ODIO, PERDON, RECONCILIACION.
Por: Dr. Walter Boza.
Los tres conceptos que conforman
el título de éste artículo, son sumamente complejos y tocan en profundidad lo
que podría denominarse la "esencia humana"; cada uno de ellos por
separado y en conjunto implican una aproximación a una dimensión "no
política", pero que en el fondo son imprescindibles para comprender y
aportar solúciones a la profunda crísis que sufrímos los Venezolanos.
Estos témas los estámos
trabajando desde hace aproximadamente 4 años con el M/G Miguel Rodríguez
Torres, mi amigo, en donde él enfatizaba en el perdón cómo única manera de
recomponer a esta Venezuela descompuesta y envilecida, sus charlas y sus
escritos siempre iban en esa dirección, por ese "delito", Rodríguez
Torres tiene más de tres años secuestrado en condiciones inhumanas,
incomunicado y sometido a tratos crueles y degradantes violándosele todos sus
derechos.
EL ODIO.
Se describe cómo un
sentimiento de animadversión, repulsión, profunda antipatía, enemistad hacia
personas o grupos con el deseo de destruir, de aniquilar, de eliminar el sujeto
u objeto odiado.
El odio es una pulsión
primitiva, emocional, que implica un profundo rechazo al "otro" o a
"los otros", con grandes deseos de venganza, este sentimiento es
profundo, duradero y aprendido, nadie nace con odio, es una gran distorsión del
área afectiva - emocional, que le provoca un daño muy grande a quien lo siente,
le corroe el alma, le envenena el espíritu, es un tóxico para su psiquis; es la
permanente presencia de pensamientos obsesivos rumiando las circunstancias que
motivaron su odio, produciendo en quien lo siente, angustia, ira, depresión, un
estado permanente de desajuste emocional, de conmoción espiritual negativa y añadiéndosele
la planificación de la venganza; quien siente odio vive en un estado de zozobra
permanente, no tiene paz espiritual.
El odio es una emoción
extrema y aquellos con personalidad paranoide y con baja autoestima tienden a tener
un odio mucho más extremo.
Cuándo el odio se generaliza,
lo cual casi siempre es inducido, se torna más grave y la sociedad se convierte
en prisionera de la irracionalidad y la patología.
En la historia podemos
reconocer numerosos casos de odio colectivo inducidos por causas religiosas, políticas
e ideológicas; por ejemplo el odio al pueblo judío proclamado, estimulado y
ejecutado por el nazismo que costó millones de muertes; el odio hacia la raza
negra y tantos otros odios inducidos que enferman y envilecen a una sociedad
generando patologías sociales de difícil curación cómo por ejemplo la xenofobia
en donde se estigmatiza, se agrede y se intenta aniquilar al objeto odiado.
Como vemos, el odio es un
sentimiento primitivo, dañino para quien lo siente, no resuelve nada, lo agrava
todo.
EL PERDON.
Es un concepto profundo,
controversial; sobre el tema hay abundante bibliografía desde diversas
perspectivas; para las religiones, el perdón es principal fuente de atención y
de enseñanzas; para la religión católica es un principio recurrente en el
evangelio, empezando por las enseñanzas de Jesús y repetido infinidad de veces
en los diversos evangelios, lo mismo ocurre con los cristianos evangélicos;
para los judíos el perdón también tiene un altísimo significado, tanto, que el día más importante
del año para ellos en su calendario es el día del perdón el Yom Kippur .
Desde el punto de vista
psicológico el interés y la investigación sobre el perdón ha aumentado considerablemente
en los últimos años, se han escrito centenares de textos sobre el tema y hasta
existe una psicoterapia del perdón.
Lo cierto es que el perdón
alcanza cáda vez más importancia para comprender y comprender-nos en lo más
profundo de nuestro ser y para establecer una relación sána y armoníca con
nosotros mismos y en la sociedad donde nos desenvolvemos.
Lo primero que habría que
decir es que el perdón es un acto racional, profundo, consciente; es un acto de
altísima "condición humana", que coloca a quién perdona en una
situación de paz espiritual, de liberación, de plena humanización, de
desintoxicación.
Quien logra perdonar se coloca
en paz consigo mismo y con sus semejantes.
El perdón NO SIGNIFICA IMPUNIDAD,
quien haya cometido delito debe ser juzgado y condenado por verdaderos
tribunales independientes y apegados a la ley y totalmente independientes del
poder ejecutivo.
El perdón es un tema complejo
y difícil no sólo por el acto de perdonar, sino también por el pedir perdón, el
asumir con valentía y honestidad moral e intelectual que con nuestras conductas
y actitudes le hemos infringido daño al "otro" o a los " otros".
El gran antídoto contra el
odio y el resentimiento es el perdón; recordemos que el odio es básicamente
emocional y el perdón por el contrario es absolutamente racional. Es combatir
un impulso primitivo con la conciencia, con la razón.
Cuándo el odio se hace
colectivo, por lo general inducido, el perdón representa la única posibilidad
de reencuentro, de reconciliación.
El odio es violencia, el
perdón es paz.
Citaré tres ejemplos exitosos
de una visión histórica de perdón y paz.
Martin Luther King, quien
ante el odio hacia la raza negra en EEUU, inducido, ante una discriminación
racial terrible y generalizada, recurrió al perdón y a la paz, logrando grandes
reformas y derrotando tanto a los extremistas blancos, cómo a los extremistas
negros que recurrían a la violencia.
Hoy Luther King es un símbolo
universal de paz.
Ghandi, el gran inspirador
del perdón en la lucha de India contra el salvaje colonialismo inglés, derrotándolos
y convirtiendo a la India en un país libre, Ghandi decía que el perdón era de
los valientes y los fuertes.
Mandela, quien para acabar con el inhumano Apartheid impuesto en Sur África por una minoría blanca y después de muchos años de lucha y de cárcel utilizó el perdón cómo arma poderosa de liberación y reconciliación de Sur África.
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