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jueves, 4 de febrero de 2021

Foro Hatillano #189.SITUACION POLITICA ACTUAL.Jueves 28 de Enero de 2021.Ponente: Benigno Alarcón. Director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB.




SITUACION POLITICA ACTUAL 

Por: Marianela Escalona Montesinos

Ponente: Benigno Alarcón. Director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB.

 

 Desde el ámbito internacional, Venezuela cuenta en este momento, a diferencia de lo que teníamos en 2019, una situación más complicada por la aparición de la Pandemia que ha sido el evento más importante a escala mundial en las últimas décadas, y que ha afectado a casi toda la humanidad. Esto hace que el tema de Venezuela, en la lista de prioridades, baja su importancia de manera significativa porque la pandemia genera problemas a la comunidad internacional y a cada país en particular en términos de pérdida de empleos, colapso de los sistemas hospitalarios, hambruna en algunos países más vulnerables, etc, y todo esto incide en lo político, lo económico y lo social, manteniendo al mundo muy ocupado en estos temas desde el año pasado.

 Además, la pandemia está lejos de terminar y el tema de las vacunas apenas está comenzando y con poca certeza  de cuáles de ellas serán siendo eficientes y cuanto tiempo de inmunización brindarán. Otro tema, que no es menor, es la disponibilidad de las vacunas dada la reducida capacidad de fabricación y distribución, llevando a los países a "competir" por obtenerlas y poder vacunar a su población.

 Aunque la atención sobre Venezuela no se ha perdido, a partir de 2020 si se ha reducido en forma significativa; la comunidad internacional en general, y los países que se preocupan más activamente por el caso venezolano, tienen que resolver problemas a lo interno como las recientes elecciones en Estados Unidos, los efectos  devastadores de la pandemia en países europeos particularmente en su economía y las condiciones de vida de sus habitantes. Ya el mundo no está tan pendiente de Venezuela como en el  2019.

 En el continente americano, en particular América Latina,  el tema  venezolano sigue teniendo peso específico sobre todo por el tema migratorio.  A pesar de que el año pasado las fronteras estaban relativamente cerradas y había más dificultad de salir de Venezuela, la migración ha continuado y según cifras de ACNUR, más de medio millón de personas salieron del país y las cifras siguen en aumento. En la medida que los controles por la pandemia empiezan a relajarse a pesar de no haberla superado parcial o totalmente, los países necesitan casi con desesperación normalizar su situación de vida y la gente "encuentra caminos" para salir del país.

 A  América Latina le preocupa especialmente el efecto migratorio venezolano y en particular a Colombia y los países andinos hacia donde los venezolanos han emigrado más por el tema del idioma y facilidades para proseguir hasta otros países.

 En nuestro país, todos conocemos lo que está ocurriendo. La dinámica política de este año está caracterizada fundamentalmente por 3 tácticas que el gobierno utiliza en su estrategia y que viene utilizando desde el año pasado, dándole buenos resultados como en las parlamentarias, donde logró que la oposición se abstuviera, otra parte de la oposición cooptada por el gobierno participara para darle mayor legitimidad a la elección, logrando que el gobierno se quedara con el 95% de las curules en la Asamblea Nacional. Esta estrategia es la conjunción de 3 tácticas:, represión, diálogo y elecciones controladas.

 - Represión: es evidente que el  año pasado hubo eventos de represión no masiva sino selectiva o localizada como lo fueron la intervención judicial de los Partidos Políticos, la detención de algunos activistas, la inhabilitación de algunos partidos para participar en la elección y, a principios de este año, una represión a actores sociales como la ONG Azul Positivo y simultáneamente, la intervención a algunos medios de comunicación como VPI, Efecto Cocuyo, El Pitazo y Tal Cual, ya sea con  intervenciones tecnológicas contra estos medios (hackeos) o intervenciones administrativas a través del SENIAT y CONATEL.

 Ahora la represión se mueve hacia el sector político, como la materialización de la amenaza sobre ciertos actores políticos, anunciando la prohibición de salida del país para ellos, a través del poder judicial,  encabezando la lista Juan Guaidò además de diputados o personas cercanas al gobierno interino.

 Lo que hay es un proceso donde la represión se ha exacerbado y al mismo tiempo el gobierno llama al diálogo.

