Ponentes:
Sergio Sánchez Ingeniero. Planificador. Caficultor. Político. Músico. Resiliente.
Juan Luis Sosa. Abogado. Investigador Social. Político de izquierda. Demócrata. Miembro del Movimiento por la Democracia.
Sergio Sánchez:
Venezuela atraviesa un conflicto de múltiples factores y en muchas dimensiones, y por eso es importante entender a qué tipo de conflicto se enfrenta el país.
Existen fundamentalmente 2 tipos de conflictos: Agonales que son aquellos que pueden ser resueltos en el marco de las leyes y las instituciones y los Antagónicos o Polémicos que no pueden resolverse en el marco de la ley y las instituciones y por tanto se resuelven en el plano de la coerción y la violencia. En este último tipo de conflictos los que se enfrentan no son adversarios sino enemigos a derrotar.
El caso venezolano es de un conflicto Antagónico porque las Instituciones y el Estado de Derecho no tienen la capacidad de resolver el conflicto central que es político; hay conflictos aledaños a éste como por ejemplo los salariales, los de salud y otros en donde hay posibilidades de llegar a acuerdos. En los últimos meses hubo una negativa de la oposición a discutir los conflictos de manera parcial, pero ya se entendió que es necesario y hasta favorable discutir y llegar a acuerdos parciales sobre aquellos conflictos que pueden resolverse en el marco de los acuerdos y el precario Estado de Derecho que hay en Venezuela para ir avanzando progresivamente con los conflictos más duros y antagónicos.
Es importante caracterizar correctamente al gobierno venezolano. Para Sánchez este es un Autoritarismo Hegemónico porque aún existen en el país variedad de Partidos Políticos y múltiples Medios de Comunicación por lo que no es un gobierno totalitario. Todavía hay ventanas donde la sociedad puede luchar en el campo democrático; es Hegemónico ya que no hay posibilidades de disputar el poder electoralmente porque el gobierno ha establecido mecanismos para impedir que los oponentes puedan competir en buena lid contra él en un proceso electoral.
Este contexto ubica a Venezuela en una crisis multifactorial pero que no enfrenta la encrucijada de que las crisis originadas por conflictos pueden llegar a converger entre 2 posibilidades: resolverlo a través de una negociación o a través de la guerra. Los demócratas apuestan a la negociación a través de un acuerdo en el que, obviamente, hay que hacer concesiones.
Para la negociación es necesario entender al oponente, conocer sus fortalezas, fuerza, debilidades e intereses; ser empáticos en el sentido de tratar de colocarse en sus zapatos para entender qué es lo que lo motiva. El chavismo y la oposición tienen un componente importante de sectores moderados más democráticos, además de los grupos fundamentalistas en ambos bandos.
Los fundamentalistas parten de la premisa de que la solución a la crisis es el "exterminio del contrario". Los moderados plantean que se debe avanzar en la solución de la crisis aceptando un aspecto fundamental como lo es la coexistencia del otro que también tiene derechos y al que se debe respetar y reconocer.
En los últimos años, sectores fundamentalistas de ambos bandos asumieron las vocerías y direcciones principales de la lucha política venezolana generado una polarización extrema en el país y creando lo que Sánchez llama una "política identitaria" es decir, que el adversario puede estar diciendo algo correcto pero como no es del mismo grupo ni de la misma identidad, entonces se le confronta. De igual modo, cuando alguien dice algo incorrecto pero pertenece al mismo grupo e identidad, se le apoya y aprueba.
En consecuencia, la política que se está desarrollando no tiene que ver con un proyecto de país sino con la identidad y la narrativa de uno u otro bando. No hay puentes para la comunicación y el entendimiento con aquellos moderados de ambos bandos que puedan querer cosas similares para el país, que deseen trabajar juntos para resolver los problemas.
Sergio Sánchez establece una diferencia en el carácter fundamentalista de un actor político que no debe vincularse con el discurso sino con la actitud y la conducta de la persona frente al adversario. Hay personas moderadas en ambas coaliciones que están obligadas a mantener un discurso fundamentalista para no ser castigados por los sectores más extremistas de su coalición y poder mantenerse allí, pero el planteamiento de estos actores moderados frente al adversario es la coexistencia. Por el contrario, hay sectores que incluso no opinan mucho pero creen que la solución es el exterminio del adversario. Esta es la frontera que divide a los fundamentalismos con las posiciones moderadas respetuosas de la "otredad".
