SUNEP – INPARQUES ante
la anunciada política turística del gobierno nacional.
El presidente de la República,
Nicolás Maduro, ha anunciado la apertura del gobierno nacional para recibir
inversiones extranjeras destinadas a desarrollar proyectos turísticos,
localizando las mismas en Los Roques, Morrocoy, Mochima, Canaima, La Tortuga y
Margarita. De estas regiones, con excepción de La Tortuga, las demás están
directamente vinculadas al Sistema Nacional de Parques, ya sea por ser Parques
Nacionales o por contener áreas de esta categoría y Monumentos Naturales
(Margarita).
El turismo ha sido un
propósito a cumplir en los Parques Nacionales, desde que esta figura de
protección ambiental apareció en 1870 en el valle del río Yellowstone. Sin
embargo, este es un propósito subalterno en contraposición a la protección de
los valores ambientales y culturales, y de la oferta de oportunidades para la
educación ambiental, la capacitación y la investigación. Asimismo, debe ser un
uso planificado para garantizar, en su desarrollo, los principios ambientales de
prevención, precaución, evaluación de impactos ambientales, corresponsabilidad
y limitación a los derechos individuales.
Ante todo, esta
declaración no nos sorprende. Desde hace meses se vienen desarrollando en el
Parque Nacional Archipiélago de Los Roques, promovidos desde la autoridad del
Territorio Insular Francisco de Miranda, proyectos turísticos que podrían desbordar
las posibilidades técnicas y legales pertinentes a El Gran Roque; y ya habíamos
presenciado el proyecto, casi inexplicable, de ampliación de la pista de
aterrizaje en el mismo sector.
¿Qué puede esperar el
Servicio de Parques Nacionales, bajo jurisdicción de INPARQUES, de estas nuevas
decisiones oficiales? Algunos hechos recientes pueden arrojar luces que
permitan hacerse una opinión al respecto.
El Instituto Nacional
de Parques se crea, originalmente, para administrar parques urbanos (1973)
siendo el más emblemático el Parque del Este. Cuando en 1978 se modifica su Ley
de Creación, para incluir la jurisdicción administrativa sobre Parques
Nacionales y Monumentos Naturales, el Parque del Este sigue siendo una de las
áreas emblemáticas para INPARQUES. Inesperadamente, el 19 de junio pasado, el
Gobernador de Miranda presenta puntos de cuenta al presidente de la República
quien, por esta vía, aprueba crear la Autoridad Única de los parques Francisco
de Miranda (Parque del Este) y Bolívar y asignar un presupuesto de tres
billones quinientos mil millones de bolívares para ser invertidos en las 82 hectáreas
del Parque del Este. Meses después, de esta astronómica suma nada se sabe por
las inmediaciones del distribuidor Santa Cecilia.
La situación actual de
este parque es de creciente deterioro, tanto en sus valores naturales, sus
infraestructuras, dotaciones e instalaciones, como en las condiciones míseras
en las que debe desempeñarse el personal técnico y de servicios asignado a su
mantenimiento. Asimismo, las decisiones de la Autoridad Única distan de
aproximarse a las que, comúnmente, corresponden a un área de la naturaleza,
importancia y valor del Parque del Este.
Ahora, por las cominerías
destinadas al uso peatonal, circulan autobuses que transportan a los eventos
que frecuentemente organizan en el Parque Bolívar; el horario se ha ampliado
hasta horas nocturnas y se ha observado consumo de bebidas alcohólicas; se
puede ingresar con armas de fuego habiendo ocurrido hechos de sangre; los
usuarios pueden trepar a los árboles y entrar con sus mascotas, poniendo en
peligro la salud y seguridad de la fauna del sitio; el agua del único pozo que
servía al parque, ahora es utilizado para llenar cisternas que sirven a
instituciones y sectores ajenos, con el agravante que los camiones deterioran
las áreas verdes; la atención a los
animales que allí se exponen al público, es precaria. En buena medida, con
estas acciones se viola abiertamente al REGLAMENTO PARCIAL DE LA LEY DEL
INSTITUTO NACIONAL DE PARQUES PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LOS PARQUES DE
RECREACIÓN A CAMPO ABIERTO O DE USO INTENSIVO ADSCRITOS AL INSTITUTO NACIONAL
DE PARQUES (Decreto N° 2.817 del 30.09.1998 / GO 36.560 del 15.10.1998)
Si esto ocurre en un
parque emblemático, reconocido nacional e internacionalmente por su valor
patrimonial, situado en el corazón de la capital de Venezuela, a la vista del
público y de los medios… ¿qué podemos esperar que ocurra en Los Roques,
Canaima, Morrocoy, Mochima, Cerro Copey o La Restinga? Ante la evidente falta
de compromiso ambientalista y sentido de pertenencia hacia las áreas del
Sistema Nacional de Parques, por el gobierno nacional, nos embarga la
preocupación porque, para que los proyectos turísticos se desarrollen a la
usanza del gobierno actual, hace falta una institución responsable de la
gestión, que mire hacia otro lado, como ya ocurrió con las obras de VENTEL en
los Parques Nacionales Sierra Nevada y El Ávila, con el puente en Laguna de La
Restinga o la construcción de viviendas en Médanos de Coro.
¿Será por esto que
cada día se corre más el nudo de la soga que ahorca económicamente a INPARQUES?
Caracas, 30 de
noviembre de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario