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jueves, 31 de marzo de 2022

Foro Chat, Consumo y corresponsabilidad: un enfoque pedagógico, #31Marzo

 


Con una participación de 289 asistentes realizamos el Conversatorio, en la modalidad de Foro Chat Vía WhatsApp, con la Dra. Nay Valero, Profesora de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG) y Coordinadora de la Licenciatura de Ciencias Ambientales de esa casa de estudios. Evento organizado en alianza entre FUNVIVE (Fundación Internacional Vida Verde), la Red de Economía Circular Ve y Caracas Ciudad Plural

La Prof. Nay Valero trabaja en su exposición los tres conceptos con los que titulamos el Conversatorio: el consumo, la corresponsabilidad y el enfoque pedagógico, basado en la sistematización de su experiencia pedagógica y en los procesos de investigación que ha desarrollado en el marco de la línea de Educación Ambiental para la sostenibilidad en el Centro de Investigación en Gestión Ambiental de la UNEG.

Narra una primera experiencia que le permitió evaluar el mensaje que se transmite y los valores que tiene implícito. Esa primera experiencia consistió en un programa de reciclaje de papel en 17 escuelas municipales en el Municipio Caroní del Estado Bolívar hace más de 20 años, en las escuelas se utiliza mucho papel, pero no se genera como residuos, la meta era recolectar la mayor cantidad de kilos de papel en un mes, a los estudiantes les llamó la atención el programa cuando se les explico cuántos árboles se pueden proteger si reutilizamos el papel con el reciclaje. Cuando se hizo la jornada de recolección se evidenció la primera debilidad del programa, mucho volumen y poco peso, sin embargo la empresa que estaba comprometida con el programa decidió seguir adelante, pero cuando se procedió a la clasificación del material recolectado, nos encontramos con una gran sorpresa, en la mayoría de las bolsas habían libros, enciclopedias y revistas especializadas de colección, rotas, cantidad importante de materiales educativos que estaban en buen estado, rasgados y dañados adrede, en función de cumplir con el programa de reciclaje. Situación que nos permitió en base a esa experiencia y otras desarrolladas posteriormente, reconsiderar el reciclaje como la última opción en la gestión de residuos. Los programas de educación ambiental deben promover compras conscientes, reducir la cantidad de materiales que se consumen de manera innecesaria, reutilizar al máximo, acciones que se pueden hacer en lo individual, y, si queremos ir más allá y como última etapa del proceso y desde lo colectivo impulsar el reciclaje a través de la formación de redes para la recolección selectiva, los centros de acopio y la alianza con empresas recuperadoras de esos materiales, así podemos garantizar el verdadero ciclo del manejo integral de los residuos aprovechables, porque el reciclaje es un  ciclo de producción y consumo.

Los programas de educación ambiental generalmente abordan los problemas ambientales desde sus efectos y no desde sus causas, tampoco se vincula los problemas con los modelos de desarrollo o con la cotidianidad. Debemos impulsar procesos de reflexión crítica que permitan al individuo conectar las prácticas de consumo con los problemas ambientales.

Para comprender los modelos de desarrollo y el marco legal, al estudiar los programas de estudio de los diferentes niveles educativos, encontramos que los modelos de desarrollo aparecen desde lo conceptual, pero sin referencia a la conexión con el modelo de desarrollo del país, y no están conectados en lo cotidiano con la vida de los estudiantes, de la familia y de la comunidad.

Se propone (de)construir ese proceso válido hasta ahora, pero impulsado desde la plena conciencia para poder realizar el tránsito consciente en los procesos de integración sistémica y compleja que implica comprender cuáles son los límites de los sistemas naturales asociados a la capacidad de carga y a la capacidad de regeneración, pues estamos agotando esos sistemas y generando la crisis ambiental con las externalidades de los sistema de producción y consumo como son, las emisiones, los efluentes y el manejo inadecuado de los residuos y desechos sólidos, tanto domésticos, industriales, hospitalarios y comerciales.

