En Venezuela los productores agropecuarios han tenido que diversificar su producción a varios rubros dada la crítica situación que se vive debido a la hiperinflación; de la siembra de rubros anuales como el maíz se amplió la actividad para tener más flujo de caja con productos como leche y carne. En el caso de los productores de hortalizas que tienen 2 1/2 ciclos al año, la situación es similar. Los rubros extensivos como maíz, arroz y caña de azúcar han decaído estrepitosamente.
En los últimos 20 años ha habido 2 ciclos diferenciados: uno bueno entre los años 2000 y 2010 donde hubo inversión en tecnología, tractores, semillas de primera calidad, etc pero luego vino otro ciclo con la expropiación de la empresa AGROISLEÑA, (que nunca ha sido cancelada a sus dueños), y a partir de este hecho comenzó a caer la producción nacional, incluidos los rubros extensivos y las hortalizas. Esta empresa abarcaba alrededor del 55% de la distribución de insumos a nivel nacional y el resto estaba a cargo de empresas nacionales y transnacionales que producían semillas y agroquímicos en Venezuela.
Es una aspiración del gremio lograr soberanía en la producción de agroinsumos, ya que se puede contar con derivados del petróleo y otras materias primas, además del conocimiento para su aprovechamiento.
AGROPATRIA, que sustituyó a AGROISLEÑA, con una inyección de 500 millones de dólares por parte del gobierno nacional, en los primeros 3 años de operación dilapidó el dinero y todo el inventario en agroquímicos, semillas y otros productos. Por esta razón, en opinión de Celso Fantinel, hay un antes y un después en la actividad agrícola producto de la expropiación de AGROISLEÑA.
Otro problema al que se enfrenta el sector tiene que ver con la formación de recursos humanos, dada la cantidad de profesionales del área que han migrado y a la progresiva destrucción de las Universidades. En general, hay un deterioro de la educación que trae como consecuencia algunos problemas sociales.
Maíz, arroz y caña de azúcar son rubros que demandan mucha tecnología, maquinaria y mano de obra y que motorizan las regiones donde se siembran y dinamizan la economía.
Para el año 2009 se batió el récord de producción de maíz con 620 mil hectáreas cultivadas aunque con rendimientos menores debido a la falta de tecnología no solo en fertilización sino también en microelementos, etc. Se cubrió la demanda nacional en maíz blanco y el 60% de la demanda de maíz amarillo. Con el arroz, se obtuvo una cifra récord con más de 225 mil hectáreas cultivadas y una producción de 1 millón, 200 mil toneladas de arroz logrando exportar por 3 años consecutivos el producto a Colombia. De caña de azúcar se produjeron cerca de 7 millones de toneladas, para un consumo de 12 millones, y con expectativa de cubrir en un 70% a 80% la demanda de este producto.
En el café se retrocedió mucho en la producción; de más de 200 mil hectáreas instaladas en la época de la colonia, actualmente solo hay 140 mil porque los productores no tienen recursos para fertilizantes, ni para la poda de los cafetos, con una disminución de las cosechas a 2 o 3 quintales anuales; otros productores con más recursos logran producir 6 o 7, cuando lo ideal sería producir entre 9 y 12 quintales al año.
Se perdió prácticamente toda la producción de naranja producto de una enfermedad que no se pudo atacar por falta de recursos ni se pudieron construir invernaderos libres de enfermedades por la misma razón. Todos los rubros tienen una situación similar.
La FAO señala que un país que logra superar el 80% del consumo, tiene soberanía agroalimentaria.
Para el ciclo 2021, con el maíz se logró que el 99% de la siembra estuviera en manos del sector privado. Una vez que AGROPATRIA quebró totalmente, el gobierno permitió a los productores la importación de agroquímicos y semillas. Durante su funcionamiento, AGROPATRIA compró insumos de muy baja calidad perjudicando especialmente la producción de arroz, maíz y caña de azúcar, bajando su productividad.
Este año, el maíz alcanzó cerca de 190 mil hectáreas sembradas, aunque la meta era de 230 mil hectáreas. En arroz, rubro que requiere el uso de combustible, no se llegó a las 34 mil hectáreas cuando la meta era de 70 mil hectáreas cultivadas en el ciclo de invierno. Con la caña de azúcar, hubo una resiembra de alrededor de 55 mil hectáreas, lejos de las 120 mil que en un momento se sembraron. En el rubro hortalizas, se sembraban en los 2 ciclos (verano e invierno) más de 170 mil hectáreas y actualmente alcanza sólo a las 45 mil hectáreas cultivadas con un esfuerzo extraordinario. La siembra se ha reactivado pero los costos de producción son muy altos por la dolarización, aunque hay buen inventario de semillas, herbicidas, fertilizantes de calidad para seguir adelante con la siembra. Los costos limitan el crecimiento de superficie de siembra, pero se está mejorando la productividad.
