DESTRUCCIÒN DE LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA POR DISEÑO
Ponentes:
Claudio Bifano. Doctor y profesor titular de la Universidad Central de Venezuela.
Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.
Vladimiro Mujica. Fisicoquímico Teórico.
Profesor de la Universidad Central de Venezuela y de Arizona State University.
Activista Ciudadano.
Pedro Castro. Historiador. Economista. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor titular de la Universidad Central de Venezuela.
CLAUDIO BIFANO:
Un grupo de profesores universitarios y profesionales egresados de la Universidad Central de Venezuela (UCV) denominado Nueva Universalia se ha dado a la tarea de insistir ante la sociedad venezolana sobre la situación de deterioro que actualmente muestran las universidades nacionales, el impacto que sobre su funcionamiento académico ha tenido la emigración de profesionales muy capacitados, y sobre todo, proponer un modelo de la universidad que debe construirse en Venezuela en el futuro cercano.
La universidad decretada por la Junta de Gobierno el 5 de diciembre de 1958, tenía una profunda visión humanista, estaba abierta a todas las corrientes del pensamiento y además, estaba acompañada por una gran innovación para la época: la figura del profesor investigador que hacía que la investigación científica y humanística fuera un objetivo que ampliaba sus funciones y las nivelaba con las universidades más avanzadas de la época.
Sin embargo desde la década de los años 60, debido a las circunstancias que vivía el país en ese momento, las universidades se fueron transformando en una arena de combate entre partidos políticos que sometían a prueba sus ideologías, estrategias y aspiraciones. Esto produjo una contradicción entre la idea de Universidad que cultivaba intereses académicos para formar profesionales útiles a la sociedad, y la realidad que se iba construyendo producto de intereses político partidistas.
Hubo errores, sin duda, pero durante unos 50 años la universidad jugó un papel importante en el desarrollo del país. Entre los miles de profesores que han desfilado por sus aulas en el último medio siglo surgieron investigadores de calidad, no pocos de renombre internacional, y otros que en la actualidad prestan servicios en otras universidades, centros de investigación y empresas. Durante 50 años la universidad venezolana hizo su trabajo, no cabe duda, y así lo demuestra el nivel de formación de muchos de sus egresados.
En los últimos 20 años, la visión sobre la educación ajustada a la ideología y a los intereses de quienes gobiernan, ha tergiversado la esencia de la universidad que es fundamentalmente, formar profesionales de alto nivel y producir conocimiento nuevo a través de la investigación. Se han creado nuevas universidades sin profesores capacitados y sin infraestructura a la altura de las exigencias que demandan instituciones que pretenden serlo.
Se ha producido un ahogamiento económico que afecta seriamente el desempeño académico de las universidades autónomas hasta el punto de anularlas, y lo que es peor, se pretende imponer ideologías probadamente caducas a los jóvenes que ingresan en las universidades creadas por decretos.
Sobre esta política perniciosa, de condenar a los jóvenes a ser esclavos de una ideología, es necesario que la sociedad reflexione muy seriamente. Las universidades no son solamente instituciones que distribuyen títulos para que los jóvenes mejoren sus condiciones de vida; son mucho más que eso pues son las que forman a las personas que sirve de motor de progreso del país.
Las nuevas generaciones tienen el derecho de recibir una educación que le garantice competitividad a nivel internacional, y toda la sociedad, pero en especial el sector productivo de bienes y servicios, requiere de profesionales que estén a la altura del conocimiento existente.
Mientras tanto, las universidades autónomas, que son las de mayor tradición y productividad académica, languidecen ante la mirada atónita y poco participativa de muchos ciudadanos y de sectores responsables de construir un nuevo país.
Hay muchos indicadores de lo que se ha llamado "Destrucción por Diseño" de la universidad:
-La renuncia masiva de profesores.
-El deterioro de la infraestructura para la investigación y la docencia.
-La disminución de la productividad científica.