Sánchez sugiere no prestar tanta atención a la estridencia de los discursos, sino más bien en el comportamiento contínuo de los actores políticos y sus posturas. Los líderes políticos no pueden estar sujetos a los vaivenes de las Redes Sociales o de algunos sectores extremistas, sino mantenerse y conducirse de acuerdo a sus principios, aún a riesgo de quedarse solos, para no navegar en el campo del oportunismo. Se puede cambiar de opinión pero no de principios.
Otro aspecto importante se refiere a la correcta valoración de las fuerzas propias y las del adversario, sin sobrestimarlas ni subestimarlas.
Con respecto a las Elecciones Libres, estas ocurren al finalizar un período de transición, porque cualquier elección en un régimen autoritario nunca será libre, será semi competitiva, con algunas variaciones de derechos constitucionales, pero no libres.
En Venezuela está planteado un proceso de acumulación de fuerzas democráticas. Es el pueblo venezolano organizado el que puede hacer los cambios a través del voto. Hay que luchar por los derechos electorales, reconquistar los derechos constitucionales, ejercer presión masiva y pacífica. El uso de la violencia aleja a las grandes masas.
El problema de fondo para que esto sea posible es la falta de credibilidad hacia el liderazgo opositor; hay una desconexión entre el liderazgo y las bases sociales a pesar de que diariamente hay protestas en las comunidades por los servicios públicos fundamentalmente pero las convocatorias a protestas políticas están signadas por la desconfianza porque se han prometido cosas que no se podían cumplir, a juicio de Sánchez.
Es necesario el surgimiento de un liderazgo autocrítico que entienda que la prioridad debe ser los problemas de la gente por encima de las apetencias partidistas o personales. Se requiere la construcción de una Agenda Ciudadana de lucha pacífica, masiva y democrática por el rescate de los derechos establecidos en la Constitución. El sector dirigente ha perdido capacidad de convocar acciones de masa suficientemente grandes y fuertes para producir los cambios que el país requiere. Mientras no surja esa oposición renovada, los sectores moderados del chavismo cerrarán filas dentro de su coalición, trancando el juego con esa lógica de gestión política del conflicto.
Es necesario entrar en un proceso progresivo de aproximaciones sucesivas de las posiciones hacia la construcción de una salida a la crisis y eso ocurrirá cuando la sociedad civil venezolana comience a presionar en el sentido de la coexistencia de todos los venezolanos.
Juan Luis Sosa:
Lamentablemente, la política venezolana ha estado tomada desde los extremos y eso ha determinado el rumbo del conflicto político. La propuesta es que los sectores moderados y pragmáticos de todos los ámbitos de la sociedad venezolana deben empezar a visibilizarse y a tener un mayor peso, lo que permitiría ampliar las opciones estratégicas para gerenciar el conflicto y disminuir tensiones y así llegar a acuerdos que permitan una solución pacífica, política, constitucional y electoral del conflicto.
En definitiva, la estrategia de la oposición fracasó, en opinión de Juan Luis Sosa, por lo tanto hace falta la construcción de una nueva Teoría del Cambio orientada hacia la solución pacífica, política y constitucional.
Las principales ideas rectoras de esta nueva Teoría del Cambio son:
-La Coexistencia Democrática, el reconocimiento del otro como miembros de un mismo país. No tiene sentido insistir en el exterminio del otro como forma de subsistencia o para imponer nuestras posturas.
- Solo los moderados y pragmáticos pueden gerenciar el conflicto por lo que se debe cambiar la forma en la que se ha venido asumiendo el conflicto venezolano. No se trata de una resolución definitiva sino de disminuir las tensiones y saber darle solución al conflicto sin confrontación.
-Debe construirse una nueva narrativa que despolarice, acerque y resignifique categorías.
- Es necesaria la incorporación de las bases sociales y estructurantes del chavismo que en este momento están solas porque fueron abandonadas por el gobierno y el PSUV. Además, el mismo discurso polarizante desde la oposición no permite que se creen lazos de esperanza y de reconocimiento.
Todas estas propuestas deben estar acompañadas de una reflexión histórica de la postura reciente. Todas las grandes victorias de la oposición han sido victorias electorales que han unificado y motorizado el descontento de la sociedad.