 -Diálogo: esta táctica se usó el año pasado en la Mesa Nacional de Diálogo pero ahora está  sectorizada (empresarios, universidades, sectores sociales, etc) buscando la división entre los diferentes actores que pueden hablar con el gobierno y los que son marginados o excluidos.

 - Elecciones Controladas: aplicada en las parlamentarias. Partiendo del hecho de  que todos los gobiernos prefieren ir a elecciones, aunque sean gobiernos autoritarios, porque necesitan un mecanismo de legitimación que los proteja contra las presiones internas y externas. Ir a elecciones también les permite reducir la presión interna porque quien las pierde, aunque sienta que la misma no fue justa o incluso que hubo cierto nivel de fraude, se desmotiva y desmoviliza alejándolos de la acción política y de alguna manera, también impiden a otros actores, como las Fuerzas Armadas,  que tienen la posibilidad de derrocar al gobierno  no encuentren justificación o excusa para hacerlo. Normalmente, los sectores militares tienden a irse contra un gobierno cuando éste pierde elecciones o un referendo, como el caso de Pérez Jiménez en 1958.

 Cuando un gobierno no puede ganar elecciones tiene varios caminos:

 -Eliminarlas aunque no es muy deseable porque le quita herramientas de legitimación.

 -Ir a elecciones con aquellos con los que el gobierno se puede entender o puede derrotar, inhabilitando candidatos  que podrían ganar, o inhabilitando a sus Partidos Políticos (casos VP, PJ y AD).

 - Dispersar el voto opositor para que no haya una sino muchas oposiciones.

 El gobierno usa una mezcla entre la inhabilitación de actores que puedan ganar u la dispersión del voto opositor; aunque son minoría genera un proceso donde sean ellos los más grandes entre muchas minorías, dividiendo o fracturando a la oposición.

 Esto fue, en parte, lo que hizo el gobierno en la pasada elección parlamentaria, donde montaron una Mesa Nacional de Diálogo invitando a aquellos actores de partidos minoritarios al mismo tiempo que  se reunían con los  mediadores noruegos, para tener partidos que los acompañaran en la elección, prometiéndoles "sacar de la carrera" a los partidos mayoritarios y aumentando así  las oportunidades de los actores que se anotaron para la elección ; además, se aumentó el número de curules de 167 a 277, incrementándolas oportunidades de ganar.

 Ante este panorama, estos actores se animan a inscribirse en la elección postulándose más de 14 mil candidatos, mientras que el partido de gobierno solo inscribió 277 candidatos. El voto de la oposición se dispersó y solo obtuvo poco más del 5% de la Asamblea Nacional.

 De  cara a las regionales y a las municipales la estrategia es la misma: hacer lo posible para que los partidos mayoritarios no participen, manteniendo  las inhabilitaciones e intervenciones o si  dan señales de que no están dispuestos a competir porque las condiciones no están dadas, ya no harían falta las medidas de inhabilitación porque habrían salido del juego, animando a los actores regionales y municipales que tienen liderazgo a competir.

 Las elecciones municipales sobre todo son más apetecibles que las parlamentarias ya que un diputado no tiene una circunscripción que controle, ni posibilidad de hacer favores para que la gente siga votando por él a través de prebendas o auxilios. Los gobernadores y los alcaldes tienen recursos o jurisdicción donde pueda crear una base política que a veces, responde a una lógica clientelar y otras veces a una lógica de socialización para él, dándole oportunidades para proyectarse a cargos más importantes a futuro.

 Si las parlamentarias generaron más de 14 mil postulaciones, es fácil imaginarse las que generarán 23 gobernaciones con sus Asambleas Legislativas y 337 municipios, incluidas las alcaldías metropolitanas de Caracas y el Alto Apure, con sus respectivos concejales.

 Obviamente el partido de gobierno irá con 1 candidato para cada jurisdicción y al no haber una referencia como por ejemplo  la Mesa de la Unidad Democrática, el voto opositor se dispersará entre miles de candidatos. Esta es la apuesta del gobierno y está trabajando en ello.

Estructuras de Movilización de Base.

 Es un tema clave dentro y fuera del país. Uno de los principales problemas a juicio de Benigno Alarcón, es que las Estructuras de Movilización de Base se perdió lo cual se evidencia en las protestas de 2017, 2019 y las de principios del 2020, donde participaron centenares de miles de personas, disminuyendo la participación en los últimos años. Esto ocurrió porque las Estructuras de Movilización que existían cuando el chavismo llegó al poder, se perdieron. Las bases sociales de los Partidos Políticos, Sindicatos, Gremios y Asambleas de Ciudadanos, que tenían mecanismos de engranaje y movilización,  fueron perdiendo sus estructuras y el contacto con ellas, por falta de recursos y por la desbandada y desarticulación de esos grupos organizado que habían dentro de la sociedad civil.

 El tema de la movilización de base es fundamental para la masa crítica de participación; si no hay estructura de movilización de base no es posible sostener ciertas estrategias, ni que haya movilización para protestas ni siquiera electoral, que puedan tener cierto nivel de éxito. Para Alarcón, es poco o nada lo que puede hacerse para que la gente se organice en el exterior. Obviamente cuando hay expectativas positivas la gente está más animada a hacer casi cualquier cosa, pero al no haber resultados favorables, la gente se retira y desliga de estas actividades.

 El venezolano que vive en el exterior tiene una situación complicada: hacerse una vida, adaptarse a un país extraño, con poco o ningún apoyo, lo que dificulta poder tener activismo ciudadano en el exterior. Lo que hay es venezolanos en el exterior que, de vez en cuando, se une a ciertas iniciativas que tengan algún sentido o lógica. Para Benigno Alarcón, lo importante en el exterior es que en cada ciudad importante donde vivan venezolanos, un grupo de ellos se organicen y asuman el liderazgo del resto de sus compatriotas que estén en ese país, liderazgo en el sentido de crear vínculos y mantener el contacto en un intercambio activo, con pequeños encuentros para compartir información relevante sobre lo que pasa en Venezuela, para que, en el momento que se requiera su participación para cualquier actividad, la gente responda porque hay confianza en quien convoca, porque se ha construido un vínculo, se manifiesta interés y preocupación. Organizarse, repartir tareas, levantar una base de datos, crear un vínculo y mantenerse conectados de alguna manera, para que la gente vuelva a identificarse y sentirse parte de algo. Esto hay que hacerlo dentro y fuera del país.

 La Unidad.

 La necesaria unidad perfecta no existe pero hay que ponerse de acuerdo en lo esencial: una estrategia unitaria. La unidad se tiene que reinventar para llegar a un acuerdo sobre quiénes y cómo se toman las decisiones, eliminando los cogollos. Hay que construir una nueva unidad donde todos tengan voz y voto, y también una unidad social que permita discutir y llegar a acuerdos. Si no se hacen estos cambios seguirán profundizándose las diferencias.

 La sociedad civil tiende a criticar a los políticos por su falta de unidad, pero tampoco la práctica. El gobierno lo sabe y saca provecho. El gobierno sabe, por ejemplo, que las ONG que se dedican a la ayuda humanitaria no tiene más remedio que entenderse con ellos para que la ayuda llegue al país, y eso a veces hace que estas organizaciones compitan entre ellas para posicionarse en el tema de la ayuda humanitaria, o una competencia para que el gobierno les permita continuar con su trabajo, con lo cual el gobierno juega a la división.

 A juicio de Alarcón, el Dilema del Prisionero demuestra los llamados Problemas de Acción Colectiva, y la razón por la que no es posible llegar a acuerdos en diálogos es la No cooperación, donde el gobierno escoge con quien coopera y con quien no, resultando ganadores y perdedores en el proceso, porque cada actor, más tarde o más temprano, termina jugando en favor de sus intereses individuales.

Salida Electoral.

 Aunque no es el único camino, la salida puede ser electoral; aun con elecciones sin condiciones. Existen elecciones con resultados imprevistos, como las parlamentarias de 2015, que se dan bajo regímenes autoritarios que controlan la elección, y porque la controlan creen que siempre las pueden ganar. Esto puede volver a ocurrir.

 Si la oposición sabe que se va a una elección sin condiciones, las posibilidades de perder son muy altas, aún con unidad; pero si se está bien preparado con una estrategia que permita participar en esos términos, entendiendo siempre que se participa en desventaja, aceptándolo y preparándose para ello. Esto implica mejor organización y mejor estrategia.