-La eliminación de programas de postgrado por falta de profesores y alumnos son parte del drama que viven las universidades nacionales y de la catástrofe en la que están sumidas.
Todo lo anterior no significa que sería suficiente regresar a la universidad que se tuvo hasta 1999 y mucho la que se tiene en este momento y corregir la política de quienes gobiernan; no es suficiente garantizar fondos para mejorar las universidades venezolanas. Es necesario cambiar el modelo que se estableció en 1958 y que además, que la sociedad muestre interés y exija rendición de cuentas a esas instituciones que son la verdadera palanca de desarrollo del país.
Hay que tener muy presente que, como muchos afirman, la materia prima más importante con la que cuenta un país no proviene del subsuelo; es la "materia gris" bien educada de sus ciudadanos.
En los tiempos que corren, marcado por profundos cambios producidos por nuevas formas de correlacionarse, la función de la universidad debe ser entendida como un espacio de aprendizaje, una oportunidad para el impulso del conocimiento y el nuevo saber, un motor de cambio social y un aliado para la productividad.
Al tiempo que la universidad no debe olvidar que la cultura es uno de los objetivos fundamentales en la formación integral del individuo, debe responder con conocimiento a las principales necesidades de la sociedad y a la solución, tanto global como local, de asuntos de interés para el país, con un aporte en investigación y gestión, sustentada en una visión y orientación que le permita cumplir con la función cultural que le es connatural y con la capacidad de responder a demandas sociales y de innovación.
El Profesor Bifano aboga por la globalización que propicia la conformación de una sociedad del conocimiento, con un fuerte intercambio comunicacional y tecnológico debido al uso masivo del internet, que consecuentemente elimina progresivamente las fronteras en el comercio y en el conocimiento con un desarrollo económico basado en valores no tradicionales. Las universidades son parte integrante de la ecuación de progreso. Además, las universidades deben cultivar el respeto y la tolerancia, imprescindibles para la convivencia civilizada y el ejercicio y la defensa de la libertad.
El medio académico de hoy se plantea una nueva concepción de universidad: la de tercera generación. La universidad debe ampliar sus esfuerzos en la aplicación del conocimiento en correspondencia con empresas de bienes y servicios y con otras universidades, incorporando la inter y la transdisciplinariedad, operando en un entorno internacional sin barrera de lenguaje y con espacio para nuevas actividades tecnológicas, haciendo que la universidad sea altamente productiva que entiende el conocimiento como un bien valioso y como un instrumento de crecimiento económico.
Ajustándose a la realidad y con miras al futuro, la universidad debe emprender acciones y establecer colaboraciones sostenibles con la comunidad empresarial y las administraciones locales en la famosa trilogía Gobierno-Universidad-Empresas.
VLADIMIRO MUJICA:
Para los universitarios en este momento particularmente crítico de la universidad venezolana tanto pública como privada, es vital tener un espacio para discutir el tema de la "Destrucción por Diseño". Este término se refiere no a una mala política de gobierno o un acto de mal gobierno o de incompetencia o corrupción, sino de la destrucción deliberada desde hace varios años. No solo es el asedio de las instituciones por vía presupuestaria, la aniquilación del salario, la destrucción de la seguridad social, la imposibilidad de mantener en funcionamiento los laboratorios y el asalto a las instituciones para destruir la infraestructura que ha ocurrido últimamente. Hay una decisión de aniquilar los centros de pensamiento libre y de producción de conocimiento en Venezuela.
Para el Profesor Mujica, el esquema de un gobierno autoritario como este no puede coexistir con centros de producción de conocimientos y reflexión independientes. La libertad de pensamiento es consustancial a la vida universitaria. Aunque el gobierno ha intentado obtener control por vía electoral, ha resultado infructuoso el intento porque las universidades han logrado resistir y el chavismo no ha podido apoderarse del corazón de las universidades ni del país por ello intenta destruir lo que no pudo controlar.
