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domingo, 29 de noviembre de 2020

Foro Hatillano #178 EL IMPACTO DE LA PANDEMIA EN NUESTRA SALUD MENTAL: PRONÒSTICO EN EL TIEMPO.Foro Chat Whatsapp. Jueves 29 de Octubre de 2020.


 EL IMPACTO DE LA PANDEMIA EN NUESTRA SALUD MENTAL: PRONÒSTICO EN EL TIEMPO

Por: Marianela Escalona Montesinos.

Ponente: MSc. Franca Trezza. Psicóloga Clínico. Psicoterapeuta. Profesora UCV. Conferencista. Escritora.


¿Qué fue lo que sucedió?

 El Covid-19 derivó como consecuencia un impacto físico y emocional muy fuerte en la población en general. Sin previo aviso ni planificación posible, cambió nuestras vidas, rompió nuestras rutinas y nadie estaba preparado para lo que nos está tocando vivir: adaptarnos a un confinamiento que además, se ha hecho  muy  largo.  Estos  hechos  han  originado  que  un porcentaje de la población  contrajera  la  enfermedad,  otros  fallecieron,  la mayoría  quedamos  confinados  en nuestras casas, pasando mucho  más tiempo con la pareja y los hijos en 4 paredes  (24 horas, 7 días a la semana),  comenzaron  las  clases " en  línea"  para  los  menores  con  las respectivas tareas con tiempo de entrega, fallas de internet,  y  los adultos el teletrabajo o trabajo fuera teniendo  que  dejar  a  los  hijos en casa. Toda  esta  situación derivó en consecuencias.

Consecuencias.

 Las personas han presentado fallas en los mecanismos de afrontamiento al tener más incertidumbre, mayor estrés, depresión, miedo, dolores musculares, conflictos de pareja (algunas han considerado divorciarse), aumento de peleas con los hijos o entre ellos, sobrecarga de trabajo, entre otros. Aunado a estos factores, el venezolano tiene elementos externos adicionales que también estresan como la falta de gasolina, transporte público ineficiente, mala calidad en los servicios públicos en general y alto costo de la vida, por mencionar algunos.

 Este escenario tiene un impacto psicoemocional y, desde mediados de marzo, muchas personas en nuestro país han presentado diversos síntomas como dolor de cabeza, dermatitis, trastornos del sueño, trastornos digestivos, dolores de espalda y rodilla, ardor en los ojos, angustia y depresión.

 En el marco del Día Mundial de la Salud Mental celebrado el pasado 10 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) escogió como tema central el Covid-19 y sus consecuencias emocionales en la población en general, haciendo un llamado a todos los países a invertir más recursos en la salud mental porque las consecuencias que se avecinan son enormes, y así poder remediar la histórica desatención del tema de la Salud Mental.

 Según la OMS se puede generar más ansiedad colectiva si no se realiza desde ahora una labor preventiva, porque la huella psicológica y social  será profunda y aun más para quienes sufrimos el confinamiento en las condiciones particulares de Venezuela. Algunas estadísticas emanadas de la OMS indican que:

 -Cerca de mil millones de personas en el mundo tienen un trastorno mental.

 -1 persona se suicida cada 40 segundos.

 -3 millones de personas mueren cada año debido al consumo nocivo de alcohol.

 -En promedio, los países gastan menos del 2% de sus presupuestos sanitarios nacionales en Salud Mental.

 Sentirse agobiado, clínicamente ansioso, con menos deseos de realizar actividades, bajo ánimo, duelo por pérdida, estrés agudo por el alto costo de la vida,, desempleo, bajos ingresos, cierre de negocios, falta de gasolina, deficientes servicios públicos y un largo etcétera, están impactando negativamente en la salud de las familias.

 Seguir las medidas de bioseguridad, crear rutinas en el hogar, tener una buena alimentación, ayudan a contrarrestar el confinamiento. Cuando sentimos que controlamos "el afuera" nuestra vida tiene un poco más de orden.

