No podemos dejar de preguntarnos ¿Qué nos impulsa? ¿Cómo aparecen la
voluntad y la fortaleza? Existen algunos elementos que vale la pena destacar
porque son, en buena medida, el origen del tema que nos ocupa:
- Se debe tener claro que la participación ciudadana es un derecho
fundamental, un Derecho Humano y este hecho le da fuerza a la gente. No son dádivas
ni favores, y no se necesita permiso para ejercer ese derecho. Esto permite que
la actitud cambie, las personas se sientan más asertivas, entusiastas e
inclusivas.
- Una mayor activación desde el punto de vista del ejercicio autónomo y
consciente de la ciudadanía, siendo personas bien informadas sobre el marco
legal que protege el ejercicio del derecho a la participación, tanto las leyes
nacionales como las internacionales.
- Las personas más activas desde el punto de vista de la participación
ciudadana son más resilientes, lo que implica un estado de ánimo particular,
una actitud proactiva ante el estrés, lo cual es un aspecto crucial.
Es necesario que haya cada vez más ciudadanos activos y estimular la
participación ciudadana como una forma de contribuir al fortalecimiento de la
sociedad civil y , en consecuencia, del sistema democrático, ya que la voluntad
organizada y constante de los ciudadanos hace que se produzca la incidencia en
las relaciones de poder, retroalimentándose a sí misma. A mayor capacidad para
hacer incidencia será mayor la posibilidad para que los ciudadanos se organicen
y participen.
En la participación ciudadana existen 2 situaciones o posibilidades:
crear impacto o crear incidencia. Esta última es producto de un análisis de la
situación, una planificación, una estrategia diseñada y planificada paso a
paso, hay un enfoque con un objetivo claro. Es hacia la incidencia a donde debemos
apuntar.
En este contexto cabe hacer algunas consideraciones:
- La importancia del hecho de que la participación ciudadana es un
Derecho Humano; está vinculada al derecho a la libertad de reunión sobre la
cual la Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 20 expresa
"... toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación
pacíficas..." Así mismo afirma "...nadie podrá ser obligado a
pertenecer a una asociación..." En este orden de ideas, la Convención
Americana de Derechos Humanos, en el ámbito de la Organización de Estados
Americanos (OEA) señala en su artículo 16 "...todas las personas tienen
derecho a asociarse libremente con fines ideológicos, religiosos, políticos,
económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos y de cualquier otra
índole..."
Esto tiene una trascendencia fundamental
porque abarca cualquier derecho que implique la posibilidad de organizarse para
intervenir en el espacio cívico con miras a buscar o proponer acciones que
incidan en la mejora de cualquiera de los ámbitos antes mencionados.
- Es entonces que la libertad de asociación abre las puertas para el
ejercicio de la libertad de pensamiento, de expresión y de reunión,
convirtiéndose en la antesala al derecho de participación, ya que la manera más
efectiva para ésta es la canalización a través de diferentes formas de
asociación.
- Vinculados directamente al ejercicio de la libertad de asociación,
están los derechos a la protesta pacífica, a la libertad de expresión e
información, a la defensa de los derechos, al acceso a la información pública y
a la participación sobre la cual la Constitución vigente en su artículo 62
establece "... todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho a
participar libremente en los asuntos públicos directamente o por medio de sus
representantes elegidos o elegidas..." "La participación del pueblo
en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio
necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo
tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la
sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su
práctica".
Por otra parte "... es un derecho de cada ciudadano participar en
la dirección de asuntos públicos, votar y ser elegido en elecciones periódicas,
justas y auténticas, y tener acceso a la función pública en el marco de
procesos democráticos basados en el consentimiento del pueblo que garanticen su
goce efectivo junto a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación,
cualquiera que sea la forma de constitución que adopte un
Estado."(Civilis, 2017).
- Los planteamientos anteriores nos remiten a otros derechos que, así
como los vinculados con el derecho a la libre asociación, hay otros vinculados
con el derecho a la participación ciudadana como lo son los derechos
electorales, a la consulta y la incidencia, a la petición, a la iniciativa
popular y a la rendición de cuentas y control ciudadano.
Para ejercer estos derechos hay que asociarse, hay que organizarse con
el fin común de unir fuerzas, hacer sinergia para no perder esfuerzos, y tener
la oportunidad de hacer incidencia. Los ciudadanos más activos manejan esta
información y conocen las posibilidades que aún tenemos en el país pese a las
condiciones cada vez más restringidas. Aun así, se mantienen generando acciones
que robustecen el espacio cívico.
Este hecho nos convoca a contribuir para que cada vez tengamos más
ciudadanos formados e informados ya que en la medida que seamos más, será mayor
el nivel de participación y mayor la incidencia y la posibilidad de hacer cosas
a favor de nuestro entorno, favoreciendo los intereses que nos mueven como
sociedad.
Estar informados sobre nuestros deberes y derechos, y a la vez ser
defensores y practicantes de esos derechos, nos convierte en verdaderos
protagonistas, dejando de ser observadores pasivos del acontecer político,
creándose un compromiso en cuanto a ser vigilantes de tales garantías.
Desde esta perspectiva, el ejercicio de la ciudadanía con enfoque de
Derechos Humanos es un reto en el cual estamos todos involucrados, y todo lo
que podamos hacer para invitar a nuestros vecinos en esa dirección es
bienvenido.