Debemos entender que el Ambiente es un sistema multidimensional conformado por un macrosistema dinámico e interdependiente donde interactúan el sistema natural y el sistema social. La base del sistema es lo natural, cuestión que olvidamos frecuentemente en nuestro entorno social, porque nos desconectamos de los ciclos de la vida. Lo hemos vivido, por ejemplo, cuando no hay agua, ¿sabemos cómo el agua llega a nuestros hogares?, ¿dónde están ubicadas las fuentes de agua?, ¿qué actividades socio productivas están alrededor de esas fuentes de agua, permitiendo que el agua llegue?, ¿en qué condiciones de calidad llega el agua a nuestras casas?, ¿son fuentes abiertas o subterráneas? Este ejemplo relacionado con el consumo desde el referente de lo que significa el concepto de ambiente es la base conceptual de la “Pedagogía Socio – Ambiental”.

En el segundo aspecto que aborda la Prof. Nay, propone analizar los problemas ambientales desde la base de los niveles de pensamiento, para ello utiliza la analogía de un iceberg, en la punta están los “Hechos” que son los problemas que podemos identificar, observar y cuantificar, en la base están los “Modelos Mentales” asociados a las creencias, los valores y los intereses de los actores involucrados, desde lo micro en la comunidad, en lo meso el municipio y en lo macro el estado o el país; consciente que la trama de actores es muy compleja, desde ahí, se deben analizar los problemas ambientales para que las propuestas de acción sean viables y no una acción simplista impuesta por el ejecutivo que generalmente no resuelve los problemas sino que los agrava. Debemos comprender la estructura del sistema y los patrones que dinamizan la situación en cada uno de los contextos bioregionales o nacionales, la falta de institucionalidad, la falta de información confiable, los cambios regulatorios inconstitucionales del marco legal ambiental, son los desafíos que debemos analizar y comprender para activar la participación en la gestión ambiental, es un gran reto. Desde lo pedagógico, generar la reflexión crítica para comprender la coherencia que debemos establecer entre los deberes y derechos ambientales constitucionalmente establecidos y nuestra práctica cotidiana en los diferentes roles que desarrollamos en la sociedad es nuestro mayor compromiso.

Para comprometernos debemos ser conscientes del nivel de participación de cada uno de los actores de la sociedad, utilizando la escalera de Gelfuis, podemos determinar cuál es la cualidad que define el nivel de participación, el peldaño más bajo es el del asistencialismo y la sumisión, escalando al empoderamiento y la autonomía, del objeto de desarrollo al actor principal, de las cifras al impacto de sostenibilidad. Dónde te ubicas tú.


El tercer aspecto está asociado a integrar los sistemas de producción y consumo en la dinámica de la sociedad. Desde la perspectiva de la pedagogía socio ambiental se propone analizar las estructuras y los patrones de consumo desde la biosostenibilidad, lo primero es ser conscientes que tenemos un solo planeta, en segundo lugar entender la sostenibilidad desde lo social, desde lo natural y desde lo económico, enmarcando los tres aspectos en la perspectiva legal, unido a este enfoque de la sostenibilidad, cuáles son los procesos asociados a los ciclos de producción y consumo viendo las externalidades representadas por los efluentes, las emisiones, los residuos y desechos sólidos. Este enfoque pedagógico centra la atención en lo individual desde el lugar de vida del participante, seguido de lo familiar, lo comunitario hasta construir la red en el municipio, en el estado y en el país. Retomemos el modelo de desarrollo, cuál es el modelo de desarrollo del país y desde esa base, cuáles son los modelos que garantizan la satisfacción de las necesidades básicas del colectivo, cuáles son las responsabilidades directas e indirectas y cuáles son las corresponsabilidades en cada etapa que configuran el sistema de producción y consumo en el marco de ese desarrollo y mis corresponsabilidades frente a la externalidades en el sistema, pues todos formamos parte de esos sistemas directa o indirectamente.

