Por: Marianela Escalona Montesinos.
Ponente: Ing. Henkel García. Analista e Instructor
en Finanzas. Director de ECONOMETRICA IE C.A.
La presentación estará referida a
tres aspectos:
1- Actualidad Económica de Venezuela en
medio de la Pandemia.
2- Aspectos Macro. El resto del mundo en
Pandemia.
3- Venezuela de cara al futuro.
ACTUALIDAD ECONÒMICA DE VENEZUELA
EN MEDIO DE LA PANDEMIA.
La paralización económica provocada por la
pandemia es solo uno de los tantos males muy graves que tiene la economía
venezolana. La caída no ha sido peor porque ya estábamos en niveles mínimos.
Otros aspectos importantes de la situación
son:
-Contracción
económica abrupta en los últimos 7 años. Finalizando 2020 tendremos solo entre
1/4 o 1/5 del tamaño de la economía per cápita con respecto al año 2013. Es por
esta razón que no contamos con recursos a nivel macro y micro, lo cual determina
la capacidad de maniobra para manejar la pandemia.
Venezuela
no cuenta con Reservas Internacionales y el gobierno no tiene acceso a
financiamiento internacional. El Fondo Monetario Internacional no dará
financiamiento hasta tanto no se resuelva el tema político.
A nivel
micro, muy pocas personas y empresas, después de siete años de contracción
económica, tienen capital acumulado suficiente como para atajar una crisis de
este tipo. Además, como consecuencia de la dura política de Encaje Legal,
tampoco hay acceso a créditos a nivel interno.
-Economía
en Hiperinflación, sin crédito, desmonetizada. La moneda no vale prácticamente
nada. Lo que circula de masa monetaria es
alrededor de 600 a 700 millones de dólares. La liquidez en dólares es
aproximadamente 3 o 4 veces mayor que la liquidez en bolívares.
-Venezuela
es una economía aislada del resto del mundo, lo cual tiene un efecto mixto. Por
un lado resultó favorable la poca conexión con el exterior en la propagación tardía
y lenta del COVID-19, pero trajo consecuencias económicas negativas.
-Servicios
Deficientes.
-Dolarización
desordenada y a veces caótica.
-Economía
que dejó de ser petrolera, como consecuencia
de la baja en la producción y en los precios. Hoy Venezuela es un país
con petróleo pero no petrolero.
- Escasez
casi absoluta de gasolina, con las graves consecuencias que esto acarrea.
¿Qué medidas ha tomado el
gobierno con respecto a la pandemia?
Al no tener recursos acumulados ni acceso al
financiamiento, entonces no hay política fiscal, lo cual es muy grave. La
paralización económica conlleva unas pérdidas y, en algunos países estas
pérdidas económicas han sido solventadas con la ayuda directa del Estado, tanto
para el empleado como para las empresas y de manera masiva.
En nuestro país, la pérdida está siendo
absorbida por la gente y las empresas.
Esta situación no puede continuar por mucho
tiempo porque los recursos con los que se cuentan son muy limitados, con el agravante de la disminución
de la demanda. De continuar así, puede ocurrir una pérdida masiva de empleos, y
por supuesto, un mayor empobrecimiento.
Al no haber oferta, tampoco hay
facturación, algunas deudas no se pueden
honrar por el poco flujo de caja. El resultado es una baja en la demanda porque
los ingresos de los demás actores económicos también bajan.
No hay
ninguna política seria, en el corto plazo, conducente en atajar este mal que
estamos viviendo.
Una opción sería permitir a las empresas que
la carga se diluya en el tiempo a través de créditos, lo cual no es posible en
nuestro país.
Lo que ocurrirá es que muchas empresas
cerrarán por los graves problemas de flujo de caja, o despedirán a los
empleados al no poder mantener la nómina, o no podrán honrar sus compromisos,
porque resultará inviable financieramente. El Ing. García considera que la gasolina es la principal restricción ante
la eventual reapertura de la economía en el país.
La dinámica política ha influenciado en el
tema de la cuarentena. El desarrollo de la pandemia no es una limitante para
retomar las actividades económicas, como si lo es la escasez de gasolina y es
un tema en el cual no hay solución a corto plazo.
ASPECTOS MACRO. EL RESTO DEL
MUNDO EN PANDEMIA.
Algunos países con margen de maniobra han
implementado políticas fiscales agresivas; ayudas directas y financiamiento
tanto a las empresas como a los ciudadanos. Además, han dado un respaldo al
Sistema Bancario para evitar alguna crisis financiera.