Para esta nueva etapa, Juan Luis Sosa cree que deben incorporarse algunas dimensiones como las siguientes:
-Construcción de una nueva estrategia: del "todo o nada" a la "acumulación de fuerzas", donde lo electoral juega un papel fundamental en un país cuyo gobierno es un Autoritarismo Hegemónico con rasgos de totalitarismo y de sultanismo, donde no hay elecciones libres ni competitivas. No participar significa abandonar espacios para la expresión y la organización.
Uno de los factores que han servido de disparadores en diferentes casos de transición en el mundo han sido precisamente los hechos electorales de cualquier naturaleza.
- Ahora bien, no solo lo electoral es un factor importante; hay que jugar en todos los tableros que sean necesarios.
- Se requiere caracterizar al sistema autoritario y conocer sus actores a detalle para construir la nueva estrategia de cambio.
- La centralidad tiene que estar en la política y la centralidad política tiene que estar en el país. No se pueden seguir entregando las decisiones políticas a intereses internacionales de cualquier bando. La diáspora política debe colaborar con la resolución del conflicto pero dentro del país.
- Debe construirse una Coordinación Estratégica con una dirección política que entienda que tiene que unir a la nación y que todos los actores juegan, para ampliar las opciones estratégicas de la oposición. Se necesita una dirección política con visión de la responsabilidad histórica y del papel que juega, con sentido de país, con sentido común y decencia.
- Buscar una solución de Unidad Nacional para negociar la deuda externa y crear los planes para el futuro del país.
- Crear una narrativa que despolarice, que acerque, que resignifique y salve al país decente.
- Fomentar la despolarización y el papel de los moderados en especial a los que están en la coalición dominante.
- Hay transiciones exitosas que surgen en lo interno de la coalición dominante por parte de los moderados por lo cual es importante fortalecer las subcoaliciones de moderados ya que pueden incidir en el rumbo del conflicto, de la negociación o pueden significar una importante ruptura dentro de la coalición que permita el avance en el proceso de redemocratización.
Sosa enfatiza en el hecho de que los moderados no son personas que claudican en sus ideas ni están derrotados; solo tienen "líneas rojas" que no traspasan.
- Otra dimensión que debe ser incorporada en la Nueva Teoría del Cambio es el fortalecimiento del Tejido Social. Actualmente, la gente está sobreviviendo como producto de la crisis, de las fallas en los servicios públicos, el desabastecimiento de combustible, etc. La gente no piensa en Democracia y Libertad sino en su día a día. Hay que construir con la gente y desde la gente para que se movilicen a exigir sus derechos. En este sentido, mejorar la variable "presión interna" por sobre la presión internacional que, aunque es importante, no debe sustituir a la primera.
- La movilización es otro factor determinante para transiciones exitosas, incorporando a las bases sociales y estructurantes del chavismo como sujetos políticos que no encuentran sentido de identificación o acercamiento con sectores de la oposición.
- Hay que concebir esta Nueva Teoría del Cambio como un proceso de acumulación de fuerzas donde se juega en todos los tableros posibles, obteniendo victorias tempranas, de manera progresiva y por momentos.
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- El tema electoral puede jugar un papel importante como proceso que puede generar rupturas a lo interno de la coalición dominante o hechos políticos de no retorno.
- Las decisiones deben evaluarse desde la realidad y no como una expresión de deseo.
- Para que el gobierno acepte ir a elecciones presidenciales tiene que ocurrir un hecho político generador que comprometa, que ponga en riesgo la coalición dominante.
- Debe haber un gran Acuerdo Nacional en materia económica, política y consensos de coexistencia y reconocimiento.
- El tema de las garantías políticas, judiciales e institucionales para las partes. Elevar los costos de la represión y disminuir los costos de salida dentro del ámbito de la justicia, el conocimiento de la verdad, la justicia y reparación para las víctimas, garantías de no repetición y garantías de futuro.
Con la participación de 214 ciudadanos.
EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR LOS PONENTES.
Invitados:
Sergio Sánchez.
Ingeniero,
Planificador, Caficultor.
Político, Músico y Resiliente.
Juan Luis Sosa.
Abogado e Investigador
Social.
Político - Izquierda Democrática.
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