Declaraciones de
Capriles
Ismael Pérez Vigil
14 de agosto
de 2021. Siempre hay que destacar algunos hechos políticos que mueven al país;
como, por ejemplo, el encuentro, diálogo o negociación − ni siquiera un nombre
de lo que vaya a ocurrir o ya comenzó, está muy claro−, entre el régimen
venezolano y la oposición mayoritaria; y las declaraciones de algunos voceros
opositores sobre este proceso y las elecciones regionales del 21 de noviembre.
Al momento de
redactar esta nota −que es más bien una crónica− sabemos poco, casi nada, del
proceso de negociación que se debe haber iniciado en México, por lo que
aventurar una opinión sobre el mismo es precipitado e inútil. Solo podemos
hablar de las condiciones en las que llegan los protagonistas a este encuentro,
diálogo o negociación; es decir, la “fortaleza” de los actores.
Un elemento
que nos pone a dudar acerca de la “fortaleza” del régimen es haber aceptado una
nueva negociación, que había venido rechazando desde hace tiempo, desde que
abortó las negociaciones en Barbados en diciembre de 2019 ¿Por qué aceptarlas
ahora?; no creo que el tema de la “ilegitimidad” con que lo vean la UE, los
EEUU y algunos gobiernos democráticos de América Latina, sea algo que le quite
el sueño al régimen. Pero sin duda alguna el hecho de que para la comunidad
internacional la negociación es la única alternativa sobre la mesa y las
sanciones aplicadas por algunos países al régimen venezolano, lo están
perturbando más de la cuenta y debilitan su posición.
Si examinamos
el otro extremo de la ecuación, la oposición, que según muchos está debilitada
y dividida, por las mismas razones que merman la fortaleza del régimen, al
parecer la fortalecen y no la hacen ver que esta enteramente desprotegida; el
problema es que la raíz de su fortaleza, el apoyo internacional y sobre todo
las sanciones, son factores −sobre todo este último− que no controla
enteramente, al momento de sentarse a negociar en México.
Ahora bien,
mientras se define el proceso en México, continua el proceso electoral del 21
de noviembre y en el país se producen declaraciones de diversos voceros de
oposición −y también a nivel internacional−, sobre el proceso de negociación y
sobre el proceso electoral; las más notorias, en el país, son sin duda, las de
Henrique Capriles, dada su condición de exalcalde, exgobernador y candidato
unitario de la oposición en dos oportunidades, en 2012 y en 2013, en las cuales
obtuvo un resultado electoral muy importante, imposible de desconocer.
En su larga
conferencia de prensa, Henrique Capriles, en mi opinión, no dijo nada novedoso,
nada muy diferente a lo que ha opinado en otras ocasiones. Destacó, eso sí, de
manera favorable, el encuentro o negociación a realizarse en México e insistió
en la necesidad de participar en el proceso electoral del 21 de noviembre.
Con respecto
a la negociación en México insistió en que fuera un proceso incluyente y que
los temas no fueran nada más políticos y electorales, sino que se incluyeran
también en la agenda los temas económicos y sociales que afectan a los
venezolanos. Resaltó la presencia en la negociación de Stalin Gonzalez, cuya
vinculación actual con UNT desconozco, pero en todo caso ese anuncio y que
Capriles reafirme su apoyo a una negociación en México, son una buena señal,
que aporta al proceso.
Con respecto
al tema electoral, igualmente reiteró cosas que ha dicho en otras
oportunidades; aparte de insistir en la necesidad de la participación, en que
él piensa votar, que no será candidato a nada y que la importancia de este
proceso no reside en la “recuperación de espacios”, sino en la recuperación de
la vía electoral y la fuerza del voto y en la importancia del proceso para
alcanzar niveles de organización, movilización, de expresión y de recuperar
fuerzas.
La
intervención de Capriles, creo que no hay que destacarla por las cosas que
dijo, que como ya mencioné, no son nuevas; para mí lo destacable es que algunos
medios lo presentaron como vocero de Primero Justicia (PJ), algo que él mismo
resaltó en varias oportunidades, así como su condición y papel de cofundador de
ese partido.
No cabe duda que
esta aparición de Henrique Capriles hay que verla en el contexto de la disputa
al interior de la oposición con relación a la participación o no en las
elecciones del 21 de noviembre; y desde luego, en la disputa por el liderazgo
personal en la oposición y, eventualmente, en PJ. Tal parece que no solo no hay
ruptura entre él y su partido, sino que su intervención es un indicio de que
mantiene un significativo liderazgo interno en esa organización.
El problema
para toda la oposición, incluido Henrique Capriles, sigue siendo la manifiesta
apatía en la población opositora −y probablemente en la población en general−
con relación a la política, al proceso electoral y a la negociación como
fórmula para resolver la crisis del país y lograr una salida de este oprobioso
régimen. No creo que nadie pueda vislumbrar que puede estar pensando la
población opositora con relación a una salida política, pero tal parece que el
binomio negociación-elecciones, no alcanza aún a entusiasmar a más del 50% de
la población, según las encuestas. La buena noticia es que el régimen, a pesar
de amenazas, intimidación y sobornos, a duras penas, llega al 15%.
https://ismaelperezvigil.wordpress.com/
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