Abordar estas crisis para países que son
Emisores de Moneda de Reserva como Estados Unidos, Japón y algunos países de
Europa, es mucho más fácil porque pueden emitir moneda y esta es aceptada por
todos dada la funcionalidad que tienen
en la economía mundial.
Son monedas de reserva que países emergentes
acumulan para poder cumplir compromisos externos.
Venezuela debe acudir a organizaciones
multilaterales para obtener los recursos necesarios para afrontar la crisis. Ya
algunos países lo han hecho.
Henkel
García menciona el caso peruano que, teniendo reservas suficientes, emitió bonos de deuda a unas tasas históricas
muy bajas, y ya fueron colocados.
Venezuela no tiene ni ahorros ni capacidad
de financiamiento, aunado al hecho de que la dinámica política interna
condiciona el acceso de financiamiento externo.
Existe un riesgo sistémico de impagos
masivos de créditos por parte de empresas que no pudieran recuperarse a pesar
de la ayuda. Este riesgo ya está contemplado.
Volver a la normalidad tomará tiempo. Se
retomará parte de ella pero no es sensato pensar que en corto plazo vamos a
estar como en enero o febrero de este año. Algunos sectores tendrán más
dificultad en recuperarse, particularmente aquellos relacionados con actividades
de alta concentración de personas y alto riesgo de propagación, hasta que la
población no se inmunice (vía contagio o vacuna).
Por otra parte, no se sabe cómo quedará la
demanda y este es un aspecto difícil de
estimar.
El FMI, a través de su moneda llamada
"Derechos Especiales en Giro" podrá ayudar a países miembros, entre
ellos Venezuela, para solventar la escasez de divisas.
VENEZUELA DE CARA AL FUTURO.
Las premisas consideradas en el desarrollo
del Plan País ya no son válidas. Aunque el Plan es una buena base, hay que
reformular muchas cosas. Por fortuna contamos con capital humano suficiente
para desarrollar un plan que nos lleve por el camino de la generación de
bienestar.
Venezuela necesita un arreglo institucional,
desconcentrar el poder, que el Estado deje de ser patrimonialista. Esto es más
importante que un plan económico.
Antes de la pandemia, Venezuela era un polo
de atracción tanto para la ayuda financiera que pudiesen prestar los
multilaterales (específicamente el FMI), y era un polo atractivo para posibles
inversiones.
Hoy en día el panorama es completamente
diferente. Las organizaciones multilaterales tienen bastante trabajo en este
momento, bastantes opciones y necesidades para distribuir el financiamiento
disponible.
Ya Venezuela no es un caso único y
atractivo. Lo mismo aplica a las inversiones. Parte del dinero ocioso ya no
existe como producto de las pérdidas que ha habido a lo largo del planeta.
Incluso en el área petrolera, con precios bajos, las inversiones pueden ser
menos agresivas.
Si antes necesitábamos una salida política de
calidad, que generara confianza de estabilidad por un buen tiempo, esa
necesidad es mayor ahora.
Venezuela necesita generar la mayor
confianza posible para que podamos tener los recursos y el apoyo necesarios
para salir de esta dura y prolongada crisis de restricción económica que hemos
sufrido.
Antes de la pandemia, nuestra recuperación
provendría de diversas fuentes, siendo la inversión extranjera una de ellas. Si
bien pudiera haber algún actor económico interesado en invertir en el país,
actualmente existen diversas oportunidades y necesidades en el mundo.
Otra de las fuentes de la que poco se ha
debatido, es la inversión por parte de venezolanos, vivan dentro o fuera del
país, para financiar la recuperación
económica.
Dada las circunstancias actuales, la
importancia de la inversión por parte de venezolanos, es mucho mayor. Hoy más
que nunca vamos a requerir capital venezolano para poder salir del foso. Pero
hay que generar las condiciones
institucionales y políticas necesarias para que haya confianza.
Si se dan las condiciones, puede convertirse
en una gran oportunidad de negocio invertir en Venezuela.
Es necesario lograr las condiciones para que
el plan no solo tenga éxito en el corto plazo, sino que nos ponga en una ruta
que sirva para que las personas se desarrollen plenamente y se genere bienestar
de manera sostenida
No
es tarea fácil pero es el norte donde debemos apuntar.
Con la
participación de 256 personas.
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