Los daños causados en días recientes en el valle del Mocotìes, Estado Mérida, afectó a una zona productora de papa, cebolla, tomate, hortalizas de rama etc, que son distribuidas en el país; situación similar se vive en los estados Bolívar, Anzoátegui, Táchira y otros con grandes zonas inundadas y hasta incomunicadas, generando pérdidas a los productores.
Factores como control de precios, desfase tecnológico por falta de recursos para adquirirlos, hiperinflación, ausencia de bolívares, ausencia de financiamiento o poco financiamiento a plazos muy cortos, etc, afectan negativamente la productividad a pesar de ser un sector pujante y que muchas personas y compañías quisieran invertir de no existir esta problemática.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional entre otras instituciones, consideran que si no hay un cambio de gobierno es difícil que lleguen inversiones a Venezuela a pesar de la capacidad del país con más de 30 millones de hectáreas que pueden ser de vocación agrícola, pecuaria, forestal o piscícola. El país podría convertirse en un "supermercado" del mundo, a juicio de Fantinel, ya que hay muchos países que no pueden crecer en superficies de siembra pero que siguen creciendo demográficamente y requieren alimentos que Venezuela puede producir.
Por otra parte, el gobierno no apoya las exportaciones porque teme que se eleven los precios en el mercado nacional.
Con el rubro hortalizas, hoy en día están muy afectadas por el creciente contrabando desde Colombia a muy bajos precios y sin ningún tipo de control ni aranceles.
Desde hace 2 años el sector agropecuario ha sido afectado por el tema del combustible prácticamente en todo el país pero en la zona occidental ocurre desde hace al menos 6 años (colas, chips, cantidades limitadas). Ahora se suma la escasez de diésel a pesar de que Venezuela posee una de las refinerías más grandes del mundo, pero que ya no produce ni lo requerido para el consumo interno. El sector agropecuario es un gran consumidor de diésel, en especial en las épocas de siembra y cosecha de los diferentes rubros. El diésel también se usa para la autogeneración de energía eléctrica ya que hay muchos sectores que padecen los problemas del Sistema eléctrico nacional.
Muchos productores se endeudan o venden sus cosechas de manera anticipada y por muy bajo precio para afrontar las vicisitudes que padece el sector.
Existe un retroceso enorme en las cosechas: en maíz la cosecha de 2020 fue muy similar a la del año 1971, con el arroz, se cosechó lo que en 1968; en el caso del azúcar, las cifras son las mismas que la de los años 1959-60 y en al café las cifras actuales son parecidas a las de antes de la I Guerra Mundial.
El sector agroindustrial está batallando para poder producir lo que llega a los mercados. En el caso de las hortalizas, los precios del productor son hasta 5 veces más baratos que los precios al consumidor final, por diferentes razones. El tema de las "alcabalas" afecta la cadena de distribución de las hortalizas; hay hasta 40 alcabalas desde los centros de producción hasta los sitios de distribución en el país. El intermediario pierde dinero o producto. Hay necesidad de crear una cadena de distribución más eficiente, con una buena cadena de frío para evitar la descomposición de los productos siendo la merma actual del 30%.
La aplicación de nanotecnología en la producción, con el apoyo de la UCV, en rubros como maíz, hortalizas, caraotas, etc, tratando de disminuir el uso de pesticidas y herbicidas que dañan las cuencas y a algunos animales. FEDEAGRO está interesado en estos temas, en los efectos del cambio climático, y otros.
FEDEAGRO cuenta con el Instituto de Políticas Agrícolas desde el cual se conduce el sector. La fortaleza de la institución reside en sus asociaciones con cooperativas modernas en cuanto a la gerencia, organización y funcionamiento. El ideal es la unión de productores para hacer compras en volúmenes y poder abaratar los costos, porque competir con el resto del mundo que tiene mejores condiciones es muy difícil.
Con respecto a la competitividad, la congelación de precios hizo mucho daño al sector agropecuario, las importaciones sin aranceles ni IVA de productos de baja calidad, entre otros factores.
Para la recuperación de la agricultura en el país hacen falta alrededor de 1300 millones de dólares por año, durante 10 años, rescatar la industria petrolera , incentivar el consumo a través de un incremento del salario familiar integral, creación de políticas agrícolas para el desarrollo sustentable, etc.
Con la participación 119 de ciudadanos.
Invitado:
Celso Fantinel
Presidente de Fedeagro
Modera:
lMarianela Escalona
Jueves 09 de septiembre de 2021, Hora: 3:00pm
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