 Franca Trezza reflexiona acerca de si están dadas las condiciones para la actividad laboral, si los venezolanos estamos preparados para manejar los cambios que se nos avecinan y cuál es la condición  psicoemocional ante la nueva adaptación.

 Los posibles escenarios para nosotros son: más ansiedad laboral y Síndrome de La Cabaña que se refiere a una condición mental nueva en la que la persona no desea salir de su casa, tiene más miedo de enfrentar los retos y desafíos como consecuencia del largo tiempo de confinamiento en la casa.

 Ante un impacto, incertidumbre o miedo ¿Qué hace el organismo? Pues responde con ansiedad. Existe un tipo de ansiedad saludable y normal, que es la sensación de aprensión acompañada de síntomas psicofisiológicos como taquicardia, sudoración, etc. Es una ansiedad sana porque alerta ante las amenazas o peligros y prepara el cuerpo para la acción, ayudándolo a responder ante una crisis. Cuando se sobrepasa este tipo de ansiedad, cuando los mecanismos de afrontamiento se quiebran internamente, evidentemente comenzamos a sentir otro tipo de ansiedad llamada "Ansiedad Excesiva", donde los sentimientos de ansiedad son extremos, muy intensos, no proporcionales al peligro real, interfiriendo con el trabajo, el placer, las relaciones y socava la resolución efectiva de nuestros problemas y sus soluciones.

 Entre los síntomas físicos de la Ansiedad Excesiva se encuentran: dificultad para respirar, taquicardia, sudoración, temblores, indigestión, visión borrosa, diarrea o vómito y aumento de la presión arterial sin una causa que lo justifique. En lo psíquico, se manifiesta cansancio, irritabilidad, cambio de humor, falta de concentración, trastornos del sueño y trastornos sexuales.

 Si esta Ansiedad Excesiva no es canalizada y atendida a tiempo podría derivar como consecuencia en una Ansiedad Patológica que puede presentar varios cuadros clínicos:

 -Trastorno de Pánico: que se caracteriza por una sensación de terror súbito e inexplicable, por lo general es de corta duración, la persona tiene la sensación de que va a morir o enloquecer. Esta situación se presenta con cierta frecuencia por lo que la persona deja de hacer cosas y no quiere estar solo.

 -Trastorno Obsesivo-Compulsivo: la persona tiene pensamientos irracionales y recurrentes, con ansiedad persecutoria y de daño, comenzando a tener compulsiones o rituales con recurrencia y tienen mucho malestar significativo, todo lo cual afecta su vida.

 -Trastorno por estrés post-traumático: se experimenta después de un trauma físico o emocional severo generando respuestas de temor, desesperanza, la persona evade lugares, tiene pesadillas, irritabilidad, hipervigilancia y flashback de los hechos pasados.

 La OMS está alertando para que se atienda la ansiedad de forma que no llegue a niveles de Ansiedad Cronificada o Patológica. Otro cuadro clínico importante  de abordar es el Duelo, que es una respuesta psicológica, un sentimiento, un pensamiento que presenta cualquier persona ante una pérdida de un ser querido, una relación de pareja, un empleo, etc. Es un proceso de adaptación emocional que en estos momentos mucha gente ha vivido por las distintas pérdidas. Los venezolanos somos una población que está de duelo.

 Si el duelo no se trabaja ni se atiende puede convertirse en depresión, que es un trastorno mental caracterizado por una profunda tristeza, decaimiento anímico, muy baja autoestima, pérdida de interés y disminución de las funciones.

 La diferencia entre el duelo y la depresión es que el primero tiene una causa que lo justifica, la persona experimenta una pérdida real; en la depresión no. La persona se siente decaída y triste pero no sabe por qué. Es una situación que requiere ayuda profesional.

 Todas las personas estamos ubicadas en una de 3 zonas:

-Miedo: se manifiesta como queja, irritabilidad, hiperoralidad (comer mucho), pesimismo e incertidumbre.

-Aprendizaje: se comienza a soltar la situación externa, se come con más responsabilidad y hay mayor conciencia de la situación y mayor autocontrol; identificamos cuáles son nuestras emociones, hacemos ejercicio y comenzamos a desconectarnos del afuera para trabajar lo interno.