Para la reflexión crítica de este tercer aspecto, la Prof. Valero nos propone, analizar las dinámicas de las sociedades desde el entramado de los ciclos, allí aparecen actividades muy particulares como las compras conscientes, los tipos de materiales que conforman los objetos que adquirimos, la cantidad de residuos que se generan, la preparación de la bolsa de la basura o el sistema de clasificación de la basura, somos conscientes a dónde va la basura, somos conscientes de lo que ocurre en los vertederos a cielo abierto denominados rellenos sanitarios que no cumplen con las normas técnicas de ingeniería. Somos conscientes que somos nosotros los que contribuimos a generar esos grandes “parches” de impacto ambiental en cada municipio y que a su vez estamos contribuyendo indirectamente con la contaminación de los suelos y contaminando los acuíferos.

En el cuarto aspecto dentro de los conceptos de consumo y cotidianidad, nos permite aproximarnos a entender cómo nos vinculamos en el marco de la corresponsabilidad con los sistemas de producción y consumo, a través de las redes de relaciones que se dan en los ciclos, siendo este concepto de los ciclos clave. Por ejemplo, el ciclo del agua y el ciclo de la basura que son parte de nuestra cotidianidad. En la vida todo es cíclico, analicemos el ciclo de la vida, el ciclo de la digestión, el de la respiración, de la circulación, de la producción de alimentos, el ciclo del consumo, del agua, de la generación de aguas residuales. Cada uno de esos ciclos necesitan una materia prima, un proceso para transformar la materia prima que a su vez puede requerir de otros insumos y se obtienen productos intermedios, finales o sub productos. En cada uno de esos procesos interactúan en el sistema ambiental de una biorregión según potencialidades identificadas para el desarrollo. Desde el punto de vista de desarrollo lineal se perdió el concepto de ciclo, no asumiendo las externalidades como parte de este tipo de desarrollo, no se les asignan recursos, y estos son las que están generando la crisis ambiental local, aunque los problemas generados son delegados a otros, generalmente a entes gubernamentales, pero vale la pena preguntar ¿Quiénes están en la base de los problemas ambientales?, todos y cada uno de nosotros.

Si logramos conectar los ciclos con la cotidianidad, con la corresponsabilidad y con la crisis socio ambiental, podemos abrir el espacio para movilizar los valores, las creencias, los intereses, y orientarnos hacia la sostenibilidad, implica en el propósito educativo y en el marco de la agenda 2030, involucrar las competencias claves de la sostenibilidad, como por ejemplo la competencia de anticipación, la competencia de capacidad crítica, la  competencia de trabajo colaborativo, la competencia estratégica, la competencia de la autoconciencia, la competencia integrada de resolución de problemas, así como apropiarnos de los objetivos de desarrollo sostenible, en este caso particular del ODS 12, Producción y Consumo Responsable, y establecer relaciones con otros ODS complementarios según el problema que se está abordando.

Es importante establecer la conexión entre el manejo de la información y conectarla con nuestros valores y actitudes, es decir con nuestro corazón y poner en acción las propuesta que permitan desde lo individual y lo colectivo, movilizarnos para transitar de la economía lineal a la economía circular, el objetivo es que de manera consciente cambiemos nuestros patrones de consumo para poder presionar en el sistema los cambios significativos, tal como lo plantean los principios de la economía circular que implican el uso y manejo óptimo de los recursos que ingresan al sistema, diversificando al máximo las potencialidades de cada uno de esos recursos, insumos, bienes, materiales, sus excedentes y las externalidades dentro de ese ciclo, por eso la economía circular es una estrategia muy pertinente y vinculada con esta reflexión crítica y enfoque pedagógico de la propuesta del consumo y la corresponsabilidad desde la mirada del ODS12.

Finalmente, la Prof Nay Valero define el concepto de “Pedagogía Socio Ambiental” de la siguiente manera:


Por último, invita a formar parte del Proyecto “Simbiosis Intergeneracional sobre el ODS 12: acciones en doble recorrido”


Enlace para la Inscripción hasta el 10 de abril 

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