Por Oscar Bastidas Delgado
El emprendimiento no
tiene edad. Quien suscribe es partidario de impartir teorías y prácticas de
emprendimiento desde el preescolar. Hace años, en una creche parisina se discutió
acerca de la conveniencia o no de colocar sillas y objetos pesados en el
espacio de juego de los niños, las opiniones se dividieron entre no hacerlo y
la de un sí, pues ello haría que los niños buscasen ayudarse para moverlos y
así surgiría el reconocimiento del otro, valor de la entreayuda o ayuda mutua,
ya que mover esos objetos obligaría a la unión de esfuerzos.
En el ámbito de los adultos la lógica del emprendimiento
debe ser eje transversal de toda actividad pues son infinitos los problemas y
sueños poseídos y jugar a ser simple observador sin acción alguna solo conduce
a inamovilidad y muerte socio-económica prematura: “O inventamos o erramos”, decía Simón Rodríguez, maestro de El
Libertador Simón Bolívar
En el mundo académico el
eje emprendedor cobra mayor fuerza: ¿tiene sentido que un alumno de cualquier
carrera universitaria pase 4 o 5 años sentado en un pupitre sin aplicar los
contenidos de cada materia a una propuesta emprendedora y sin aprovechar su
cotidianidad con sus compañeros y futuros colegas, sabiendo que en su futuro
profesional pondrá en marcha su propia oficina, consultorio o empresa? Por ello, emprendimiento debe ser
materia obligatoria en toda carrera, de forma tal que a lo largo de ella se
tejan relaciones futuristas y todo egresado se lleve el título universitario
bajo un brazo, y la organización constituida bajo el otro.
Especial situación se
presenta en los casos de emprendimiento de personas de la tercera edad,
particularmente aquellos cuya zona de confort fue el cumplimiento de un horario
durante unos años, al final de los cuales se percibiría una jubilación o una
pensión que “permitiría vivir tranquilamente los años finales de vida”, y luego
constatan que no alcanza ni para cubrir las necesidades básicas, como sucede
con los profesores universitarios jubilados venezolanos que, aún con el mayor
escalafón, no perciben ni 10 US$ mensuales de salario.
Si según la ONU, quien perciba menos de 1,90 dólares al
día pertenece a la pobreza extrema: ¿en cuál nivel de pobreza colocamos a estos
profesores, entre los que se incluye quien este artículo suscribe?; peor aún,
dónde se colocaría al venezolano promedio cuyo salario mínimo mensual es de
apenas 3,6 bolívares, 0,77 US$ mensual a una tasa de 4,6282 por US$ según el Banco
Central de Venezuela. Lo descrito obliga a pensar en salidas, principalmente a
personas de la tercera edad.
¡Nunca es tarde para
aprender y emprender! Estudiar sin importar la edad es una vía de
emprendimiento, conocemos casos en ese sentido, no los mencionaremos en este
documento pero bien valdría la pena satisfacer esos sueños de estudios por
quienes los posean y puedan realizarlos. Realizar sueños y utopías como sueños
sociales realizables, y enfrentar problemas, también son móviles del
emprendimiento.
Las opciones de
emprendimiento son numerosas y variadas, tantas como el pensamiento desarrolle
pero, colocando como denominador la edad y el tiempo de dedicación, al menos
tres preguntas deben ponerse sobre la mesa: ¿en qué emprendemos?, ¿es factible
ese emprendimiento?, ¿emprendimiento individual o en asociativo?
La primera interrogante
se relaciona con dos indicadores claves: 1.- ¿qué sabemos hacer?; y 2.- ¿qué
nos gusta hacer?, las otras dos dependerán del diseño de la organización a
emprender, reto de todo emprendedor. Solo a partir del diseño será entonces
posible aplicar los parámetros del Plan de Negocios a fin de determinar la
factibilidad y precisar si el emprendimiento será individual o en equipo pues
las necesidades financieras del modelo organizacional influye en la búsqueda de
aportes por socios o asociados, si el emprendimiento tiene perfil capitalista
serán socios accionistas, y si el perfil es de Economía Social, serán asociados
como en los casos de las asociaciones, las mutuales, los fondos de empleados o
cajas de ahorro, y las cooperativas.
Por último. Como se
observa, el panorama del emprendimiento es complejo, hay que estudiar, aprender
a emprender. Ello pasa por buenas lecturas y aplicaciones en talleres de los
preceptos: Conceptos – Direccionalidad – Logros con las debidas aplicaciones
para sentirse útil, elemento clave en un emprendimiento. Se continúa en la
segunda parte de este artículo.
FUENTE.
Bastidas-Delgado,
Oscar (2017). Emprendimiento,
Constitución y Gestión de Cooperativas. Publicado en Amazon.
https://www.amazon.es/EMPRENDIMIENTO-CONSTITUCIÓN-Y-GESTIÓN-COOPERATIVAS-ebook/dp/B071CVPWDR
https://www.linkedin.com/in/oscarbastidasdelgado
oscarbastidasdelgado@gmail.com
Oscar
Bastidas es cooperativista, consultor y facilitador en Emprendimiento
Asociativo y Microempresas.
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