Sorprendido, Don Juan Germán Roscio pregunta “que os ha pasado en tan corto tiempo”? Hace un año hicieron de Venezuela un inmenso Cabildo Abierto en homenaje a las luchas por la Civilidad e, igualmente dedicado a la gesta que, con igual propósito, compartí en 1810 con Isnardi, Sanz, Lino de Clemente, Uztariz, Felis de Rivas y otros dignos señores para detener “los esfuerzos progresivos del despotismo”.
Les dije el año pasado, que nosotros logramos superar los límites de movimientos grupales como la desventurada conjura de los mantuanos porque hicimos de la unidad, incluyendo a los pardos, el factor político esencial. Recuerdo dos frases de referencia obligada: “La unidad en los dominios españoles es la única égida que puede salvar a los americanos” “un movimiento sin unidad no tendrá duración ni consistencia”. Así pudimos poblar de ciudadanos la cuadricula donde sesionaba el Ayuntamiento de Caracas y la Plaza Mayor
En la convocatoria de ustedes el talento no sufrió mengua ni disminuyó la civilidad, porque supieron juntar en ese momento, con ingenio de estrategas elevados, a descendientes de mantuanos, pardos, esclavos libres, blancos de orillas, zambos, moros etc., sin exigir, como fue en mi caso, limpieza de sangre o, como hoy se podría decir, a tenor de los guerreros de la red, “pureza de opositor”, impermeable a conversaciones con el enemigo o sospechoso de pasado cercano al despotismo del siglo XXI . Ello explica las multitudes agolpadas en plazas y calles el 19 de abril de 2017, cuyo hálito se extendió hasta el 16 de julio de ese mismo año, haciendo temblar la Regencia de Maduro. ¿Qué les pasó?
Conviene mencionar un artículo que escribiéramos en la Gazeta de Caracas del 27 de abril de 1810, titulado Egoísmo o espíritu de fracción, para señalar las consecuencias: “cuando se impone el interés o la ambición particular que hacen posible que llene la Silla un hombre repudiado por pueblo” . Así mismo, queríamos precaver a la Nación del “funesto e inmenso poder de un individuo favorecido por la conflictividad de ciudadanos virtuosos enfrentados en fracciones “
Finalmente Dn JGR, con angustia de irreductible civilista aconseja “Si ustedes quieren demostrar que el Gobierno es ilegal y fluctuante…no despreciéis el tiempo y anticiparos a constituir la unión y la fuerza para asegurar vuestra existencia política”.
No olviden que el largo camino de la lucha que puede conducir al “Triunfo de la Libertad sobre el Despotismo”, está plagado de acechanzas que no cesan. La civilidad debe ser defendida, unidos todos, cada día. Que la prudencia y la razón os guie.
Nota: al menos pude atenuar, dice JGR, mis preocupaciones porque me entero de una reunión unitaria, convocada por los estudiantes democráticos en el campus de mi Alma Mater, donde fui alumno y profesor, la antigua Universidad de Caracas, actual Universidad Central de Venezuela, noble y altiva como siempre, que nunca ha tributado obediencia ni vasallaje
Impermeables al desaliento
Sorprendido, Don Juan Germán Roscio pregunta “que os ha pasado en tan corto tiempo”? Hace un año hicieron de Venezuela un inmenso Cabildo Abierto en homenaje a las luchas por la Civilidad e, igualmente dedicado a la gesta que, con igual propósito, compartí en 1810 con Isnardi, Sanz, Lino de Clemente, Uztariz, Felis de Rivas y otros dignos señores para detener “los esfuerzos progresivos del despotismo”.
Les dije el año pasado, que nosotros logramos superar los límites de movimientos grupales como la desventurada conjura de los mantuanos porque hicimos de la unidad, incluyendo a los pardos, el factor político esencial. Recuerdo dos frases de referencia obligada: “La unidad en los dominios españoles es la única égida que puede salvar a los americanos” “un movimiento sin unidad no tendrá duración ni consistencia”. Así pudimos poblar de ciudadanos la cuadricula donde sesionaba el Ayuntamiento de Caracas y la Plaza Mayor
En la convocatoria de ustedes el talento no sufrió mengua ni disminuyó la civilidad, porque supieron juntar en ese momento, con ingenio de estrategas elevados, a descendientes de mantuanos, pardos, esclavos libres, blancos de orillas, zambos, moros etc., sin exigir, como fue en mi caso, limpieza de sangre o, como hoy se podría decir, a tenor de los guerreros de la red, “pureza de opositor”, impermeable a conversaciones con el enemigo o sospechoso de pasado cercano al despotismo del siglo XXI . Ello explica las multitudes agolpadas en plazas y calles el 19 de abril de 2017, cuyo hálito se extendió hasta el 16 de julio de ese mismo año, haciendo temblar la Regencia de Maduro. ¿Qué les pasó?
Conviene mencionar un artículo que escribiéramos en la Gazeta de Caracas del 27 de abril de 1810, titulado Egoísmo o espíritu de fracción, para señalar las consecuencias: “cuando se impone el interés o la ambición particular que hacen posible que llene la Silla un hombre repudiado por pueblo” . Así mismo, queríamos precaver a la Nación del “funesto e inmenso poder de un individuo favorecido por la conflictividad de ciudadanos virtuosos enfrentados en fracciones “
Finalmente Dn JGR, con angustia de irreductible civilista aconseja “Si ustedes quieren demostrar que el Gobierno es ilegal y fluctuante…no despreciéis el tiempo y anticiparos a constituir la unión y la fuerza para asegurar vuestra existencia política”.
No olviden que el largo camino de la lucha que puede conducir al “Triunfo de la Libertad sobre el Despotismo”, está plagado de acechanzas que no cesan. La civilidad debe ser defendida, unidos todos, cada día. Que la prudencia y la razón os guie.
Nota: al menos pude atenuar, dice JGR, mis preocupaciones porque me entero de una reunión unitaria, convocada por los estudiantes democráticos en el campus de mi Alma Mater, donde fui alumno y profesor, la antigua Universidad de Caracas, actual Universidad Central de Venezuela, noble y altiva como siempre, que nunca ha tributado obediencia ni vasallaje
Impermeables al desaliento
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