Los actos que requieren valentía: perdonar, pedir perdón y
el más importante – perdonarme.
Con esta simple pero profunda reflexión, cerramos el taller
Tierra de Osos en la escuela Madre Rafols de La Pastora, con 46 niños de 5º y
6to grado. Un trabajo que venimos realizando en esa institución, gracias a la
alianza realizada con la Escuela de Vecinos de La Pastora y su líder Justo
Ramos.
Tierra de Osos es una película emotiva que de forma sencilla
nos enseña la empatía como herramienta para la construcción de Paz. No basta con ponernos en los zapatos del
otro, o en la piel del oso como Kenai el protagonista de la película, es
necesario ver y sentir desde el otro para poder comprenderlo y actuar con
compasión para la transformación de ambos.
Considerando que esa hermosa escuela da una formación
católica, revisamos la práctica de la oración y cómo solemos rezar desde la
palabra y no desde el corazón. Perdona señor nuestras ofensas, como nosotros
perdonamos a los que nos ofenden, recordaban los niños y analizaban cómo esta
frase nos lleva a reflexionar de nuestros actos de perdonar y pedir perdón como
herramientas para la paz.
Una de las niñas en su reflexión individual nos indicaba que
los hombres podemos hacer muchas cosas, y podemos transformar el mundo para
bien o para mal. Y esta intervención sobre la importancia de la responsabilidad
individual y el reconocimiento de las consecuencias de nuestros actos, nos
demuestra que la conciencia individual puede ser fortalecida desde pequeños y
en la medida que abramos la educación a estas nuevas habilidades, tendremos
mejores oportunidades de construir una ciudad y un mundo más pacífico.
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