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lunes, 22 de junio de 2020

Resumen del Foro Hatillano #160 SALUD MENTAL DEL VENEZOLANO EN TIEMPOS DE CUARENTENA. Foro Chat Whatsapp. Jueves 18 de Junio de 2020.




La Salud Mental del Venezolano en Tiempos de Cuarentena.

Por: Marianela Escalona Montesinos.

Ponente: Dr. Carlos Rasquin. Médico Psiquiatra UCV. Psicoanalista Didacta miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas. Ex-Director del Instituto Psicoanálisis SPCcs. Afiliado al Institute of Psychoanalytic Association IPA. Coordinador de Cine-Psicoanálisis.


   Existen 2 tragedias impactantes que han asolado a la humanidad: las guerras y las pestes. Ante ellas el hombre común se ve impotente y desamparado, marcan la historia con heridas imborrables. Albert Camus (La Peste) y Gabriel García Márquez (Amor en tiempos de Cólera) dan cuenta de ello en la literatura. Guerras y Epidemias mundiales como la Gripe Española (1918) han sido  reflejadas en el hermoso poema de Andrés Eloy Blanco "El limonero del Señor".

   Las plagas resultaban  desgracias remotas pero ahora, contemplamos perplejos el avance de una pandemia viral que se esparce democráticamente por todo el planeta. Los colosales imperios modernos se tambalean en sus principales pilares, sus operarios colapsan y también sus hospitales, casi incapaces de contener y sanar este mal.
    La única herramienta y respuesta válida es evitar el contagio y detener la propagación, buscando refugio en el hogar, quedándose en casa. Volver a vivir en la cueva mientras pasa el diluvio.

     Todo lo contrario al espíritu de la Aldea Moderna: la gente sale todos los días a la caza, la pesca y la recolección, la producción y la interacción multiplicada. Pero la concurrencia social puede ser una cita con la enfermedad y la muerte.

    Terrible conflicto: comida o vida. Enorme reto ¿Qué priorizar? La productividad, el PIB o la integridad de las personas, su salud y sobrevivencia. Se requiere especial sabiduría de los gobernantes. Líderes pragmáticos que solo consideran la productividad o líderes centrados en la calidad global de la vida de las personas.

    En mayor o menor grado todos estamos recogidos por la cuarentena y esta se parece demasiado a detener la vida, a dejarse y dejar en pausa el acto de hacer, andar, sobrevivir y progresar. Esa barrera, aunque preventiva y justificada,  puede despertar en muchos sentimientos angustiosos y opresivos de encierro, parálisis, asfixia, sometimiento y deterioro en muchos sentidos. Puede hacerse difícil reflexionar y comprender que es una situación especial, circunstancial, muy distinta al espíritu y responsabilidad de vivir activamente, que casi siempre nos acompaña y alienta.

    En muchos de los casos, la cuarentena implica una estrecha y prolongada convivencia. Normalmente asociamos el encuentro familiar con alegría y cariño, pero una reunión indefinida en medio de malas noticias, privaciones, prohibiciones y espera, puede caldear los ánimos y los espíritus. En todos los grupos humanos coexisten afectos pero también tensiones, diferencias y conflictos que pueden entrar en escena y generar asperezas, enfrentamientos y discusiones. Pasa hasta en las mejores familias.

    Es una bendición contar con miembros de la familia o con recursos personales propios para aportar contención, comprensión,  orientación, negociación y formas de reparación. Un padre que pone límites, una madre que alivia y aclara, un hijo que suma, son granos de arena que construyen un cálido nido familiar, aunque haya calamidades en el entorno social o ruidos y gruñidos en la trama hogareña.

    Pero el drama puede subir de tono y ser necesaria la intervención y ayuda de especialistas bien sea psicólogo clínico, psiquiatra o psicoanalista.

    El confinamiento en casa propicia las consultas virtuales "en línea", existiendo diferentes opciones válidas y útiles. La realidad de la diáspora nos ha ido entrenando en las consultas a distancia con personas que prefieren seguir siendo pacientes de terapeutas de su tierra y costumbres. Hay suficiente información acerca de este recurso para situaciones de crisis o para que pacientes en curso continúen sus procesos personales de psicoterapia. Es importante resaltar la recomendación a las personas que siguen un tratamiento con psicofármacos, tener suficientes para no interrumpir abrupta o inoportunamente el tratamiento.

    En los casos de una persona sola en cuarentena circunstancia generalizada, frecuente y particularmente difícil, pone a prueba la entereza y el plan personal, la capacidad de acompañarse a sí mismo y atenderse, más allá de las ventajas que puede tener vivir solo.

    Como la cuarentena es básicamente física, y gracias a los medios de comunicación, las personas  pueden  mantenerse  en contacto, articulados y acompañados por una red de familiares y amigos. La persona que está sola debe cuidar sus rutinas, dar manos de estas formas de relacionarse y mantenerse informado. Es bueno saber dónde buscar información y distracción que lo conecten de alguna forma con su mundo social.

    Otra situación que trae la cuarentena es la experiencia, muy acentuada, de estar con nosotros mismos. ¿Qué soy? ¿Cómo estoy viviendo? ¿Qué tengo? ¿Qué calamidad me acompaña que no he podido resolver? y otras muchas interrogantes. Una vivencia de intimidad con uno mismo que puede ser una introspección muy provechosa y una inquietante y estremecedora oportunidad acompañada de ansiedad, pesar , rabia, confusión , miedo y reacciones corporales diversas (gastritis, cefaleas, etc). Este revuelo interno puede ser una oportunidad para una enriquecedora reflexión que oriente a confrontar, aclarar y mejorar conflictos o sobrellevar mejor calamidades de difícil solución. 