 Así ocurren buena parte de las transiciones políticas. Puede darse un golpe de estado porque el gobierno y la Fuerza Armada se disgusten entre ellos, pero eso está fuera de nuestro control; de hecho actualmente a la Fuerza Armada le interesa ser parte del poder y del gobierno.

 Si la vía es electoral, debemos entender que no son elecciones como las quisiéramos y con un gobierno que participa con ventajas inevitablemente. Aunque puede haber otras soluciones como una Rebelión, la gente no se anima a meterse en dinámicas de este tipo.

 La oposición debe tener una estrategia unitaria, porque si los Partidos y la Sociedad Civil están desunidos, el fracaso está garantizado. Con Unidad puede ser que perdamos pero sin unidad social y política es seguro que perdemos.

 Las estrategias para hacer trampa en una elección son muy variadas. Algunas están claramente definidas como fraudes pero hay otras más difíciles de ponerle coto. El gobierno actualmente está usando una estrategia llamada "time and sequence" que consiste en ordenar las elecciones de forma tal, que se puedan usar las ventajas de la primera elección para ganar una segunda elección y es una práctica difícil de denunciar políticamente. Esto lo hizo el gobierno en 2017 cuando separó las elecciones de gobernadores y alcaldes y ahora lo repite convocando para este año la elección para gobernadores y las municipales para 2022. La elección regional, con menos riesgo porque hay menos cargos en juego, genera una estructura política para la próxima elección, afinando la maquinaria política y de movilización.

 La elección del 2020 demostró al gobierno que tiene limitaciones de movilización. Es por esto que ahora hablan del Estado Comunal y elecciones de estructuras comunales y Parlamento Comunal, para generar incentivos que permitan reorganizar sus estructuras con un alto componente clientelar (estructura político-clientelar). El gobierno debe mover un poco la economía para hacerse de recursos y generar mecanismos clientelares que comiencen a mover la estructura. Por eso convoca a una elección de menos riesgo, poniendo la estructura a prueba y evaluándola. Luego tiene 1 año para seguir refinando la estructura dándole más solidez y consolidándolas para las elecciones presidenciales o un eventual referendo revocatorio. Habiendo visto las fallas durante las parlamentarias, tiene 2 años para ajustar la maquinaria. El gobierno tiene muy clara su estrategia y sabe que hay procesos que dividen y fracturan

 Otra estrategia difícil de denunciar es la fragmentación del voto opositor generando mecanismos que atraigan a mucha gente a la carrera electoral para así dispersar el voto opositor. Esta es una práctica electoral tramposa e injusta pero sofisticada y difícil de denunciar como trampa.

 Ante este panorama ¿Qué acciones se pueden tomar? Por una parte la presión externa que aumentará a medida que nos acerquemos a la fecha de las elecciones, aunque no garantiza que el gobierno va a ceder, y esta presión externa complementarla con presión interna y, para que esto ocurra, la Sociedad Civil tiene que organizarse para ejercer la presión de manera sostenida. Para Benigno Alarcón, es lo único que se puede hacer.

Estados Unidos.

 A juicio de Alarcón, el gobierno de Biden revisará la estrategia que se ha seguido con Venezuela, ya que en el gobierno de Trump no se lograron resultados. Revisar la estrategia implica revisar los elementos que la componen: Presión diplomática, amenazas (que no gozan de credibilidad) y las sanciones. La nueva administración decidirá si se mantienen o no estos elementos, conservar alguno o cambiarlos por otros, o cambiar la forma de aplicar esta estrategia.

 Otro aspecto a considerar es que el gobierno de Biden, con un país profundamente dividido, al menos electoralmente, tiene como prioridad tratar de reconciliar a su país para poder gobernar; atender primero su política interior para luego atender otras urgencias.

 Para Benigno Alarcón el tema no ha arrancado mal, ya que el nuevo Secretario de Estado, en su primera declaración, menciona a Venezuela reconociendo a Guaidò y a los diputados electos en 2015. Aunque sin mucha definición en el rol afirmo que los interlocutores de la oposición venezolana son Guaidò y compañía. Esto le sube el costo al gobierno si apresa a Guaidò. Otra buena señal es la coordinación de esta política con los europeos (unidad de nuestros aliados internacionales).

