El pasado 29 de junio, quienes
fuimos convocados por los vecinos de Los Palos Grandes a celebrar los 90 años
de la urbanización, nos vimos sacudidos
momentos antes de salir a la celebración debido
a la muerte del Capitán de Fragata Rafael Acosta Arévalo en las
mazmorras de la Dgcim, pero teniendo compromisos asumido con la ciudad no
podíamos dejar de estar presente en esta importante fecha para los vecinos de
Chacao.
Comenzamos nuestro recorrido por la
librería “Entre Libros” ubicada cerca de la panadería la Danubio, donde tuvo
lugar una amena tertulia para rebautizar el libro de María Inés Calderón “ El
Mar dentro de mi”, un largo relato de su viaje de casi 8 años alrededor del
mundo, donde narra episodios vividos en esa intensa aventura marina. A pesar de
que estuvimos en el bautizo original en 2018, esta vez el compartir íntimo de
los detalles de ese inspirador viaje tuvo un color distinto gracias a las
anécdotas que acompañaron cada relato, incluyendo la nueva Concepción de Dios de
la valiente autora, quien se asombraba de las maravillas naturales que encontró
a su paso y que solo podían ser obra de la mano del creador.
Luego pasamos frente a una
peculiar reinauguración de la Galería
Kenko donde la nota la marcaron unos
raperos y cantantes de reggaetón, que nos hizo recordar las canciones de
protesta de Bob Marley, en virtud de la letra
de la canción que entonaban donde se hablaba de mantener la esperanza
aunque estemos “privados de libertad”.
De allí bajamos hasta la Plaza Los Palos
Grandes donde hubo bailes, tambores y escenificaciones de obras de teatro, en
la cual no faltaron los famosos Food Trucks, una regular forma de servicios de
comida ambulante pero un elegante
servicio en sus mesas al aire libre; y por supuesto, no podía faltar en una
esquina adyacente a la plaza quienes desde sus instrumentos clásicos entonaban
música nacional y hasta tangos del estilo de “Por una cabeza”, la hermosa y
emblemática canción de Gardel. Posteriormente nos fuimos hasta el Restaurant-Café
“Presidente”, donde una morena cantante de Pop Rock hacia las delicias de
quienes disfrutaban de una pizza acompañada con cerveza artesanal.
No alcanzamos a ir a todos los eventos, pero
fue un momento mágico de amorosa resistencia ciudadana para disfrutar de una
Caracas que se niega a morir, contra los deseos de quienes quieren mantenernos
en nuestras casas, enrejados y temerosos.
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