VOTAR O NO VOTAR. ¿ES ESE EL DILEMA
Por:
Marianela Escalona Montesinos.
Ponente: Andrés Caleca, Ex-Presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La
importancia del tema y la experticia del Dr. Andrés Caleca explican la nutrida
participación de ciudadanos a través de 2 chats simultáneos para un total de 459 asistentes en esta Edición
No. 162 del Foro Hatillano.
¿Dónde
estamos? El CNE, recién designado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el
pasado 01 de julio, convocó a Elecciones Parlamentarias para el próximo 06 de
diciembre.
A juicio de Andrés Caleca, la organización
de un proceso electoral complejo como las Elecciones Parlamentarias, requiere
al menos 10 meses de preparación, sin tomar en cuenta la aparición de la
pandemia , pero el CNE la convocó con menos de 6 meses de antelación
La realidad actual del CNE y la plataforma
electoral venezolana es la siguiente:
-
Con respecto al personal del CNE que ha
hecho posible la realización de elecciones en Venezuela desde 1958, y son los responsables de organizar este proceso en 6 meses, la
realidad es que actualmente hay muy pocos funcionarios. La organización ha sido
desmantelada a lo largo de los últimos 20 años de manera constante. Los
trabajadores que por años se formaron en las diferentes áreas de trabajo de la
institución, casi todos fueron jubilados. Los que aún quedan, muchos de los
cuales fueron incorporados por razones políticas, son supernumerarios
(empleados que trabajan en una oficina
pública sin figurar en la nómina y cuyos
nombramientos son temporales), convirtiéndose el CNE en una oficina del
gobierno, según Andrés Caleca. Además, los trabajadores que quedan no van a
trabajar por el tema de los bajos salarios, y ahora por la cuarentena.
El
CNE como estructura burocrática no existe. La situación es crítica en Caracas y
peor en el interior del país. Las oficinas regionales, que tienen que organizar
estas elecciones que son de carácter regional y realizar la totalización, están
sin personal calificado. Los organismos electorales subalternos (Juntas
Electorales Regionales y Municipales, miembros de mesa) presentan la misma
situación. Estas miles de personas deben ser seleccionadas y entrenadas para el
proceso electoral en medio de la cuarentena. No hay tiempo para reclutar
personal ni voluntad de algunos rectores para emplear personal nuevo.
Obviamente es irresponsable convocar un proceso electoral sin tener siquiera el
personal adecuado para hacerlo.
-
El Registro Electoral: representa una de las fuentes de mayor desconfianza por
parte del electorado en relación a la pureza de los comicios. El Registro
Electoral es una caja negra.
El
desconocimiento y la desconfianza se profundizan en virtud de la migración
interna y externa que no está cuantificada. Esta situación acompaña a un
Registro Electoral inflado que no se corresponde con la población venezolana.
Otro problema en este sentido, es la inscripción de nuevos votantes.
El Registro Electoral tiene que ser objeto
de auditorías para actualizarlo. También debe lanzarse una campaña para la inscripción de nuevos votantes y la actualización de datos. En el Cronograma
Electoral que presentó el CNE para realizar estas actividades, estipulan 13
días para ello (del 13 al 26 de julio).
- Plataforma Tecnológica: es otro de los
graves problemas que presenta la institución. La pérdida de la infraestructura
tecnológica que soporta el proceso de automatización por el incendio ocurrido
en los depósitos del CNE. Del parque de 40 mil máquinas de votación, se
salvaron 520 (según información del
propio CNE).
Al no haber máquinas ni plataforma
tecnológica, no hay software. Este es necesario para la votación, el
escrutinio, la totalización y la adjudicación de los cargos a elegir. Hasta que
no se sepa cuáles máquinas se van a adquirir, no se puede desarrollar el
software.
-
Presupuesto: la falta de presupuesto es otro punto importante a la hora de
convocar la elección, ya que se estima en 100 millones de dólares el costo para
su realización.
-
Organizar un proceso electoral: supone la realización de, al menos, 40
actividades internas del CNE, sin
incluir la campaña electoral, que pueden resultar riesgosas para el contagio
del coronavirus, en un país con un internet deficiente que impide la
realización de las mismas de manera virtual.
-El
Proceso Electoral: por tratarse de elecciones parlamentarias, resultan unos
comicios complejos. Se realizarán 3 tipos de elección: nominal, voto lista por
regiones y voto lista nacional. Este último no previsto en el ordenamiento
jurídico venezolano, violando la Constitución. Sin embargo, esta votación con
circunscripción nacional, abre un camino para el voto de venezolanos en el
exterior.
-
La Campaña Electoral: los candidatos
disponen de 14 días para difundir su mensaje a los electores, siendo casi
imposible hacer una campaña electoral virtual. Estarán imposibilitados de hacer
su campaña o correrán el riesgo de
contagio.