En relación al estado de ánimo adecuado para participar, es notorio que
muchas personas han sucumbido a la "desesperanza aprendida" que se ha
ido inoculando. La posibilidad de que algo ocurra dependerá de nosotros; si
somos persistentes, organizados y pacientes, algo pasará. Pero para que ese
algo pase, para lograr la incidencia en los asuntos públicos, se requiere
planificación, una agenda con objetivos claros y disciplina. Esta forma de
organización ha permitido la visivilización del caso venezolano ante la
comunidad internacional.
Actualmente existe un factor que afecta la participación. Se trata de la
pandemia que la ha limitado. Hoy vivimos 2 pandemias: la del COVID19 y la del
temor que produce, la sensación de amenaza constante, y el miedo como emoción
recurrente que puede resultar paralizante para los fines que nos convocan. No
obstante, hay personas que tomando las precauciones del caso de forma
responsable, continúan haciendo su vida, realizando actividades entre ellas el
ejercicio de su ciudadanía, incluso habiendo sido tocados por el virus, hacen
un reencuadre de la situación desde una actitud resiliente.
Estas personas que están en permanente actividad manifiestan su deseo de
seguir adelante para no "perder espacios ganados", o una necesidad de
mantenerse activos y animados, animar a la sociedad civil a que se mantenga
activa, atender problemas de su comunidad, deseo de una vida mejor, etc. Es
gente que encuentra motivos, personas que desde un estado de ánimo de
optimismo, aún afectados como lo estamos todos por la realidad que nos toca
vivir, no están dispuestos a entregarse y no solo encuentran estímulo para sí
mismos sino que son capaces de insuflar energía a otros para ganárselos a su
haber.
Aquí tenemos un segundo reto para quienes estamos incorporados en esta
tarea: además de tener ciudadanos formados e informados, también es importante
contribuir para que la gente de nuestro entorno mantenga un estado de ánimo
habilitante. Es sabido que las emociones a veces nos ganan, que no podemos
controlarlas, pero si podemos manejarlas de forma asertiva y a favor de nuestra
salud y bienestar como seres humanos necesitados de una vida más tranquila y
sosegada.
Zoraida Pacheco recomienda no ser multiplicadores de noticias
amarillistas o alarmantes, revisar la fuente de los mensajes que se comparten.
Si bien la situación es difícil y apremiante, unidos somos más fuertes.
Rescatemos los valores que han caracterizado a los venezolanos: solidaridad,
empatía y sobre todo cree que es necesario que dejemos de esperar a un mesías
que nos salve, pues ya conocemos las consecuencia de esta expectativa.
La
participación ciudadana es un asunto cultural que requiere, de parte de todos,
una valoración de ese ejercicio. Por una parte los funcionarios deben respetar
y asumir como algo normal la ciudadanía; ellos necesitan ser formados en este
sentido porque, en última instancia, ellos también son ciudadanos. Lugo
nosotros en nuestro carácter de ciudadanos con capacidad de acción, debemos
concientizar nuestro rol en la cocreaciòn del país que queremos y merecemos.
Un tema importante tiene que ver con la "satanización" o
valoración negativa de la política por parte de algunas personas probablemente
poco informadas que tan perjudicial ha resultado. "Yo no participo en
política" es quizá una expresión que hace referencia a la actividad
político partidista que está dirigida a la búsqueda del poder. Cuando un
ciudadano participa lo hace por su interés en asuntos particulares que le
afectan a él o a un colectivo ; se participa por la defensa de derechos o
buscando respuesta a planteamientos, o la respuesta no la consideramos
satisfactoria, actuando entonces dentro de las reglas de juego.
Es necesario aclarar que siempre que actuamos en el ámbito de la
participación ciudadana, estamos en el espacio de la política; toda
participación es política dado que es la actividad donde los ciudadanos y las
organizaciones se involucran para actuar en la vida pública para tener acceso a
las decisiones relativas a los destinos colectivos Cuando esto no ocurre,
cuando los ciudadanos no ejercemos nuestro derecho, perdemos esa posibilidad.
Es necesaria la participación de los ciudadanos, su actuación y la
manifestación de sus opiniones y necesidades como una expresión de la salud de
la Democracia, porque si queda como potestad únicamente de los organismos
públicos la toma de decisiones, como lo señala Norberto Bobbio, "...la
Sociedad Civil es absorbida por el Estado y éste pasa a ser un Estado
Totalitario..." Al ejercer la participación ciudadana estamos actuando en
política por lo que resulta necesario dejar de satanizar el ejercicio de la
misma. Es necesario rescatar el valor de la participación ciudadana como
herramienta que puede permitir a las esferas del Estado y a la sociedad actuar
en conjunto.
Zoraida Pacheco reitera su invitación a continuar trabajando en la
organización para construir en cada espacio que nos sea posible y al cual
podamos acceder, para lograr incorporar cada vez más ciudadanos al
fortalecimiento de la sociedad civil para cocrear el país que soñamos.
Quedarnos paralizados es con lo que cuenta quien nos oprime!
El espacio cívico se fortalece con la acción de los ciudadanos y es este
espacio donde actúa la sociedad civil.
Con la participación de 207 ciudadanos.
EL FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE
POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR EL PONENTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario