PERSECUCIÒN AL
PERIODISMO
Por: Marianela Escalona Montesinos.
Luis Olavarrieta aborda este tema como testigo de cómo el
periodismo, a través de casi 20 años, ha sido perseguido y limitado. A pesar de
que el chavismo-madurismo tiene más de 20 años en el poder, es a partir del año
2005 que comenzó esta práctica contra los medios de comunicación social y los
comunicadores sociales.
A continuación, un
recuento de todos los hechos para no olvidarlos a la hora de hacer justicia.
2005. Todo comenzó
cuando la Asamblea Nacional aprobó por unanimidad la llamada Ley Mordaza. En el
2005, debido a la decisión de la oposición de no participar en las elecciones
parlamentarias, todos los curules fueron ocupados por el partido de gobierno y
otros partidos afines a él y con una
abstención cercana al 75%.
Una de las primeras decisiones de esa Asamblea
100% oficialista fue la aprobación de la llamada Ley Mordaza, siendo el primer
paso para controlar el derecho más defendido en los últimos años: la Libertad
de Expresión. Esta ley contempla la anulación de la pluralidad de criterios
para imponer una sola línea: la oficial. De inmediato, la discusión de ideas
dejó de ventilarse por los medios masivos, puso en jaque los espacios de
opinión y el mandato era enmudecer el debate.
Después de aprobar
esta ley, y considerando la cercanía de los venezolanos con su televisión, se
eliminaron los programas de información y opinión más populares de la
televisión nacional; de manera inmediata, al televidente venezolano lo
separaron del análisis diverso. Ya no se hablaba de los problemas de fondo y en
menos de 6 meses se comenzó a presenciar en los canales una programación que se
alejaba de las necesidades de información de la gente.
Caso contrario
ocurría en las frecuencias del Estado donde las tribunas de opinión se
triplicaron y estaban dirigidas a satisfacer los intereses del partido de
gobierno y hacer propaganda constante de las intenciones del gobierno. La
mayoría de los moderadores afectos al régimen comenzaron a hostigar a quien no
estuviese de acuerdo con las políticas del gobierno bolivariano.
2006. RCTV afianza
su línea editorial. La arremetida contra la libertad de prensa cobró más
fuerza. En RCTV todas las audiencias, todo tipo de público, se multiplicó
rápidamente y en especial donde encontraba espacios de denuncia y se fue
alejando de los otros canales que comenzaron a regularse bajo la ley
recientemente aprobada. El televidente venezolano estaba buscando nuevamente
sus espacios.
El gobierno trata
de pactar veladamente la salida del aire de los programas de opinión más
populares pero el canal no cedió a la negociación y, a los pocos meses y en
cadena nacional, Chávez decretó el final del primer canal de Venezuela.
2007. A mediados
de año, últimos días de RCTV, comenzó una persecución a varias celebridades
opositoras que gozaban de popularidad y en particular, a quienes respaldaron a
los grupos estudiantiles que salieron a la calle a protestar por el cierre
arbitrario de RCTV. Empezaron los linchamientos morales a ciertas
personalidades desde algunos programas de los canales del Estado, comenzaron a
aplicar medidas administrativas (multas) a algunos otros e incluso atentados
contra la residencia de periodistas opositores, entre otros desmanes.
Simultáneamente, aplicaron medidas de cierre a más de 30 emisoras radiales.
2008. Las
protestas en el país continuaron. Por primera vez la prensa cubrió las
actividades de calle de forma unificada sin las tradicionales divisiones que
normalmente ocurren por ser competencia. Todos se dieron cuenta de las
consecuencias cuando un régimen totalitario controla todos los poderes.
Los medios
internacionales comenzaron a fijar la mirada en Venezuela.
2009. Chávez
juramento, en cadena nacional, a 65 jóvenes para enfrentar lo que llamó
"las mentiras de los canales privados y las redes sociales" o
Guerrilla Comunicacional. Este fue el inicio del ataque oficial a través de
RR.SS para generar discordia y persecución a los adversarios; Chávez lo llamó
la Contraofensiva.
Las consecuencias
fueron terribles: laboratorios de noticias falsas en contra de las figuras que
adversaban al régimen (práctica que persiste en la actualidad) y hackeo de
correos electrónicos de gente con popularidad e influencia en el país.
Prácticamente se comienzan a vetar a estos personajes en los pocos espacios que
quedaban. Comenzó la autocensura. Los canales preferían programas grabados que
en vivo para controlar los contenidos.
