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domingo, 6 de diciembre de 2020

Macarao y Antímano: puertas de entrada a Caracas por @EdilCarlosR_Ccs

Por Carlos Rodríguez

Entre dos cadenas de montañas por donde corren los ríos San Pedro y Macarao, se forma el sitio de Las Adjuntas que da nacimiento al legendario río Guaire; el cual atraviesa no solo los 25 kilómetros de extensión del valle de Caracas de oeste a este, también ha estado presente en su historia desde la fundación de la ciudad hasta nuestros días. El territorio que forman las entidades parroquiales de Macarao y Antímano, en los tiempos prehispánicos estuvieron pobladas por los toromaimas y fueron prósperos sitios cultivados de las cementeras de maíz, yuca y variadas hortalizas. Serán mayormente sustituidos por el trigo, la caña y otros cultivos cuando los españoles instauren el sistema de encomiendas a principios de la Colonia. Se afirma que el cacique Macarao supo mantener la paz de su pueblo con mucha dignidad luego de la conquista iniciada por el fundados de Caracas Diego de Losada.

El obispo Mariano Martí, tuvo elogios sobre esta comarca cuando emprendió su visita pastoral en 1772 lo describió como un pueblo apacible bajo el patrocinio de Nuestra Señora del Rosario de Antímano que era el nombre completo del pueblo; también el barón de Humboldt llegó a afirmar en su extraordinario libro: «…Costeamos las orillas del río Guaire hasta la villa de Antímano por un hermosos camino parcialmente abierto en la roca” (…)” Con casas esparcidas rodeadas de datileras que parecen anunciar el bienestar de sus habitantes” (…) Entre Caracas y Las Adjuntas, se sucedían unos a otros los campos cubiertos de tablones de caña, y en menos cantidad pero siempre presentes, de maíz y frutos menores”.

Es en el año de 1855 cuando se inicia la obra de un camino carretero entre Caracas y los valles de Aragua, pues durante la Colonia esos caminos eran trajinados por las bestias de los arrieros y las juntas de ganado para provisionar a la ciudad de alimentos.

El 24 de noviembre de 1883 se decreta la construcción del ferrocarril de Caracas-Antímano.

Antímano, parroquia foránea por mucho tiempo, está ubicada al suroeste de la ciudad de Caracas, fue asiento de una primera encomienda indígena en la Colonia; en la actualidad cuenta con una población superior a los 138.000 habitantes (la más numerosa de las otras parroquias que integran el circuito electoral Nº 5 (La Vega, Caricuao, Paraíso y Macarao).

Entre los valores históricos patrimoniales se encuentra la vieja casona de Antonio Guzmán Blanco quién fue presidente de la república en los años de 1870 a 1877, de 1879 a 1884 y 1886 al 1888. Tiene una superficie de 20,9 km2 su iglesia de arquitectura colonial Nuestra Señora del Rosario de Antímano es una referencia histórica. Fue designada como parroquia eclesiástica el 24 de Noviembre de 1807, hace 213 años. Límite con las parroquias El Junquito, Macarao, Caricuao, Paraíso y La Vega.

Hoy demanda un plan especial de reordenamiento urbano que revitalice sus importantes zonas industriales y adelante la remodelación de sus centenares de humildes barrios.

En cuanto a la parroquia Macarao, de fuerte raigambre y sabor histórico, limita con el estado Miranda hacia el suroeste y con El Junquito, Antímano y Caricuao.

Tiene un importante reservorio de agua (represa de Macarao) que se encuentra dentro del parque nacional Macarao; igualmente debemos destacar la colonial Iglesia de Nuestra del Rosario de Curupay.

La hermana mayor de Simón Bolívar, María Antonia, tuvo su bella hacienda en esas parroquias cuya vivienda aún se conserva. La arquitectura de Caricuao en su centro poblado es de sabor colonial, al igual que su plaza Bolívar. Su población actual supera los 61409 habitantes y sus pobladores están identificados con sus tradiciones y vocación agrícola, valores que deben protegerse.

Macarao posee una espectacular y amplia zona industrial.

Recuperar esta parroquia, su historia, sus tradiciones, su vocación agrícola-turística, así como garantizarle los servicios básicos mínimos (transporte, vivienda, agua, gas, luz, alimentación. Educación) nos llevaría a rescatar la dignificación de pueblo que tuvo en el pasado reciente y garantizar un promisorio futuro. Hoy se encuentra en la indefensión.

Sueño con que conquistemos un municipio autónomo que una a las parroquias Macarao, Antímano, Caricuao, La Vega y El Paraíso. Es una demanda por la que debemos luchar porque es posible conquistar.

 


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