Negociación.

 Al gobierno no le interesa negociar un cambio político o una elección presidencial en un momento donde siente que está ganando. Prefieren la negociación directa y sectorizada.

 En un proceso de negociación nada está negociado hasta que se tiene un acuerdo final. Lo que el gobierno está haciendo es acordando cosas que le interesan con sectores específicos, pero no quiere llegar a acuerdos políticos. Si logra acuerdos de forma aislada, el tema político y electoral se vuelve a quedar solo, convirtiendo al proceso en una negociación "suma 0" donde una parte gana y la otra pierde. Esto fractura el proceso de negociación y pone al gobierno en ventaja porque tiene el control de la situación. La negociación integral que pueda generar cambios en lo político y en otras áreas, desaparece.

Elecciones Primarias.

 Alarcón está a favor porque cree que ya pasó el tiempo en que un grupo decidía quienes serían los candidatos. Es importante dar cierta legitimidad a los actores que tienen aspiraciones políticas y que quieren ocupar puestos de elección.

 En su oportunidad, la Mesa de la Unidad Democrática planteó 3 mecanismos para tener candidatos unitarios:

 -Los partidos se ponen de acuerdo sobre quien será el candidato.

 -A través de encuestas se determinan los candidatos.

 -Si es necesario, hacer elecciones primarias para que la gente decida quienes serán los candidatos unitarios.

 En esta oportunidad, Alarcón cree que se debe ir a un mecanismo similar.

Reconocimiento de Guaidò por la Comunidad internacional.

 El hecho de que ya no se reconozca a Guaidò como presidente interino por parte de algunos países, era predecible. Cuando en 2015 Guaidò fue electo diputado y en 2019 electo presidente de la Asamblea Nacional, y al desconocer la elección presidencial que Maduro dice haber ganado, había que llenar ese vacío de poder, pero el término constitucional 2016-2020 terminó y en la mayoría de los países no existe la "continuidad administrativa" para cargos de elección; si no hay elecciones, el país se queda sin congreso, sin gobernadores, alcaldes y hasta sin presidente.

 En Venezuela la Constitución es ambigua en cómo darle solución a esta situación, porque el constituyentista nunca se planteó esa posibilidad. Las soluciones que se dan son básicamente interpretaciones que pueden ser discutibles. Obviamente, en un país políticamente dividido, si no existe un argumento fuerte e inequívoco en la Constitución, es difícil defender este argumento frente a los que se oponen a esta tesis de que se seguirá reconociendo a Guaidò y por esto muchos países no se pronuncian o no apoyan la continuidad administrativa del gobierno interino o de la Asamblea Nacional.

 En Europa la política exterior es política de la Unión y no de cada país.

 Aunque no la decide el Parlamento Europeo sino los Cancilleres en representación de sus gobiernos porque los jefes de la diplomacia son los presidentes. El parlamento tiene una opinión pero la decisión final es consensuada entre los presidentes en los mínimos en los que se pueden poner de acuerdo.

 La Unión Europea desconoce a Maduro como presidente, desconoce las elecciones parlamentarias de 2020 y a la Asamblea Nacional producto de esa elección, pero también desconoce a Guaidò como presidente porque no todos están de acuerdo en el argumento de la continuidad administrativa.

Responsabilidad de Proteger (R2P).

 Es poco probable su aplicación porque requiere un alto nivel de consenso muy difícil de lograr por sus altos costos en dinero y vidas para los países que intervienen. Además, comparada con la intervención a Irak en tiempos de Sadam Hussein, Venezuela tiene una Fuerza Armada más grande Y con grupos civiles armados, que complican la situación.

 Otro aspecto que justifica la no intervención militar en Venezuela es que la mayoría de los procesos de transición que se han intentado a través de esta vía han fracasado.

 La unidad política y social es fundamental para cualquier estrategia. Al actor político le corresponde la representatividad del país y el liderazgo social tiene que apoyar al político a través de consensos estratégicos. La participación debe ser estructurada y orquestada porque el que tenga una estructura y organización será el que tenga éxito.

 

EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR EL PONENTE.

 Con una  participación de 69 personas por la plataforma ZOOM

 


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