Conocer las características de la "Destrucción por Diseño" es muy perturbador e instructivo a la vez. Comparar el proceso venezolano con lo que ha ocurrido en otros países con esquemas autoritarios como Cuba por ejemplo, resulta doloroso al constatar que este proceso de destrucción no se dio en Cuba; en ese país se controló el aparato universitario pero no se destruyó la universidad. Tampoco en la Unión Soviética. El proceso de destrucción de los centros de enseñanza superior en Venezuela es casi único en el mundo.
Esta situación se ha ido combinando con todos los intentos de control de la educación en todos sus niveles. La Educación pública primaria está en una situación absolutamente precaria.
La pandemia ha empeorado todo creando una situación de "asalto" disfrazada con la reciente Comisión Presidencial de Espacios de la UCV que ha usurpado en buena medida los espacios y la autoridad dentro de la universidad, pero el gobierno lo presenta como un intento para proteger los espacios que, efectivamente, están deteriorados ya que se le niegan los recursos a la institución.
Otro elemento igualmente perturbador de la destrucción por diseño de las universidad, pública y privada, parte de la hipótesis de que el gobierno está dando los pasos necesarios para perpetuarse en el poder, lo que supone el diseño de un sistema económico que facilite el retorno de capitales al país y permita la entrada masiva de tecnología; en la práctica se puede traducir en una mejora en las condiciones de vida de los venezolanos pagando un alto precio en obediencia y sujeción al régimen. Esta idea sobre la nueva economía venezolana guarda cierto paralelismo con el caso de China con su apertura económica.
La destrucción por diseño también se transforma en una mediatización de las universidades por parte del Ministerio para la Educación Superior, donde se seleccionan algunas carreras prioritarias conectadas con lo que es necesario para soportar las nuevas tecnologías, para armonizar con la visión mediocre de nuestras capacidades como país, en opinión de Mujica, y que se articule con el Plan de la Patria. En este esquema los estudiantes estarían bajo una "servidumbre laboral" donde las universidades brindarán solo las carreras prioritarias.
La gravedad de esta situación es obvia y es necesario que la sociedad civil entienda que, lo que ocurre, no es un problema solo de las universidades sino que atañe a toda la nación.
PEDRO CASTRO:
Es necesario comunicar la idea de que el proceso de destrucción de la universidad no es resultado de la ineficiencia, mala gestión del subsistema de educación superior, de ideas inadecuadas o por la destrucción de la economía. Para el Profesor Castro este es un proceso de destrucción que comenzó desde el inicio del gobierno de Chávez que ha pretendido acabar con los principios de la república liberal democrática: una "Destrucción por Diseño" de la universidad venezolana. El socialismo del siglo XXI busca convertir la educación en un aparato ideológico al servicio del partido y del régimen que se ha dedicado a causar un holocausto en la educación en general. Para ello se ha servido de la violencia en aquellas universidades que se han resistido a la ideologización, especialmente, las universidades nacionales autónomas como la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de Carabobo, la Universidad de Los Andes, etc, aunque no son las únicas.
Además de actos de violencia contra las universidades, el régimen recurrió a otros mecanismos más encubiertos pero igualmente violentos: control político de los docentes, ideologización de los estudiantes, cerco presupuestario a través de la reconducción del presupuesto lo que provoca el ahogo financiero y por ende la destrucción de la Academia en sus expresiones más significativas: docencia, investigación y extensión.
Igualmente se ha ido depauperando el modo de vida de los profesores a partir de la liquidación de las remuneraciones hasta llegar a la actualidad con salarios de menos de 10 dólares mensuales, la destrucción del Sistema de Seguridad Social y el paralelismo sindical para profesores, estudiantes y empleados.
El régimen, en su idea central de que la educación no es para estar al servicio del desarrollo y el bienestar de la nación y para la formación profesional de los ciudadanos, sino para ideologizar, pretende poner la universidad al servicio del Plan de la Patria. Creó universidades como la Universidad Bolivariana, amplió demagógicamente los cupos para la educación superior sin ningún requisito de entrada, sin control de la calidad educativa y sin ninguna atención a los estudiantes y sus capacidades para concluir un determinado plan de estudio.