-Crecimiento: nos planteamos otro nivel de conciencia, nos preguntamos por qué está ocurriendo esta situación, cuáles son mis talentos y cómo puedo ponerlos al servicio de la comunidad, vivimos en el presente, somos más empáticos con el entorno, nos sentimos más alegres o esperanzados, nos adaptamos con mayor fluidez a los cambios y tenemos más paciencia y sosiego.

 Ubicarnos en alguna de estas zonas nos permitirá continuar el trabajo interno que marcará la diferencia en este momento, nos mejorará como personas para tener un proyecto de vida superior.

 Niños, niñas y adolescentes.

 Los escolares están evidenciando mayor dispersión, desmotivación, ataques de pánico, trastornos en el sueño, hasta el punto en que muchos niños han vuelto a dormir con sus padres. Están más irritables, con poca disposición a cumplir con sus tareas y obligaciones escolares y en el hogar.

 El caso de los adolescentes es diferente; se están aislando más, tienen pocos deseos de salir de su habitación y compartir con la familia (la gran queja de los padres), están más irritables o muy silenciosos, con la mirada perdida y desmotivados. Esto se está combinando con el duelo por no poder compartir con sus amigos, perdiendo espacio y tiempo de vida que ya no volverá. Si la tristeza y el duelo se quedan en ellos deben ser atendidos para que la situación no se convierta en estados de ánimo mucho más complejos a futuro.

 Es importante en estos momentos trabajar con los hijos la Resiliencia y enseñarles los valores de autocuidado, manejo del miedo, expresar sus emociones y el sentido de la vida. Hablar con ellos de cómo enfrentar los retos y los desafíos enfocándonos más en sus sentimientos que en lo académico. Que puedan expresar su opinión acerca de lo que ocurre y que participe en la búsqueda de soluciones.

 Los niños y adolescentes al ver a unos papás unidos que comparten y dan contención, se sentirán mucho más tranquilos y seguros

 A la luz de lo anteriormente expuesto, Trezza ofrece algunas sugerencias para mitigar el impacto del Covid_19 en nuestra salud mental:

-No auto medicarse.

-No utilizar drogas ni alcohol.

-Hablar acerca de cómo se siente emocionalmente.

-No quejarse.

-Establecer un horario flexible que permita trabajar, descansar, ejercitarse y tener tiempo de ocio.

-Medir el tiempo frente a la pantalla. Desconectarse.

-Priorizar las tareas.

-Respetar los horarios de comida.

-Fijar una agenda semanal.

-Tener espacios de soledad con la pareja.

-Aprovechar las mañanas, cuando los hijos están en clase, para adelantar el trabajo.

-Analizar los niveles de energía (mayor rendimiento en la mañana, tarde o noche) para realizar las actividades.

-Tratar de controlar los pensamientos catastróficos.

-Meditar, escuchar música, cantar, hacer ejercicio, orar, hacer jardinería. Todo lo que calme ayuda a mantener una estructura.

-Entrenar al cerebro con pensamientos positivos para generar endorfinas y estar sanos física y mentalmente.

-Si identifica reacciones como miedo, aburrimiento, soledad, ansiedad, rabia, etc que  podrían evolucionar hacia un trastorno depresivo, psicótico, ataque de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo o ideas suicidas, es importante buscar ayuda profesional urgente con psicólogos y psiquiatras.

 Franca Trezza afirma que vamos caminando hacia una nueva normalidad con más ansiedad colectiva y más depresión por lo que prevenir es lo que urge en estos momentos.

 Está en nuestras manos apoyar a nuestras familias, brindar herramientas a nuestros hijos, mantenernos en equilibrio, buscar redes de apoyo. Es un momento de aprendizaje, para fortalecernos como familia y como comunidad.

 La importancia del tema y la experticia de la MSc. Franca Trezza explican la nutrida participación de ciudadanos a través de dos chats simultáneos de Whatsapp, para un total de 377 asistentes en esta Edición No. 178 del Foro Hatillano.

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