad como las “Hetairas” griegas; y otras como
las Guildas de la Edad Media en la antigua Germania, los “montepíos”
en España y las sociedades italianas de socorros mutuos.
No es de extrañar
entonces que los asociados a mutuales, que comprenden la importancia del valor
de la ayuda mutua y lo desarrollan, se preocupasen por integrarse y constituir
otras mutuales de mayor poder y alcance territorial, para superar sus
calamidades con mayores economías de escalas y efectividad en acciones. Es
sobre esta lógica que las mutuales entablan procesos de inter-cooperación y de
integración, constituyendo otras mutuales (“mutuales de mutuales”), útiles en
actividades que individualmente no pueden realizar: movimiento mutualista o
mutualismo.
Hoy el mutualismo posee
niveles mundiales gracias a organismos de integración como la Asociación
Internacional de la Mutualidad con sede en Suiza (AIM, 1950) que agrupa 46
federaciones o asociaciones de mutuales de 25 países con base en los principios
de la solidaridad y el no lucro prestando servicios a 230 millones de personas
en el mundo sea participando directamente en las gestiones de sus seguros de
enfermedades, coberturas complementarias y otras acciones. AIM apoya
iniciativas en la Unión Europea, América Latina y África.
Ejemplos de sus
alcances los observamos en casos como la francesa mutual de seguros MACIF Mutua
de Seguros (1960) que con sus 4,8 millones de miembros, 8.000 empleados y unos
14 millones de contratos es la primera aseguradora de la familia, el automóvil
y las motocicletas en Francia y apoya proyectos de micro-seguros en la India,
Senegal y Malí, país éste en el que apoya a la Union Technique de la
Mutualité Malienne (UTM) en colaboración con ONGs y la canadiense Sociedad
de Cooperación para el Desarrollo Internacional (SOCODEVI).
Este dinámico grupo
constituyó la Red Internacional de Fundaciones para la Innovación Social que
integra tres redes: 1.- El Polo Europeo de Fundaciones de la Economía Social
que asocia fundaciones promotoras de transformaciones sociales en la Unión
Europea; 2.- La Red de Fundaciones Quebequenses para la Innovación y la Transformación
Social que impulsa innovaciones sociales con perspectiva de desarrollo
sostenible; y 3.- La Red de
Fundaciones de la Economía Social y Solidaria de Centroamérica y el Caribe que
integra fundaciones y asociaciones que promueven la inclusión, la innovación
social, la Economía Social y la Economía Solidaria.
En el continente
americano debe reconocerse la labor de la Federación Internacional de
Cooperativas y Mutuales de Seguros (Icmif) con su Asociación Regional para las
Américas (Icmif/Américas) con más de dos centenas de aseguradoras de diversos
países. Como organismo de integración en el contexto latinoamericano destaca la
Organización de Entidades Mutuales de las Américas (Odema) constituida por más
de 55 entidades pertenecientes a 17 países con el objetivo de “Integrar
regionalmente a las entidades mutuales de las Américas”.
Mediante asistencia
técnica Odema apoyó la creación de la Unión Africana de la Mutualidad (UAM,
Nov. 2007, http://www.unionafricainemutualite.org)
que representa 21 países, con el objetivo de “Servir como un espacio de
intercambio, diálogo, coordinación y cooperación representando a las mutuales
de África ante los foros nacionales e internacionales; intercambiar información
y comparar experiencias entre las organizaciones miembro; representar y
defender los principios comunes; y promover la colaboración de sus
organizaciones miembros para proyectos de cooperación internacional, sobre la
base del principio de reciprocidad”.
Como se afirmó en
anterior artículo, gracias a movilizaciones del cooperativismo venezolano ante
la Constituyente de 1999, la figura de las mutuales adquirió rango constitucional
junto al de Economía Social, y debe impulsarse la promulgación de una ley
especial apenas cese el régimen militarista del dúo Cabello/Maduro
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