En 2009 también
comenzaron las presiones para la compra de Globovisión que finalmente se
concretó en 2013 después de varios años de sanciones de todo tipo, cerrando la
última ventana informativa cuyos contenidos no estaban controlados ni
censurados por el Estado. Otros canales privados también fueron sujeto de
presiones ya que existía dentro de cada canal, una oficina de CONATEL que
cumplía funciones de censura.
2013. Muere
Chávez. Comienza otro mecanismo de intimidación: falta de papel para los
periódicos. Chávez los llamaba "instrumentos de la derecha". Más de
30 periódicos reportaron fallas en el suministro de papel lo que provocó una
disminución considerable en su paginación y sobre todo en el tiraje. Luis
Olavarrieta resalta el hecho de que los periódicos terminaron siendo folletos
de pocas páginas. Algunos dejaron de circular definitivamente y otros decidieron
publicar a través de páginas web o recortar su formato (de estándar a
tabloide).
Esto ocurrió al
mismo tiempo que el uso masivo de la tecnología a Venezuela, masificándose el
uso de las RR.SS porque la gente consiguió opinión y conexión en ellas.
2014. Año muy
duro. El 06 de enero de este año asesinaron a la actriz Mónica Spears; este
hecho unido a la difícil situación del país (hiperinflación, escasez, etc)
convulsionó a la sociedad venezolana. Leopoldo López convocó a las calles (La
Salida) y los venezolanos acudieron a protestar con fuerza. Apresan a López y
La Salida no tuvo los resultados esperados.
Gracias a la
tecnología, las imágenes de las protestas dieron la vuelta al mundo. La gente
se sentía impotente ante la "distancia" de los canales venezolanos
privados que seguían siendo víctima de presiones por parte del gobierno a
través de CONATEL y el Ministerio de Comunicación; comunicados, sanciones y
amenazas estaban a la orden del día. Maduro amenazaba a los canales y los
responsabilizaba como los principales culpables de las protestas.
Solamente en los
noticieros se podía divulgar información y sin transmisiones en vivo, a los
espacios de producción nacional se les prohibió usar palabras como escasez,
devaluación, colas y mucho menos hablar de censura. Se comenzaron a retirar
permisos de funcionamiento y señal dentro de Venezuela a muchos canales
extranjeros como CNN, NTN24 y la BBC entre otros.
Por primera vez se
empieza a confirmar el ataque a los trabajadores de la prensa. El Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) confirmó que 181 periodistas
fueron atacados: 82 por hostigamiento, 40 por agresiones físicas, 35 por robo y
destrucción de material de trabajo, 2 detenciones y 1 herido de bala. Por vez primera
la prensa sufre los estragos de la censura no solo hacia los medios de
comunicación sino directamente hacia las personas.
Continúan el
hostigamiento.
2017. A juicio de
Olavarrieta ha sido el año más turbulento en el país. Todos fuimos testigos de
las protestas de calle debido a los cambios institucionales ejecutados por
Maduro y su gobierno y por la grave situación econòmica: Venezuela tuvo la tasa
de inflación más alta del mundo.
Organizaciones y
medios internacionales constatan la situación de ataque a la prensa y en
especial a los trabajadores de los medios; palizas, heridas de bala,
perdigones, etc fueron usados en las manifestaciones. Durante los 6 meses de
protesta se realizaron más de 1000 denuncias de violaciones de Derechos Humanos
a la libertad de prensa, de las cuales 700 corresponden al uso de la violencia
física, intimidación y ataque a trabajadores de la prensa y ciudadanos que
buscaban registrar los hechos.
Según el informe
anual de la organización Reporteros sin Fronteras, Venezuela ocupaba los
últimos lugares de la clasificación de países que respetan la libertad de
prensa.
En lo personal,
Luis Olavarrieta fue víctima de estas prácticas: fue golpeado, recibió
perdigones a quemarropa, le anularon el pasaporte y más.
Este mismo año
sale a la palestra Oscar Pérez cuando sobrevuela la sede del Tribunal Supremo
de Justicia, aumenta considerablemente la migración forzosa de venezolanos.
Venezuela está
entre los países con mayores violaciones a los DD.HH y en especial a la
libertad de prensa.
Con la nueva
Asamblea Nacional, era obvia una arremetida: ataque a periodistas de
Prodavinci, Efecto Cocuyo, VPI, Caraota Digital, etc.
Las Redes Sociales
(RRSS) deben ser usadas de forma oportuna, prudente y cuidadosa porque son un
canal para divulgar temas importantes. El ciudadano tiene la última palabra al divulgar
información y por eso debe hacerlo de forma responsable, verificando la
veracidad de la misma.
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