Por Rafael Viloria
Saber en manos de quien o de
quienes estamos los venezolanos o venezolanas; nos resultó relativamente fácil.
A lo largo de dos (2) décadas lo sabemos. Para ello no hizo falta que recurriéramos
al ejercicio o consulta del estudio de las ciencias sociales, económicas y
políticas de Venezuela. Por intuición y percepción, los venezolanos lo supimos,
desde el inicio del siglo XXI.
Hoy el afán incansable de
lograr el propósito ideológico de imponer un sistema de confrontación política
ideológica. En clara manifestación de pugna, por el ejercicio del poder público
gubernamental, desde entonces, aparentemente el país se dividió:
Revolucionarios y Contrarrevolucionarios. Gobierno y Oposición.
Hoy las formulas aplicadas
en nada han sido exitosas en el proceso emprendido. Venezuela da muestras
evidentes visibles y tangibles, de la ausencia de conocimientos en el ejercicio
de todo lo que tenga que ver con gerencia pública. Ello lo refleja la inexistencia
de una planificación, que indique la visión y la misión a corto y mediano plazo
así como el rumbo social, económico y político del país que nos proponemos
desarrollar paradójicamente nada de eso se hizo en Venezuela. De ahí que los
resultados de hoy es que tenemos en lo visible y tangible una Venezuela inmersa
en un flagelo de crisis integral en lo social, económico y político de
magnitudes imponderables.
Hoy no solo la crisis
integral, no solo se sigue agudizando; si no que va dando muestra de convertirse
en un apocalipsis, que a la postre se transforme en estallido social de
imponderables magnitudes.
Estamos en las manos de un
poder que en ausencia de una planificación estratégica, usa la improvisación
diaria como fórmula de acción general pública. Como vaya viniendo, vamos viendo
y haciendo. Por eso no nos extraña los frecuentes anuncios del desarrollo de
acciones sociales y económicas, que nadie tiene ni idea de cómo se van a
promover, organizar y poner en marcha desde el punto de vista social y
económicamente. Por ejemplo la decisión de entregar una mina de oro a cada
Gobernación para que financie sus Presupuesto Regional.
En paralelo: él Presidente
de la República intenta por los medios de comunicación elevar la moral de los
venezolanos diciendo que todo está bien; que por primera vez en Venezuela habrá
la oportunidad de celebrar una Navidad y Año Nuevo Feliz.
Los venezolanos que moramos
en este país, nos preguntamos si los gobernantes son ciegos y sordos y no
perciben la verdadera realidad en la que todos vivimos en Venezuela
actualmente. Pareciera que en otro en el que yo vivo y 30.000.000 millones más,
soportamos hiperinflación, corrupción, miseria humana, abuso con los derechos
humanos, destrucción de los bienes de servicios públicos, la educación, la
salud pública y privada, de las relaciones públicas nacionales, etc., etc.
En definitiva, los
venezolanos si estamos conscientes de la existencia real de una crisis integral
de carácter social, económica y política que no constituye precisamente un buen
insumo unido a la Diáspora de los cinco ( 5.000.000) millones de venezolanos
fuera del país; para considerar la celebración de unas navidades con sentido
feliz. Claro que las causas, efectos y consecuencias solo atribuyen a la guerra
que los EE.UU le están aplicando a Venezuela. El complemento adicional solo es
responsabilidad de la oposición venezolana.
En síntesis: estamos en
manos, qué al margen de sus deberes y derechos constitucionales, intentan
desarrollar un país, pensando que nada está pasando, no es bueno que sigan
creyendo que somos cándidos y que nada sabemos.
En ese orden actuaremos con
nuestra conciencia y el arma con que contamos: La Constitución Bolivariana de
la República de Venezuela.
Expresidente de CECONAVE
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