-
Observación Internacional: son pocos los organismos capaces de hacer una
Observación Electoral seria, como la
Organización de Estados Americanos (OEA), más recientemente la Unión Europea
(UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además de requerir de
mucho tiempo para organizar una observación electoral, el gobierno no invitará
ni a la OEA ni a la UE como observadores y
los trámites burocráticos en la ONU son engorrosos como para lograr que
se incorpore a un proceso electoral en carácter de observador y mucho menos
organizando el proceso. También hay instituciones privadas que no dan mucha
confianza en el electorado.
Otras
dificultades para la Observación Internacional es la falta de vuelos
comerciales, la situación de pandemia, etc.
Además,
una Observación Electoral seria debe hacerse desde antes de la elección para
identificar el fraude continuado que viene desde el mismo inicio del proceso.
-
El Coronavirus: un aspecto no previsto en el panorama y que ahora nos golpea de
manera fulminante es el tema de la pandemia. En diferentes partes del mundo se
están postergando elecciones y en pocos casos se realizan extremando las
medidas de prevención necesarias para evitar el contagio. El CNE propone
realizar unas elecciones en medio de una pandemia en las condiciones que todos
conocen.
Tal
y como lo había previsto la Academia de Ciencias, el COVID-19 en Venezuela,
lejos de estar controlado, va a una progresión geométrica de contagios en medio
de un sistema de salud pública y hospitalaria sin resolver. Ir a un proceso
electoral en estas condiciones aumentaría el riesgo de contagio.
Para Andrés Caleca, el grado de
irresponsabilidad del alto gobierno no tiene parangón y los miembros del CNE se
prestan para esto. Afortunadamente, existe la posibilidad de suspender estas
elecciones si la situación por el COVID-19 se agrava.
No hay personal calificado suficiente, ni
plataforma tecnológica para una votación automatizada, no hay presupuesto, ni
condiciones políticas para hacer una elección en diciembre en medio de una pandemia.
Caleca opina que la principal exigencia que
hay que hacerle al país es que estas elecciones se pospongan hasta tanto no se
resuelva el problema del coronavirus y hasta que no estén dadas las condiciones
tecnológicas adecuadas para garantizar unas elecciones mínimamente confiables.
¿A
quién le conviene organizar y promover este desastre? Desastre que comienza en
el momento en que,
inconstitucionalmente, el TSJ nombra a las autoridades del CNE, desconociendo
los avances que había hecho la Asamblea Nacional, que es el organismo encargado
de designarlas, según la Constitución.
¿A quién conviene esta violación de la
Constitución cometida por el CNE en su primera decisión administrativa, de
aumentar el número de diputados y bajar la base poblacional establecida en la
Constitución, de 1,1% a 0,4%?
¿A quién conviene la confiscación de unos
Partidos Políticos, la ilegalización de otros y la inhabilitación de
candidatos?
¿A
quién conviene el desvío de cuando menos 100 millones de dólares, ante la
urgente necesidad y requerimientos para el control de la pandemia, para
gastarlos en un proceso electoral?
A
juicio del Dr. Caleca, todo esto conviene al régimen, que ha demostrado que es
una fuerza no democrática y con profunda vocación totalitaria. Una fuerza
política absolutamente deshumanizada frente a la crisis que vive el país y que
ahora se profundiza con la pandemia y el COVID-19. Que no ha podido implementar el totalitarismo
en el país gracias a la resistencia de la sociedad venezolana y a la comunidad
internacional.
Para implementar su modelos lo primero que
han hecho es tratar de acabar con la institución del sufragio como mecanismo
para solucionar los problemas políticos del país en paz y armonía y según la
normativa legal vigente (primer paso para acabar con los últimos atisbos de
democracia que quedan en el país), desalentar la participación y eliminar cualquier muestra de disidencia
política y ciudadana.
Lamentablemente hay algunos sectores que se
dicen de oposición que participan en este juego que nos llevará a profundizar
la abstención estructural del venezolano. Lo hacen con la intención de
posicionarse como alternativa estratégica a futuro frente al gobierno.
A finales de los `90 el CNE había detectado
la consolidación de la abstención estructural en alrededor de un 20%
(venezolanos que no estaban dispuestos a votar bajo ninguna circunstancia y por
diferentes razones). Actualmente los indicadores señalan que esa abstención
estructural ronda el 50%. El proceso electoral programado para finales de 2020,
lleno de ilegalidad y de ilegitimidad, profundizará este aspecto, y en última
instancia, eliminará la democracia haciendo que el pueblo venezolano se olvide
de que puede resolver los problemas, desde el punto de vista político, en paz,
armonía y consenso, a juicio del Dr. Caleca.
A través de las Redes Sociales puede
observarse un aumento exponencial del sentimiento abstencionista, frente a las
condiciones sobrevenidas que están imponiendo.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos frente a
esta situación de atropello de la voluntad popular, frente al incremento del
desánimo y la desesperanza de gran parte de nuestro pueblo, frente al aband ¿Qué podemos hacer los ciudadanos frente a esta situación de atropello de la voluntad popu ono
de toda lucha cívica y política?