   Puede ser un momento para una densa conversación con el miedo interno. La cuarentena con nosotros mismos nos conduce a confrontar que pueden haber otras cuarentenas que arrastramos y padecemos. Encierros, atrapamientos menos tangibles y concretos pero asfixiantes y rígidos. Dependencias intrincadas a personas, sustancias y mitos, tiranías y sometimientos que parecen incurables. Devociones irracionales y  absurdas. Miedos aplastantes sostenidos en una equívoca autopercepción de pequeñez.

    La cuarentena sanitaria terminará al final de una espera de fecha incierta y quizá el tiempo de pausa y reflexión sea la  ocasión para salir de laberintos y callejones sin aparente salida.

    El estar con uno mismo puede ser una oportunidad para hacer algo que se ha deseado  pero se ha postergado como leer, aprender un instrumento musical, etc... La cuarentena puede convertirse en una experiencia nutritiva.

    En medio de tantas privaciones y limitaciones la pandemia y la cuarentena nos brindan otra oportunidad: percatarnos de lo verdaderamente necesario para sobrevivir y vivir bien: el sustento del trabajo, tener un quehacer y sentirse útil, mejor aún si se hace lo que se disfruta y además sirve para vivir.

    También es importante la salud, la sana  y balanceada alimentación, el ejercicio físico, disfrutar de lo sublime, saber mirar el paisaje, el arte o la belleza en donde esté, oír buena música de cualquier género, creer en el bien de hacer y ser sin dañar, descansar y dormir bien. Todo esto es fuente de salud.

  "Lo verdaderamente importante no se ve con los ojos si no con el corazón...y es sencillo y claro." La cuarentena nos puede dejar ver cuantas artificialidades y superficialidades nos cautivas y nos extravían.

   Al lado del sufrimiento por la repentina oleada de enfermos y fallecidos, hemos contemplado el despliegue de grandes esfuerzos de solidaridad de la gente por sus semejantes, en especial de los servidores asistenciales, dando una pelea agotadora y costosa y muchos ofrendando su vida en su devoción de atender a los enfermos. Resulta conmovedor comprobar ese lado solidario del ser humano, que ha dado apoyo al ciudadano enfermo y afligido por esta calamidad.

   El miedo es otro aspecto muy importante en esta situación. Por una parte el miedo personal de contraer el virus y enfermar. El mayor riesgo lo tienen los adultos mayores que tengan alguna patología previa y el menor riesgo lo tienen los niños, con una incidencia muy baja de casos gracias a un factor inmunológico que les da protección. En el caso de los jóvenes, han llevado una cuarentena más relajada y flexible a pesar de ser susceptibles de contraer el virus.

    En lo social, las personas tienen miedo de enfermarse en Venezuela. A pesar de la rápida medida de cuarentena estricta tomada por el gobierno, otros aspectos de tipo político influyeron en la medida como por ejemplo la incapacidad de atender a una gran cantidad de pacientes por las condiciones deplorables del sistema hospitalario público, imposibilitando la prestación de un servicio adecuado.

    A pesar del miedo, hay otra circunstancia crítica y lamentable que dificulta cumplir con la cuarentena. No todos pueden quedarse en su casa por la gran necesidad econòmica y  la precariedad de los ingresos. Muchos deben salir a buscar algún medio de sobrevivencia. Esto resulta en un drama complicado, aunado a las carencias previas como la escasez de gasolina, y se ve reflejado en un aumento de las protestas por servicios públicos. El gobierno sacó provecho de la situación para controlar socialmente a la población.

    En razón de todo esto, se plantean tiempos de solidaridad, de encuentro y apoyo mutuo para informar, prevenir, colaborar con material preventivo a centros asistenciales, a trabajadores y vecinos desprotegidos en su lucha por sobrevivir. Espacios como este foro,  permiten el encuentro y la  participación.

    Los venezolanos enfrentamos 2 epidemias... 2 pestes: la del coronavirus  y la impuesta por el gobierno totalitario, inmisericorde y obstinado. Tenemos cosas que sanar de manera apremiante y urgente.

    La cuarentena pone a prueba la personalidad en 2 tareas arduas para cualquier ser humano: capacidad de esperar y tolerancia a la incertidumbre. Requieren de mucha fortaleza y madurez.

    Cumplir las recomendaciones de los especialistas, especialmente el distanciamiento social es fundamental. No existe  ningún tratamiento curativo si no paliativo. La vacuna requiere de un proceso que no se puede abreviar. Mientras, debemos vivir con las restricciones de la cuarentena y todas las recomendaciones para evitar el contagio.

    La pandemia y la cuarentena se suman al dolor y la tragedia de un país destruido, miserable y doliente, por la peste de la dictadura revolucionaria. Todos tenemos 2 graves enfermedades que confrontar y superar.

    La solidaridad familiar, de los amigos, de organizaciones comunitarias e instituciones serias y decentes, nos conducirá a una sociedad donde se pueda trabajar, amar, crear y creer.

    Amén!

  Con la particitación de  256 personas



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