Se crearon programas especiales como el Programa de Formación de Médicos Integrales Comunitarios para atender las necesidades de salud de la población de bajos recursos. Estos programas estaban destinados a la ideologización.
Entre los instrumentos legales más importantes con los que el régimen ha intentado intervenir en la educación superior están los siguientes:
-Decreto 1011 del año 2000. Fue el primer decreto en materia de educación que reveló los objetivos del régimen, que era la ideologización y el desmontaje de la educación para la civilidad, la democracia y la formación libre de los venezolanos, Este decreto pretendió establecer la legalidad de los comisarios políticos y de los maestros cubanos en las escuelas violentando las normas del Reglamento Docente vigente pero despertó un poderoso movimiento civil denominado "Con mis hijos no te metas" que produjo un movimiento de rebelión en los siguientes 2 años.
Suspensión de las autoridades universitarias por la Sentencia 120 de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia de agosto de 2010, que ha imposibilitado realizar las elecciones de las autoridades universitarias hasta el día de hoy. A la renuncia o fallecimiento de las autoridades, éstas son sustituidas por el régimen sin el debido llamado a elecciones nombrando a las autoridades por la vía de los hechos para ir avanzando en el control de la institución.
La Sentencia 0324 de agosto de 2019 pretende obligar la realización de elecciones de las autoridades violando la Ley de Universidades de 1991, cambiando la forma de la votación y otorgando el derecho a voto a empleados y obreros, privilegiando los intereses de los gremios y no los de la Academia.
Se vienen produciendo desde el 2010 intentos por cambiar la Ley de Educación Universitaria que había sido aprobada por la Asamblea Nacional pero una fuerte protesta nacional de profesores y estudiantes obligó a Chávez a derogarla. El nuevo proyecto de ley es una versión más radicalizada de la anterior ya que sanciona el fin de la universidad autónoma para transformarla en un dispositivo del Estado Comunal.
Hay que entender que la batería de instrumentos legales que el régimen viene actualizando desde el 2019 tales como el Proyecto de Creación del Sistema de Evaluación, Supervisión, Acompañamiento y Acreditación Universitaria, la resolución Plan General de Rectificación, Cambio y Renovación Estructural y Estratégica del Sistema, y la IV Convención Colectiva Única de los trabajadores, trabajadoras, obreros, administrativos y docentes de la Educación Universitaria de mayo de 2021, no son iniciativas aisladas sino que engranan con la Ley de Comunas, Ciudades Comunales y Estado Comunal. Es el diseño integral de un dispositivo de perversión de la educación superior.
Con el proyecto de Ley de Educación Universitaria se quiere consagrar una hipercentralización del sistema de educación superior donde todo dependa del Ministerio. Un aspecto importante es que los profesores se convierten en trabajadores docentes regidos por la Ley del Trabajo.
Se pone un control rígido a la educación superior privada que pasan a ser "Universidades de gestión privada". Todo pasa a depender del Ministerio.
El Consejo Nacional de Universidades (CNU) sería sustituido por organismos parauniversitarios como el Consejo Nacional de Transformación Universitaria y los Consejos Territoriales de Transformación Universitaria que serían los garantes de que la educación superior esté "al servicio de la transformación socialista y anticapitalista del sistema". La ley consagra la penetración política del sistema por los Consejos antes mencionados.
Todo este proceso de transformación legal lo hace el régimen con el fin de legalizar el proceso de destrucción de la universidad, afectando de manera vital a la familia venezolana. Será la muerte de la educación superior como mecanismo de movilidad social.
Este foro conto con la participación de 511 ciudadanos.
EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINONES EMITIDA POR LOS PONENTES.
Fecha: jueves 23 de septiembre de 2021
Hora: 3:00pm
CUPO LIMITADO a través del siguiente enlace:
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Pedagogía Ciudadana para formar y transformar
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