Lo primero que debemos hacer es denunciar
la situación, su carácter inconstitucional e ilegal, sus objetivos de desánimo
y antidemocráticos disfrazados de objetivos electorales. Exigir que el proceso
electoral se posponga en función de proteger la salud y la vida de los
venezolanos hasta tanto no haya control de la pandemia...pero ¡Participar,
siempre participar!
No
dejarnos llevar por la desesperanza que nos conduce a la abstención.
La Historia nos da muchas señales de cuál
es el camino a recorrer. En 1952, en medio de la más feroz represión de la
dictadura de Pérez Jiménez, éste convocó a una Asamblea Constituyente para
modificar la Constitución y hacerse una a su medida. Gran parte de la oposición
venezolana, incluso Acción Democrática, se planteó la abstención militante que
significaba boicotear el proceso con el riesgo que ello implicaba. Sin embargo,
algunos venezolanos participaron. Tal es el caso de Mario Briceño Iragorri quien
se presentó como candidato independiente. En su discurso de cierre de campaña,
afirmó:
"...Pese
al margen de razón que pudieran tener los patrocinadores de la conducta
abstencionista, algunos ciudadanos estuvieron conscientes en la necesidad de
hacer uso del filo que señalan al civismo las espadas gobernantes, como
oportunidad de expresar la voluntad cohibida de las mayorías
nacionales..."
Esa es nuestra tarea: encontrar la fórmula,
el camino para que se exprese la voluntad de la mayoría. No puede ser por la
vía del abandono, no podemos permitir que se convierta en estructural la
abstención de la mitad del país. No podemos quedarnos en lo declarativo. Y este
llamado es para toda la sociedad civil y sobre todo para los dirigentes
políticos.
Recientemente las fuerzas democráticas
mayoritarias representadas en el Parlamento, firmaron un documento donde
rechazan la pretensión del gobierno, a través del CNE, de cometer todas estas
violaciones. Esto no es suficiente. Hay que organizar a la población, a pesar
de la pandemia, para participar. Una manera de hacerlo es denunciando la
situación y exigiendo la postergación de estas decisiones.
Debemos exigir a la dirigencia política
conseguir las formas de participar y
promover candidatos para elegir a nuestros representantes a la Asamblea Nacional.
A pesar de no tener garantías, debemos participar a través de partidos o
crear grupos de electores, pero no podemos entregar nuestras circunscripciones
electorales.
Partiendo del hecho de que, eventualmente
se realizarán estas elecciones parlamentarias, se presenta la disyuntiva de por
quién votar. No estamos obligados a votar por los candidatos de " la
mesita". El CNE dejó sin efecto la ilegalización de Partidos Políticos nacionales y regionales,
abriendo la oportunidad de obtener tarjetas para postular candidatos.
Debemos reconquistar la posibilidad de
vivir en paz, erradicando la violencia, porque al cerrar todos los espacios
para la lucha política, para elecciones libres, se abre el camino de la
violencia y no debemos ni podemos caer en esa trampa.
Andrés Caleca no descarta ningún método de
lucha para recuperar la democracia en Venezuela. Ninguno es descartable.
La realidad política es que nosotros no
tenemos fuerza para enfrentar con la violencia a este régimen que tiene un
formidable aparato represivo, además de haber logrado eliminar dentro de la
Fuerza Armada toda la institucionalidad militar que quedaba.
Nuestra única fuerza es la lucha política
constante, organizada; la acción popular de masas, perseverante. Tratar de
organizarnos, no sólo como sociedad civil, sino también como el elemento
Societal indispensable del país. Sindicatos, gremios, asociaciones de vecinos,
grupos electorales que defienden sus espacios y sus circunscripciones, para ser
representados por ciudadanos dignos que puedan hablar en nombre del futuro del
país.
Todos debemos contribuir a generar una
fuerza popular tan grande y avasallante frente a la cual las bayonetas no sirvan
para detenerla.
Es necesario iniciar una campaña ciudadana
exigiendo posponer la elección por razones humanitarias y de salud pública
esencialmente, ya que es imposible de
realizar en pandemia, más allá de las condiciones políticas. Además, debemos
elevar nuestra solicitud a todas las instancias posibles: CNE, ONU, OEA, UE,
OMS, OPS, etc. Recientemente, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de
la ONU afrontó el tema desde el punto de vista del riesgo sanitario.
Hagamos uso de las Redes Sociales para
hacer notar el creciente malestar social frente a esta pretensión de exponernos
al contagio con estas elecciones.
Este es el llamado de Andrés Caleca:
Participar!
EL
FORO HATILLANO NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS EN ESTE FORO
CHAT.
Con
la participación de 459 asistentes por via ForoChat.
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